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17 de Agosto de 2005

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Por qué la izquierda lleva al pensamiento único


Generalmente los liberales somos tildados de defensores del "pensamiento único", sin embargo, pocas veces podemos constatar la unicidad social de nuestro pensamiento. Carlos Rodríguez Braun suele denominar a la izquierda el "auténtico" pensamiento único, por ser claramente dominante en la sociedad.

El término pensamiento único, en principio, está del todo vacío. Criticar el pensamiento único como un valor erróneo supone caer en el relativismo. ¿Hay que defender ideas erróneas simplemente para no alcanzar el pensamiento único? Obviamente no. Los liberales defendemos la verdad, ése es uno de nuestros rasgos característicos. Ahora bien, citando a Pilatos (paradigma del relativismo), uno puede preguntarse: ¿Y qué es la verdad?

Nuevamente, una parte de la izquierda es proclive a contestar que no existe la verdad (en otras palabras, es proclive a considerar el relativismo "su" verdad). Otra simplemente considera que la verdad depende de la clase social. Y otra, consciente de que existe la verdad, cree en la verdad equivocada.

Pero la verdad no es paradigma del pensamiento único. Los liberales no somos defensores del pensamiento único por creer en la verdad y querer que esta verdad se extienda al mayor número de personas. La razón es que no tenemos una verdad preconcebida, sino que se trata de una verdad crítica, accesible mediante la razón. No queremos la imposición de ninguna certeza, sino su discernimiento por cada individuo a través del uso del raciocinio. Nuestro punto de partida es, nuevamente, la libertad (de pensamiento en este caso).

Si no aceptáramos que la verdad existe, la investigación científica sería, simplemente, un pasamiento inútil. Y si no deseáramos que la mayor parte de los individuos tuvieran acceso a esas certezas, estaríamos implícitamente deseando que se mantuvieran en el oscurantismo.

Hasta aquí nos hemos referido al conocimiento científico. Sin embargo, en el orden social existe otro tanto o más importante: el conocimiento práctico. Éste se refiere al conocimiento de cómo actuar en sociedad, descubriendo oportunidades de ganancia para la satisfacción de nuestras necesidades. En buena medida hace referencia a la moralidad. Los liberales tampoco son favorables a la imposición de sus valores (Otra cosa muy distinta es que onsideren adecuado el prosilitismo para conseguir que sus congéneres, a través de la persuasión, vivan mejor).

Sin embargo, el conocimiento práctico va más allá. Incluso actuando dentro de un mismo orden moral, las oportunidades de satisfacción no nos aparecen ni las descubrimos por igual. Los liberales, pues, en este sentido somos absolutamente favorables a que cada uno elija como vivir su vida, siempre que ello no suponga una minoración de ese mismo derecho ajeno.

Resumiendo: en cuanto al conocimiento científico, creemos en su existencia y favorecemos que cada uno lo alcance sin emplear la fuerza (salvo para protegernos de agresiones, es decir, no favorecemos la iniciación del uso de la fuerza); en cuanto al conocimiento práctico el liberalismo no postura ningún conocimiento concreto, sino que, dado que cada persona está en la mejor posición para saber cuál es su experiencia y sus necesidades, cree que cada cual debe ser libre para perseguir sus fines (sin perjuicio de que los fines de uno impliquen ayudar a los demás de manera voluntaria).

Ahora volvamos la vista a la izquierda. Su punto de partida no es la libertad, sino la igualdad.

En cuanto al conocimiento científico, no puede ser favorable a que cada uno alcance libremente la verdad, porque ello implicaría diferencias transitorias, entre los que están en lo ciertos y quienes están equivocados. La verdad, sea cual sea, debe ser impuesta a todos por igual. De ahí que se abogue por una educación pública universal e igualitaria que no discrimine a las personas cultas de las ignorantes. Todo ello, aún cuando suponga una degradación del nivel educativo general. Lo importante no es alcanzar la verdad, sino que todos alcancen alguna verdad por igual.

