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6 de Julio de 2005

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Orden Natural
Bitácora de Juan Fernando Carpio

Liberalismo: ¿doctrina o actitud tolerante?


A partir del estupendo artículo del prof. Huerta de Soto sobre el Liberalismo, se extienden ante el lector atento dos posibilidades mutuamente excluyentes. El liberalismo como una doctrina -razonada y perfectible- de defensa a ultranza del individuo contra los afanes constructivistas, utilitaristas e intervencionistas en los que desemboca necesariamente el colectivismo; o como una actitud de "apertura" y "tolerancia", que permite el diálogo y el disenso, y su aplicación -moldeable y "pragmática- se le debe considerar ya un estado de libertad.

Por razones que voy a exponer, considero elemental e inevitable la primera definición, mientras que rechazo de raíz la segunda.

El liberalismo, en esa segunda acepción representa una forma hermenéutica de aprendizaje social, en el cual todos tenemos el mismo valor, y por ende también las posturas tienen el mismo valor. Eso implica que cualquier forma de organización es compatible con ese "liberalismo", incluyendo el socialismo. Para clarificar lo que intento decir, preguntémonos que pasaría si el 100% de habitantes de una isla decide optar por el comunismo, luego de un diálogo y un total consenso, en que la idea comunista ganó el debate en un entorno de total "tolerancia" y "apertura". ¿Es esa sociedad libre una vez aplicada la idea consensual? De ninguna manera, sostengo yo. En primer lugar se está matando el sistema de libertades que les permitió cambiar las instituciones (en este caso de forma constructivista, es decir, arrogante) y en segundo, se está matando el sistema de libertades que les permitió entablar dicho diálogo o consenso para comenzar. Si el 1% o al menos uno de los ciudadanos decide que la decisión fue errada, no hay vuelta atrás. Su opción individual (y recordemos que el conjunto de ellas fue lo que creó el consenso) ya no cuenta, y la estructura social creada será rígida y no tolerará cambios de actitud individual, ni proyectos de vida individuales. Su propia corrosión interna -inevitable por razones que no vienen al caso de esta anotación- será lo único que rompa el consenso, muy a despecho de los líderes de tal sistema comunista, que harán lo imposible por mantener inspirados e inyectados de propaganda a todos y cada uno de los habitantes de esa isla.

Esa es la gran ironía de un sistema de libertad (liberalismo) real o parcial. Permite a los marxistas poseer cafetines donde conspirar contra la propiedad, a los neonazis vivir a salvo de agresiones por parte de otras razas, a los socialdemócratas apropiarse del fruto del esfuerzo ajeno en la medida en que ellos lo elijan.

La tolerancia no es la base del sistema liberal, si no se entiende bien que todo puede tolerarse menos la intolerancia. Las ideas que destruirían aceleradamente el sistema de libertades, en tanto sean alucinación o proyecto utópico de un grupo cualquiera, merecen el desprecio de quienes ven -como yo- en ellas una contradicción rayana en lo estúpido. Pero adelante, hagan en su propiedad, con sus cerebros y bocas lo que quieran. Defenderé su derecho a hacerlo en la medida en que no altere mis planes de vida para hacerlo, porque no soy salvavidas ni preventor de suicidios intelectuales. Siguiendo a Hoppe y a Habermas, el diálogo requiere de propiedad, la del propio cuerpo y (por alquiler, permiso o propiedad) del espacio donde uno se encuentra físicamente dialogando. El liberalismo sí contempla la tolerancia, pero como un deseable y sano resultado de la propiedad. No como su reemplazo, ni como su insignia.

El liberalismo no es pues, "tolerancia" si se entiende por ello cualquier tipo de actitud individual o colectiva que viole los derechos individuales. Es la doctrina del respeto al derecho ajeno, base de cualquier diálogo civilizado. Pero no de cualquier diálogo, a secas. He ahí la gran diferencia.

Comentarios

 
Excelente post ! El liberalismo es tolerante con los que de palabra y obra respetan a las personas, su libertad, su paz y sus propiedades privadas y es intolerante contra las tiranías ( sean democráticas o no), los ladrones y las bandas de criminales.
Enviado por el día 6 de Julio de 2005 a las 11:49 (1)
De acuerdo, y curioso que haya liberales que más o menos se inclinan por la segunda definición a expensas de la primera. No deben ser muy liberales que digamos :).
Enviado por el día 6 de Julio de 2005 a las 13:09 (2)
¿Vendría a ser un liberalismo de permitir los modus vivendi que cada uno prefiera, à la John Gray? Si es así, coincido.
Enviado por el día 7 de Julio de 2005 a las 01:21 (3)
Bien, has pinchado hueso... ¿No será que el hobre está condenado a vivir en una situación inmoral e ineficiente a raíz de la existencia de elementos antisociales? Nos protegemos tradicionalmente de tales elementos mediante la acción de un estado policía y como no se puede ser tolerante con los intolerantes, ese estado se hiperlegitima hasta convertirse en cosas nada deseables... ¿Estamos condenados?

Salud y libre comercio
Enviado por el día 7 de Julio de 2005 a las 02:31 (4)
martin22: Si es en tu propiedad y no le impones tus comportamientos a gente que no deseaba meterse contigo, claro. Hay espacio para comunas hippies tanto como casas del Opus Dei, que pueden sonreirse a la lejanía.
Enviado por el día 8 de Julio de 2005 a las 15:15 (5)
iracundo: creo que con agencias de defensa, altamente reactivas, basta. soy de los que no ve necesidad de un monopolio para que ocurran las cosas en ningún ámbito.
Enviado por el día 8 de Julio de 2005 a las 15:21 (6)

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