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24 de Noviembre de 2004

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Encadenando el dinero


Dani acaba de publicar un artículo mío en respuesta a otro de Ignacio Escolar en el que propone la pintoresca idea de nacionalizar el dinero electrónico. Abro este post, no sólo para comentarios, sino también para contestar algunas de las réplicas que Escolar ya ha esbozado.

Básicamente, Nacho utiliza de manera bastante inteligente la falacia del "non sequitur": Discutir desde ahí es muy difícil, ya que entramos en lo de siempre: que si el estado debe desaparecer, que si la única manera de garantizar la eficacia es la gestión privada, que de qué color es el cielo y el caballo blanco de Santiago.

Es decir, dado que yo, en otros lugares, propongo eliminar el Estado y ello implica cerrar el Banco Central, si aquí defiendo cerrar el Banco Central estoy proponiendo eliminar el Estado. No es necesario que profundice en esta táctica, el artículo se circunscribe a dos hechos muy concretos: a) necesidad de clausurar el Banco Central es un invento estatalista cuyo objetivo es beneficiar a los banqueros corruptos y b) oposición a la nacionalización del dinero electrónico público por cuanto sólo facilita la expansión monetaria.

En ambos casos, sólo es necesario eliminar el requisito del curso legal de la moneda, esto es, la compulsión al acreedor para que acepte la definición que el Estado da de dinero. Sí me gustaría un desarrollo más extenso acerca de por qué el curso legal constituye un deber progresista.

Ahora bien, la demagogia no termina ahí. En cualquier caso, defender la vuelta a la moneda privada es defender la vuelta a la Edad Media. De nuevo el non sequitur, como en la Edad Medía el dinero surgía espontáneamente, ergo, defender la eliminación del curso legal supone regresar a la Edad Media.

De quien es capaz de proponer la nacionalización del "dinero electrónico", apoyando restricciones y regulaciones a la vida y libertad de 300 millones de personas, la verdad, espero algo más.

Actualización

Escolar ha articulado una respuesta más larga a mi artículo, copio a continuación tanto su réplica como mi dúplica:

Ignacio Escolar

Hola Juan Ramón. Ya que veo que lees los comentarios de mi blog, te contestaré aquí a tus críticas. Si quieres que continuemos discutiendo, éste es el foro. No tengo intención de responderte en tu página.


1- Cuando hablo de impuesto privado estoy, evidentemente, explicándome de manera sencilla, creo que todos menos tú lo han entendido. Esa comisión no es comparable a un servicio -como el aire acondicionado en un bar- desde el momento en el que, como sucede en Internet, la única manera de acceder a ese comercio, de cerrar la compra, es una forma de pago electrónica privada. La tesis que defiendo en mi artículo es que es inevitable, es cuestión de años, que la moneda física como tal (y me refiero a la moneda como "billetes", como forma de pago) desaparezca y que ese vacío lo llene, si no se hace nada, la banca privada. Sí, podremos pagar con billetes, a no ser que (como planteo, como ya sucede en muchos países) esos billetes no los acepten en ningún sitio por la gran cantidad de falsificaciones. También podremos recurrir al trueque. Pero me resulta marciano tener que explicarle a alguien que presume de economista las ventajas innegables para la economía y el comercio de un sistema monetario eficaz, fiable y sin comisiones. Podemos volver al modelo monetario medieval, cuando la moneda eran o bien metales nobles al peso (hasta que empezaron a "raspar" las monedas) o bien pagarés privados con una comisión para el intermediario.

2- Llegados a estas alturas de la discusión, como decía unos comentarios más arriba, entramos en ese punto muerto donde tú, en contra de toda lógica económica, prefieres volver a la moneda privada con comisiones en lugar de aceptar el papel tradicional (que defienden hasta la mayoría de los liberales) del estado como árbitro, como garante de la propiedad y del sistema de comercio. Y es entonces cuando te recuerdo que esos negros augurios que profetizas ante mi propuesta (hiperinflación y demás) son los mismos que algunos ondearon cuando se abandonó el patrón oro. Y ya ves que no ha sido para tanto. Varias décadas de prosperidad económica avalan aquella decisión. En realidad, si no ha pasado ya con una moneda no atada al oro, no tiene por qué pasar con una moneda virtual o electrónica. Lo único que cambia de la situación actual es que el dinero se adapta a la tecnología "bit" del mismo modo en que lo hizo hace siglos a la tecnología "papel". Pero el concepto es exactamente el mismo. Los mismos argumentos que hoy sacas a colación podrías aplicarlos cuando se produjo aquel cambio, hace unos cuantos siglos. Y, francamente, me parece que aquella decisión de adaptar la tecnología papel a la moneda fue acertada. ¿O preferirías que cada vez que pagases con un billete tuvieses que darle un tanto por ciento a un banco? Sí, también podrías viajar con una carretilla llena de monedas de oro en lugar de usar papel moneda, también el papel moneda es un "servicio.

