liberalismo.org
Portada » Bitácoras » Areopagítica » Acoso y derribo

1 de Septiembre de 2005

« Narbona y el animal de doce estómagos | Principal | La omnipotencia americana »

Areopagítica
Bitácora de Alberto Illán Oviedo

Acoso y derribo

Creo que uno de los pilares básicos de la política de Zapatero para este curso escolar que empieza, y que curiosamente coincide con el político, es el acoso y derribo de la oposición de Mariano Rajoy en las mejillas de los presidentes autonómicos del PP. Y la mejilla de Esperanza Aguirre brilla más que el sol, como los jueves famosos. La última la protagoniza Cristina Narbona que entre sequías e incendios no ha tenido unas vacaciones muy tranquilas. Cosas del cargo, doña Cristina, cosas del cargo.

Desdiciéndose de lo que dijo cuando no lo dijo pero pareció que sí y como no nos llueva en septiembre y mucho, Madrid empezará con restricciones de agua en octubre por mucho que el 'pelín' derrochador Canal de Isabel II haga campañas para que el ciudadano medio se lave menos y apeste más. Y digo apeste porque como usuario de Metro madrileño puedo dar fe que alguno se lo ha tomado al pie de letra. Y lo de desdiciéndose va en serio porque hace tiempo dijo que Madrid no iba a tener que sufrir restricciones.

Esperanza Aguirre se ha convertido en un excelente puching ball de la política de despiste socialista. Visto que es uno de los pocos gobiernos peperos que funciona y lo hace con resultados más que aceptables, Zapatero y los suyos han creado un particular campo minado en forma de medidas arbitrarias que no responden a otra cosa que a dañar al madrileño, enviando con cierto tiempo el mensaje de 'o me votas a Simancas y su Play Station la próxima o lo vas a tener muy crudo'.

Antes de esto, La Otra, el engendro de Gallardón que Aguirre quiere convertir en el segundo canal autonómico madrileño, (medida poco liberal, todo hay que decirlo, porque lo lógico sería privatizar La Una y La Otra y olvidarse de tanto medio público) se va a quedar con las ganas de salir al aire analógico, cosa que Polanco y compañía no van a experimentar. Los madrileños ya vieron como sus impuestos, los que tienen que recibir según los acuerdos firmados, se iban al limbo que son las ayudas a las Autonomías socialistas y así hasta el principio de los tiempos. Y el pecado de doña Esperanza, ganar por mayoría absoluta las segundas elecciones autonómicas que tuvieron que celebrarse tras el bluf de los cheques y su sonido imaginario.

Pues que se prepare Esperanza Aguirre que es sólo el principio, hasta las elecciones, autonómicas o generales que no lo sé, más de una como esta vamos a ver.

Comentarios

 

No se admiten ya más comentarios.