11 de Diciembre de 2005

Pues si nuestros amigos nipones pensaban que con la enésima muerte de Godzilla iban a estar a salvo de monstruos y otros bichos horribles, se equivocaban. Ahora se enfrentan a un peligro aún mayor, se enfrentan a una terrible medusa gigante de nombre maligno. La "echizen kurage" tiene más mala leche que Zapatero con la prensa británica. En el colmo de su maldad, cientos de miles de millones de unidades de trozos, se han dedicado a romper las redes de los pescadores e invadir los caladeros de nuestros colegas japoneses.

La razón de esta superpoblación no está nada clara, algunos aseguran que eran ejemplares mediterráneos que ante la posibilidad de que Joan Piug, alias Pepito Piscinas, se hubiera comprometido a hacerlas expresarse en catalán antes de fin de año, decidieron huir lo más lejos posible aunque esta punto está por confirmar.

Otros se decantan por el Cambio Climático, más concretamente por que el recalentamiento del mundo que está elevando la temperatura de las aguas del mar y estimulando la reproducción de medusas. Que pena que estas medusas no lean la prensa porque entonces se darían cuenta del ridículo espantoso que están haciendo ya que todo el mundo sabe que en unos pocos años las temperaturas bajarán 10ºC. Serán merluzas.

Una tercera posibilidad sería que las lluvias torrenciales registradas en China a lo largo del verano hayan desbordaron los ríos y hayan terminado por empujar un número anormal de medusas hacia Japón. Estos claro que en Murcia esto no pasa. Una cosa tendremos buena en España, no inventaremos DVDs de la leche pero no tenemos problemas con las medusas. Bueno, en Cataluña sí pero eso es cosa de Pepito Piscinas.

La cuarta posibilidad es que los nutrientes de las aguas de los ríos hayan aportado a las medusas un vigor por encima de lo normal lo que debería propiciar que los pescadores pasasen de tanto sushi maloliente y se pusieran a embotellar los nutrientes esos, sean los que sean, para venderlos como complementos de la dieta mediterránea.

Por último, algún conservacionista listillo ha asegurado que la captura abusiva de pescado ha propiciado el aumento de las poblaciones de plancton de las que se alimentan las medusas. Por lo que es mucho mejor para la naturaleza que los japoneses se coman los unos a los otros y así, además de solucionar el problema de la vivienda que por esos lugares es de agarrate y no te menees, se restauraría el equilibrio natural.

Lo que sí parece que se ha descartado es que esto sea culpa de Bono&Moratinos, eso sí que lo ha dejado claro De la Vogue.

Seguiremos informando sobre las actividades de Pepito Piscinas y sus medusas gigantes.