5 de Septiembre de 2005

Bueno, crimen. Quizá he exagerado un poco. Al fin y al cabo, el asesinato de una joven cristiana de culto ortodoxo que no había cumplido los 18 años y que para más datos estaba embarazada no es nada más que un simple incidente provocado seguramente por la lacra de la pobreza y la injusticia global, Zapatero dixit.

Que 500 jóvenes musulmanes arrearan un golpazo en la cabeza a la pobre chica sin que esta hiciera nada para defenderse es seguramente un medida adecuada de la valentía del colectivo. Que quemaran y destrozaran varias casas en su desquiciante y horrible acto de violencia irracional otro ejemplo de su gran nivel moral y ético. Que lo hayan hecho para vengar la posibilidad de que un muchacho haya dejado embarazada a una chica musulmana me impulsa a pensar que algunos no han salido aún de la cueva neardental en la que llevan metidos siglos. Mucho tendrán ZP y los sabios de su Alianza de Civilizaciones que esforzarse para explicarme las razones por las que tengo que entender yo semejantes 'tradiciones' y cómo encajarán en el futuro edén de dialogo y talante que nos promete.

Que la policía palestina llegara sospechosamente tarde demuestra también su compromiso con la paz y la convivencia con los que no son o piensan como ellos. Que los habitantes de la aldea palestina de Deir Jarrir muestren una curiosa y preocupante amnesia sólo demuestra el grado de colaboracionismo del colectivo con el crimen y su esfuerzo por luchar por el triunfo del islam

Dice el artículo que "las organizaciones de defensa de los derechos humanos se muestran desde hace meses preocupadas por esa ola de crímenes de honor que se registra en los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza". Pues que se vaya preparando la comunidad internacional para el estallido de casos incluso peores que este, que las fuerzas del orden israelíes ya no están para hacer cumplir la ley y para mantener un mínimo orden.

¿Guerra civil entre palestinos en uno o dos años? Vaya usted a saber.