En cuanto al conocimiento práctico, la izquierda no puede tolerar diferencias en los conocimientos. Un pensamiento libre da lugar a diferencias entre las personas, las que triunfan y las que fracasan, las que son felices y las que se hunden en la desdicha. Cada persona no debe comandar su vida, pues ello pueda dar lugar a una desigual distribución del conocimiento, base, a su vez, de la desigual distribución de los recursos. El conocimiento práctico debe ser igualado; todos deben someterse a un mismo patrón informativo, todos deben enfocar su vida a un mismo proyecto vital. No puede ser de otra manera; al proporcionar iguales medios a todos, al bloquar la creatividad y el acceso a ciertos conocimientos discriminatorios, la izquierda elimina la lista de posibles fines a perseguir. Con unas zapatillas no puedo viajar a la luna. Por ello, la izquierda aboga por una represión de nuestros fines; para ser felices hemos de querer menos, no más. El consumismo debe ser rechazado y la asturidad universalizada. En definitiva, hay que planificar toda la economía para eliminar la iniciativa empresarial (basada en un desigual conocimiento práctico) y proporcionar a todo el mundo los mismos medios.

Así pues, el liberalismo sólo puede promover un pensamiento libre, pero con certezas. La izquierda un pensamiento único e igual. Quien en coherencia debe proponer la implantación universal de un pensamiento único arbitrario y esclavizante es la izquierda, no el liberalismo.

Comentarios

 
Creo que antes de "Nuestro punto de partida es, nuevamente, la libertad", son las normas morales los cauces necesarios para que la libertad elija los medios adecuados para alcanzar los fines de nuestra naturaleza, felicidad, evolución...
La ética es anterior, es nuestro criterio para ejercer la libertad. También por ello, nos alejamos del relativismo defendido por la izquierda.


Enviado por el día 17 de Agosto de 2005 a las 23:27 (1)
No menos, sino más bien más, puede decirse que la ética es posterior: sin libertad de elección no cabe criterio para ejercerla.
Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 00:36 (2)
> '[...] la izquierda. Su punto de partida no es la libertad, sino la igualdad.'

Esa abominación es la que ha despeñado a la izquierda por el precipicio de lo imposible: porque lo es esa igualdad en cuya vana consecución se estrellan contra la realidad una vez tras otra.

Desde el mismo momento de la formulación de su lema ' Libertad, igualdad, fraternidad' hubo de aparecer la contraposición entre las primera y las otras dos ... y optaron por sacrificarla. Hasta hoy mismo.

Pido disculpas por esta digresión: HispaLibertas está de nuevo funcionando.
Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 09:36 (3)
Yo estoy con Yeda. La ética debe ser anterior a toda disquisición. Si aceptamos la libertad individual como punto de partida, ya no podemos poner límite a esta. La ética quedaría anulada e inútil. En ningún caso puede ser posterior, o desembocaríamos en un anarquismo radical, donde incluso asesinar debería ser respetado como opción individual.

Si se acepta que la libertad, siempre que respete a la libertad de los demás, es el punto de partida, no se hace como base en sí, sino apoyado en fuertes convicciones éticas.

Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 10:51 (4)
Rallo, hay una frase que comentas que me parece clave dentro del lanarcocapitalismo para su aceptación: "dado que cada persona está en la mejor posición para saber cuál es su experiencia y sus necesidades"

¿Realmente crees que esto es cierto? Yo creo que en una sociedad madura esto debe ser por definición correcto. Pero no creo que actualmente esto sea válido en gran cantidad de casos. La prueba la tienes en que si según tú el camino es el liberalismo, si la gente supiera qué es lo realmente beno para sus intereses... ¡¡¡ Deberían ser liberales!!!

Casos más cercanos al mundo pueden ser: la gente no sabe qué materiales son necesarios en la construcción de una casa, la gente no sabe qué le pasa al motor de su coche o a su televisión, la gente no sabe que es lo que pasa en Iraq exactamente, ni los problemas que eso puede o no acarrear. La gente de nuevo, deberá fiarse de un tercero que le acredite que el piso está bien construido, que el mecánico no le engaña, o que en Iraq es necesario o no actuar.

Pero incluso la gente podría pensar en bloque que talar todos los árboles de España como material energético es correcto o que circular con un coche emitiendo una cantidad de gases desproporcionada no es malo. Ahora esto lo regula gente con mayores conocimientos que los nuestros... ¿qué pasaría si cada uno eligiese?¿Tendrían voz los expertos en una sociedad como la actual dominada por el liberalismo extremo?¿Realmente no crees necesario un "Contrato social" sobre algunos temas?

