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11 de Mayo de 2006

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Fe estatista en 30 apartados y 10 contradicciones (II)

16. La disciplina y la unidad de mandos

Este punto es otra de las letanías que Isidoro repite sin demostrar y sin argumento alguno. En su primera crítica aseguró que no habría disciplina ni unidad de mandos. Yo le respondí que la disciplina es perfectamente posible dentro de una empresa privada integrada y con una cadena de mandos únicos y ahora él admite que la disciplina privada es posible pero que en la guerra no sirve de nada sin unidad de mandos: Sin coordinación ya puedes tener a los más feroces soldados del mundo que el descalabro de una tras otra de tus unidades acabará por arrastrar a lo mejor de tu ejército a su disolución moral y física.

De acuerdo, pero olvidas de que en una empresa de nueva creación que integre o sea propiedad de diversas empresas de seguridad sí tiene una unidad de mandos. Toda empresa de nueva creación lo tiene, y por tanto éste no es el caso a tratar.

Veamos la siguiente opción: dicha coordinación sólo es posible mediante un directorio creado por las empresas que no vendría a ser sino un acuerdo para no competir. En dicho caso tendríamos un estado de facto por lo que a priori podríamos equiparar su capacidad a la del ejército regular. El problema vendría cuando los oficiales de ésta o aquélla graduación fuesen asimilados por el "ejército del trust o confederado" de tal manera en que unos y otros perderían graduaciones y privilegios (¿o acaso sería mantenible un ejército con 4 capitanes por cada soldado o con 100 generales división?) con lo que se abriría la veda para la "vendetta" personal.

Esto es simplemente ridículo. Copio y pego del anterior post ya que este punto ya lo traté e Isidoro lo ha omitido deliberadamente: Si esta empresa integrada ya existía, entonces los cargos ya estaban asignados antes de la declaración de guerra. La posibilidad que yo expliqué no fue que distintas empresas de defensa formaran una supermepresa de defensa, sino que distintas empresas de seguridad formaran una supermepresa de defensa. Por tanto, generales para capturar rateros pocos. Y aunque ese fuera el caso, siempre es posible contratar a nuevos generales que se ocupen específicamente del ámbito militar y no de la seguridad común.

Repito, para que no quepan dudas: si creas una nueva empresa, se genera una unidad de mandos NUEVA e INDEPENDIENTE a la que pudiera existir en las otras empresas. Pero es que, tal y como lo expliqué yo, las otras empresas son de seguridad común, no de defensa, y por tanto no hay mandos militares en ellas.

Pero aunque los hubiera, la afirmación de que habría cuatro capitanes por soldado tampoco tiene mucho sentido. Por ejemplo, si tuviéramos dos empresas de defensa que se integraran y cada una de ellas contara con 4 generales y 1000 soldados, al integrarse tenemos 8 generales y 2000 soldados.

En cualquier caso, repito: estamos hablando de crear empresas nuevas con una jerarquía independiente del de otras empresas. No veo que sea complicado de entender.

Luego imputa a ese conglomerado un cierto retardo en su respuesta: En todo caso es manifiesto cómo ese ejército conglomerado se haría acreedor de serias reformas antes de poder combatir eficientemente, esto es: que hubiese "disciplina, lealtad y obediencia".

Pero vamos a ver, ese conglomerado preexiste a la guerra. Es una creación empresarial para prevenir un ataque y defenderse. Eso es seguridad. No la respuesta improvisada a un ataque ya en curso.


17. Incentivos para pagar: los gorrones

Aquí el argumento de Isidoro vuelve a ser circular, confiado en que la gente no recuerde el rumbo de la discusión. En un primer momento Isidoro afirmó que en una sociedad anarquista el problema del free-rider sería irresoluble. Yo le expliqué dos mecanismos por los cuales el free-rider no existiría o no sería relevante: la capacidad para discriminar entre grandes zonas comunales (como urbanizaciones) y el problema de la restitución en caso de guerra (es decir, un ejército extranjero podría chantajear con bombardear un edificio por no tener contratada una compañía que lo defienda). Isidoro me respondió indignado (sin refutar que ello pudiera funcionar) diciéndome que la manera que tenía la sociedad anarquista de solucionar el problema del free-rider y de proporcionar seguridad era a través del miedo y no de la igualdad ante la ley. Yo le contesté nuevamente diciéndole que la provisión de TODA seguridad, también la estatista, se basa en el miedo. Ahora hace de su capa un sayo y responde:

Y tan evidente. El problema es que cuando las necesidades que se satisfacen tienen por objeto la soberanía... los acuerdos tienden a romperse. "No hay pactos entre leones y hombres", decía Aquiles. En el contexto de una batalla, amén del problema de los gorrones, se acabaría por no hacer distinciones entre personas: fuese suscriptor o no. Por dos razones: 1) Por necesidad (y confusión) militar y 2) Derivada de la segunda: porque acabaría formándose un trust de defensa.

