5 de Febrero de 2004

Ser insultado por el MIR de la Habana resulta casi un honor. Si yo en vez de ser un pelagatos fuese un personaje público y Hussein Llamazares no me hubiese insultado empezaría a preocuparme por creerme que había perdido cualquier sentido de la moralidad y de la ética. La verdad es que para mí, este personaje (por llamarle de alguna forma) le falta prácticamente nada para tener la misma catadura moral que un Otegui. No me extrañaría que un día de estos, si muriese un etarra en un tiroteo contra la policía pidiera comisiones de investigación, acusara al gobierno de terrorismo de estado, y lamentara la muerte, mientras que si cayese un guardia civil se pondría a hablar del "conflicto vasco", de la necesidad de desmilitarizar la guardia civil y de sacarla de Vascongadas, de que hay que profundizar en la vía del diálogo, de la poca efectividad de la vía policial y de la necesidad de promover soluciones políticas.

Como soñar es gratis, espero que un día de estos cuando visite al alcaide de Cuba se quede allí con los de la Kurtura frente a la guerra y los ungidos del cine español.

Estoy de acuerdo con BRUENOR,hay insultos que honran,que nos alientan a seguir en periodos de desánimo.

No le deis tanto al matasanos.. tiene cualidades, fijaos: A Zapatero se lo ha llevado al huerto sin invitarle ni a una copa, solo con ese aire de enfado, tan logrado... De Goya revelación! Y no chillemos, no se despierte Beria

¿Habeis leido "Mazurca para dos muertos"?. De uno de los personajes se dice que reune "Las nueve señales del hijoputa". A Llamazares le pasa algo similar. Ninguna de ellas, por sí misma, debiera ser preocupante, pero su combinación componen el español más felón, traidor, resentido falso e hipócrita desde Fernando VII. Pequeño y reconcentrado, con cara de permanente cabreo, semibarba, ojos de hurón. Le queda la ropa grande, y el cargo ni te cuento. Cuando lo veo con Fidalgo me parecen el dúo Sacapuntas. Los líderes de Izquierda Unida tienen algo en común con las novias. Cada uno hace mejor al anterior. Todavía me acuerdo de Anguita, que parecía uno de los moros de Alcoy vestido de Maestro Nacional. Luego aquel secretario de organización que tuvieron, que pretendía ser Valle Inclán, y se quedó en esperpento (si, hombre, aquel que llevaba una bayeta colgando de la boca, y la metía en el consomé) Luego vino Francisco Frutos, que no era gran cosa, pero creo recordar que tenía alguna idea clara sobre el tema vasco. Y claro, me acuerdo de Madrazo, pedazo de actorazo. Madrazo ya es penoso. Este si que es la pelota vasca. Nucleo de comunista, relleno de seminarista y cubierta de nacionalista (Parece un Ferrero). Otro día os describo a Pepiño Blanco, que tambien tiene tela.

FREDI te sales jodío.