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28 de Mayo de 2005

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La Hora de Todos
Bitácora de José Carlos Rodríguez

Mill como cachiporra

Justo Serna ha escrito un artículo alabando a un autor liberal. Este hecho llevaría acompañado de la sorpresa, de la extrañeza, si no fuera porque Serna convierte a ese autor liberal en una cachiporra. En una tea con la que atizar a los malvados liberales que tenemos la indecencia de beneficiarnos de un derecho del que somos los máximos, y en ocasiones los únicos, defensores.

La cachiporra de Serna es John Stuart Mill. Quien le haya leído, a Mill, sabrá en seguida porqué. Serna se salta ese porqué, al que no hace referencia. Y coloca a Mill como reunión y acopio de las virtudes del liberalismo. Subido, piensa él, en esa colina, mira al resto de los liberales todavía más por encima del hombro, mientras agita su tea.

Mill es, para Justo Serna, un liberal ejemplar. Es más, para él es el liberal ejemplar. Repasemos algunas de sus virtudes, que nos recuerda, en estos párrafos, generoso, Justo Serna: "Todo lo hizo con pasión, con el denuedo y con el libramiento de quien sabe que la existencia es uno de esos dones que no conviene arruinar, un logro personal y una hazaña de supervivencia. Fue un fiel camarada de compatriotas y de corresponsales extranjeros, mostrándose siempre como ese amigo en quien podemos confiar más allá de la coincidencia o no de ideas." Dominaba lenguas vivas y muertas. "Fue competente en humanidades y en ciencias, en historia, en economía y en derecho, y se prodigó publicando una bibliografía copiosa y aún inevitable. Y, a la postre, hizo de la reflexión ética el argumento central de su pensamiento. Pero fue también un pensador audaz que no se contentó con el retiro calmo de su gabinete, pues fue alguien que hizo pública manifestación de sus opiniones contundentes, que afrontó con responsabilidad las consecuencias que se derivaban de sus palabras."

¿Soy yo el único que ha leído aquí una descripción de Hayek, pero de Mises, pero de Rothbard, pero de Turgot, pero de...?

No. Para Justo Serna es John Stuart Mill el merecedor del premio de sus palabras, que le concede con infinita justicia, pero con mayor generosidad. Digo esto, porque la lista de pensadores liberales de gran talla intelectual y moral es ciertamente notable. ¿Estiraría Justo Serna su recobrada generosidad con los liberales también con otros autores? Quizás, pero ninguno de los otros es más apropósito que el bueno de Mill para atizar a los demás defensores de la libertad.

Porque Mill, don Justo lo sabrá, filtreó con el socialismo. Deseó el socialismo y solo su frío análisis pudo apagar ese fuego, avivado por el oxígeno que le insuflaba su mujer. Comenzó en el liberalismo, se acercó al socialismo lo que pudo estirar su pensamiento, aunque sin renunciar a la defensa de la libertad como eje central de su pensamiento, y finalmente, perdida la compañía de su mujer, volvió por donde solía. Por el camino que aborrece Justo Serna.

Dice de John Stuart Mill, lo repito, que "a la postre, hizo de la reflexión ética el argumento central de su pensamiento". Mill, estimado Serna, era utilitarista. Aunque definió y criticó los errores más gravosos del utilitarismo de Bentham y de su padre. Pero John Stuart siguió siento utilitarista. Esta reflexión ética de la que hace el argumento central de su pensamiento, que es el utilitarismo, ¿Es la suya, señor Serna? ¿Es usted, como su descubierto John Stuart Mill utilitarista? Podría ser que sí, puesto que le merece tantos encomios. Yo le adelanto que soy contrario al utilitarismo y que hay formas de entender el liberalismo desde éticas más sólidas. El utilitarismo, se lo digo para que tome distancias respecto de él, lleva al autoengaño y a la estupefacción en ocasiones. Los Mill son un claro ejemplo de ello, ya que, en contra del resto de liberales (a los que quiere condenar con el contraejemplo de John Stuart) defendían el colonialismo británico en la India basándose en el utilitarismo. "Sí, (pensaban) el colonialismo es malo para Gran Bretaña, pero como es bueno para la India y ellos son más, tenemos que mantenerlo en aras del mayor bien para el mayor número de gente".