En otras palabras, vuelve a su argumento de partida: los free-riders imposibilitarían la defensa, cuando lo que estábamos discutiendo era la viabilidad de unos mecanismos que permiten solucionar el problema de los free-riders. La defensa privada no es posible por los free-riders, y el miedo no soluciona el problema de los free-riders porque para dar respuesta al miedo es necesaria una defensa que es imposible con free-riders. ¿Creen que esto es una discusión honesta?

Te lo vuelvo a repetir. Si tu casa no tiene contratada una compañía de defensa, cualquier Estado extranjero tu puede subyugar con la simple amenaza de lanzarte desde mil kilómetros de distancia un misil. Sin una compañía de defensa contratada esa amenaza es totalmente creíble, ya que la empresa atacante no se enfrentaría con nadie en caso de agresión. Así mismo, ninguna empresa prestaría ningún servicio de restitución a la gente que no fuera cliente suyo en caso de una guerra. Por tanto, no tener contratada una compañía de defensa incrementaría enormemente los riesgos. El miedo sigue siendo uno de los mecanismos para proveer la defensa.

Eso sí, evita responderme que la defensa no se puede proveer a causa de los free-riders y que el miedo no podría ni debería ser la solución a los free-riders porque ello requiere una defensa imposible con los free-riders. Con presentar una vez argumentos retorcidos ya sobra.

18. ¿A qué empresas elegirían los consumidores?

En este punto Isidoro me recriminó que los consumidores elegirían a las compañías más eficientes, fueran amigas o enemigas. Yo le recordé que el juicio ético de cada individuo no queda eliminado por la atracción de la eficiencia; esto es algo que cualquier individuo que haya estudiado algo de economía austriaca y no esté cegado por el paradigma neoclásico del homo economicus comprende perfectamente. Sin embargo, Isidoro cae en la trampa: Siempre buscará la agencia que más tajantemente resuelva las controversias (esto enmarcado en un presunto mundo ancap) porque simplemente sería estúpido si no lo hiciese, si recurriese a los servicios de una agencia "soft" que dedica años a pleitos en lugar de obtener lo que su cliente "cree" justo.

La realidad no tiene por qué ser dicotómica. Puede ser que la empresa más eficiente sea la más inmoral, pero ello no significa que las restantes empresas morales sean completamente ineficientes. Pero aun en el caso en que fuera así, es decir, que eficiencia se correspondería con inmoralidad, existirían unas enormes oportunidades de beneficios para todas aquellas empresas que fueran a la vez eficientes y morales. Los clientes se trasladarían a ellas y acabarían descapitalizando a las restantes.

Pero es que además dudo de que muy pocos liberales, ante un ataque nazi, se echaran a los brazos de una compañía de seguridad dirigida por Stalin, aun cuando fuera la más eficiente. Más que nada porque podrían esperar que después de Hitler, ellos serían el siguiente objetivo.

19. Resolución de conflictos y escalada de violencia

Isidoro introduce aquí un nuevo argumento; como las compañías se deben a sus clientes, no estarán dispuestas a aceptar una sentencia adversa en el tribunal de arbitraje, por lo que tendrá lugar una escalada de violencia: Se evidencia que esta agencias no vendrían a garantizar ley alguna ya que no existiría tal sino que vendrían a garantizar "las opiniones particulares" de determinados tipos de suscriptores: el cliente siempre tiene la razón. Lo cual asegura una escalada de violencia.

Se trata de un nuevo argumento disparatado. Cada cliente necesariamente contrata con su empresa de acuerdo con unos términos contractuales que contendrían excepciones al deber de protección de la empresa. Así, las empresas podrían negarse a defender a un cliente suyo que matara a otra persona.

Esto es así por un motivo muy sencillo: si yo cliente de la compañía de seguridad A mato a mi vecino, cliente de la compañía de seguridad B, ésta última pretenderá vengar la muerte de su cliente, con lo que yo exigiré protección a mi compañía, de modo que la guerra entre ambas devendría inevitable.

De la misma manera que las pólizas de los coches no cubren los accidentes que genere deliberadamente el conductor, a las compañías no les interesa resolver militarmente todas las controversias que generen sus clientes, ya que ello daría lugar a un moral hazard tremendo que elevaría los costes de una manera exagerada. De ahí que se coloquen excepciones al deber de defensa de la empresa.

Para dilucidar los hechos y los derechos en una situación, las compañías pueden acudir a un tribunal de arbitraje que, a la luz de las circunstancias concurrentes y de los contratos entre las distintas partes (empresa-cliente, cliente-cliente, empresa-empresa) dictamine qué ha ocurrido y cuál es la consecuencia jurídica.

Las compañías podrán o no aceptar la sentencia, pero en la práctica una compañía que siempre se negara a aceptarlas sería equivalente a una agencia agresora (ya que sus clientes podrían hacer cualquier cosa) cuyo análisis es similar al de cómo una sociedad libre se defiende de un Estado extranjero agresor.

Del mismo modo, una empresa que se negara a aceptar una sentencia dictada por un tribunal con enorme prestigio o por un tribunal que tuviera a priori el derecho a resolver en virtud de un convenio entre ambas empresas, sufriría una merma en su credibilidad frente al resto de empresas (ya que habría roto su palabra).

