liberalismo.org
Portada » Bitácoras » Orden Natural » La discriminación y el prejuicio: bases de la civilización

9 de Marzo de 2006

« Algo a cambio de nada: salario mínimo y desempleo | Principal | ¿Hay algo de malo con las empresas realmente grandes? »

Orden Natural
Bitácora de Juan Fernando Carpio

La discriminación y el prejuicio: bases de la civilización



Sobre la discriminación

Sí, desde luego que los liberales sabemos que se trata de la propiedad privada cuando hablamos de la base de la civilización. Pero incluso la propiedad puede ser derivada del principio universal, de la ley natural, que es la discriminación. ¿Deben tener todos la misma cantidad y calidad de propiedad? ¿Cantidad o calidad, y combinación de ingreso síquico/monetario? ¿Debe elegirse al más alto, al más fuerte, al más sociable, al más intelectual o al más tesonero? Todas esas preguntas se resuelven dentro de la cooperación social voluntaria, también conocida como orden espontáneo, también conocida como mercado.

Cuando Gabriel Calzada hace una breve mención -por motivos de espacio, lo cual siempre es lamentable pues es un gusto leerle- al hecho de que las empresas de seguros (y en su conjunto, cualquier cálculo actuarial) deban ser capaces de discriminar, se refiere a este principio esencial para la vida humana que es la discriminación. Todos elegimos amistades, pareja, colaboradores y vecinos basados en criterios muy personales. Discriminamos. Elegimos lo superior por encima de lo inferior, en nuestra escala de valores. La empresa aseguradora sabe perfectamente que la mujer es menos propensa -estadísticamente, en su conjunto- en todo el planeta a a) emborracharse y conducir, b) fumar, c) comer alimentos "chatarra", etc. La empresa aseguradora tiene todo el derecho de cobrar más alta una prima de seguro de vida a quien llena sus arterias de colesterol, sus pulmones de hollín y su hígado de toxinas variadas. La medicina preventiva puede hacer lo propio. Y cada uno de nosotros tiene derecho a elegir amistades, clientes, proveedores y servicios (bares, discotecas, restaurantes, entornos laborales) en base a los mismos criterios o los que consideremos válidos en nuestra escala de valores. ¿Conoce usted algun igualitarista que aparte de querer igualar ingresos monetarios y "oportunidades", elija la/el compañera/o romántico "promedio" o "por debajo del promedio" en lo estético o intelectual? ¿No? ¿Por qué será?

Sobre el prejuicio

Es muy costoso crear soluciones ("al que quiera celeste, que le cueste" dice un sabio proverbio, que explica no sólo las economías de escala si no aspectos sociológicos clarísimos) o responder a situaciones que no tengan en cuenta las generalizaciones -los prejuicios o juicios previos- pues no podemos aprender cada vez y mediante experiencia que si una persona viene corriendo hacia nosotros con un cuchillo es para regalárnoslo y no para acuchillarnos con él. De igual forma, aprendemos tempranamente que todos los fuegos queman, que las ancianas cuidan mejor de los coches que los adolescentes si queremos comprarnos uno, que los miembros de ciertas clases sociales -dependiendo del país, su cultura, religión, y otros valores- poseen ciertas virtudes o defectos en conjunto.

La reflexión sobre el prejuicio puede sonar extraña proviniendo de un individualista -aquél que ve a las personas como seres únicos e irrepetibles- pero quien me diga que no tiene una preferencia nacional, racial, estética, cronológica, cultural, religiosa o ideológica para elegir a sus amigos, pareja o colaboradores, simplemente miente. De todas las posibles formas de discriminación, es una tarea fundamentalmente cultural y de ninguna manera política (usar burócratas y policías) persuadir a los demás de que discriminen en base a los criterios más adecuados, y de que enfoquen adecuadamente sus prejuicios. Si se sabe que en promedio los hombres altos, agradables en el trato o más atractivos ganan un promedio de 5% más que los pequeños, introvertidos o menos agraciados, probablemente se trata un mecanismo biológico de selección de las mejores características humanas. El Internet ha eliminado la necesidad de hipocresía (y conflictos resultantes cuando se politiza la sociedad en base a ella) en esos temas, como demuestran algunos datos laterales. Lo irónico es que quienes más apego tienen a las tesis verdes, de valor intrínseco de la Naturaleza, y otros dislates, no tolerarán lo natural en ese plano. Sí, el ser humano es más que su parte o aspecto animal, pero hay cosas que tanto Natura como Salamanca señalan como respetables.

Por eso Rothbard intituló uno de los libros más célebres de su fecunda obra "El igualitarismo como revuelta contra la Naturaleza" (Egalitarism as a Revolt Against Nature).