Obviamente tu respuesta es clara: Todo eso lo pueden hacer empresas privadas con el mismo nivel de seguridad que el Estado. Y estoy en parte de acuerdo. Pero no puedes pedir que la gente tenga más confianza en una empresa privada que en principio mira por sus intereses, que en un Estado, que en principio mira por los intereses del pueblo. Creo así que una situación de anarcocapitalismo llevaría irremediablemente a la creación de un nuevo Estado exactamente igual al actual.



Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 11:11 (5)
Hay varios factores:

- La ignorancia acerca del liberalismo y sus escuelas de pensamiento.
- La influencia predominante del marxismo, autotitulada filosofia de la praxis y tambien cientifica, sobre la izquierda en su mayoria.
- El papel de los movimientos de protesta antisistema, han generado un discurso que actualmente es el llamado discurso politicamente correcto, ha permitido que el ecologismo y otras posturas similares haya sido asociada con la juventud contestataria, dejando al liberalismo como ideologia de los "burgueses opresores".
- Hay quienes ven en esto una operacion larga de reciclaje marxista, fraguada desde la epoca de Gramsci, aunque bien pudiera ser motivado y posibilitado actualmente por la sensacion de "unipolaridad" del mundo y el temor de algunos a que eso represente un dominio total de "formas salvajes del liberalismo y capitalismo".
- Tambien expresado en el temor de que todas las comunicaciones estan "digitadas" por agentes del sistema dominante. Esto ha sido facilmente cosechado por el marxismo que al haber perdido su influencia politica en gran parte intenta cosechar ideologicamente aun.
Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 11:30 (6)
*
Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 15:33 (7)
Eaco en este post tenemos un punto de encuentro, y me alegro que un liberal haga una defensa explícita de la búsqueda de la verdad, por otro lado no es muy frecuente que los liberales pongáis la verdad como norte. En fin, ahí nos encontraremos siempre: la búsqueda de la verdad en libertad, cada uno siguiendo su propio camino, pero tarde o temprano, si hay sinceridad en la búsqueda, nos encontraremos. Para mí has dado un paso notable, ¿qué te hace pensar que buscando la verdad siempre seas liberal? respeto el liberalismo, pero para mí no es ningún fin.
Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 16:59 (8)
No, buscar la verdad no necesariamente conduce a la libertad; creer en la libertad sí te hace buscar la verdad.

Imore, dije en mejor posición, no que fuera el más capacitado para comandar su vida.
Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 18:03 (9)
No, buscar la verdad no necesariamente conduce a la libertad;
Yo no te preguntaba eso sino ¿qué te hace pensar que buscando la verdad siempre seas liberal?
Por otro lado me sorprende que no creas que "la verdad os hará libres" ¿no eras tú cristiano?
Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 18:34 (10)
a) Por eso digo que no podemos estabecer a priori que la verdad conduce a la libertad. Así es, pero porque hemos buscado, y seguimos haciéndolo, la verdad.
b) La interpretación de "la verdad os hará libres" es un poco más compleja. Jesucristo es el "camino, la verdad y la vida, nadie viene al padre salvo por mí". Jesucristo es la verdad porque es palabra de Dios y la palabra de Dios es el camino a la libertad. Jesucristo es, pues, el hombre y su mensaje, el ser humano y Dios. De ahí que se le denomine Jesu(hombre)Cristo(Dios). Es su doble perspectiva; la fe en Dios, la verdad, implica no sólo creer en su palabra, sino también en quien la emitió, porque sigue siendo palabra. Por tanto, la verdad os hará libre alude a la fe en el Dios trino. Pues esa fe nos conduce a la auténtica libertad.

Pero estas consideraciones teológicas prefiero dejarlas al margen en este análisis.
Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 18:42 (11)
Gracias por el matiz, Eaco ;)

Pero aun así, las mismas dudas me siguen surgiendo. ¿Cómo se garantiza en una sociedad no madura la confianza?¿Dónde queda la voz de los expertos en una sociedad poco preparada?

Un saludo
Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 19:28 (12)
1) Imore: sin libertad no hay ni puede haber ética. La ética es una respuesta a esta pregunta: y ahora que soy libre ¿qué hago con mi libertad? La ética es posterior.

>Pero incluso la gente podría pensar en bloque que talar todos los árboles de España como material energético es correcto

En una democracia, si la mayoría pensara eso, eso se haría. En una expertocracia, si los expertos relevantes pensaran eso, eso se haría. En una anarquía capitalista, en cambio, eso sólo se haría si lo pensaran todos los propietarios de todos los árboles de España. No veo que sea menos difícil que en los otros casos.