3- Si el estado ha sido capaz de desarrollar tecnología de compra en papel eficiente (ahí tienes al dólar y al euro para demostrarlo), ¿por qué no puede hacerlo ahora con el bit? ¿Han sido ineficaces los estados en el uso de la moneda? Ya sé que me vas a decir que sí, y en este punto, como decía, entramos en esa discusión en la que yo reconozco que el sistema no es perfecto y tú planteas que la moneda privada es mejor que la pública. Creo que aquí nos podemos pasar años hablando sin ponernos de acuerdo y, por otra parte, no es el tema de debate.

Saludos,
Nacho

Juan Ramón Rallo

Algunos hablaban de que tenía alergia a participar en esta bitácora, parece que, al menos, no soy el único. De todas formas, siguiendo tu definición "sencilla" ¿debería hablar de que participar en esta bitácora es un impuesto privado?

1 - Aseguras que la comisión no es un servicio porque es la única manera de pagar a través de Internet. ¿Es qué la compra a través de Internet no es un servicio? Precisamente es un servicio que ofrecen diversas compañías que necesitan de una estructura y de una credibilidad particular. Las tiendas recurren a esos mediadores financieros porque aún así le resulta más rentable y cómodo que implementarlo por sí mismas. Ahora bien, en tanto las comisiones aumenten y esa rentabilidad disminuya, a buen seguro que surgen alternativas como las que apuntas en tu artículo.
Si el billete desaparece, es decir, si cada persona deja progresivamente de entregar en mano los billetes y pasa a utilizar la tarjeta para pagar con ellos, lo que tenemos es que cada individuo selecciona el tipo de tarjeta que más le convenga; bien porque sea aceptada en más sitios, bien porque sea más segura, bien por cualquier otro motivo.
¿Qué problema hay en ello? Que a los intervencionistas no os gusta que esa mediación financiera siga en manos privadas y proponéis nacionalizarlo para evitar el "impuesto privado" En otras palabras, proponéis sustituir un impuesto privado que no es impuesto, por un auténtico impuesto público (valga la redundancia).
No es necesario que te diga que ello implicará que no sólo los usuarios de ese medio de pago costearán el servicio, sino todos los ciudadanos. Por otro lado, cierras la posibilidad a que los mismos que han ideado ese sistema de pago continúen en el negocio. No voy a hablar de cuán justo es este acto; el problema es que toda esa gente dejará de innovar para mejorar ese servicio y otros que, en el acto empresarial de mejora, puedan surgir. Evidentemente no es un punto final, pero si es un grave obstáculo.
Sobre el tema de las falsificaciones, el problema no es otro que el curso legal; si no hubiera una moneda pública, de obligada aceptación, no sólo surgirían sistemas por los que se dificultaría la falsificación, sino que la gente podría cambiar de moneda cuando apreciara que está siendo falsificada.
Y no es necesario que me expliques los beneficios del intercambio indirecto; sí, en cambio, los beneficios de un sistema público cuyo defecto menos nocivo es el coste en impuestos que acarrea.

