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22 de Junio de 2004

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La Hora de Todos
Bitácora de José Carlos Rodríguez

Los papeles perdidos de Ludwig von Mises (y III)

Fue toda una aventura. Richard Ebeling decidió escribir una biografía del mejor economista del Siglo XX, ya saben quién. Era el año 1993, y aunque sin mucha confianza comenzó a buscar los papeles, si es que existían. Lo previsible es que nos nacional socialistas, como temía Mises, los hubieran destruido. Pero no encontró ninguna pista. Tres años más tarde, en 1996, se encontraba dando un curso en Washington, y le propuso a su mujer, Anna, ¿porqué no aprovechamos y vamos al Museo del Holocausto? (con un inglés mejor que este, claro). Pensaron que podría haber alguna información sobre el economista austríaco, hoy diríamos ucraniano. Pero no había nada.

En ese momento le sopló a Richard un amigo suyo que el Gobierno Alemán estaba recuperando los documentos de los autores de ese país robados por los nazis y obtenidos más tarde por los comunistas. Y, le dijo, probablemente no sería el caso de Mises, ya que éste pertenecía al antiguo Imprerio Austro-Húngaro. Así que probablemente seguirían allí. Así que se dirigieron a (hueco de mi memoria, porque no sé dónde fue), donde esta el índice de los documentos que podrían albergar la biblioteca y los papeles del economista, y para su grata sorpresa encontraron una fila que ponía Fund/(número)/L.v. Mises. Imagínense la alegría, aunque en realidad no sabían lo que se iban a encontrar. O si podrían ir. Necesitaban dinero. Pero en ese momento salió el Presidende del Hillsdale College, apoquinando.

La siguiente escena es en Moscú. En el edificio donde, efectivamente, estaban los dichosos papeles. Entrevista con el honrado funcionario. ¿Mises? Me suena, es posible, quién sabe, claro que, pero vaya... Momento en el que Richard y Anna, deciden tener una atención con el probo funcionario (que ya tenían prevista) en forma de botella y de sobre con imágenes de Presidentes de los Estados Unidos. Y con los efluvios del alcohol, como por ensalmo, el funcionario recuperó la memoria y el ánimo. Así que buscan unos documentos. ¿No querrán unos documentos que tenemos sobre Goebbels? ¿O lo que querrían ustedes son cartas personales de Mr. Einstein?. Las propuestas se multiplicaban, a cual más interesante, mientras el matrimonio Ebeling intercambiaba miradas. Pero no, nos dijo en su conferencia Richard, nosotros buscábamos al viejo Lu. Abierta la puerta, gratificaciones mediante, se encontraron finalmente con lo que querían. 10.000 páginas, aproximadamente. De las cuales fotocopiaron primero (hasta que la fotocopiadora dijo basta) y microfilmaron después más de 8.000. A un dólar la página, que la vida se ha puesto muy cara oiga. Afortunadamente la Liberty Fund se había puesto en contacto con el matrimonio para adelantar el dinero necesario, a cambio de publicar lo publicable.

Y esa es la historia. Ya tenemos los volúmenes II y III de los artículos de Mises, y estamos a la espera (ya no por mucho tiempo) del primer volumen, que entre otros artículos del propio Mises se encuentran algunos de los artículos presentados en su seminario. Los dos libros publicados son excelentes, y muestran a un Mises que no conocíamos. Ya conocíamos al teórico de altos vuelos, que trataba con total dominio las cuestiones más complejas de la epistemología, metodología, teoría del dinero, del ciclo, de los precios, del socialismo y la intervención... Ahora vemos al economista que domina el análisis económico aplicado a los problemas económicos, especialmente los monetarios, del momento.

Comentarios

 
La de cosas que deben estar aun bajo llave y olvidadas :((
Enviado por el día 22 de Junio de 2004 a las 17:10 (1)
Vaya, José Carlos. Apasionante...
Enviado por el día 22 de Junio de 2004 a las 18:20 (2)
Felicidades por tu sabia administración de la curiosidad de la fauna ibérica liberal.
Enviado por el día 22 de Junio de 2004 a las 20:35 (3)

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