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24 de Octubre de 2003

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Carlo Frabetti, economista de oficio y castrista de beneficio


En su última Soflama reaccionaria, el mal aprendiz de humorista Carlo Frabetti intenta, sin conseguirlo, reflexionar sobre cuál debe ser el tamaño adecuado para la Revolución. Uno siempre había creido que el ámbito de la Revolución debía ser mundial, pues las clases explotadas aparecen en todas partes. Uno creía que la Revolución consistía en abolir fronteras y establecer una dictadura mundial del proletariado; pero se ve, que estos hijos del descaro totalitario, perturbados por la inconsistencia de sus presupuestos económicos y el, como admite el propio Frabetti, "desmoronamiento del socialismo real", merean la perdiz de la evidencia para asimilar cómo ellos, los iluminados constructivistas nacidos para comandar las estúpidas masas obreras, cómo ellos los adalides de la cultural, han podido equivocarse de una manera tan humillante. Ellos no pueden equivocarse.

El perspicaz Frabetti sugiere que "la ineficacia económico-administrativa de la Unión Soviética se debió a su gigantismo" ya que hubiera sido necesaria "la informática para gestionarla". Por supuesto, Frabetti no conoce(y para su descargo permítanme presuponer la ignorancia) qué afirmaba un tipo llamado Mises acerca de la cálculo económico en un sistema donde no existiera la propiedad privada. Por supuesto, tampoco conoce(y voy a seguir suponiendo la más absoluta ignorancia) que, como señala el Profesor Huerta de Soto en su libro Socialismo, Cálculo económico y Función Empresarial, "el desarrollo de la informática y de los ordenadores, no sólo no facilita, sino que hace aún mucho más difícil el problema del socialismo, en la medida en que permite crear y generar empresarialmente un volumen mucho mayor de información práctica, con un grado de complejidad y detalle cada vez más rico y profundo y, en todo caso, siempre mayor a aquel del que sea capaz de dar cuenta informáticamente el órgano director" Frabetti demuestra un escaso conocimiento de la economía ya que, siguiendo a Huerta de Soto, "el confiar en los ordenadores como instrumento para hacer posible el socialismo es igual de absurdo que el pensar que en una sociedad mucho menos avanzada el invento de la imprenta(...) hiciese posible disponer del del conocimiento práctico y subjetivo relevante a nivel social"

Eso sí, esta inducida ingenuidad nace de la idea mesiánica de los autodenominados intelectuales del estilo Fabretti: ellos son los redentores, las condiciones necesarias para la implantación del socialismo deben de estar presentes en el momento de su existencia, la incapacidad para imponer su sistema, la incapacidad para alzarse como los salvadores de la humanidad, les crearía un trauma mental de difícil solución.

Basándose en sus suposiciones de que el socialismo es viable pero tan sólo en pequeños Estados(de aquí poco volvemos a los falansterios de Fourier) procede, cómo no, a alabar la Revolución Cubana. Según nuestro cómico, "una de las claves del triunfo de la revolución cubana fue su reducido ámbito territorial y demográfico". Claro que, desconozco si por un oportuno lapsus freudiano, trata de apoyar su tesis en la siguiente aseveración: "Cuba tenía, al comienzo de la revolución, una población equivalente a la de Madrid, y en la actualidad no supera la de algunas grandes ciudades" Lo que Frabetti y todos los castristas(totalitarios en general) deberían preguntarse es cómo puede ser que en cuarenta años la población cubana se haya, no ya estabilizado, sino reducido. Cómo se explica que en una época de boom demográfico mundial, la dimensión de la población cubana haya pasado de "Madrid" a "alguna gran ciudad"

Evidentemente, el bloqueo que no es bloqueo sino embargo, y ni tal sólo eso(habida cuenta de que el primer exportador a la Isla es EEUU) puede ser la rápida y facilona explicación a la que recurrir. Ahora bien, la consecuencia del embargo, en todo caso, vendría a ser una perpetua crisis económica no atribuible al socialismo; sin embargo, la regularidad demográfica de algunos de los países más empobrecidos del mundo(algunos estudios prevén la duplicación de la población africana en 30 años) no confirma la hipótesis de que la causa del subdesarrollo demográfico se deba a una economía estancada. Quizá deberíamos pensar en dos causas cardinales que lo expliquen: la inmigración y las purgas, ambas nacidas del terror castrista.

Pero claro, esto nunca será admitido por los mamporreros del régimen, por los profetas del paraíso proletario. Por encima del bien y del mal(aunque establecidos sobre la maldad más extrema) han construido durante todo un siglo sus particulares laboratorios de experimentación. Han eliminado cualquier amago de disidencia, han cercenado todas las libertades excepto la de pleitesía, han dispuesto de innumerables recursos naturales, de inimaginables apoyos mediáticos e "intelectuales" y de la vida y el destino de cientos de millones de personas. Todo para sólo conseguir erigir una ruina colosal. Un fracaso sin precedentes que sus arrogantes defensores y postuladores se niegan a admitir. Su fracaso. El fracaso de Frabetti y de los que como él siguen apoyando la coacción sistematizada. Todo para acabar, en palabras del simpático castrista, "con el capitalismo", esto es, con la libertad de decirles que se equivocan. La fatal arrogancia de quien se cree amo y señor del mundo, de los individuos y de sus tan bienamados proletarios. Saludos cordiales Sr. Frabetti.

Comentarios

 
¡Cuanto debemos desconfiar de aquellos que nos ofrecen el paraiso en la tierra! La arrogancia de éstos aterra.
Por cierto ¿este es un humorista? Hombre, si no fuera por que sabemos que sus teorías suponen la muerte y represión de millones de personas, quizá pudieramos pensar que es un tonto (dice que tonterias al fin y al cabo), pero no llega a cómico, y además sabiendo el terrible final que nos tiene preparado a todos su ideología, más bien me parece alguien siniestro, sádico, y para que vamos a engañarnos... bastante cretino.
Enviado por el día 25 de Octubre de 2003 a las 00:38 (1)
Vaya por delante que comparto la valoración sobre las piruetas ideológicas de Fabretti. Pero ustedes tampoco andan mal de humor: legalización de toda clase de drogas, "sesudas" argumentaciones a favor del trabajo infantil (algunos prostitución idem incluida) supresión de la educación pública (algunos incluso de la básica ya me aclaran que no todos están de acuerdo sobre este punto) etc, etc, etc. A ver si el Partido Popular les hace caso y abandona su carácter "totalitario" demócrata-cristiano.
Enviado por el día 25 de Octubre de 2003 a las 11:16 (2)
Vamos por puntos, Antonio:

-"Legalización de toda clase de drogas": pues sí, ¿qué pasa? Si fuera por daño a la salud, debería prohibirse en primer lugar el alcohol y el tabaco; ¿es esto lo que propone? Si no se hace así, la selección de drogas prohibidas es caprichosa.

-"a favor del trabajo infantil": algunos lo consideramos preferible a la muerte infantil por hambre, o la delincuencia infantil (estilo bandas de niños de la calle). Compare usted con la alternativa, no con la perfección.

-"supresión de la educación pública": curiosamente, los que están a favor de eso suelen pensar que la privada funciona mejor (aparte los argumentos éticos en contra de la acción del Estado en primer lugar).
Enviado por el día 26 de Octubre de 2003 a las 18:34 (3)

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