2- Y aquí, efectivamente, llegamos a un punto muerto, pero porque tu estableces ese punto muerto. Planteas la cuestión falsamente entre un debate sobre si los costes del sistema monetario deben pagarse por los usuarios o por toda la ciudadanía. Mejor dicho, no planteas ese debate porque, como ya he dicho arriba, obvias el coste material que todo el entramado monetario público acarrea.
Pero es que éste, lo siento, no es el debate. Yo te he planteado objeciones menores en ese punto, me sorprende que te centres en ellas como defensa a tu argumentación. El sistema monetario público es un problema por el simple hecho de que obliga al acreedor a aceptar un tipo de dinero emitido por el Estado en continuo envilecimiento. La consecuencia natural es el aumento de los precios.
Pero hay más, y éste es el punto realmente flaco de tu artículo. El entramado Banco Central-bancos comerciales está creado principalmente para favorecer al político y el banquero. Supone la certificación de la irresponsabilidad bancaria en tanto el Banco Central garantiza toda la liquidez necesaria para que los bancos -que han prestado fraudulentamente dinero del que no disponen- atiendan a sus obligaciones contractuales. Este atentado contra los principios jurídicos del contrato de depósito degenera en crisis económicas (si quieres podemos discutir este punto más adelante) que nos empobrecen a todos.
Repito lo escrito en mi artículo; una de las pocas posibilidades que seguimos teniendo para resistir este robo legalizado es que los pagos no están totalmente centralizados, con lo cual hay movimientos monetarios hacia fuera del banco que disminuyen la reserva sobre la que puede practicar la expansión monetaria. Tu propuesta, al margen de la discusión sobre la financiación y viabilidad de un sistema público de dinero electrónico (que también tenéis perdida por despreciar los principios más elementales de la acción humana y de la empresarialidad), sólo sirve para eliminar esta posibilidad de control. Si el dinero desaparece y todo queda centralizado por el banco central, ¿cuál es el límite a la expansión artificial de dinero? Uno y sólo uno: el que permita mantenerse en pie a la organización monetaria. ¿Cómo se hubiera destapado la estafa argentina si los ciudadanos no hubieran acudido a retirar el dinero de los bancos?
La cuestión es por qué ciudadano alguno, pudiendo pagar con su tarjeta, acudiría a esos bancos. Y en ese caso, ante un incremento de la oferta monetaria, no constreñido por la sustracción de papel moneda, sí tendríamos un caso claro de hiperinflación. Eso, o se abandona el sistema de pago digital; tu propuesta es autodestructiva. Y si esto es catastrofismo, sólo dime dónde falla mi argumentación, es simple.
Por otro lado, decir que el s. XX se ha caracterizado por la estabilidad del valor de la moneda es cuanto menos un sarcasmo. No ya por qué parece que estés negando que alguna vez ha tenido lugar la hiperinflación, sino porque estamos sufriendo, aún hoy, una inflación sin aparente fin. Durante casi todo el s. XIX los precios se mantuvieron estableces, llegando a decrecer como apunta Friedman (un defensor del dinero público, por cierto), ¿cómo compatibilizas ese hecho con la inflación que caracteriza a nuestro sistema monetario actual?
Esa decisión "acertada" de adaptar, no la moneda al papel, sino la moneda al papel público y de curso legal (cosa bastante distinta) ha provocado esta era de inflación. ¿Decisión acertada? ¿Crees que todo el poder adquisitivo, todos los ahorros robados, todo el capital dilapidado en nuestra sociedad se ve compensado por los beneficios de no pagar una comisión a los bancos? Y de nuevo, aún con monedas de oro, me parece que para mis transacciones cotidianas necesitaría bastante menos de una carretilla, no sé otros.

3-Tu punto de partida aquí ya es erróneo. Partir de hipótesis falsas para sacar conclusiones en apariencia verdaderas es una táctica que tenéis bien interiorizada algunos, pero no aquí no convence. El Estado no ha desarrollado ninguna tecnología eficiente para el papel, sólo ha atracado sistemáticamente nuestro poder adquisitivo como un medio indirecto de recaudación y como una manera de enriquecer a la plutocracia bancaria que lo sostenía.
La cuestión al final es muy simple: a) ¿por qué el Estado tiene que imponer una moneda de curso legal y no permite que un acreedor rechace un tipo de dinero que considera inestable y fácilmente manipulable?, b) ¿por qué el Banco Central favorece la irresponsabilidad bancaria al no hacerles responsables de sus deudas y obligaciones contractuales? y c) tu propuesta incide en los defectos de los dos puntos anteriores cuya única consecuencia es la inflación y el ciclo económico. ¿Compensa tu obsesión anticapitalista (en tanto intentas evitar que determinadas compañías cobren un precio por un servicio que las partes libremente han convenido) estos costes que han dominado el siglo XX y cuyos efectos se extienden mucho más allá de los meramente económicos?

En todo caso, te pediría que no te limitaras a estas tres preguntas, sino a refutar la base sobre las que se sostienen.

