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13 de Febrero de 2006

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Orden Natural
Bitácora de Juan Fernando Carpio

Lo que NO es la Economía



El error de comprensión más común sobre la Economía es lidia solamente con el dinero y el comercio. El siguiente paso es fácil: Me preocupan más cosas que el dinero, y así deberia ser todo el mundo, por lo tanto dejémonosle la Economía a los operadores de bolsa y administradores de dinero, y dejemos de lado sus enseñanzas. Este es un error fatal, porque como dice Mises, la Economía conocierne a todos y a todo. Es el mismísimo fundamento de la civilización.

Esta es una confusión sembrada por los propios economistas, que postulan algo llamado el "hombre económico" que posee una propensión sicológica a comportarse siempre en formas que maximicen la riqueza [material]. Sus modelos matemáticos, predicciones y análisis de políticas están basados en esta idea.

En el mundo real, sin embargo, sabemos que este no es el caso. El mundo tal como lo conocemos implica la búsqueda del beneficio pero también actos extraordinarios de caridad, sacrificio, generosidad no-monetaria y voluntariado (a pesar de que no me gusta el término pues todos los intercambios comerciales ¡son voluntarios también!)

¿Cómo incluir estos casos? El enfoque Austriaco de la Economía desecha la idea del "hombre económico" o en realidad amplia el significado de la Economía para incluir toda acción, que toma lugar en un contexto de escasez. La escasez requiere que economicemos de alguna manera en todo lo que hacemos, aún cuando la riqueza [material] no sea la motivación. Por esta razón, los austriacos analizan individuos actuantes, no prototipos maximizadores.

¿Por qué es importante esto? Una queja común contra el libre mercado es que requiere ser suplementado con leyes que restrinjan el poder del materialismo desbocado. El mercado ejecuta bien la "codicia", la gente admite, pero necesitamos que el gobierno provea de caridad, orden, leyes y límites de todo tipo, como todas esas áreas estuviesen lejanas a la Economía.

La verdad es que una estructura teórica que explique los mercados bursátiles pero no las subastas de beneficencia, las cadenas de tiendas pero no la asistencia a misa, las tasas de ahorro pero no la crianza de los niños, no puede presumir ser una teoría universal en absoluto.

Es por eso que el artículo de Rothbard es tan importante. Él define el libre mercado como parte integrante de una teoría completa de una sociedad libre que se organiza y desarrolla a través de la acción cooperativa de todos sus miembros. Tales acciones no se coordinan en base al afán de lucro solamente, si no en las instituciones de la propiedad, el contrato y la libre asociación.

La Economía entonces, es una ciencia que se fundamenta en una comprensión más amplia de lo que solía ser llamado el orden liberal. El argumento principal de esa comprensión es que la sociedad -tanto como su componente menor llamado comunmente "la economía"- no necesita un administrador central para prosperar.

Y así como las estructuras económicas son manejadas mejor por propietarios y comerciantes, la sociedad entera contiene en sí misma la capacidad de auto-administrarse. Cualquier intento de entorpecer su funcionamiento a través de la coerción del Estado sólo puede crear distorsiones y disminuir la riqueza de todos.

Cualquiera familiarizado con textos y publicaciones actuales de Economía sabe que esta no es la perspectiva que promueven. Están aún atrapados en la era en que los burócratas se veían a sí mismos como más inteligentes que el resto de nosotros, en que las bancas centrales pensaban que podían detener los ciclos económicos e inflar [la moneda] sólo lo suficiente como para provocar crecimiento pero no inflación [de precios], en que los expertos antimonopolio sabían qué tan grandes debían ser las empresas grandes.

¿Pero pueden los funcionarios del gobierno saber cómo manejar decisiones diarias de producción y asignación de recursos mejor que los propietarios? ¿Pueden mejorar los tratos, innovaciones y reglas creadas por individuos actuantes? No tienen ni la capacidad intelectual ni el incentivo para hacerlo. Son ciegos a las realidades de nuestras vidas e incapaces de hacer más por nosotros de lo que nosotros mismos podemos hacer, aún si tuviesen el incentivo de hacer algo más que robarnos o imponérsenos.

¿Cómo es que la profesión económica ha llegado a ignorar estos puntos? Murray Rothbard creía que se debía en particular al declive de los libros sistemáticos, tratados generales de teoría económica, que comiencen con los fundamentos y hallen causa y efecto a través del rango completo de la acción humana.

Estos libros fueron comunes en el siglo XIX (¡y nosotros distribuímos libros como los "Principios" de J.B. Say y un libro similar por Frank Fetter!). Afortunadamente Mises escribió su espectacular obra "La acción humana", y Rothbard escribió su complemento sobre la Economía Miseana encarnado en "Man, Economy and State". El Instituto Mises publica ambos.

¿Sabe qué? Ambos son todavía leidos, entrenando a una nueva generación de economistas a través del trabajo del Mises Institute. Y no sólo en los Estados Unidos de Norteamérica: recibimos reportes regulares de avances de grupos de estudio en China, Latinoamérica, Europa del Este y África. Una teoría universal está teniendo de nuevo un impacto universal.

por Llewellyn H. Rockwell, Jr.


Febrero 11, 2006

Llewellyn H. Rockwell, Jr. es presidente del Ludwig von Mises Institute en Auburn, Alabama, editor de LewRockwell.com y autor de Speaking of Liberty.

Comentarios

 
gracias por la traduccion
Enviado por el día 13 de Febrero de 2006 a las 14:56 (1)
De nada, a las órdenes...
Enviado por el día 13 de Febrero de 2006 a las 16:31 (2)
Enviado por el día 13 de Febrero de 2006 a las 20:07 (3)

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