3 de Mayo de 2009
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Tristán Ulloa o las miserias del cine español
Si alguien quiere entender las razones por las cuales el cine español está donde está, sólo debe leer un artículo en El Mundo (en la versión de papel) en el que Tristán Ulloa presenta su nueva película, ‘Un buen hombre’ que en breve se estrenará en los cines españoles. Tristán Ulloa podría haberse limitado a hablar de su película, del cine o de cualquier otra cosa relacionada con el arte cinematográfico, pero como buen integrante del lobby cinematográfico, no puede evitar meterse en política, si bien seguro que el redactor hace bastante para que adopte su tono mitinero. Parece ser que el que no se pronuncia cada diez minutos en este mundillo tiene los días contados.
Tras hablar de su película, de su año de trabajo, no puede evitar entrar al trapo en el capotazo que le lanza el periodista al preguntarle por la situación del cine español:
“Creo que todo parte del error de considerar al cine español un género”.
Para concluir que el problema es que:
“Aquí se politiza todo”.
Es especialmente interesante que esta gente sea tan incongruente. En primer lugar es el propio Tristán Ulloa el que se refiere al cine español cuando más adelante lo compara con el francés, o concretamente con cómo los franceses (las autoridades francesas se entiende) defienden el suyo:
“Si comparas con el ejemplo francés, te das cuenta de la diferencia tan enorme que hay de actitud con respecto a lo propio. Allí un porcentaje de la taquilla va a proteger el cine; los días que se estrenan las películas no se pasa cine en la tele… Y luego está el problema del doblaje. Aquí se dobla todo. No nos damos cuenta de que cuando se ataca a una industria como la del cine, se está atacando a muchísima gente que vive de ella, no sólo a los actores y directores”.
Pero sobre todo, si se queja de que el cine está politizado, ¿cómo defiende un sistema que es intervención pura? Cabe preguntarse si Tristán Ulloa comprende sus propios argumentos. Está claro que la ideología mata la inteligencia y que un marco institucional y político cercano (estatismo puro) hace que no sea necesario desarrollar demasiado las habilidades intelectuales, al menos en algunos aspectos de la vida.
Es decir que para que el cine español, que no es español, vaya bien debería hacer lo que el francés, prohibir. Por una parte, la emisión por televisión de películas los días de estreno y por otra, el doblaje de las producciones extranjeras.
Yo entiendo que se refiere básicamente a las que vengan de Hoolywood, no vaya a ser que la UE se nos puede enfadar. Es decir, Tristán Ulloa plantea la intervención pura y dura y una bastante miserable, la que molesta al espectador, la que pretende que no vaya ya que a lo mejor, eso de leer los subtítulos es bastante molesto para el cliente habitual. Pero va más allá, ha decidido que parte de lo que ganen las empresas en taquilla se dedique directamente al lobby cinematográfico, a la familia, al grupillo político que lo controla todo, como un Sauron cualquiera. Eso en mi tierra se le llama coacción y cuando se apoya en el estado, se deja de llamar mafia y se le llama política cultural. Parece que no es suficiente que más de la mitad de lo obtenido por el cine español durante el año 2008 sea de subvenciones, necesita más, quiere más, son insaciables.
Resulta también un poco insultante que entre los que considera suyos, los que forman parte de la industria del cine, no se encuentren los actores de doblaje, quizá por su carácter traidor, ¿acaso no tienen ellos familia a la que proteger, deseos que cumplir, no sangran cuando se les hiere?
Luego se refiere a la campaña “No a la guerra” a la que quita importancia, pero concluye de una forma bastante curiosa, asegura que:
“Lo que no se tiene en cuenta es que en cinco años de Administración socialista tampoco se ha hecho nada”.
¡Cóño!, (con perdón), resulta que dar más subvenciones que ingresos directos, elevar a los altares a la SGAE, favorecer el Canon, poner a González-Sinde en el ministerio de Cultura es no hacer nada… este tío es insaciable. ¡Socorro!
Comentarios
Buen articulo.
Las razones de esta circunstancia son totalmente subjetivas y no soy yo quien juzgue sus gustos, por muy horrorosos que parezcan (y desde luego, a mí no me lo parece) Además, hay circuitos de versión original subtitulada que tienen su público y funcionan medianamente bien, al menos en las principales ciudades y todos contentos. En cuanto a si es arte o no lo es y si se daña, bueno eso es relativo.
A los del cine español les he oído yo alguna vez pedir que prohiban los doblajes. Saben que nadie iría a ver las versiones subtituladas y creen ingenuamente que así se verían más películas españolas.
Que decida el público lo que quiera ver.
No. El bueno de Ulloa es un pillo (inteligente o no, no lo sé, pero algo tendrá) que intenta llevar el ascua a su sardina. Trincar lo máximo posible y como sea. Y debe Ud. reconocer que ahora lo tienen a huevo.
Creo que es así de sencillo y por ahí es por donde habría que atacar.
Gracias.
Dicho esto, prefiero centrarme en sus declaraciones independientemente de si se las cree o no, porque para muchos lectores serán ciertas, más allá de las segundas intenciones del cineasta, ya que confían en él. Y porque que se puede argumentar contra ellas.
Craso error, desde que enseñe a un familiar de edad considerable a descargar de internet versiones originales con los subtitulos en Español, no solo las ve sin problemas, sino que ademas le gusta, prefiere la version original cuando está disponible.
Con anterioridad esta persona habia manifestado que nunca veria peliculas subtituladas.
Lo que si que ha dejado de ver es cine español, es que parece siempre lo mismo, y es un progre total.
Sera pues arte robarle parte de su papel estelar al actor original pero ya no es el verdadero el que muestra su arte.
Tu familiar se dio cuenta de lo torcido que viene el asunto y, logico, mando al bombo a la mayoria y quiere las cosas lo mas rectas y fiel posibles. Me lo felicitas por favor.
En realidad esa es la tragedia de los que nos esclavizan por nuestro bien: se convierten en negreros pero siempre, siempre, la producción disminuye. Naturalmente la razón es que "se ha hecho poco" y hay que apretar más los grilletes.
Mientras tanto, los crimenes increibles, donde los padres matan a sus hijos, por ejemplo, aumentan en EE.UU. como en ningun otro lugar...y la mayoria no puede ver la conexion entre la locura de los sanos y la de los locos.
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