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16 de Octubre de 2006

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La Hora de Todos
Bitácora de José Carlos Rodríguez

Microcréditos, regulaciones y desarrollo

No comenté el viernes, pero lo hago ahora, que LD recuperó un par de artículos que habíamos publicado dos autores de la casa, José García Dominguez y el menda, sobre los microcréditos. La idea era completar la noticia de la concesión del Nobel de la paz a Mohammad Yunus, claro está.

El mío tiene un nombre de lo más vulgar, las cosas como son: Microcréditos, regulaciones y desarrollo. Y dice:
Pero por muy valioso que sea este avance en el sistema financiero, el microcrédito puede quedarse en la pretensión de construir una casa sin cimientos. Lo esencial no consiste en hacer llegar una pequeña cantidad de dinero a una familia de Calcuta, sino en convertir ese dinero en capital. Y para ello es necesaria la definición y protección del derecho de propiedad. Como ha explicado brillantemente José Ignacio del Castillo “sin propiedad privada, sin mercados y precios, sin división del trabajo y sin empresas, sencillamente no hay capital. Quizás habrá otras cosas: máquinas, edificios, tecnología, obreros. Pero no el alma que hace que todo eso funcione”. De nada valen 300 euros para una miroempresa si su creación cuesta cinco veces esa cantidad; si las regulaciones e intervenciones no le permiten funcionar adecuadamente. Un reciente estudio realizado en Filipinas muestra precisamente que, en palabras de su autor, si bien el microcrédito ha servido adecuadamente como ayuda para las necesidades básicas, no ha resultado en un instrumento útil para el desarrollo en ese país, ya que “la microfinanciación (...) no atiende las verdaderas causas de la pobreza”, que están en el mantenimiento de una economía regulada, asfixiada por las intervenciones, y que no reconoce adecuadamente, ni protege, los derechos de propiedad. Esto es, los derechos del individuo.
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El de Pepe, Grameen, el banco de los parias (que os recomiendo), comienza:
Es el principal banquero de su país, Bangladesh. Nunca ha realizado una obra de caridad. No cree que la acción del Estado vaya a ser capaz de resolver el problema de la pobreza extrema que acucia a la mayor parte de los 120 millones de sus compatriotas. La palabra solidaridad no forma parte de su vocabulario.
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Comentarios

 
Me recurda esto a lo que se comento anteriormente con el tema de los amish de como la libertad es mas productiva.
Ahun con escasas y rudimentarias herramintas se produce mucho si no se tienen obstaculos o incentivos para no trabajar.

Enviado por el día 16 de Octubre de 2006 a las 18:41 (1)
Tenía guardada esta entrevista a Yunnus de cuando estuvo en España. Lo malo es que he perdido la fecha, creo que la publicó La Razón:

Madrid. En 1976, Bangladesh se encontraba al borde del abismo. Acababa de obtener su independencia de Pakistán. Pero lejos de llevar sus propias riendas, el país había caído en las redes de una profunda miseria. Los bengalíes morían de hambre en plena calle. Muhammad Yunus era entonces profesor de Ciencias Económicas en una de las universidades del país. “Resultaba muy doloroso enseñar teorías sin sentido –recuerda- cuando mi pueblo moría en la puerta de al lado porque no tenía comida”. La realidad le despertó e inició un peregrinaje por las aldeas en busca de un lugar donde ser útil. “Vi cómo la gente sufría por no disponer de una cantidad pequeñísima de dinero. Para sobrevivir pedían préstamos a los usureros, y ello suponía la esclavitud de por vida. Tuve una idea e hice una lista de 42 personas que necesitaban esa ínfima cantidad. Cuando terminé comprobé que sólo precisaba 27 dólares para salir adelante”. Aquello fue el germen del Grameen Bank (Banco de los Pobres), que fundó en 1983, y de la creación del sistema de microcréditos, pequeños préstamos que se conceden a los más pobres a muy bajo interés y sin ningún tipo de aval. Una fórmula que se ha extendido por más de 100 países.