2) Eaco, ¿"Cristo" no significa en griego "Ungido", un título real, no divino?

3) José María:

>...la búsqueda de la verdad en libertad, cada uno siguiendo su propio camino, pero tarde o temprano, si hay sinceridad en la búsqueda, nos encontraremos.

Si hay sinceridad y acierto.

>¿qué te hace pensar que buscando la verdad siempre seas liberal?

A mí (con la cautela ya mencionada del acierto en la búsqueda) el creer que el liberalismo es verdadero. Que es por lo que soy liberal, por cierto; me resulta curioso eso que has dicho de que no es muy frecuente que los liberales pongáis la verdad como norte.
Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 23:37 (13)
Imore: ¿cómo se garantiza la confianza en cualquier sociedad? ¿Quién es "se"? ¿Cómo sabe ese "se" que los expertos son de confianza, para empezar? Ya, porque "se" es más maduro que la sociedad; ¿quién lo decide?

En una anarquía capitalista, por lo que imagino, cada cual elige el experto en que confiar para cada cosa. Los que eligen sabiamente sus expertos prosperan, y la reputación de esos expertos sube y ellos prosperan también.

(No, no soy anarquista, porque no sé si es posible una sociedad anarquista, en qué circunstancias y si esas circunstancias son posibles [todo lo cual en realidad es una sola pregunta] y tampoco tengo claro qué sería una anarquía; pero eso no me obliga a calumniar el concepto).
Enviado por el día 18 de Agosto de 2005 a las 23:49 (14)
Marzo: Creo que hablamos de cosas distintas. Yo estoy hablando de la teoría y tú de la práctica. Yo hablo de sociedad y de sus normas y tú me hablas del individuo. ;)

En cuanto a lo de los árboles, creo que tienes razón en parte. Si los dueños de los árboles de una anarquismo capitalista le sacan más beneficios a talarlos en una situación determinada, nadie va a parar la tala. ¿Por qué tengo yo que pensar en dos generaciones posteriores a la mía? Y está claro que los expertos pueden decidir lo mismo, pero con un ligero matiz: los expertos del Estado en principio buscarán el interés general, y los propietarios privados únicamente el particular. Y puestos a elegir, prefiero un experto sobre el que Estado ejerce un control, que un propietario con sus propios intereses. Al menos mientras la sociedad no sea lo suficientemente madura, que era el punto de partida.

También podemos pensar que yo no tengo por qué preocuparme por nadie, y mucho menos por las generaciones futuras, ero sinceramente eso es exactamente lo que sucede cuando se antepone teóricamente la libertad individual a la moral o a la ética.

Un saludo
Enviado por el día 19 de Agosto de 2005 a las 00:05 (15)
Normalmente cuando uno piensa en el liberalismo como una ideología, son aquellos que quieren equipararlo a “su” ideología puesto que implícitamente están considerando que el pertenecer a una ideología obliga. Precisan de igualar a liberalismo a ello para igualar los condicionantes que ellos tienen. Bien. Pues el liberalismo no es una ideología, es un ideario, un modo de vivir en el cual el respeto y la responsabilidad, el respeto a la vida, a la propiedad, a la libertad del otro y la asunción de la responsabilidad por nuestros actos forman parte inseparable de ese ideario. Por tanto, difícilmente hay mas obligaciones que esas, que como comprenderán los dependientes de las ideologías no obliga mas que a eso, al respeto.

Difícilmente, sin embargo podemos definir incluso qué es la libertad. Discursos y debates ha habido de grandes cabezas sobre el tema. En mi modesto entender, la libertad, basándonos en el individualismo que nos caracteriza, no es más que una percepción personal a respetar por todos los demás. Hay quien considera que es ausencia de coacción, hay quien puede pensar que aceptar una determinada coacción es condición indispensable para alcanzar la verdadera libertad. Lo que es indudable es que si se puede hacer proselitismo pero no coacción a los demás para intentar lograr todos la libertad definida por uno.

Digo todo esto porque la búsqueda de la verdad, la búsqueda sincera para con uno mismo nos llevará a nuestra individual forma de libertad.