Esto significaría que las restantes empresas impondrían nuevas trabas para que sus clientes se relacionaran con la empresa incumplidora (ya que ésta tiene fama de incrementar los costes en caso de conflicto), de modo que los clientes de ésta última sufrirían un claro perjuicio que llevaría a muchos a cambiar de empresa.

La perspectiva de esta posibilidad supone un freno de entidad al incumplimiento de las sentencias.

Lo cual no significa que no puedan haber conflictos; también hoy un Estado puede declarar una guerra a otro si no está de acuerdo con las acciones de este último. Aunque parece ser que Isidoro no opina lo mismo: Con la fuerza de un ejército armado no veo porqué no habríamos, una vez frente al árbitro, hacer notar la elocuencia de las armas de "nuestros chicos". Satisfaríamos a nuestros clientes, ya que ellos quieren "acción y menos blá blá blá", ¿por qué aceptar el dictamen de un árbitro? ¿Qué nos va a hacer el árbitro si le ignoramos? ¿Por qué no llegar a un acuerdo para repartirse el mercado? En definitiva: ¿Por qué no ser estados?

El árbitro, obviamente, no puede hacer nada. Del mismo modo que un tribunal de arbitraje internacional no puede hacer nada cuando enjuicia a dos Estados. Como hemos visto, sin embargo, sí existen incentivos a limitar el campo del deber de protección para los individuos y a dilucidar los problemas en un rápido y barato arbitraje, y no en una guerra destructiva para ambas compañías.

20. Repartirse el mercado con su propia policía

Isidoro introduce entre el final del anterior párrafo y el comienzo del siguiente una nueva objeción: las empresas podrían pactar repartirse los territorios impidiendo que los clientes cancelen su suscripción: Una empresa con armas puede llegar a la misma conclusión para con sus clientes, y generalmente lo haría en anuencia con otras tantas. ¿Por qué? Porque GENERA SU PROPIA POLICÝA.

El argumento es similar al del trust, pero aquí no asistimos a una fusión de empresas, sino más bien a un reparto territorial. Lo curioso de Isidoro es que niega cualquier posibilidad de que las empresas colaboren para servir al consumidor (recordemos que según él son incapaces de distinguir entre amigos y enemigos o de aceptar el dictamen de un tribunal de arbitraje) y, en cambio, siempre tienen la puerta abierta para hacer el mal.

Veamos, ya de entrada, una empresa no tiene por qué aceptar ningún reparto del mercado. ¿Acaso crees que Google decidirá repartirse con Quaero los mercados estadounidense y europeos respectivamente? No, Google espera barrir a Quaero y ese pacto sólo disminuiría sus beneficios.

Aunque es obvio que las empresas también podrían llegar al acuerdo de repartírselo. Dado que esto es equivalente a un acuerdo colusorio, lo estudiaremos más adelante.

21. Las convicciones morales de los Estados

He de reconocer que el siguiente argumento me ha persuadido enormemente, ya que apela a la indudable buena voluntad de los Estados y los políticos. Isidoro aseguró que en ausencia de árbitro último se degenera en una guerra entre empresas, sin embargo, le respondí, esto no sucede en el ámbito internacional, donde no existe ni Estado mundial ni guerra mundial.

Esto responde: Resulta que los entes soberanos llegan entre sí a un equilibrio sobre la base de su fuerza cuando no de sus convicciones morales. Los países que realmente se podrían hacer daño entre sí ni se piensan el enfrentarse porque nada ganarían: MDA, mutua destrucción asegurada.

Genial, con la salvedad de que esto no tiene por qué ser así y de hecho históricamente no ha sido así. Con lo cual, de nuevo, vuelves a basar la estabilidad del sistema estatista y la inestabilidad del anarquista en tu fe.

Lo cierto es que las empresas, con más razón que los Estados, sí pueden llegar a un equilibrio pacífico de acuerdo con su fuerza. Ya no sólo por las ADM que también sirven para disuadirlos, como ya hemos visto, sino por lo siguiente.

Los Estados, como también dije, trasladan los costes de la guerra a la población; las empresas padecen ellas mismas ese coste. Si quieres limitar la posibilidad de la guerra, has de vincular su coste a su acción. Si lo desvinculas, tenemos un free lunch; los políticos pueden gastar tanto como quieran en una guerra, sin que ello les perjudique demasiado personalmente.

En cambio, las empresas privadas que iniciaran guerras de agresión tendrían que costearlas por sí mismas y, para más inri, si sus clientes las consideraran injustas no estarían dispuestos a costearlas y les retirarían la financiación. Lo cual supondría cerrar chorro de los recursos y, por tanto, la derrota frente al adversario.

