6 de Enero de 2012
« Venga, que hace mucho que no hacemos esto... | Principal | Contador y la Justicia »
Thatcher, el icono antifeminista
Leo con cierto interés, digamos, sociológico las distintas opiniones que ofrece el Guardian sobre si Thatcher es o no un icono feminista, a propósito del estreno de la peli La dama de hierro, que intentaré ver en cuanto pueda. Siendo el Guardian lo que es, evidentemente la opinión más repetida es que ni por el forro. La idea es que Thatcher no era feminista, no "luchó por la igualdad" y por lo tanto no puede ser un icono del movimiento.
El caso es que estoy de acuerdo con la conclusión, pero difícilmente con el razonamiento. Un icono es un símbolo, y no es necesario que el símbolo esté de acuerdo con aquello que simboliza para serlo. Por ejemplo, aunque DiLorenzo tuviera razón y Lincoln jamás luchó contra la esclavitud sino por la Unión, eso no quita para que sea un icono de la lucha contra la esclavitud, ya que al fin y al cabo sus acciones llevaron a erradicarla de Estados Unidos. Thatcher no sería feminista, pero fue primera ministra, la única que ha tenido el Reino Unido en su larga historia, y posiblemente la mujer más importante de la historia política reciente. Así que sí, debería ser un icono feminista.
El problema real es que el feminismo hace mucho que dejó de ser un movimiento político liberal favorable a la igualdad de las mujeres ante la ley, convirtiéndose en un movimiento político socialista, favorable a la imposición de la igualdad de las mujeres mediante la ley. Una vez eliminadas en Occidente las barreras legales a la igualdad, el feminismo mutó y se convirtió en uno de tantos -ismos que pretenden obtener ventajas del Gobierno a raíz de lo que perciben como inferioridad de resultados, en este caso, frente al hombre.
Este movimiento parte del dogma de la imposibilidad de llegar arriba, del techo de cristal que impide a las mujeres alcanzar puestos de responsabilidad. Naturalmente, jamás podrán tener como icono a quien demostró con su ejemplo que por supuesto que podían romper ese techo, que una mujer podía tener el poder y además ejercerlo, pues si algo demostró Thatcher es que no era una mujer florero puesta ahí por medio de una cuota.
Por eso Thatcher podría haber sido, y de hecho es, un icono de ese feminismo original, aquel que comenzó con las sufragistas y que aún hoy tiene representantes como Wendy McElroy, que lo llama i-feminismo no como guiño a Apple sino al individuo. Pero jamás podrá serlo del rancio feminismo socialista que hoy se ha quedado con el nombre del movimiento. Es una demostración demasiado viva de que todos sus supuestos de base están equivocados.
Feliz año, por cierto.
Comentarios
No se admiten ya más comentarios.