29 de Mayo de 2004

Por fin ha llegado, la Feria del Libro de Madrid ya está aquí y con ella los aguaceros, los atropellos de las bicis y los monopatines, los pesados del Círculo de Lectores, las inútiles enciclopedias, las colas interminables para que firme Gala y las colas inexistentes para que firme un desconocido a este gran público kulturizado. Y libros, muchos libros, algunos buenos y otros malos. Como otros años me cogeré un día de vacaciones, que en los fines de semana se pone imposible visitarla con tranquilidad.

Y como bocazas hay en todas partes y en el mundo de la cultura y en su apéndice político más aún, los bocazas de IU no podían estar callados y han sacado la vena ecologista a pasear, que este año tenemos una primavera menos calurosa (ya se sabe, el año pasado que si el cambio climático, éste, la horrorosa película "El Día de Mañana") y hay que seguir alarmando al personal. Quieren los rojeras que en próximas ediciones, la Feria del Libro de Madrid se traslade a otro escenario para evitar la presión medioambiental sobre el parque de El Retiro donde, salvo algún año que yo recuerde, se ha celebrado este evento toda la vida, es decir 63 años.

Esta preocupación no se sostiene por ninguna parte, primero porque un parque público como El Retiro soporta la presión de muchos visitantes, esté o no la Feria, precisamente porque es un parque público y es que la gente entra a disfrutar de la flora y la fauna. Si tan preocupados están, que se cierre el parque y nos quedamos en casa mirando las macetas. Así no hay presión medioambiental.

La segunda razón es que actividades muchíiiiisimo más presionantes para el medio ambiente como el Festimad, que se celebra estos en la localidad madrileña de Móstoles, no reciben ninguna presión izquierdosa y hasta la fecha tampoco ecologista en la región. Debe ser que todos, rojos y verdes, están hasta arriba de maría oyendo a sus grupos favoritos. Bueno, habrá alguno que esté leyendo a Marx que no todos van a darle al porro.

La tercera es que la famosa Fiesta del PCE, que se celebra todos los años en la Casa de Campo, otros de los parques de Madrid, no recibe ni una queja por parte de nadie y hay que ver como dejan todo, hecho un asco, muchísimo más que los fascistas compradores de libros que pululan por la Feria. Tan mal lo dejan que hace unos años tuvieron que poner una entrada limitando el aforo y consiguiendo así unas perrillas que mal no hacen a sus cuentas. Vaya estampa más bonita comunistas haciendo negocio. Aunque bien mirado, ya tuvieron ese chiringuito genocida llamado URSS.

Así que señores de IU, antes de preocuparse por el deterioro medioambiental de El Retiro, preocúpense en arrancarse la viga que atraviesa su ojo y les destroza ese cerebro dirigido que tienen.