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27 de Abril de 2005

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Orden Natural
Bitácora de Juan Fernando Carpio

Tertulia del 3% con Vergés y Contreras

Ayer martes, Josep C. Vergés organizó en Badalona una tertulia sobre la cuestión del 3% con Amador Contreras.

El primero es el economista catalán que fue expulsado de Unió Democràtica de Catalunya por haber dado el toque de alarma sobre los casos de corrupción de ese partido. Vergés trató el tema en su libro Tots els homes de Duran: la corrupció política de Catalunya (Llibres de l’Index), por el que Duran le llevó a los tribunales pero estos dieron la razón al autor.

Amador Contreras fue el primer contratista en denunciar la corrupción en la adjudicación de obras públicas. De momento, tiene una condena de más de un año de prisión.

En la introducción, Vergés comentó que cuando Maragall se refirió simplemente al “tres por ciento” sin más señas, todo el mundo supo de qué se trataba. “Tanto, que ya no se habla de ello.” Y es que la vergüenza del Carmel la achaca Vergés a tres males: la incompetencia de CiU por ser ellos quienes empezaron todo el proyecto y lo pusieron en marcha. La indiferencia de los socialista por hacer oídos sordos ante las quejas insistentes de los vecinos. Y la improvisación de este nuevo gobierno “a la mejicana” que, como el de Fox, llegó con promesas de cambio y limpieza y “no ha cambiado nada.”

Contreras empezó por comentar que ya en 1989 se produjeron unas adjudicaciones de tres obras en las que ya se sabía el resultado con dos meses de antelación. Simplemente se pusieron las condiciones “a medida” para otorgarlas a quien convenía. A la docena de contratistas que se habían presentado en vano se les dijo que volvieran a presentarse que a la próxima ya les harían un arreglo.

De todas formas, este sistema del famoso 3% que empezó chapuceramente con trajín de maletines llenos de dinero contante y sonante ha ido sofisticándose. Explicó Contreras que para ir filtrando a las empresas adjudicatarias se estableció una clasificación con una serie de requisitos. Puesto que uno de los requisitos era la experiencia, el empresario se veía en la tesitura de entrar en la espiral de corrupción o quedarse a dos velas. Es más, sobre el papel, las normas eran de los más estricto, de manera que si alguien sacaba los pies de la manta, los funcionarios corruptores solamente tenían que aplicar (esta vez sí) la ley. Esto lo ilustró con una frase florida: “al amigo se le da el culo, al enemigo se le da por culo y a un indiferente se le aplica la legislación vigente.”

El siguiente paso en el perfeccionamiento de este sistema consistió en las UTEs, las Uniones Temporales de Empresas en las que grandes empresas estatales se prestan a este juego para que las empresas locales protegidas puedan obtener una Clasificación de Contratistas potente, que de no ser así jamás conseguirían. De esta manera, con el simple manejo contable y accionarial se pueden hacer transferencias de efectivo de manera mucho más opaca que con los maletines.

De pasada, Contraras hizo referencia explícita a famosísimos personajes españoles para aclarar que no se trata de un caso peculiar catalán. Y que, de hecho, los corruptos y los corruptores catalanes están totalmente compinchados con los del resto de España.

De todas formas, puntualizó que el auténtico chollo había consistido en las recalificaciones. Estando una parte tan grande del territorio nacional calificada como no urbanizable o con restricciones importantes, los funcionarios que tienen el poder para cambiarlo se encuentran con unas oportunidades de lucro espectaculares.

Finalmente, Contreras narró los sucesos que le condujeron a la actual condena provisional, ya que tiene recurrida la Sentencia. La obra era la urbanización de unos terrenos de una veintena de propietarios, entre los que se encontraba la farmacéutica Boehringer, a la que hicieron un traje a medida recalificando los terrenos a su exclusiva conveniencia. Además, en el proceso de reparcelación las fincas de Boehringer crecieron en proporción a la que mermaron la del resto de propietarios. Es decir, que a Boheringer le reconocieron más metros de los que aportó, que lógicamente les faltaba al resto de Propietarios. Pues bien, Contreras empezó a notar irregularidades en la que intentaban hacerlo cómplice y abandonó las obras apoyándose en que tampoco querían pagarle. Otro contratista acaba las obras sin ni haber hecho previamente las mediciones, lo cual prohíbe la Ley.

Con tan convencimiento y habiéndose enterado de que a la inauguración asistirían personajes de altísimo nivel, escribió a estos personajes para advertirles del caso. En respuesta, Contreras fue visitado por representantes de diversos cuerpos policiales, cada cual enviado por alguno de los destinatarios de las misivas. Algunos de estos llegaron a ver que efectivamente había algo incorrecto en el asunto. Pero la inauguración tuvo lugar como si nada con la presencia de esas autoridades. Y allí estaba Contreras con su pancarta denunciando el caso. Consciente del peligro que allí había, pasada la inauguración, Contreras cortó el acceso a ese lugar dejando un camino alternativo y fue así como se querellaron contra él con el resultado ya mencionado.

En un primer momento, Contreras ofreció la empresa a sus trabajadores pero estos no la aceptaron. Les indemnizó y se aseguró de recolocarles en la empresa que le compró las máquinas.

En el turno de preguntas, afirmó que lo del Carmel jamás habría pasado si se hubiese aplicado la“legislación vigente” y que la solución no podía encontrarse en los sindicatos tal como funcionan hoy aquí. Dijo que sus cúpulas están “metidas en el ajo,” como lo está la clase “política y judicial”.

Por último, Contreras afirmó con rotundidad que estas cosas no suceden cuando uno trabaja con empresas privadas, donde se trabaja con seriedad. De todas formas, opinó que de esto no podía deducirse que la solución radicara en la privatización total de las obras públicas, “porque se lo quedarían los mismos.”
Los de siempre, vaya. Y es que quien parte y reparte...

La cuestión de la privatización da para mucho. Tanto que mejor dejarlo para otro post, no vaya a eternizar este.


Comentarios

 
Ciertamente, con empresas privadas sería distinto. De todos modos, me alegra que trates este tema, que parece ir cayendo en el olvido.
Enviado por el día 27 de Abril de 2005 a las 16:07 (1)
Efectivamente todo está corrompido, desde los individuos hasta las instituciones. Me ha sorprendido que también esté en el ajo la clase judicial, me extraña porque son muchos a los que untar, pero no es descartable. Lo más difícil de entender es que Maragall lo hiciera público, cuando probablemente su partido está también en el ajo, y más extraña aún es la no respuesta de CiU.
Enviado por el día 27 de Abril de 2005 a las 18:42 (2)
Seguramente lo de la clase judicial es una generalización fácilmente matizable.
¿Qué hay de extraño en "la no respuesta de CiU"? Es la famosa frase de Pujol: "això no toca".
En realidad, no fue una "no respuesta". Dijeron que se enfadarían si Maragall no lo retiraba. Maragall lo retiró. Y todos tan amigos y a callar. ¡Olé, eso es la competencia perfecta en el mercado político!
Enviado por el día 27 de Abril de 2005 a las 18:59 (3)
Y la gente mientras tanto pidiendo más Estado que es tanto como pedir que les den más por el culo.
Enviado por el día 28 de Abril de 2005 a las 12:50 (4)

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