Pero además, ¿por qué Isidoro asume que los Estados tienen convicciones morales y las empresas no? Estamos ante un argumento tan pueril, antiliberal y desencaminado, que da pena mencionarlo. Una empresa tiene las mismas razones para ser tan moral como pudiera llegarlo a ser un Estado, y una adicional: que se basa en la voluntariedad con sus clientes. La empresa no impone nada por la fuerza ni pretende manejar todos los aspectos de la vida de los individuos, ya que es una empresa de defensa, no un conglomerado jurídico, sanitario, aduanero y defensivo; no es un organismo paternalista y ultrarregulador. La verdad es que ante tamaños argumentos uno no puede más que sorprenderse.

Veamos qué más añade Isidoro: ¿Se puede sostener eso de dos señores de la guerra? No, la paz actual es fruto de un desarrollo histórico que los ancaps, ya sea idealmente, quieren reiniciar. No cabe duda de que las ideologías influyen, pero estamos en una situación en que un Hitler resulta imposible, así como cualquier forma de imperialismo agresivo en el seno de las sociedades civilizadas y aún sin civilizar (gracias al imperialismo norteamericano tan denostado por algunos). Pero TODO ese equilibrio se esfumaría si volvemos hacia atrás en busca de una "solución" pseudofeudal a la seguridad nacional; surgirían nuevos conquistadores y nuevos estados. Así de triste.

De nuevo estamos ante opiniones totalmente arbitrarias y de tertulia de café por parte de Isidoro. “Pues yo creo que pasaría esto”. “Ah muy bien, ¿y las pruebas?” “Hombre… parece evidente, ¿para qué demostrarlo?”. Sin ningún problema, el iracundo se pone a hacer de Rappel, predice catástrofes que ni los ecologistas, y se queda tan ancho.

La paz no es posible entre empresas porque revertiríamos el proceso de evolución y ello implica necesariamente volver a Hitler. Por la misma razón, podríamos revertirlo un poco más y volver al s. XIX, pero vamos, esta intentona cuasi marxista de dilucidar el curso de la historia no tiene base alguna.

Los anarcocapitalistas no pretenden reiniciar nada, sino modificar lo que está en curso. No pretenden sustituir una ideología que cada vez más juzga las agresiones imperiales intolerables, sino extenderla más y hacerla consecuente. No pretende involucionar, sino cambiar el rumbo de la evolución. No pretenden planificar la sociedad, sino hacer ver a cada individuo que tiene derecho a planificarse su vida.

Las mismas convicciones que según tú hacen hoy imposible el surgimiento de un Hitler, podrían estar presentes en una sociedad anarquista. Cuidado, yo no te digo que vayan a estarlo, porque no puedo predecir el futuro. Pero tú tampoco puedes afirmar que no vayan a estarlo, a menos que lo demuestres.

Yo me limito a afirmar que esas convicciones antiimperialistas pueden estar y que también pueden dejar de estar en la sociedad actual. Por tanto, a falta de alguna demostración en uno u otro sentido, esto es una parida garrafal.

Máxime si tenemos en cuenta que la difusión del anarocapitalismo va ligada a la difusión de la paz y del antiimperialismo.


22. Contradicción 5: Asentamiento no pacífico del trust

Aquí Isidoro pretende cuadrar el círculo. Nos dice que toda integración de empresas da a lugar a un monopolio. Yo le respondo que en ese caso no observo grandes diferencias con el monopolio de la compulsión llamado Estado y, atención atención, he aquí su réplica: A ver Rallo... es muy sencillo, ¿cómo es un estado naciente? ¿Cómo nace un estado? No lo hace pacíficamente y suele surgir en guerras. Las instituciones de coerción más básicas y primigenias imaginables fueron sin duda originadas por un eventual equilibrio entre "unos y otros" tras una lucha caótica.

Pues mira no. Si hay un trust entre empresas es que hay un acuerdo estable entre ellas para seguir dominando un territorio. Si hay guerras entre empresas para adquirir en régimen exclusivo la posición monopolística, entonces no hay un trust. No puedes afirmar al mismo tiempo que se formará un trust monopolístico y que habrá guerras, una de dos.

Por tanto, si se forma un trust entre las empresas, diferencias necesarias con el Estado no tienen por qué existir. En todo caso dependerán, para unos y otros, de las contingencias históricas. Si las empresas no lo forman, entonces lo que tienes simplemente es un sistema competitivo entre empresas de seguridad, donde una de ellas quiera dominar los clientes de las restantes, es decir, algo similar a un Estado agresor.

Otra cosa es que afirmes que una empresa llegue a imponerse sobre las demás y constituya un monopolio territorial. Pero esto no es un trust por integración del que hablábamos, y lo trataré más tarde.

23. Contradicción 6: El pueblo puede controlar pero los clientes no

Isidoro defendió el control de los Estados por parte de la población, a lo que yo le respondí que mucho más controladas están las empresas por sus consumidores.

Replica Isidoro: Los mecanismos de control, tanto institucionales como constitucionales, del estado no se pueden comparar a los controles que el mercado realiza de la oferta, de los empresarios. No se puede por una sencilla razón: toda la lógica del mercado se deriva de la paz como realidad sobreentendida y sin estado dicha paz es imposible.