Hay algo chocante en el artículo de Justo Serna, y es que está escrito a propósito de otro compuesto a su vez por Pedro Schwartz. Dice de él que no quiere ser sectario. E identifica el sectarismo con la crítica del pensamiento distinto del propio. ¿Qué será lo de Justo Serna, que critica al liberalismo en bloque, y en particular al de la Libertad Digital de sus sueños o pesadillas? Más si lo hace con la vieja táctica de suponer a todos los liberales, a excepción del pobre Mill de Serna, exentos de las virtudes de su tea. Ni que decir tiene que el valor de Mill es muy grande y que asignarle una función de cachiporra le degrada injustamente. Fuera del hecho de que decir "Mill era así y por tanto los demás liberales son todo lo contrario es un juego literario precario y malo, y un argumento lógico de lo más

Serna nos quiere dar una lección milleana a los demás. Y el primero de la lista, a Pedro Schwartz. Pedro Schwartz, don Justo, es probablemente el mayor experto mundial en John Stuart Mill. Pero se permite usted juzgar las ideas de Schwartz sobre Mill con una ligereza un tanto indignante. Dice, nada menos, que "John Stuart Mill es impuro, un autor de difícil encasillamiento, un creador de opiniones que no se atuvo a lo liberalmente correcto. Por eso, por ejemplo, no extrañarán los reproches que Pedro Schwartz le dedicara en 'Nuevos ensayos liberales' (1998)". No soy partidario del argumento de autoridad. Pero usted, que ha querido construir un argumento de autoridad negativo, con el pobre Mill de contraejemplo, debería al menos simular respeto por las opiniones de Schwartz.

Por ejemplo, cuando Schwartz comparte con usted, como lector, un juicio sobre Mill de lo más certero. Dice el profesor que "es Mill un autor ambiguo. Es cierto que su antropología fue impecablemente individualista. Es verdad que su filosofía política planteó con tino el conflicto entre libertad y democracia. Pero en materia de economía política, por grandes que fueran sus aciertos analíticos, abrió un portillo al socialismo..." Ese portillo lo puede leer usted en sus Principios de Economía Política cuando dice que las leyes de la producción son inmutables y pertenecen al ámbito de la ciencia económica y las leyes de la distribución son mutables y pertenecen al ámbito de la decisión política. Cuando Mill llegó a este hallazgo, que le adelanto que es erróneo, sintió una auténtica liberación porque abría el campo a la redistribución por el socialismo. No lo sabrá, pero el recorrido de esta idea de Mill ha sido enorme y su autoridad se ha utilizado innumerables veces como justificación de la redistribución. Pero en lugar de entrar en el pensamiento de Mill usted se limita a otorgarle elogios que por pura casualidad se merece, pero solo para valerse de ellos para echar tinta sobre otros liberales a los que no cita.

Pero no perdamos de vista el objeto del artículo, que junto con la crítica general del liberalismo no es otro que zarandear a Federico Jiménez Losantos. Resuta sorprendente que lo cita en el título, pero no en el texto. Intentar criticarle profiriendo opiniones ligeras sobre las que tiene el mayor experto en Mill de su admirado autor es un juego malabar que se aleja de la lógica tanto como de otras categorías que solemos considerar positivas.

Serna habla de los sedicentes liberales. Es decir, que Justo Serna quiere dar lecciones de lo que es o deja de ser el liberalismo. Y para confundir al lector desavisado elige a "un autor ambiguo", como acertadamente lo ha definido Schwartz. Serna, yo no creo en los carnets de nada, y menos en quienes se arrogan la facultad de expedirlos. Creo que palabras como liberal, conservador, socialista, izquierda, etcétera nos sirven para entendernos sin tener que sacar una definición para el pensamiento de cada uno. Lo que exigiría además que la descripción fuera distinta para cada cual. Pero puestos a dar carnets, ¿Quién es usted, Justo Serna?