Un saludo
Juan Ramón Rallo

Actualización 2

Nueva réplica y dúplica. Tampoco quiero extender esto mucho, así que supongo que será la última actualización, dado que la discusión ya está abandonando de lleno (de hecho, en casi ningún momento ha entrado) el rigor económico.

Ignacio Escolar

Hola Juan Ramón.

Verás, yo parto de dos premisas a la hora de plantear esta discusión. Que la moneda pública funciona mejor que la privada, que la banca privada funciona mejor que la pública. Dicho de otro modo: que el mercado es una manera magnífica para optimizar los esfuerzos, pero que sigo creyendo que es necesario un árbitro público que ponga el tablero de juego, pacte las normas con los jugadores y decida en caso de conflicto entre varios.
Del mismo modo en el que un comunista me negaría la mayor (la solución es nacionalizar la banca) tú, en el otro extremo, enfocas el debate por otra tangente (el problema es la moneda pública, mejor que se extinga porque nos habría ido mejor con una moneda privada desde el principio, el papel moneda público fue un invento nefasto). Y para defender tu tesis, expones teorías no demostradas como si fuesen normas áureas e inmutables, como la ley de la gravedad: la causa del ciclo económico y de la inflación es de los bancos estatales, amen.

Dicho esto, te insisto otra vez en lo de siempre. Si quieres que discutamos sobre por qué el mercado no es la solución a absolutamente todos los problemas del planeta Tierra, lo hacemos. Pero hoy no es el día y este no es el debate. Sin embargo, te contestaré encantado a lo que planteas en tu última respuesta, aunque no tengo intención de prolongar esta discusión eternamente.

Aseguras que la comisión no es un servicio porque es la única manera de pagar a través de Internet. ¿Es qué la compra a través de Internet no es un servicio?

¿Es que acaso el papel moneda no es un servicio cuando se le compara con el metal? Ya, es que tú abogas por privatizar también el papel moneda.

¿Cómo se hubiera destapado la estafa argentina si los ciudadanos no hubieran acudido a retirar el dinero de los bancos?

Claro, cuando hablamos de la irresponsabilidad de los ministerios de economía públicos tenemos que poner al de Argentina como ejemplo. Es tan demagogo como si yo elijo al Banesto de Mario Conde o a Gescartera como ejemplo de la eficacia y honradez de la banca privada.

No ya por qué parece que estés negando que alguna vez ha tenido lugar la hiperinflación, sino porque estamos sufriendo, aún hoy, una inflación sin aparente fin. Durante casi todo el s. XIX los precios se mantuvieron estableces, llegando a decrecer como apunta Friedman (un defensor del dinero público, por cierto), ¿cómo compatibilizas ese hecho con la inflación que caracteriza a nuestro sistema monetario actual?

Sobre la hiperinflación, por poner un ejemplo, la de Alemania, yo la achacaría a otras causas y no sólo a la irresponsabilidad del estado (periodo de entreguerras, tratado de Versalles…). Es decir, que no se puede argumentar que inevitablemente el dinero público lleva a la hiperinflación porque es obvio que existen unos cuantos países donde esto no sucede.
Por otra parte, no sé qué problema le ves tú a una tasa de inflación razonable como la que tenemos ahora en la zona euro o la de EEUU. ¿Prefieres acaso una situación de deflación, como la que sufre Japón?

Una de las pocas posibilidades que seguimos teniendo para resistir este robo legalizado es que los pagos no están totalmente centralizados, con lo cual hay movimientos monetarios hacia fuera del banco que disminuyen la reserva sobre la que puede practicar la expansión monetaria.

La única razón que evita la expansión monetaria es el buen juicio del Banco Central, con o sin moneda electrónica. Otra vez más lo que planteas no es una crítica a mi propuesta, sino al estado actual de las cosas, una enmienda a la totalidad.

a) ¿por qué el Estado tiene que imponer una moneda de curso legal y no permite que un acreedor rechace un tipo de dinero que considera inestable y fácilmente manipulable?

Con este argumento, volvemos a la discusión de siempre entre liberales y anarquistas vs resto del mundo. ¿Quién es el estado para imponer por la fuerza los impuestos? ¿Quién es el estado para prohibir las armas? ¿Quién es el estado para imponer la policía? Y yo te respondo: el estado somos todos.

b) ¿Por qué el Banco Central favorece la irresponsabilidad bancaria al no hacerles responsables de sus deudas y obligaciones contractuales?