Esto de nuevo parte del error contractualista fundamental. El Estado está mucho más armado (por ser monopolístico) frente a la población, por tanto el control que la población puede ejercer sobre el Estado partirá de que éste no quiera reprimirla. Los controles constituciones e institucionales debe cumplirlos el ente al que queremos controlar, por tanto estamos ante un nuevo razonamiento circular.

Si el Estado quiere totalizarse, ¿qué árbitro se lo impedirá? ¿El pueblo? Pero si me estás diciendo que los clientes no pueden controlar a sus empresas por tener estas armas. Aclárate; si las armas siempre conceden la razón, entonces el anarcocapitalismo degenera tanto como el minarquismo hacia el totalitarismo (de hecho, en realidad, degenera menos, porque no hay un monopolio de la compulsión). Si, en cambio, el minarquismo puede no totalizarse porque el pueblo se lo impide al Estado, también los clientes de una compañía pueden evitar que se establezca en régimen de monopolio.

Otra vez lo que tenemos es una fe estatista impresionante. Pero razonamientos científicos, poquitos.


24. La inexorabilidad de los juicios

Este punto constituye en realidad una nota al margen en la discusión, pero es interesante tratarlo ya que es un ejemplo de los razonamientos flacos que suele efectuar Isidoro.

En su primer post afirma: Un estado mínimo puede degenerar en estado totalitario, pero el trust de agencias de defensa ES totalitario hasta que alguien lo derribe o se reforme.

A esto yo le repliqué lo siguiente: Isidoro asume a la torera y sin fundamento que ese trust sería un Estado totalitario. Nozick por ejemplo denomina a ese embrión “Estado ultramínimo”, es decir, un Estado aun más reducido que el que mínimo que propone Isidoro. ¿Por qué ese Estado iba a ser totalitario? ¿Simplemente porque puedan obligar a sus clientes a pagar su precio e impidan a otras empresas ejercer la competencia?

Y ahora me contesta Isidoro: Caes en tu propia trampa ya que... ¿por qué no iba a serlo? El trust, una vez nacido, no se hallaría sujeto a ninguna norma de gobierno y podría disponer de su recien adquirido poder a su albedrío: extendiéndose y controlando los ámbitos que estimase oportuno el directorio. ¿Quién se iba a oponer? ¿La desorganizada muchedumbre? El naciente estado, desde luego, sería apoyado por los antaño gorrones, que no serían pocos, en ese caso... ¿quién se opondría a quién? y lo que es mejor: ¿quién se sentiría legitimado para oponerse a quién?

Mira, yo no caigo en ninguna trampa porque no afirmo que ese trust fuera un Estado ultramínimo. Me limité a afirmar que no tenía por qué ser totalitario; eres tú quien lo dijo y quien por tanto tienes que demostrarlo. Aquí no estamos discutiendo para ver qué tiempo cree cada uno que hará dentro de dos años; estamos discutiendo para encontrar elementos estructurales y relaciones causales necesarias. Si tú dices que el trust ES un Estado totalitario, tienes que demostrar que lo va a ser en cualquier circunstancia. En otro caso, has de decir que “podría ser” un Estado totalitario.

Lo gracioso es que te limitas a efectuar afirmaciones sin demostrarlas. El trust (cuya existencia es más que dudosa) está sujeto a sus Estatutos, al igual que un Estado a su Constitución. La muchedumbre no tiene que estar desorganizada (y si tiene que estarlo, demuestra por qué; no te limites a hacer afirmaciones gratuitas), sino que ya podía haber previsto que sus empresas estaban formando un trust. Los gorrones desde luego no van a apoyar la formación del trust, más que nada porque por su propia definición el free-rider es el principal perjudicado del establecimiento del Estado (sin Estado no paga y disfruta de defensa, y con Estado tiene que pagar).

Tus juicios son alegres e infundados. Si haces una predicción apodíctica tienes que demostrar que no puede ser de otro modo y es evidente que aquí sí puede serlo. Aun cuando fuera cierto todo lo que dices, basta para que el trust no fuera totalitario con que sus propietarios tuvieran unos mínimos juicios morales.

No digo yo que vayan a tenerlos ni que no vayan a establecer un Estado totalitario; eres tú el que afirma que NO van a tenerlos en ningún caso y que en cualquier circunstancia se terminará estableciendo un Estado totalitario. Demuéstralo, tu opinión sin prueba alguna, no sirve de nada.

25. Contradicción 7: Cómo un Estado no puede ir contra sí mismo

En esto Isidoro afirmó que uno de los problemas del trust sería el surgimiento de numerosos desaguisados en su seno. Ahora me responde: ¿Dónde escribo yo "normas desaguisadas"? Eso, de entrada. Y de salida decir que ese trust podría coger a un señor que vive en un palacete muy majo y decirle que se fuese a tomar por el culo, que esa casita es ahora propiedad del directorio: ESO sería un desaguisado, ¿o no?

Pues no, yo no sé qué entenderás tú por desaguisado, pero históricamente una fazaña desaguisada era aquella que iba en contra de la costumbre del lugar. Por extensión la RAE afirma que es todo Hecho contra la ley o la razón.