Vía Hispalibertas

Comentarios

 
Muy bien. Aparte (!) del valor de erudición que tiene lo que has escrito, conviene estar alerta ante los persistentes intentos de robar y/o pervertir la palabra "liberal" por parte de la izquierda militante, la de la cachiporra de tinta (o bytes). Y de la mejor manera, analizando todos los argumentos, señalando los errores y denunciando las intenciones que se translucen de estos.

Me ha gustado personalmente que dejes claro el uso la técnica arrabalera de perpetrar lo que que se denucia y que supuestamente hacen los demás. En efecto, es un sectario plenamente consciente de ello, por eso acusa a los demás de lo mismo. En realidad le da igual si lo son (antes creía que podía interesalrles saber que era falso, ahora creo que les da exactamente igual).
Enviado por el día 28 de Mayo de 2005 a las 15:20 (1)
Muchas gracias, Dlluis.

Justo Serna tiene verdadera manía a Libertad Digital. Yo no sé de dónde viene esa manía de tanta gente a LD. Quizás viene de que en abril LD alcanzó 850.000 usuarios únicos y de que no es de izquierdas, como solo conciben ellos que sean los medios.

Por otro lado, he de reconocer que me ha irritado su pretensión de hacer referencias supuestamente ilustradas, con que poder engañar al lector, cuando ni sabe de lo que está hablando (parece no saber que P. Schwartz es seguramente el mayor experto en Mill) y luego, analizado el artículo, su argumento o no está por ningún lado o resulta ciertamente penoso. El truco de ensalzar a un autor simplemente porque de vales de esos elogios para zarandear a otros es burdo, la verdad.
Enviado por el día 28 de Mayo de 2005 a las 21:15 (2)
Neocón asqueroso, ya estás felicitando al jefe por su próximo enlace. Como no le llegue la netcongratulation de aquí a mañana te mando a los matones, bueno, tu ya sabes.
Enviado por el día 29 de Mayo de 2005 a las 02:06 (3)
Netócrata, mientras no me mandes a netorratón no habrá profeta de la nacion red que me arredre.
Enviado por el día 29 de Mayo de 2005 a las 12:46 (4)
Muy buen post. Nunca me extrañare de la manía que tienen algunos con los liberales. Tratar de apropiarse de Mill es algo muy común entre pensadores de izquierda. Con independencia de opiniones puntuales, Mill fue un liberal, supero algunos problemas del utilitarismo de Bentham y su padre (yo también soy critico con el utilitarismo), máximo teórico de la libertad de expresión y defensor del individualismo dentro de una comunidad política. Siempre defendió sus ideas con honestidad intelectual que ya quisieran para sí muchos, no dudando en rectificar sus opiniones cuando las consideraba equivocadas o contrarias a los hechos. Su teoría sobre la libertad es el punto de partida de cualquier liberal: mientras las actuaciones de los sujetos no tengan consecuencias mas que para ellos mismos no se debe intervenir desde los poderes publicos o la sociedad. Solo si causan daño a terceros que no han dado su consentimiento podremos empezar a hablar de que hacer, y no cualquier medida será valida. Aquí entraba su empirismo, su obsesión por el análisis científico de la realidad, que le llevaba a elucubrar cientos de teorías hasta dar con aquella que pudiera ser más respetuosa con la libertad individual pero sin alejarse demasiado de la realidad física.
Enviado por el día 29 de Mayo de 2005 a las 17:29 (5)
A Mill le preocupo construir una sociedad liberal, aumentar la clase media, en lo que creía era la única manera de crear una sociedad libre, su preocupación era la educación y el acceso a la propiedad de los trabajadores, esto le hizo coquetear con el socialismo mas con el utópico que con el científico, de Saint-Simón sin embargo pronto se dio cuenta por donde tiraban los "reformadores sociales" franceses con Comte a la cabeza, en los que vio una reedición de los moralistas religiosos en la cruzada contra la libertad individual (reformadores sociales que en pleno siglo XXI están gobernando España, todo sea dicho). Así que el señor Serna debería darse cuenta de que glorificar a Mill significa glorificar a alguien que se hubiera opuesto rotundamente a las políticas que desarrolla el actual gobierno de la nación. Sinceramente prefiero que se olvide de los demás liberales pues con Mill le basta y le sobra para criticar al Gobierno. Que en su próximo articulo siga revindicándolo si se atreve. No creo que lo haga.
Enviado por el día 29 de Mayo de 2005 a las 17:31 (6)
Saludos,