Por las mismas, podemos decir que poner salvavidas a los barcos es favorecer la irresponsabilidad de sus capitanes ya que los pasajeros se salvarán si el barco se va a pique. En cualquier caso, ese que planteas es, una vez más, otro debate distinto y mucho más complejo. Y lo de menos es el sistema de moneda público o privado.

c) tu propuesta incide en los defectos de los dos puntos anteriores cuya única consecuencia es la inflación y el ciclo económico.

Ya te he contestado más arriba. Por mucho que insistas, eso de que el dinero privado acabaría con la inflación y las crisis cíclicas es sólo una teoría, no una verdad absoluta.

Saludos,
Nacho

Juan Ramón Rallo

Hola de nuevo,

Me hace gracia que tu punto de partida sea que la moneda pública funciona mejor que la privada, si nada tienes que razonar hasta esa afirmación, entiendo bastantes cosas del artículo.
Por cierto, si el Estado no fue necesario para que surgiera el dinero (de hecho, el Estado no puede conseguir que surja el dinero), ¿por qué es necesario que nacionalice el tablero de juego que la sociedad había elegido de manera espontánea?

Otra cosa, eso de "teorías no demostradas" tiene su guasa. Si quieres emprendemos un debate metodológico, aunque me temo que ése sí que no es el tema. Si tan poco "demostradas" están esas teorías, te pido que me indiques dónde yerran. Te será sencillo, seguro.

Luego, intentas alterar los términos del debate: Si quieres que discutamos sobre por qué el mercado no es la solución a absolutamente todos los problemas del planeta Tierra, lo hacemos. No, yo no quiero eso, ni lo he propuesto en ningún momento. El debate, efectivamente, se circunscribe a si el Estado debe expandir su monopolio a la institución dineraria y, en este caso, si debe darle un nuevo giro de tuerca.

La provisión de papel moneda evidentemente es un servicio. Incluso cuando lo monopoliza el Estado lo sigue siendo. El caso es que otros (o el Estado de manera excluyente o los bancos privados) nos ofrecen un determinado tipo de dinero (con unas características determinadas: acuñación, seguridad, liquidez…) que nos "sirve" para evitar otros procedimientos de intercambio tan engorrosos como el trueque. Incluso los keynesianos hablan de demanda y oferta de dinero público. En tanto la obtención de ese dinero no surge de la nada, su provisión es a todas luces un servicio, ¿qué si no?

Sobre el tema de Argentina o Mario Conde; mira, yo no defiendo en ningún caso la banca privada que actúa como funcionaria del Banco Central. No defiendo que los banqueros puedan utilizar los depósitos de otra gente, tal y como lo estimen oportuno, aún cuando les han garantizado la total disponibilidad. Pero, sobre todo, no defiendo que esas prácticas delictivas se vean respaldadas por el Banco Central a costa de envilecer el valor de mi dinero. ¿Tú si? ¿Te parece correcto que los bancos comerciales sólo conserven alrededor del 1% del dinero depositado en ellos, y se dediquen a crear dinero de la nada para lucrarse con él y que, el Banco Central, sostenga esas actividades a costa de nuestro empobrecimiento? Por tanto, hablar de Mario Conde como un representante de la banca privada que yo defiendo es un disparate. Quien critica a la banca privada soy yo, no tú, que propones un sistema de moneda digital pública que les permita seguir engrosando su cuenta corriente. Progresismo se llama.

Otra cosa graciosa es que no les ves problemas a una "tasa de inflación razonable" Es decir, prefieres que los precios suban a que desciendan. Pero es que, además, el problema de la inflación no es sólo que nuestro dinero (y por tanto todos nuestros activos en forma de ese dinero) pierdan progresivamente valor, sino el efecto redistribuidor que genera desde unos grupos (básicamente, las familias más pobres que ven incrementar el precio de todos los productos) a otros (el gobierno y las empresas privadas afines, como la industria militar, o sobre todo, la banca privada). Por eso se dice que la inflación es un impuesto a los pobres.

Dices que el único que puede evitar la inflación es el "buen juicio" del Banco Central. Será el buen juicio para autoliquidarse. Una entidad cuya única función es respaldar las expansiones crediticias de otras privadas, ¿detiene la inflación?