Obviamente, si el trust se establece en monopolio territorial sobre la violencia y el derecho, difícilmente puede realizar acciones (a través de normas internas) que vayan contra su propio derecho. El palacete de un señor se puede ir a tomar por el culo a través de un procedimiento expropiatorio que también existe en los Estados modernos y que no genera desaguisados ya que está efectuado de acuerdo con sus normas positivas internas.

Por tanto, precisamente uno de los problemas que ese trust no tendría es la de incoherencias jurídicas consigo mismo. Si consolida el monopolio de la compulsión, cualquier acción suya queda convalidada; al igual que sucede hoy con cualquier Estado.

Otra cosa distinta es que eso sea horripilante: de ahí que también nos opongamos a los Estados.

26. Diferencias entre un Estatuto y una Constitución

Tu siguiente argumento sigue demostrando un completo desconocimiento de economía. Veamos qué dice Isidoro sobre quién podría aceptar los Estatutos de ese trust: Alguna gente sí (los gorrones "supervivientes", sobre todo) pero casi todos aceptarían por puro miedo; estamos hablando de un trust que no estaría sometido a freno alguno, impondría sus criterios sin mayor problema sobre la base moral del igualitarismo. ¿Quién se opondría?

Los gorrones no pueden estar a favor del trust, porque perjudica su situación precedente. A ver si nos lo metemos en la cabeza; el gorrón, en caso de existir, es la persona que obtiene un servicio gratis porque otros lo están pagando. El Estado o el trust, en cambio, le fuerza a pagar, por consiguiente, no puede estar a favor (a menos que obtenga otros beneficios no relacionados con su condición de gorrón).

Y de nuevo, asumes que el trust se consolidaría gracias al miedo de la gente. ¿Y si no tienen miedo también se consolidará? ¿Por qué el miedo sirve en el caso del trust pero no en el caso del monopolio militar estatal?

Veamos qué dice Isidoro sobre cuál es la diferencia entre Constitución y Estatuto: la misma que hay entre un texto constitucional moderno y un pacto de sangre entre familias medievales (y sus respectivos siervos, que sería lo que serían a esas alturas tus "consumidores"). Es la diferencia entre fuerza bruta y legalidad, para ti inapreciable seguramente, pero para el resto tiene algún valor. Tú verás.

El pacto, en ausencia de un órgano superior y coactivo que lo ejecute, es letra mojada. El texto constitucional moderno simplemente surge de la convicción que tiene la gente de que el Estado debe tener límites y de que esos límites no puede imponerlos unilateralmente; en los pactos de sangre, en cambio, los siervos aceptaban someterse.

Pero ni la Constitución quita el miedo ni el Pacto de Sangre lo da. Al revés, en todo caso cabría afirmar que la Constitución es una consecuencia (que no una causa) de una sociedad con menos miedo y que, a la inversa, el Pacto de Sangre es la consecuencia de una sociedad con miedo.

Sin embargo no explicas cómo ese miedo llega a instaurarse. Desde luego, la explicación no puede residir en la posibilidad que tiene el Estado de usar la fuerza bruta contra la población, ya que en ese caso las Constituciones del XIX nunca habrían sido aprobadas. En realidad, el miedo o su ausencia está mucho más relacionado con la concepción que tenga la gente del Estado y de lo que es legítimo.

Por tanto, el trust impondrá sus Estatutos si la gente cree que puede, debe o conviene que los imponga; en otro caso no. Lo mismo sucede con la Constitución, perdura porque en caso de vulnerarse el pueblo se levantaría contra el Estado.

Hay ocasiones en que un Estado puede dominar temporalmente a una población gracias a su poderío militar. Pero de nuevo esto no está relacionado ni con trusts, ni con Constituciones, ni con Pactos de Sangre. El poderío militar que tiene hoy un Estado es similar al que podría tener un trust; por tanto, o demuestras por qué el trust sí estaría dispuesto a hacerlo valer para dominar a la población y el Estado no (y en ausencia de un árbitro superior sociedad-Estado, no puedes argüir la existencia de una Constitución que sólo puede hacer cumplir el Estado) o dejas de utilizar este argumento que, de nuevo, no tiene nada de científico.

27. El papel de los bancos

Aparte de la oposición popular, expliqué que otro mecanismo por el que el trust tendría difícil consolidarse es el papel de los bancos que, por ejemplo, podrían oponerse a efectuar las transferencias fiscales. Isidoro me respondió que el trust expropiaría todos los bienes y que, por tanto, el papel del banco sería irrelevante. Yo le respondí que no por dos motivos: uno, que la población podría tener importantes activos en el extranjero, y dos que el banco podría embargar los bienes del trust en el extranjero. El segundo argumento ni lo ha considerado, veamos qué dice sobre el primero: Todo el activo físico sería expropiado y creo sinceramente que eso bastaría para unas cuantas vacaciones de verano para toda la horda totalitaria.