Muy buen post, amagi, aunque desde una perspectiva estrictamente filosófica, hay que decir que Mill era un liberal con un marcado acento "comunitarista" (en la tradición iniciada por Aristóteles). Es decir, que la libertad del individuo constituye la fundación de una sociedad de hombres libres. Específicamente, su "comunitarismo" (perdón por el palabro, en inglés es frecuente usar "colectivism", pero sé que tiene ciertas connotaciones en esta bitácora que quisiera evitar) se basa en el hecho de que el hombre es un ser social, que existe en relación con otros, y que para que se pueda hablar de ética, todos los hombres deben ser libres. Como bien señala albert black, superó el utilitarianismo de Bentham y se convirtió, en mi opinión, en el justo balance de Hobbes dentro del grupo de los pensadores del "contrato social". Y sé que Mill suele estar "encasillado" dentro del grupo de los utilitaristas, pero, en mi opinión, esa es una perspectiva demasiado constringente. La ética de Mill está marcada por su antropología y sus ideas sobre libertad y democracia, y si bien parece operar formalmente como utilitarianismo, creo que es más correcto acercar a Mill a los teóricos del contrato social. Pero eso es otra discusión, quizás para otro día.
En resumen, muy buen artículo, simplemente quiero señalar que, desde una posición filosófica, Mill es un pensador liberal con una marcada visión "comunitarista" del hombre. Su "socialismo" es en gran medida una praxis (en sentido aristotélico) de su antropología, de ahí sus acertadas reflexiones acerca de las relaciones entre libertad y democracia.
Como pensador económico, y según tengo entendido porque no es mi campo, no fue tan brillante como en el resto de su filosofía, y su obra debe ser vista, en ese campo, con la adecuada perspectiva histórica.

Pero bueno, siempre es entretenido hablar sobre Mill. Para cuándo Marx?

Afectuosamente,

Mr. Silencio
Enviado por el día 30 de Mayo de 2005 a las 11:49 (7)
Gracias a ambos.

Yo sigo considerando a Mill un utilitarista, pese a que él reveló los principales errores del utilitarismo de su padre y de Bentham. Ello no quiere decir que el utilitarismo fuera su única guía en su ética. Creo que es muy interesante lo que dices, Mr. Silencio, sobre Mill y el contrato social, aunque sea porque a mí no se me ha ocurrido. Cuando vuelva a leerle lo recordaré.

Entiendo lo que dices del comunitarismo en Mill. El comunitarismo, según se entienda, es perfectamente compatible con el liberalismo.

Pero Mill alertaba en On Liberty sobre los condicionamientos sociales que restringen las acciones individuales, y que equiparaba a las restricciones morales. Aquí hay casi lo contrario, una especie de individualismo iconoclasta.

Yo creo que Mill fue un hombre al que le hubiera gustado ser socialista. Pero le traicionó un amor más grande, el que tenía a la libertad.

Estoy al 100% con Albert Black en general, e incido en el principio liberal que Mill descubrió "mientras las actuaciones de los sujetos no tengan consecuencias mas que para ellos mismos no se debe intervenir desde los poderes publicos o la sociedad. Solo si causan daño a terceros que no han dado su consentimiento podremos empezar a hablar de que hacer, y no cualquier medida será valida."