Por ello, las ideologías tienden a imponer SU pensamiento único. Entra dentro de su propia esencia el coaccionar a todos a lograr el objetivo marcado.
Enviado por el día 19 de Agosto de 2005 a las 09:26 (16)
Marzo, añades, "Y acierto" a lo que yo decía, bien, no te lo voy a negar, aunque para mí el acierto es seguro, salvo que haya alguna deficiencia en nuestra constitución interna. Pero en esto no nos podremos convencer porque entra más en el campo de las creencias personales, para simplificar, yo soy creyente y tú no, eso hace que tú y yo estemos en diferentes universos y entendamos la verdad, la libertad y hasta lo que realmente es el ser humano de maneras muy diferentes. En cualquier caso se sale del ámbito habitual de los temas tratados en red liberal y sólo hago un comentario marginal a ello.

Cuando digo que no es muy frecuente que los liberales pongáis la verdad como norte, en realidad os alabo, porque os reconozco, a la mayoría, una búsqueda sincera de la verdad, aunque en no pocas ocasiones escaso acierto, y cuando digo poco frecuente es porque no se suele explicitar. Y en algunos posts de red liberal, en no pocas ocasiones, veo más "ganas al enemigo" que búsqueda de verdad.
Por otro lado, no parece que digáis "en defensa de la verdad", pero sí "en defensa de la libertad individual", sin embargo para mí una cosa no puede ir separada de la otra, so pena de derivar en puertos distintos a los realmente verdaderos y libres.
Enviado por el día 19 de Agosto de 2005 a las 10:42 (17)
marzo: "sin libertad no hay ni puede haber ética. La ética es una respuesta a esta pregunta: y ahora que soy libre ¿qué hago con mi libertad? La ética es posterior."
No estoy de acuerdo con tal definición, en una dictadura no soy libre pero esto no me impide tener valores morales que perseguir aunque no pueda alcanzarlos.
La ética se puede definir como el arte de vivir como un ser humano, de acuerdo a su naturaleza. "Los medios concretos para alcanzar la verdad y el bien no están dados definitivamente a cada sujeto, porque es la libertad de cada uno quien tiene que elegirlos. Está dado el fin general de la naturaleza humana (felicidad, perfección), pero no los medios que conducen a esos fines. Es decir, hay muchísimo que inventar, que decidir, a lo que aventurarse. La orientación general surge de nuestra naturaleza humana, pero ésta necesita que la persona elija los fines secundarios y los medios.
Y, dado que no es instintivo en el ser humano alcanzar los fines naturales del hombre, la naturaleza humana tiene unas referencias orientativas para la libertad; es decir, tiene unas normas, unas leyes que le permiten encauzar (libremente) el cumplimiento de ese anhelo constitutivo, y que configuran lo que podríamos
llamar una guía de la naturaleza humana. Si se vive lo indicado en ellas, estaremos un poco más cerca del objetivo; si no se vive, nos alejaremos de él."
Un saludo,
Enviado por el día 19 de Agosto de 2005 a las 15:11 (18)
Marzo: No creo haber calumniado el anarcocapitalismo. Es más, me parece una posición bastante interesante. Pero entiende que las mismas dudas que tú reconoces, me surjan a mí ;)

Así, creo que tienes razón en que aquellos que más acierten serán los que se mantengan y prosperen. Pero lo que no me queda en absoluto claro es a costa de qué o quien.

Como te digo, no veo ninguna razón para que en un momento dado gran parte de la gente compre un artículo por resultar muy barato y que este artículo esté siendo realizado de una manera que cause un daño irreparable en la sociedad.

Ahora mismo podría suceder que mucha gente comprara artículos que han sido producidos mediante violación de todo derecho humano, o causando un grave daño ecológico. Y está demostrado que no vale la propaganda contra esos productos (propaganda, incluso falsa hay de sobra), mientras prime la solución tradicional al dilema del prisionero... si yo soy el único que no compra yo salgo perdiendo.

Y obviamente el confiar en los expertos puede ser igual de negativo...¡¡No seré yo quien lo niegue!! Pero creo que hay mayor probabilidad de acierto, si los que eligen u orientan son gente dedicadas al estudio del tema en cuestión, que si elige una sociedad no madura.

Un saludo
Enviado por el día 19 de Agosto de 2005 a las 16:21 (19)
Imore, el problema que tienen es definir adecuadamente qué es una sociedad madura, para lo cual tienes que tener o bien el don de la omnisciencia o bien la capacidad de saber qué piensan todas y cada una de las personas que forman esa sociedad. El problema que tienes es que si no sabes responder a esa cuestión anterior tienes que confiar en los expertos que tienen omnisciencia o conocen la opinión de todos para saber qué camino seguir. Pero además, has de tener el poder o conceder el poder necesario para seguir dicho camino.

