27 de Enero de 2008
« ZP lo reconoce, el gobierno expolia al ciudadano | Principal | España, país “corruto” »
Follar por follar
Supongamos que en una sección de un importante periódico en la red aparece una noticia que asegura que Pipi Estrada y Lucía Lapiedra follan a la semana (o follaban porque no estoy al día de su relación amoroso-festiva) 200 veces sin demasiado esfuerzo. La información, que de ser cierta podría ocupar algún espacio relevante en algún programa del hígado en las televisiones españolas, importaría muy poco desde un punto de vista informativo serio, bueno, todo lo serio que suelen ser los servicios informativos. Al menos a mí y a unos cuantos más que conozco este frenesí erótico no termina de motivar nuestra intelectualidad.
El problema que tienen Pipi y Lucía, o cualquier otra pareja que cada uno quiera poner, es que no son felinos. No, no me estoy refiriendo a que en sus prácticas sexuales se dediquen a arañarse y lamerse como dos gatos, sino que son de la especie humana. Si por el contrario, Pipi y Lucía fueran una pareja de linces ibéricos, se llamaran Saliega y Juby y se aparearan 65 veces durante cinco días, entonces protagonizarían una noticia en la sección de ecología de elmundo.es.
Sí, es cierto que los linces ibéricos son unos animales en peligro de extinción y que a mí particularmente me caen simpáticos, pero caramba, los bonobos se pasan todo el día follando entre ellos y consigo mismo, y no por eso ocupan ningún lugar relevante en las secciones de ecología de ningún periódico. De hecho, si uno quiere ver a alguna especie en una verdadera orgía, debería dedicarse a observar en el laboratorio a las moscas de la fruta como cualquier biólogo pervertido que estudie genética. De hecho, no hace mucho descubrieron que las moscas borrachas... bailan la conga como cualquier mortal que ha abusado del whisky.
Creo que en el ecologismo hemos llegado a un punto en el que la línea que separa la información de la estupidez es cada vez más difusa. Bastaría con decir que según avanzan las cosas el programa de cría en cautividad del lince ibérico es todo un éxito, pero ¡tanto como para presumir de gatitos! A todo esto, ¿cuánto de nuestro dinero nos cuesta que estos dos felinos se lo pasen de miedo? Estoy seguro que más de un humano se apuntaba a una sesión parecida, incluso hasta pagaba por ello.
Comentarios
vidrierairrespetuosa.blogspot.com
http://evolucionatusexualidad.blogspot.com/
No se admiten ya más comentarios.