Mr. Silencio, ¿Marx?
Enviado por el día 30 de Mayo de 2005 a las 15:55 (8)
Saludos,

Mill como cachiporra, y Marx como provocación :) Aunque una discusión seria sobre Marx como pensador podría ser interesante, creo.
En todo caso, y volviendo a Mill, creo que su postura difiere de la del utilitarismo en dos aspectos fundamentales - su antropología impide delimitar la mayoría moral (o comunidad moral) que justifica las acciones. En otras palabras, una sociedad de hombres libres constituye la mayoría moral que determina la ética de la sociedad en cuestión. Un utilitarista clásico determina la extensión de la mayoría moral que justifica los beneficions de una determina acción.
Pero Mill evoluciona desde el utilitarismo, vía Kant, hacia una teoría más cercana al contrato social: en una sociedad de hombres libres, es la misma sociedad la mayoría moral. La cuestión se traslada de cómo hacer el mayor bien para la mayoría de individuos, a cómo coordinar la existencia de una sociedad libre (y esto es un basto resumen, pero espero que argumente por el caso).
La reflexión acerca de On Liberty es interesante, aunque discrepo de esa lectura - por supuesto :) Puedo estar equivocado, pero la manera en la que entiendo a Mill es la siguiente: la libertad individual está condicionada por la ética y por el hecho de que los hombres viven en sociedad. La existencia del hombre como tal, su subjectividad moral (o autonomía en un sentido kantiano) está determinada por la presencia de otro(s) que conforman la extensión de la libertad humana. Es decir, el hombre es libre en tanto que sus pares también son libres, porque la libertad depende tanto del individuo como de la comunidad. Y de ahí sus raíces comunitaristas. Para Mill, según creo, el hombre es libre en tanto que hombre, pero también en tanto que criatura social. Por eso lo entiendo como un pensador de la escuela del contrato social. Y lo que lo hace clave es, en mi opinión, el hecho de que extiende la exigencia moral y de libertad: no basta con que un hombre sea libre, sino que todos deben serlo [SIGUE]
Enviado por el día 31 de Mayo de 2005 a las 13:17 (9)
[todos deben serlo ...] para que esa libertad sea el valor máximo.
Resumiendo, Mill va más allá del utilitarismo porque extiende la comunidad moral a la totalidad de los hombres; también va más allá de Kant porque los principios no son exclusivamente racionales, sino que deben formar parte de un proyecto político comunitario basado en la libertad de los individuos. Finalmente, Mill es un pensador liberal clásico porque asienta su antropología, y desde ella el resto de su filosofía moral, en el principio de libertad individual.
Podría ser Mill considerado un socialista? En cierto sentido, y como socialdemócrata un sentido imparcial, sí. Pero lo es porque en el fondo su ética es comunitarista en el sentido aristotélico. La cita que das, muy relevante, me parece ligeramente fuera de contexto, ya que Mill es siempre muy cuidadoso a la hora de dar relevancia a la comunidad (incluso al estado).
En todo caso, y por razones epistemológicas, creo que habría que aclarar que Mill puede ser entendido y admirado por la izquierda (en cualquier caso, yo lo hago), no a pesar de ser profundamente liberal, sino precisamente por ser liberal. A algunos socialdemócratas nos gusta pensar que nuestro sentido de la colectividad viene de Aristóteles y no del peor Marx, y por eso no nos cuesta en absoluto coincidir con algunos pensadores liberales.
Aunque usarlos de cachiporra es muy feo :)
Pero bueno, si hubiese lugar a una discusión entre liberales y socialdemócratas en el plano de las ideas, me apunto, que me parece que los míos (filósofos de izquierdas) están muy poco representados aquí - como debe ser, por otra parte, en "liberalismo.org" :)

