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14 de Enero de 2006

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Nueve ideas sobre la pobreza

He leído el artículo Pobreza y pobres en una sociedad libre, de Juan Fernando Carpio, en el que reflexiona sobre la relación entre esos dos conceptos, la pobreza y la libertad. Voy a exponer sus principales conclusiones a veces con sus palabras, otras con las mías (y con enlaces a otras anotaciones). Las conclusiones principales del artículo son:

1) Una economía libre distribuye la riqueza de acuerdo al aporte productivo de cada persona y empresa, premiando a) la innovación, b) el ahorro, y c) la inversión, en notable recompensa al auto-interés inteligente: el que sabe que para enriquecerse se debe atender las necesidades de los demás de forma consistente.

2) A medida que las sociedades son más ricas, el trabajo que pide de los hombres tiene un menor componente físico y se dirige crecientemente a lo que más le distingue: la inteligencia, el conocimiento, la creatividad.

3) Pero el Estado socava las bases de las sociedades libres, enervando su sorprendente capacidad para permitir y fomentar la creación de riqueza.

4) Juan Fernando Carpio se centra en el caso de la inflación, que es la erosión del valor de la moneda. La inflación es el impuesto de los pobres. Ellos tienen menos medios para defenderse de sus perversos efectos. No es casualidad que países que hayan pasado una enorme inflación, como Argentina o Brasil, sean también países con enormes diferencias de rentas. Además desincentiva el ahorro y la acumulación de capital. Una economía libre genera un fenómeno casi olvidado desde la Segunda Guerra Mundial: una economía de precios que caen cada año frente a los salarios y el ahorro, volviendo más rica a la clase media y elevando a los pobres a las clases medias, sin dejar de ser rentable en absoluto. El caso de la inflación es importante, pero se pueden citar más, tanto contra la renta como contra el capital.

5) Una sociedad libre provee de los medios adecuados y suficientes para ayudar a los pobres a salir de su situación. Lo he dejado un poco de lado, pero llevo tiempo investigando la pobreza y los intentos de aliviarla por vías privadas. He podido comprobar que son eficaces, a diferencia de los esfuerzos, caros e inútiles, hechos por el Estado.

6) La pobreza absoluta desaparece a medida que las sociedades son más ricas.

7) Dice Carpio: la brecha entre clases sociales se estrecha en vez de incrementarse. Las sociedades más orientadas al libre mercado tienen una diferencia de ingreso entre su quintil más rico y el mas pobre, de 14 veces (Norberg, 2001). ¿Parece demasiado? En los países más orientados a redistribucionismo estatal, los impuestos y la falta de libertad empresarial como el nuestro, es de 32 veces. Eso debería decirnos mucho.

8) El 7, combinado con el punto 6, nos lleva a una idea importante, aunque no la expone Carpio en su artículo. Las diferencias reales entre ricos y pobres ya no son entre quien come o no come, sino entre quien tiene un mercedes y un Seat Panda. Ya no son diferencias vitales, sino de comodidad o conveniencia. Las diferencias se refieren a eso que llaman despectivamente quienes desprecian el capitalismo las cosas superfluas de la vida. Si son superfluas y son ellas precisamente las que, en las sociedades ricas, separan a los pobres de los ricos, ¿no habremos dejado las diferencias sociales en algo sin valor? Pues no. Por algún motivo los mismos críticos del capitalismo dicen que las diferencias son hoy más grandes que nunca. Es que no se aclaran.

9) Es el capitalismo el sistema que, históricamente, ha convertido en ricos a una clase medianamente importante de la sociedad, y luego a grandes masas sociales que constituyen el grueso de las sociedades capitalistas actuales.

Comentarios

 
Me honra que le dedique un análisis a mi artículo uno de mis bitacoristas favoritos. Y gracias por las observaciones para mejorar y para generar nuevos textos divulgativos. Saludos liberales.
Enviado por el día 14 de Enero de 2006 a las 20:38 (1)
Hombre, Juan Fernando, gracias a tí.

Un saludo.
Enviado por el día 15 de Enero de 2006 a las 04:34 (2)
Cuánta fraternidad, así me gusta :P
Enviado por el día 15 de Enero de 2006 a las 18:08 (3)
A destacar la idea de que no es el mero trabajo el que crea la riqueza, sino la empresarialidad, la innovación tecnológica y la inversión de capital.

Y muy especialmente la frase que sigue a la afirmación de que los humanos actuales somos varias veces más ricos que los habitantes del año 1820 (pese a haberse más que cuadriplicado la población) ¿de quién fue robada esa riqueza?. Sumamente didáctica.
Enviado por el día 15 de Enero de 2006 a las 18:37 (4)
Tienes razón, agente T. Creo que lo voy a incluit y haré de de las nueve ideas un decálogo.
Enviado por el día 15 de Enero de 2006 a las 20:13 (5)

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