Sobre el curso legal, no intentes trasladarlo a un debate genérico anarquistas vs socialistas. Lo que te he preguntado es ¿por qué debe el Estado imponer una moneda? Y no ¿quién es el Estado para crear impuestos?, si bien ese podría ser el tema de otro debate. No utilices de nuevo el non sequitur. Supongo que opinarás, de manera correcta, que el Estado no es nadie para prohibir la eutanasia. ¿Aceptarías que alguien te respondiera que la eutanasia debe ser ilegal porque el Estado somos todos? ¿Qué tipos de respuestas son esas? Te he preguntado por los fundamentos morales y económicos que, según tú, justifican el curso legal, porque supongo que no me estarás justificando a priori la injerencia del Estado en TODOS los asuntos de la vida de TODOS.

Luego justificas que los banqueros se lucren acudiendo al Banco Central cuando tengan problemas de solvencia. Bien, la izquierda siempre con el auténtico gran capital. Es curioso como criticáis al millonario que se enriquece sirviendo a los consumidores y alabáis -o como poco justificáis- a los millonarios que se enriquecen empobreciéndonos a nosotros. Claro que eso son sólo teorías, una buena manera de tranquilizar vuestra conciencia. Eso sí, las "teorías" sobre las que se apoya tu artículo para justificar la nacionalización del dinero electrónico, son premisas ya demostradas. Con ese genial método, no sé para qué llevamos tanto años discutiendo sobre filosofía de la ciencia.

Un saludo
Juan Ramón Rallo

Actualización 3

Y así terminó la discusión:

Ignacio Escolar

Bueno, Juan Ramón. Te lo diré de otra manera. Si tú tienes las pruebas sobre por qué la deflación es buena para la economía, por qué el dinero público es malísimo para la economía, por qué los bancos centrales son los responsables (únicos y directos) de las crisis periódicas y por qué los bancos no pueden tocar el dinero depositado en sus arcas (y, por las mismas, no pueden expandir el crédito) no hace falta que discutas conmigo. Tienes enfrente a la amplísima mayoría de los economistas que sabrán responderte mejor que yo. Incluidos ahí a la gran mayoría de los economistas liberales (a excepción de algunos del Cato que tanto veneras y copias sin manejar del todo bien sus argumentos).

¿Te parece correcto que los bancos comerciales sólo conserven alrededor del 1% del dinero depositado en ellos, y se dediquen a crear dinero de la nada para lucrarse con él y que, el Banco Central, sostenga esas actividades a costa de nuestro empobrecimiento?

Bien, ahora explícame cómo un sistema de moneda privada garantiza que este tipo de cosas no pasen. ¿Les ponemos una ley a los bancos para obligarles a que no toquen los depósitos o eso es un intolerable intervencionismo estatal? Ya, ya sé que me dirás que si la autoregulación, que si los consumidores serían libres de elegir (y todos sabemos lo libres que son los consumidores para elegir frente a un oligopolio, también puedes elegir hoy qué gasolinera usas), que si las quiebras son una manera de evolución natural de la economía. Pero el día que un banco privados quiebre y los ahorros de miles de personas se volatilicen, se lo explicas tú a los afectados. Ah, otra cosa. Por definición, el dinero es una infraestructura, un servicio, que de forma natural tiende al monopolio o al oligopolio. Y yo soy de los que cree que sólo hay algo peor a un monopolio público: un monopolio privado.

Dices que el único que puede evitar la inflación es el “buen juicio” del Banco Central. Será el buen juicio para autoliquidarse. Una entidad cuya única función es respaldar las expansiones crediticias de otras privadas, ¿detiene la inflación?

Puestos a elegir, prefiero el buen juicio de un banco central público razonablemente independiente al consejo de administración de American Express. Con respecto a la inflación, te remito de nuevo al primer párrafo de esta respuesta.

La provisión de papel moneda evidentemente es un servicio. Incluso cuando lo monopoliza el Estado lo sigue siendo.

En ese caso, creo que ya no te tengo que explicar por qué una moneda electrónica pública no es un servicio comparable a un aire acondicionado en un bar, como decías en tu artículo, ni por qué sí es comparable la tecnología papel a la tecnología bit. Espero tu rectificación al respecto.