Primero, para irte de vacaciones con los activos físicos expropiados tienen que conseguir que alguien te los compre y para ello el banco tiene que aceptar la operación, a menos que se efectúe en metálico (por no hablar de que el banco podría boicotear a quien, con su dinero, comprara propiedades expropiadas). Segundo, no se trata sólo de pagar unas vacaciones, sino de percibir impuestos de manera continua y eso es realmente complicado sin un sistema bancario que no realice los pertinentes ingresos. Habría que regresar a los tiempos de los publicanos, lo cual añade ciertas ineficiencias que podrían no compensar el establecimiento del trust.

Obviamente, si asumes que el trust se convertirá en un Estado comunista el papel de los bancos es irrelevante, al menos como dificultadores de las transacciones. La cuestión es que hasta consolidarse como Estado socialista la empresa tendría serias dificultades de financiación que favorecerían la oposición militar interna o externa.

Por supuesto, los bancos sí tendrían un papel más relevante en el caso de embargar los depósitos de los trust o sus propiedades en el extranjero.

28. Contradicción 8: La necesidad militar que sólo ve Isidoro y de nuevo la imposibilidad del ejército permanente

Isidoro argumentó que el mercado no podría proporcionar un ejército necesario porque nadie le vería utilidad. Esto es una clara contradicción porque precisamente lo útil es lo necesario.

Así se defiende Isidoro: El ejército no es necesario para el mercado, es algo que ya he defendido con anterioridad, pero eso no implica que el ejercito sea, a la postre, no-necesario. Hay ríos de tinta acerca de lo bien que funciona el mercado sin intervención y yo comparto sus conclusiones, pero el mercado sobreentiende la paz: la da por supuesta. Esa paz deviene imposible cuando un agresor nos ataca y por tanto el mercado libre se esfuma.

De nuevo, espantoso y contradictorio. Primero, dices que el ejército no es necesario para el mercado pero que el mercado no puede funcionar sin ejército que lo defienda. Por tanto sí será necesario.

Segundo, afirman que los individuos dan por supuesta la paz. Todos salvo tú, por supuesto. Menos mal que podemos contar con gente como tú al frente del monopolio de la violencia, porque parece ser que eres único capaz de prever una guerra futura y la necesidad actual de un ejército permanente. ¿Por qué la dan por supuesta? Lo que tienes que demostrar son tus premisa; no puedes partir de que las cosas son así porque sí. Los consumidores pueden saber tan bien o mejor que tú que si mañana los ataca alguien, conviene que ya hoy tengan un ejército. Ante eso perfectamente pueden pagar; al fin y al cabo no es un gasto tan inasumible, hoy ya lo están sufragando.

Ahora bien, Isidoro no tiene problemas para afirmar que sí lo es: En el estado no hay cálculo económico por lo que se puede permitir la estravagancia de mantener un ejército sin haber guerra. Los consumidores pueden estar de acuerdo con el ejército y su existencia en guerra, pero no les preguntes lo que estarían dispuestos a sacrificar de sus caprichos diarios o necesidades durante la paz para mantener un ejército.

Sin palabras. Primero, ¿cómo sabes que el resultado del cálculo económico realizado por los distintos agentes sería que no quieren un ejército? Segundo, ¿cómo que los consumidores no saben qué están dispuestos a sacrificar a cambio de gozar de seguridad hoy? Esto es tan banal como afirmar que las empresas no pueden invertir en I+D porque los consumidores no saben a qué están dispuestos a renunciar hoy a cambio de unos medicamentos que ni conocen, ni saben para que sirven, y que en todo caso estarán disponibles dentro de quince años. Extraordinario razonamiento; sólo te falta dar un pasito para legitimar la dirección planificada de la economía, porque ya sabes que hay necesidades que los consumidores no conocen y que sólo la extravagancia del Estado se puede permitir.

29. Contradicción 9: Por qué el trust requiere la colaboración de las empresas

Isidoro sostuvo que las empresas no podrían integrarse en forma de trust porque surgirían rivalidades que conducirían al sabotaje. El problema es que si hay sabotajes y desavenencias no hay trust a través de un acuerdo colusorio. Lo que hay precisamente es la ruptura de ese acuerdo.

Responde Isidoro: El que dentro de un ejército estatista, como sería el del trust referido, existan rivalidades y sabotajes viene a relacionarse con la capacidad combativa de dicho ejército no con su imposibilidad. ¿No comparábamos precisamente la combatividad y efectividad del ejército ancap y el ejército estatal? De nuevo no me contradigo en absoluto.

Pues hombre, o tu argumento es una nadería o es contradictorio. Si lo que quieres decir es que en caso de integrarse A y B, los generales de A estarían celosos de los de B y viceversa, y que ello generaría rivalidades y sabotajes internos, entonces el trust lo tiene tan sencillo como hacer un ajuste de plantilla. Por tanto, rivalidad ninguna; la misma que puede existir en cualquier empresa y que termina saldándose con un despido.

Si, en cambio, quieres afirmar que los mandos serían respaldados por cada empresa en este proceso de rivalidad, lo que tienes es la ruptura del trust. Una empresa luchando contra la otra, se acabó el monopolio.