Afectuosamente,

Mr. Silencio,

disculpándose por el ladrillo (aunque no he escrito ningún palabro en alemán, latín o griego, a pesar de las tentaciones)
Enviado por el día 31 de Mayo de 2005 a las 13:27 (10)
Menos hieratismo, amigo Rodríguez. Yo creo pasarlo bien con lo que escribo: procuro divertirme, asenderear a quienes dicen gansadas y no tomarme gravemente. Usted, por lo que veo, hace lo contrario y sufre mucho. Y no digo más: ¡me da tanta pereza! Además, tengo ahora otra ocupación más entrenida que la de agostarme el alma con una erudición seca. Permítame despedirme, sin embargo, con una recomendación del viejo Stuart. Le hará bien:

“En un carácter, es un defecto inmenso el que carezca de sentido del humor. Un carácter que está por completo privado de humor no puede suscitar respeto ni simpatía. La seriedad debe ser el ‘fondo’ de todos los caracteres de que merece hablarse. Pero una cierta infusión de filósofo jocoso, incluso en su forma menos popular; un estar abierto a esa visión de las cosas que, al mostrarlas por su lado cómico, hace que cualquier preocupación exagerada acerca de ellas parezca infantil y ridícula, es una ayuda prodigiosa para soportar los males de la vida, y pienso que ha salvado a más de una persona de volverse loca. También [el sentido del humor] es hasta necesario para que se dé un intelecto completo (...). Siempre parece haber algo de atrofia en el intelecto de aquellos que carecen de humor, por muy delicados y entusiastas que sean, y aunque sean personas altamente cultivadas, como suele ser el caso” John Stuart Mill, ‘Diario’, 16 de enero de 1854.
Enviado por el día 31 de Mayo de 2005 a las 19:27 (11)
La representación de los filósofos de izquierdas, por desgracia, se limita en esta página a tí, MrSilencio. Por eso (y por el interés de lo que escribes) te cuidamos.

Ahí hay una vía de entendimiento, como dices. Porque, en contra de lo que se cree en demasiadas ocasiones, el liberalismo no es solo individualista. Ha prestado siempre atención a las relaciones sociales que conforman una sociedad. De hecho es su principal atención. Lo que ocurre es que el liberalismo entiende que una sociedad justa y sana está basada en relaciones voluntarias, que crean verdaderas relaciones sociales, con la fortaleza que otorga la coincidencia de intereses pero con la libertad de poder cambiarlas si esta confluencia de objetivos se quiebra.
Enviado por el día 31 de Mayo de 2005 a las 20:56 (12)
Saludos,