El problema, Imore, es el poder.

El problema es conceder a alguien el poder de decidir sobre aquello que no es suyo, el problema es conceder a alguien el poder de decidir sobre lo que es tuyo.
Enviado por el día 19 de Agosto de 2005 a las 19:12 (20)
Correcto Bastiat. Pero en cualquier caso yo estoy dando poder de decidir sobre lo mío. En un caso a los expertos, en otros a la mayoría y en otros a la suma de las libertades individuales.

El problema es que incluso actuando únicamente sobre tu vida y sobre tu propiedad privada puedes estar afectando la vida y la propiedad del resto.

Y tienes razón, es muy difícil comprender lo que es una sociedad madura, y cuando se puede considerar que así sea, pero aún así, sí se me hace posible jugar con el término para hablar de las dificultades prácticas del liberalismo.

Y en cuanto al poder necesario para seguir el camino, no es más que el famoso contrato social de Rousseau. Los ciudadanos llegamos a un acuerdo sobre nuestra convivencia, en el cual decidimos quien nos gobierna, quien elije los expertos que regulen o orienten al gobierno en cada caso, y cuales son los límites que ponemos al gobierno.

Sin duda creo que esos límites deben ser más que suficientes, reduciéndo lo máximo posible el poder del Estado sobre los individuos, pero no creo que una situación de anarcocapitalismo sea estable. Más bien la veo como intentar colocar un lápiz de punta sin que se caiga...

Eso sí, estaré encantado si me aportáis datos nuevos que me hagan cambiar de opinión ;)

Un saludo
Enviado por el día 20 de Agosto de 2005 a las 02:37 (21)
Cuando alguien me habla del Contrato Social de un tal Rousseau que, según las malas lenguas, los hijos que engendraba los depositaba en los orfanatos para que “otros”, esto, perdón, el Estado, se ocupara de educarlos bien, siempre me acabo preguntando en qué consiste ese “Contrato Social”.

El hecho de que imore hable de limitar al Estado, de todas formas, me hace albergar alguna esperanza de que su referencia rousseauniana se haga desde la razón y no desde la ideología. Vaya, eso espero.

También me suele preocupar bastante ese continuo devenir de disputas entre liberales y socialistas como si los liberales no tuviéramos otra cosa que enfrentarnos con una determinada ideología y no contra lo que de verdad nos preocupa, contra el poder. Porque sólo es eso lo que tememos. Al poder de alguien contra el individuo, contra la libertad o contra la propiedad. Sea ese alguien quien sea.

Ocurre que esa dichosa referencia al francés se hace desde una cultura y una ideología presuponiendo que en ese contrato social que todos deberíamos definir, y digo todos, estuviera ya escrito.

Eso sí, parece partirse de la idea que ese contrato social se concierta siempre de manera democrática, es decir, que el hecho de la existencia de elecciones es la causa necesaria y suficiente para que se estipulen los acuerdos básicos de ese llamado contrato social.

Es decir, lo que acuerden aquellos que una mayoría hayan aceptados como sus expertos será siempre correcto.
Enviado por el día 20 de Agosto de 2005 a las 16:39 (22)
Entonces, y aplicando esa máxima, la máxima de la mayoría, si una mayoría democráticamente consultada decide que es bueno que los asesinos encontrados culpables sean ajusticiados, estaríamos aceptando que la pena de muerte es buena porque así lo decide una mayoría. No importa el cómo se haya llegado a formar esa mayoría sino lo que esa mayoría decida.

¿Pero eso es así incluso cuando no se ha preguntado directamente al pueblo sobre ese punto en concreto?

Supongo que el aceptar esas reglas de juego implica necesariamente que si. Por que de hecho, en democracia, lo importante son las reglas del juego. Si las decisiones sobre la vida en común quedan en manos de unos expertos que cada cuatros años son elegidos para gestionar todo lo que propusieran pues evidentemente hemos de aceptar que así es.

¿O no? Imore, ¿cuando hablas de poner límites te refieres a que hay que poner límites a la voluntad popular? Evidentemente, cuando hablamos de limitar al Estado habrá que definir que en democracia el Estado, las capacidades del Estado surgen de la voluntad popular.