-¿Qué distingue al Banco de los Pobres de la banca comercial?
- La banca convencional se basa en el principio de que quien más tiene más puede conseguir y si una persona no posee nada no puede obtener nada. Nosotros invertimos este principio y los que no tienen nada se convierten en la mayor prioridad. Además, la banca convencional utiliza garantías, prendas, es decir hay que tener algo para conseguir un crédito. En nuestro banco no miramos lo que la gente tiene, y sí lo que podría conseguir con un crédito.
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Enviado por el día 16 de Octubre de 2006 a las 19:06 (2)
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-¿Ello no supone renunciar a la obtención del máximo beneficio?
- Sí obtenemos beneficios, pero no pretendemos optimizar en todo momento y aumentar el máximo posible las ganancias, sino llegar a los que no pueden acceder a los créditos. Logramos el nivel de beneficios necesario para pagar dividendos a los accionistas del banco, que son los mismos que han solicitado los créditos.
-El 95% de los clientes del Banco de los Pobres son mujeres. ¿Acaso son ellas el motor para salir de la pobreza?
- Sí, en efecto. Cuando empezamos ni siquiera el 1% de las personas que habían solicitado un crédito eran mujeres. Pero después de seis años trabajando, conseguimos que el 50% de nuestros clientes fueran mujeres. Una vez que llegamos a ese umbral constatamos que si ellas gestionaban el crédito, proporcionaban mayores beneficios para las familias y generaban más dinero. Enseguida repercutía en los hijos, porque ellas poseen mayor experiencia y necesidad en una situación de pobreza. Disponen de unas capacidades muy desarrolladas para gestionar recursos muy limitados y escasos.
- ¿Qué cantidades necesitan las personas más pobres para comenzar una vida mejor?
- Al principio empiezan con un crédito muy pequeño, de entre 20 y 25 dólares. Ahora incluso hemos lanzado un programa especial para mendigos cuyo préstamo es de 10 dólares. Contamos con 3,2 millones de créditos otorgados y el importe medio es de unos 200 dólares. Cada préstamo es muy pequeño, pero tenemos muchísimos clientes.
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Enviado por el día 16 de Octubre de 2006 a las 19:08 (3)
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- Son personas que no tienen ahorros, ni aval. ¿No les resulta difícil cumplir con los pagos?
- El sistema les ayuda a poder pagar el saldo de los créditos, favorece el cumplimiento de esa obligación, porque se basa en una relación social. Se otorga el crédito a un miembro de un grupo de cinco personas, todas deben estar de acuerdo en ello y hacen un seguimiento. Es un método basado exclusivamente en las relaciones humanas, no en las jurídicas ni legales. No hay ningún instrumento jurídico entre el banco y el prestatario. Y es un sistema que funciona, ya que se reembolsa el 99% de los créditos concedidos.
- ¿Cuáles son los retos del Banco de los Pobres?
- Mientras el 46% de las personas que han obtenido microcréditos en nuestro banco han logrado salir de la pobreza, todavía hay un 54% de clientes que no lo ha conseguido. Nuestro reto es saber hasta qué punto y cuán rápidamente les podemos ayudar a salir de esa situación. En segundo lugar nos preocupa la segunda generación, es decir los hijos de las personas que obtienen los microcréditos. Ellos ya tienen un cierto nivel educativo y cultural y pretendemos que permanezcan fuera del ámbito de la miseria, que jamás vuelvan a pasar por ello. Pero lo más importante es vencer la creencia de que la pobreza es una lacra que jamás podrá desaparecer de la Tierra. Hay que demostrar lo contrario. De hecho, se han producido casos en los que se ha acabado al cien por cien con la miseria gracias a los microcréditos. Entonces, ¿por qué no aplicamos esos principios a todo el mundo?
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Enviado por el día 16 de Octubre de 2006 a las 19:10 (4)
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- ¿Acaso instituciones como Naciones Unidas se han quedado atrás a la hora de aportar soluciones imaginativas para acabar con la pobreza?
- Es cierto que no hemos visto iniciativas exitosas. La ONU trabaja en un plano mucho más político. En todo caso, es el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) el que trabaja a este nivel. De hecho, ha ensayado el microcrédito, lo que ocurre es que no lo ha hecho en un marco institucionalizado. Hace falta institucionalizar de alguna manera el sistema de los microcréditos. Debería existir un banco que cree unas bases para que el microcrédito sea algo jurídicamente aceptado, ya que no se obtiene el mismo éxito ciñéndose al sector informal. Ahora la mitad de la población no tiene acceso a los servicios financieros y eso debe acabar.
Enviado por el día 16 de Octubre de 2006 a las 19:11 (5)
Muchas gracias, Lotario.
Enviado por el día 16 de Octubre de 2006 a las 23:19 (6)

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