Me puede llegar a pesar un poco ser el único ser pensante de izquierdas en estos parajes - gran carga la que me has otorgado, pero que acepto encantado :)
En cuanto a la vía de entendimiento, veo que estamos de acuerdo. En esencia, creo que la diferencia entre liberales y "socialdemócratas" (a falta de un término más correcto, que no hay más allá del ligeramente ambiguo "left-liberals") está en que los liberales modernos veis (te añado al plural, disculpa si me equivoco) al estado como una relación no voluntaria, es decir, como una imposición. En mi opinión, es una visión deudora del pensamiento económico, que percibe al intervencionismo estatal como una fuerza ejercida sobre los ciudadanos (aunque no soy ducho en ese tema, y agradeceré las pertinentes correcciones). En ese sentido, el liberalismo moderno se construye bajo una antropología centrada en el concepto de homo economicus, que no es sino la visión económica de la racionalidad deontológica kantiana, en mi opinión.
El problema reside, en mi opinión, en que el homo economicus opera como un concepto de la racionalidad extrema, y por tanto es entendible que: a) el estado sea visto como una opresión, ya que no es la más lógica de las soluciones posibles; y b) el individualismo predomine en la construcción de redes sociales, ya que sólo podemos confiar en nuestros propios recursos y acciones (si he cometido algún error de bulto en esta argumentación, agradeceré correcciones).
Lo que la izquierda socialdemócrata propone proviene de una tradición más cercana a Aristóteles, e influida por la postmodernidad (lo que no es necesariamente malo, añado como caveat); tradición que indica que somos seres sociales que construimos nuestra identidad desde nuestras virtudes hacia los otros, y viceversa, en un proceso de autopoiesis. Aristóteles lo llamaba praxis, la práctica del juicio justo o phronesis, y que sólo puede tener lugar entre pares en igualdad de condiciones [SIGUE]
Enviado por el día 1 de Junio de 2005 a las 14:30 (13)
[igualdad de condiciones] que es precisamente el punto de unión entre el liberalismo y el pensamiento de izquierdas (porque, en el fondo, todos somos modernos, hijos del proyecto liberal moderno).
Desde esta perspectiva, y siendo un poco más modernos que Aristóteles, los izquierdistas podemos pensar que el estado no es sino una realización material de nuestra naturaleza social o colectiva. Además, un estado formado por hombres libres no puede "forzar" a nadie, sino que es una decisión justa de hombres justos, una materialización de la capacidad de phronesis. La modernidad nos ha enseñado que la democracia es el sistema por el cual esta teoría del estado es posible, siempre que los ciudadanos sean capaces de ejercer en libertad su juicio, y plasmarlo en votos (lo cual no es sino el origen del peculiar sistema de caucus de la democracia estadounidense). Rasgos del estado moderno que algunos liberales veis como "opresores" o "injustos", como los impuestos, son parte de una ética de la colectividad, del grupo - pago impuestos porque los gobernantes que he elegido distribuiran esa riqueza para que haga el bien al mayor número de personas posibles - si eso no sucede, tengo en mis manos el voto que puede cambiar esta situación. Y lo mismo puede argumentarse de otras instrumentalizaciones estatales.
Esto quiere decir que la izquierda, tal y como yo la entiendo y la ejerzo, extiende la responsabilidad moral, ya que también somos responsables del estado y sus prácticas. Alguna izquierda desnortada confunde, miserablemente, esta extensión moral, que no es sencilla de sobrellevar, con superioridad moral, que es una falacia de gran calibre. Extensión no implica mayor "calidad" moral - tanto liberales como izquierdistas buscamos el bien común a través de la libertad, sólo que lo encarnamos en diferentes modalidades de estado. En resumen, varía nuestra política y parcialmente nuestra antropología, pero nuestra ética es común.

Abierto al debate,
afectuosamente,

Mr. Silencio
Enviado por el día 1 de Junio de 2005 a las 14:41 (14)
Releyendo mis tochos, quisiera aclarar un par de cosas, por el bien del debate:
"parajes" - no he usado el término con intenciones despectivas, aunque así pueda leerse. Desde mi divergencia ideológica aprecio esta bitácora en gran medida.
"liberales" - sé que hay muchas corrientes liberales representadas en este site, así que pido adelantadas disculpas por la metonimía, empleada por razones de comodidad (y de limitación de caracteres).
Mi razonamiento sobre la validez de pagar impuestos es un tanto débil por dos razones: limitación de espacio y mi propia ignorancia. No soy especialmente fuerte en teoría económica, así que si hay debate por esos temas, agradecería introducciones básicas a los conceptos fundamentales. Como se puede ver, he explicado mi posición desde la ética y la filosofía más que desde la economía, que no es, insisto, mi campo.
Y perdón por las faltas de ortografía y la extensión de los posts. Creo que la dicotomía entre liberales e izquierdistas puede ser entendida de un modo no confrontacional, sino constructivo, generando debates de gran interés. De ahí mi apasionamiento :)

Afectuosamente,

Mr. Silencio, que debería empezar a hacer bueno su nick
Enviado por el día 1 de Junio de 2005 a las 14:52 (15)
Mr silencio, ojalá todos los izquierdistas fueran como tu.
Enviado por el día 1 de Junio de 2005 a las 21:14 (16)
Mr. Silencio, ojalá algún izquierdista más fuera como tú, y viniera por estos parajes ;-) Un placer.
Enviado por el día 3 de Junio de 2005 a las 01:29 (17)

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