Digo esto, porque aceptando que las normas por las que se rige una democracia, son, por definición del contrato social, justas, si no habría que empezar a definir qué es lo justo y qué no lo es. Cuales son las normas que sí lo son y cuales no lo son. Y partiendo de todo lo que dices, habría que definir en qué nos basamos para afirmar que cualquier cosa que decida la mayoría es justa o si todo es justo si lo define una mayoría.

¿Se podría definir una democracia justamente por los propios participantes en ella si no se impusieran límites a la capacidad de decisión, y por tanto de coacción de las mayoría sobre las minorías?

¿Podrías definirme cuales serías esos límites?

En mi modesto entender, todo aquello que actúa en contra de la libertad, de la propiedad y de la vida de los individuos debería estar limitado.
Enviado por el día 20 de Agosto de 2005 a las 16:41 (23)
Bastiat: Estoy de acuerdo en todo lo que comentas.
El problema es que en absoluto contemplo como una sociedad anarcocapitalista pueda evitar todo lo que comentas de malo en una estructura de Estado como la actual.

Si una mayoría en un anarcocapitalismo decide que hay que ejecutar a los asesinos encontrados culpables... ¿cómo lo evitas?. Y claro que siempre va a haber un debate sobre lo que es justo o no, o sobre lo que es bueno o no... ¡¡Ya Platón centró su filosofía en ello!!

Pero eso no va a quedar eliminado en el anarcocapitalismo... ¿Cómo resuelve la sociedad ancap el problema del aborto?¿O el problema de que tú tengas en tu discoteca la música a 200 dB y no dejes dormir al vecindario?¿Qué es lo justo?¿Cómo se protege?

Siceramente, una sociedad ancap requiere unos valores en la sociedad que ahora mismo no contemplo (no niego que pueda estar equivocado). Sin embargo, sí veo una sociedad bastante fuertemente adaptada al juego democrático en el que estamos, a ese contrato social, que permite incluso aumentar los límites del Estado de una manera suave pero firme. Y creo que ahí es donde hay que avanzar.

Y no dudo que una solución ancap sea válida. Pero no ahora, no con cualquier tipo de sociedad.

Un saludo

Enviado por el día 22 de Agosto de 2005 a las 08:08 (24)
Cuando me he referido a "aumentar los límites del Estado", me refiero a aumentar las limitaciones ;)

Un saludo
Enviado por el día 22 de Agosto de 2005 a las 08:13 (25)
"Cuando me he referido a "aumentar los límites del Estado", me refiero a aumentar las limitaciones ;)"

¡Ah! ¡bueno! ¡uff!

Es broma.
Enviado por el día 22 de Agosto de 2005 a las 09:03 (26)
Pues ahí entraríamos en un concepto muy sugerente como en el hecho de reconocer los derechos. Si en una sociedad Ancap decide, una parte de ella ajusticiar a un sujeto, la ley de Lynch, la cosa va a ser bastante complicada, siempre y cuando no entendamos que el derecho a la vida está por encima a un supuesto derecho a la venganza...

Indiscutiblemente, para que se de una cierta estabilidad en una sociedad ancap, supongo, reconozco que no soy un acérrimo defensor del anarco capitalismo, pero creo en su verdad conceptual, es preciso un compromiso cierto para con el respeto a los valores liberales, de ahí mi defensa conceptual. Pero entendiendo que en un momento determinado, si surgiera dicha sociedad surgirían también determinadas "empresas de justicia" y de seguridad, y podríamos acabar eliminando dichos problemas.

Bien, dicho esto, la realidad es muy otra, el proceso para llegar a eliminar todo vestigio de Estado, anarquismo, o reducirlo al mínimo, minarquismo, o simplemente limitarlo un poquejo, requiere de conocer hacia donde se quiere ir, pero no olvidándonos de todos los pasos intermedios necesarios en ese proceso.

Es por ello que sólo teniendo muy claro que es preciso implementar políticas liberales, de reducción del peso del Estado, para poder llegar a lo más parecido a ese estado Ancap. Ojo, pero para llegar a ello tenemos que tener claro los liberales que sino hacemos propuestas liberales y sabemos luchar contra los estatitas, nada se podrá hacer.

Y quizás la mejor manera es poder atacar el principal flanco de los estatitas que es la tendencia, al contrario de los liberales, hacia el totalitarismo, hacia la dictadura.

Un Saludo.
Enviado por el día 22 de Agosto de 2005 a las 09:13 (27)

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