Saludos,
Nacho

Juan Ramón Rallo

Me sorprende esa remisión a "otros que sepan más" Un reconocimiento más explícito de las teorías sobre las que basas tu artículo se me hace difícil de imaginar. No es un mal paso, afirmas que desconoces las consecuencias sociales de tu proyecto de ingeniería monetaria. ¿Te importa eso lo más mínimo o la fatal arrogancia aún lo compensa?
Supongo que no te habrás pasado mucho por las páginas de Bastiat, en caso contrario comprenderías que más peligrosos que los efectos directos de una acción son sus consecuencias no visibles.
Los intervencionistas tenéis esta virtud proverbial, ofrecéis una medida que restringe la libertad y sólo enseñáis aquellas aparentes virtudes que son inmediatamente observables. En tu caso, dinero electrónico público: no pagamos comisiones. Pero omites señalar que pagaremos más impuestos y, sobre todo, que se facilitará la expansión monetaria de los bancos que a medio plazo nos generará un ciclo económico, amén del alza de la inflación.
Pero bueno, todo esto no merece la pena analizarlo, metámonos en la vida de los demás sin conocer qué problemas nuestras acciones pueden engendran. Genial.

Por cierto, ¿de dónde sacas que cito mal al Cato? No sólo eso, ¿de dónde sacas que cito al Cato? Creo (aunque puedo equivocarme) que en ningún post de mi bitácora los enlazo. Espero que nos aclares qué cito y qué cito mal.

Un sistema privado no garantiza que los bancos privados no expandan el crédito. De la misma manera que no favorece que no se cometan asesinatos. Ése no es mi punto (por cierto, ¿te has leído mi artículo?, creo que ahí lo trato con meridiana claridad) En un sistema de moneda privada aquellos bancos que expandan la oferta por encima de sus disponibilidades estarán asumiendo el riesgo de quebrar por insolvencia de atenderlas. Lo cual obviamente se ve favorecido por el hecho de que los procesos de expansión crediticia que emprenden son, al mismo tiempo, los causantes de las crisis económicas y de que, en definitiva, la gente acuda en tropel a los bancos a sacar el dinero y conservarlo en casa o gastarlo.
La cuestión es que el sistema público no es que trate de evitar ese hecho, sino que lo favorece descaradamente. El sistema público del Banco Central permite a los bancos obtener la liquidez suficiente para que, en caso de no poder atender sus obligaciones, sean cubiertas. Es decir, elimina las consecuencias adversas que la expansión crediticia tiene para los bancos.
En este contexto, tu propuesta es todavía más peligrosa pues hace, incluso, innecesario que la gente tenga que retirar su dinero de los bancos, lo cual sólo incentivará aún más la expansión crediticia.
En este caso, son los banqueros los responsables de responder de las obligaciones contractuales y de restituir a las famílias. ¿O es que crees que en el sistema público esto tiene solución imprimiendo billetes?

Otra cosa que parece mentira que comentes es lo de que el dinero tiende al monopolio. ¿Eso de dónde lo has sacado? Un proceso de evolución natural y de selección continua de el bien más líquido, ¿cómo va a tender al monopolio? No sólo eso, en el artículo, comento que el dinero no es un bien, sino una cualidad de los bienes. Por tanto, los bienes son dinerables en tanto sean más o menos líquidos. No habría un sólo bien que serviría como dinero, sino múltiples. Es absurdo la pretensión de crear un monopolio sobre el dinero, sino es un monopolio público.
Y éste es precisamente otro punto que parece que tampoco controlas demasiado. Lo que caracteriza a un monopolio es la prohibición de entrar en un determinado negocio; la prohibición legal. También trato ese punto en mi artículo; a él te remito, aunque si ya lo has leído, ya lo sabrás.

Y por último, ¿que tengo que rectificar el qué? Primero, lo que yo comparo es el servicio de "proveer la moneda" con otros servicios que ofrecen los empresarios para satisfacer a los consumidores. La moneda es un bien, no un servicio, si bien todo consumo de un bien provee en última instancia de un servicio. En este sentido, la comisión se cobra por el servicio ofrecido, no porque a una empresa privada le apetezca imponer el cobro de un precio sin razón alguna para el consumidor, como sí hace el Estado. Y segundo, creo, que puestos a rectificar, tienes un largo camino por delante.

Saludos
Juan Ramón Rallo


Comentarios

 
El dinero privado sigue existiendo: Somalia, Sudafrica, Suiza, e-gold.

