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10 de Junio de 2005

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La Hora de Todos
Bitácora de José Carlos Rodríguez

Sobre el Individualismo Metodológico

Lipe escribe poco en su bitácora, pero no deja una sola anotación sin enjundia. Es el caso de la penúltima, que se llama La desaparición del diablo y la insificiencia del individualismo metodológico.

El comienzo es total y absolutamente sorprendente para un pensador socialista. En su crítica del liberalismo ¡se centra en lo que considera un error intelectual! ¿Quiere ello decir que encontramos, por fin, un socialista que tenga la honradez intelectual de entrar a debatir las cuestiones esenciales en los términos en que están planteadas? Lo habitual es lo contenido, ya lo siento, en su segunda frase. Lo habitual es sustituir el pensamiento por las palabras, ya que en el primer campo de juego tienen todas las de perder. Pero salto de la primera a la tercera frase, como si nada hubiera entre medias, y me quedo con la tercera.

Por desgracia, Lipe ofrece menos de lo que promete, ya que dice que el individualismo metodológico es insuficiente, pero no explica porqué. Lo sugiere, eso sí, pero lo que sugiere revela que no sabe en qué consiste el individualismo metodológico. Esto es algo que se repite una y otra vez. Los socialistas simplemente ignoran el pensamiento liberal. Eso lo hace todo más sencillo, claro. Por eso los liberales, en nuestras réplicas a las críticas, nos vemos forzados en general a empezar desde el principio. Lipe se delata cuando toma al individualismo metodológico como una doctrina, es decir, como una posición sin ningún fundamento más que la mera preferencia. No es que la metodología individualista no tenga una fundamentación, ¡Es que Lipe no la conoce! De todos modos, no quiero personalizar este problema en él, porque tiene un carácter general.

Esto tiene gran importancia, porque cuando él rechaza sin más argumentos, no por dogmatismo sino por ausencia de pensamiento contrario que rebatir, lo que está haciendo es combatir la nada, a lo que ha puesto el letrero individualismo metodológico.

Lipe parte de la definición de Karl Popper, que yo también me dispongo a citar: la doctrina según la cual debemos reducir todos los fenómenos colectivos a las acciones, interacciones, fines y esperanzas y pensamientos de los individuos.

¿Qué revela pensar del individualismo metodológico, en sus sugerencias? Que el individualismo metodológico es una especie de atomismo solitario asocial. Dice Lipe que en su definición Popper cuela de rondón las interacciones. Reducir las interacciones a los individuos es imposible, ya que al menos hay dos. Luego, parece pensar Lipe, cuando hay una interacción, al haber más de un individuo, ya no hay individualismo metodológico que valga. Un intercambio entre dos personas es una relación, por definición, que no se limita a un solo individuo, por lo que (non sequitur como ninguno otro que haya leído o imaginado) no podemos tomar al individuo como elemento de análisis.

Aquí hay varios errores que es necesario desmenuzar. En primer lugar el individualismo metodológico (IM, en adelante) no es ese atomismo solitario asocial que suponen los socialistas, siempre que dicen tratar de él. Consiste, como dice Popper, en la doctrina según la cual debemos reducir todos los fenómenos colectivos a las acciones, interacciones, fines y esperanzas y pensamientos de los individuos. Veamos otras definiciones de metodología individualista. Seguiré a Mises (muy superior a Popper en este campo, como en algún otro)

Los fenómenos sociales son fenómenos fruto de acciones humanas. Como los humanos somos individuos, los fenómenos sociales son fruto de acciones individuales. En consecuencia, los fenómenos sociales han de entenderse desde el análisis de las acciones individuales. Es decir, que Popper no estaba colando nada de rondón. Que el IM se refiere a los fenómenos sociales era tan obvio para él que lo dice plenamente consciente de lo que está diciendo.

Todo ello se entiende mejor si se sabe qué es una acción humana. De nuevo me remito a Ludwig von Mises, quien explica que la acción humana (expresión que da título a su tratado de economía) es el comportamiento deliberado, que consiste en acudir a medios para alcanzar fines. Es un concepto puramente formal, que es independiente de cuáles sean los fines elegidos, cuáles los medios, y cuál sea el conocimiento del actor. Este punto es importante, porque el hecho de que dos personas tengan un conocimiento en común no influye en absoluto en el carácter individual de sus acciones. Éste carácter no supone, ni exige, ni necesita, que cada actor cuente en exclusiva con conocimientos privativos y exclusivos, como tampoco implica, como he explicado antes, que sus acciones no sean en coordinación o en relación con otras personas.

El IM, en consecuencia, no solo es compatible con los fenómenos interpersonales y sociales, sino que dado que éstos consisten en relaciones, en extremo complejas, de varios individuos, esa posición metodológica explica (o predice) los fenómenos sociales. Pero afirma no solo que el IM explica adecuadamente estos fenómenos, sino que el colectivismo metodológico o el holismo son un error. Un error intelectual, de esos a los que los liberales hacemos mención constante.

Un colectivismo metodológico tiene que probar que en sus análisis se refiere a fenómenos no individuales. Es decir, fenómenos en los que no intervenga el individuo. U otros en los que no se pueda descomponer en acciones individuales.

La existencia de instituciones, como debería quedar claro a estas alturas de anotación, no desmiente el IM. Cojamos como ejemplo la Iglesia. Ésta no es un ente etéreo, sino contingente; y está compuesto por personas. Comparten un acervo ideológico, cultural, es el resultado de la incierta precipitación de la historia. Pero tanto en su realidad de hoy como en la larga cadena histórica que la ha visto nacer y desarrollarse, siempre hay individuos concretos con acciones concretas. Lo mismo cabe decir del Estado.

El colectivismo metodológico se salta al individuo para hacer consideraciones que tienen algo de metafísico, que tienen mucho de paradójico. Me explico. El colectivismo pretende observar la sociedad y las instituciones como un todo. Pero para hacerlo cae en el antropomorfismo. Que es la asignación de características individuales a instituciones compuestas por varios individuos. Se crea la paradoja de que se quiere huír del individualismo, pero lo que se hace es caer en el error de asignar características individuales a lo que no lo tiene. No se huye del individualismo metodológico, sino que se aplica mal.


Comentarios

 
Es cierto que se usa contra el liberalismo eso de " individualismo metodológico" como si fuera un "error en el método racional", ¿ alguien ha visto pensar, actuar, tomar decisiones a " personas colectivas"? ¿ dónde habitan y viven esas "personas colectivas"? Y es verdad que es muy difícil recuperar el sentido común liberal de que los "Entes públicos" existen solamente en las "mentes de la clase pública". EL no liberal cree firmemente que " el Estado existe en cuerpo y alma" y cuando mira el mapa político del mundo y observa el color de su Estado está viendo un " cuerpo vivo o máquina de la cual él es una pieza más" como si exitiera algo así como una máquina del Estado con cuerpo propio localizada en algún lugar. Muy bien traído aquí, Juan Carlos, el tema del falso individualismo de los liberales en sus métodos. Muchas veces se repite contra el liberal el prejuicio de que " robinson crusoe no existe, que no es un supuesto real" ¿ es más real los "supuestos matemáticos del homo economicus"?
Enviado por el día 10 de Junio de 2005 a las 17:12 (1)

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