Comentarios

 
«Si se sabe que en promedio los hombres altos, agradables en el trato o más atractivos ganan un promedio de 5% más que los pequeños, introvertidos o menos agraciados, probablemente un mecanismo biológico de selección de las mejores características humanas.»
Encuentro la afirmación que sigue al "probablemente..." en exceso fuerte. Tanto, que la creo falsa.

Está claro que sólo a nosotros incumbe ejercer la discriminación. El primer objetivo de un totalitarismo cualquiera es usurpar la discriminación que hacen los individuos y legislar sobre ella. También es la fórmula seguida por los gobiernos democráticos.

jfcarpio, te he dejado un par de mensajes en otras bitácoras. Escríbeme a mi correo, yo no tuve éxito con la dirección que se muestra en tus comentarios.
Enviado por el día 10 de Marzo de 2006 a las 00:33 (1)
Nos guste o no, Natura nos dicta impulsos hormonales. Lamentablemente o afortunadamente, dependiendo de cómo lo quieras ver (o tu altura o efigie, jeje).
Enviado por el día 10 de Marzo de 2006 a las 04:50 (2)
Rothbard entendía "discriminar" y "prejuicio" por " libre elección" de las empresas privadas. La expresión " discriminar" tendría que ser sustituida por la de libre elección de ambas partes que contratan. "Discriminar" recuerda mucho a la época del esclavismo , público o privado, y al racismo....
Enviado por el día 10 de Marzo de 2006 a las 08:42 (3)
Que Natura dicta... nadie lo discute. Pero el salto de lo que "ganan en promedio" a "mecanismo biológico" es un sinsentido. Además, está lo de "mejores características humanas". ¿Quien y con cual vara decidió las características atendibles y las orientó para afirmar cuales son “mejores”?

En biología, se mide la "aptitud" como la probabilidad de sobrevivencia de los especimenes o su descendencia (según Haldane, quien clarificó y sistematizó el lenguaje un tanto confuso y circular de Darwin).

Los humanos tenemos vida social, tan importante para nosotros, que muchos llegan a considerar el triunfo social como preferible a tener descendencia biológica. Lenin por ejemplo, no tuvo hijos biológicos. Pero su prole social ha resultado muy numerosa.

El dato me parece también bastante descontextualizado. Los inmigrantes de primera generación en EU, eran más pequeños, feos e introvertidos que sus hijos y ganaban mucho menos. Si es de datos como este de donde viene la afirmación….

Para regresar al tema de la discriminación, nada tengo en contra de criterios así, si se ejerce personalmente, con los riesgos que conlleva y las pérdidas y beneficios que acarree asumidos por el actor individual, y no por mandato gubernamental. En el recibidor de una empresa, yo preferiré una hermosa joven a un cuadrapléjico sordo-ciego, como parece que el Estado quiere imponer.

Sobre el «lamentablemente o afortunadamente». No cabe el lamentablemente. AFORTUNADAMENTE somos variados, discriminables y discriminadores.
«Hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios ha dado. Más el hombre animal no comprende las obras del espíritu de Dios y le son locura. Y no las puede entender porque se han de analizar espiritualmente»
Enviado por el día 10 de Marzo de 2006 a las 14:01 (4)
Cuando mejora la nutrición, mejora estéticamente una población, bajo estándares DaVincianos...

Afortunadamente Natura dicta el camino de la evolución física. La mental y espiritual depende de elecciones, de las que tomamos a diario...
Enviado por el día 10 de Marzo de 2006 a las 14:31 (5)
Fais, según el diccionario RAE (en Encarta)
discriminar. (Del lat. discrimināre). tr. Seleccionar excluyendo. || 2. Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.

Supongo que no hay reservas con la primera acepción que tiene mucho en común con la expresión “libre elección”. Es la segunda acepción la que puede causar escozor. Jfcarpio usa ambas (y yo). Toda elección implica un trato discriminatorio. De lo que se trata es cuales discriminaciones se mantienen y prosperan y por cuales métodos. Digamos que un individuo solo contrate blancos. Puedo encontrar más o menos adecuado su actuar, pero mientras sea él quien asuma las pérdidas y beneficios que esta actitud le traiga, nada tengo que objetar. Lo que falta en los casos que mencionas de esclavismo y racismo es libertad. Toda discriminación que ejercemos es también una oportunidad de acción empresarial para otros. Es dudoso que TODOS los contratadores escojan actuar como el del ejemplo, porque quien se aparte de esta norma dispondrá de mano de obra más barata que la competencia, seguir una norma absurda lleva al fracaso. Pero y además de los criterios probabilísticas (es menor el riesgo de ser agredido por una hembra anciana blanca, que por un varón negro joven) hay otras motivaciones, ¿Aceptarías el consejo médico de un testigo de Jehová ante una apendicitis?
Enviado por el día 10 de Marzo de 2006 a las 14:51 (6)
No, ni siquiera sano, jejeje
Enviado por el día 10 de Marzo de 2006 a las 15:30 (7)

No se admiten ya más comentarios.