Este señorito Escolar vive en otro planeta: el que diseñan las ideas subvencionadas por el Estado, y el que le repiten sus profesores/amos-del-intelecto-servil.
Enviado por el día 24 de Noviembre de 2004 a las 18:59 (1)
lo de que usa "inteligentemente" el non sequitur tiene gracia.
que una mienta descaradamente usando falacias tan manidas que salen en los manuales, no implica que lo sepa.
Enviado por el día 24 de Noviembre de 2004 a las 19:05 (2)
Me ha gustado esta nueva falacia de Escolar:

"Daniel, ya lo había visto. Ya tardabais en decir algo los liberales. Aunque contestar a un post de apenas un folio con un tocho seis veces más largo no es una respuesta, es una exageración."

Es una extraña variante de "argumentum ad misericordiam", es decir, ul uso suavito del último recurso del progre cuando pierde un debate, hacerse la víctima.
Enviado por el día 24 de Noviembre de 2004 a las 19:31 (3)
La verdad, es que ni deberías haberte molestado en escribir una réplica. Alguien que pretende escribir un artículo sobre economía que dice algo como "toda la economía del planeta pagará un impuesto privado a Visa, Mastercard, American Express y demás compañías del ramo" no merece ni un minuto. Llamar "impuesto privado" al pago por la utilización de un servicio ofrecido por una empresa, manda cojones. ¿Entonces cuando compra el pan es un impuesto privado? ¿Cuando paga su suscripción a elpais.es es un impuesto privado? Y esto no es nada en comparación con el artículo al completo.

¡Y ya lo han traducido a varios idiomas!

Pero lo mejor son los comentarios de sus inteligentes, leídos y avispados admiradores:

"brillantísimo este texto, nacho" - Pacharán

"¿otro articulo que sera un clasico como el de pirateen mis canciones?" - Defunkid

"Nacho, brillante." - Julio Alonso

Qué nivel. Así de felices están con Zapatinos y Moratero.
Enviado por el día 24 de Noviembre de 2004 a las 21:46 (4)
Que alguien le explique al tal escolar que la mitad de los sistemas informáticos del Banco España los lleva El Corte Ingles Informática y que no lo hacen gratis. Esos si que es pagar verdaderos impuestos a entidades privadas.
Bueno, se lo digo yo.
Enviado por el día 24 de Noviembre de 2004 a las 22:27 (5)
La réplica ha sido insuperable Juan Ramón. Olé. Ahora bien, lo preocupante-dejando a un lado la indolencia de Escolar-es que los tentáculos del intervencionismo siguen moviéndose por allí donde la iniciativa privada pretende soslayarlo. Ahora es el dinero electrónico. Mañana serán las compras por Internet.Pasado mañana, el outsourcing. Etc.Etc.Son incansables.
Enviado por el día 25 de Noviembre de 2004 a las 10:18 (6)
Pues yo apoyo la propuesta de Nacho! Y para ser coherente también apoyo que el estado tome el control del otro gran medio de pago privado que aún existe en nuestra sociedad: LA CARTERA DE CUERO. Ya está bien de impuestos encubiertos del oligopolio de la marroquinería ubriqueña. Carteras de cuero estatales ya! Monederos públicos inmediatamente!
Enviado por el día 25 de Noviembre de 2004 a las 18:24 (7)
Ahora no tengo tiempo de explayarme, pero quiero dejar asentado que las dos formas que han encontrado los párasitos denominados gobernantes, sus agentes, funcionarios y cómplices "privados"
son el papel "moneda" es decir títulos de deuda que nunca piensan pagar (simples tiras de papel que nada son ni nada representan al decir de Juan Bautista Alberdi)y los impuestos (el robo legalizado)
Enviado por el día 25 de Noviembre de 2004 a las 18:56 (8)
Juan Ramón, muy buen artículo y réplica. Me ha resuelto bastantes dudas que tenía sobre el dinero desde hacía tiempo.
Enviado por el día 26 de Noviembre de 2004 a las 12:06 (9)
Lo que subyace en este artículo de Escolar es el miedo en ciertos ambientes de que se use moneda alternativa fuera del control del estado. ¿Por qué? Porque se rompería el sistema actual para recaudar impuestos. Si las transacciones se realizan fuera del ámbito de control del estado, sería semejante a que todo el dinero estuviera emitido en papel, y una gran parte de los pagos en papel son opacos a la hacienda pública.
Enviado por el día 26 de Noviembre de 2004 a las 16:12 (10)

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