En definitiva, o no hay problemas, o si los hay, no existe trust. Esto no tiene nada que ver con la combatividad, sino con la viabilidad de una integración empresarial.

30. ¿Quién es el ungido?

Termina Isidoro: en este caso, has hablado como un ungido a los que tanto criticas al pretender subsumir nada menos que la guerra y quiénes la llevan a cabo en la economía; a mi juicio, un error.

El ungido es aquel que cree tener razón y no lo demuestra. Es aquel que cree conocer las preferencias de los demás mejor que ellos mismos. Es aquel que cree sus convicciones necesariamente son ciertas. Es aquel que suelta una frase y cree haber expuesto una compleja demostración. Es aquel que pretende cargarse las inexorables leyes de la economía cuando no le gustan sus conclusiones.

Yo no he sido quien hace afirmaciones gratuitas sin demostración. Yo no he sido quien ha afirmado que el mercado será de un determinado modo, porque crea conocer las preferencias de los consumidores. Yo no he sido quien ha expuesto convicciones como argumentos; he remarcado siempre aquellos casos donde más de un posible resultado es posible, tanto el que me gustaría como el que no. Yo no he sido quien ha emitido frases y omitido demostraciones. Yo no he sido quien pretende repudiar las inevitables conclusiones del análisis económico. Y sobre todo yo no soy quien quiere planificar la vida de los demás.

¿Ungido? Mira a otra parte.


Comentarios

 
Profusa y arrolladora refutación, Rallo, en tu línea. Vaciedad contra solidez argumentativa. Análisis científico desde la praxeología contra arrogante cientismo constructivista. Espero que todo esto sirva para que algunos reflexionen sobre sus ideas y concluyan que la violencia, aun concentrada en forma de Estado, no es la solución a sus problemas. La libertad siempre es superior.

Un saludo.
Enviado por el día 11 de Mayo de 2006 a las 20:25 (1)
Yo solo veo una rstra de teoría inaplicable. No veo demasiados estados que tengan ejercitos privados y funcionen. A no ser que la proliferación de milicias en Irak o Somalia sea una buena idea, vamos.

No veo qué limita a una empresa que tenga el monopolio de la violencia a ejercerla con igual o más virulencia que el estado contra sus propios clientes. Uno no puede romper un contrato e irse a la competencia si le apuntan con un rifle, vamos.

Un ejemplo claro es la mafia. Es una organización privada que te cobra por su protección, y que se asegura que si no pagas necesites esa protección que ofreces. Son fieramente territoriales; si una mafia rival intenta competir, se lían a tiros rápido o se reparten el mercado.

No veo que impide un ejercito privado en ejercer de mafia. Y no, el respetar un contrato no me vale. La mafia respeta sus contratos... por algo los firma de forma que le favorezcan.
Enviado por el día 11 de Mayo de 2006 a las 21:05 (2)
Egocrata, si una empresa tiene el monopolio de la violencia, sus clientes no pueden irse a la competencia porque no existe competencia, no porque les apunten con un rifle.
Enviado por el día 11 de Mayo de 2006 a las 22:01 (3)
Si el anrcocapitalismo es inviable, por razones como las que escribe egocrata, tanto mas lo son los Estados.

El proceso de transicion de Gobierno Limitado a democracia ilimitada puede hacerse muy, pero muy gradualmente y terminar en una dictadura plebiscitaria con fachada democratica (de cara a las tribunas internacionales.

Y esa gradualidad puede pasar imperceptiblemente y disfrazarse de pacifismo, igualitarismo, ecologismo, etc., y aunque el 49% de los electores lo note y trate de evitarlo votando en contra (siendo calificados de fachas, oligarcas y otras hierbas), el 51% restante que no lo nota (o no le importa, nunca se sabe) tendra la ultima palabra que permitira el avance de esa alternativa totalitaria.

Ahora bien, ¿una compañia puede encajar el perder el 49% de sus clientes?
Enviado por el día 11 de Mayo de 2006 a las 22:10 (4)
Si puede mantenerlos callados a cañonazos, claro que sí.

Sobre el monopolio de la violencia, no soy el único que dice que el uso la violencia es un monopolio natural. Las empresas de seguridad tienen todo el incentivo del mundo para repartirse el mercado y actuar como bandidos, digan lo que digan los clientes. El coste de la competencia abierta es mayor que el coste de territorializar.
Enviado por el día 11 de Mayo de 2006 a las 23:03 (5)
Sí, los estados son inviables... Esto es ya el paroxismo.
Enviado por el día 11 de Mayo de 2006 a las 23:14 (6)
Egócrata, ¿te has leído el post? No lo pregunto porque no crea que no puedas discrepar, sino porque cosas que planteas están ahí respondidas, y esperaba un ataque a mis argumentos no repetir lo que ya he contestado.

La guerra Irak está prácticamente privatizada y los radares de la Royal Navy los lleva una empresa privada (y la tripulación de los últimos dos buques también).

Pero el tema no es tanto que el gasto en defensa se pueda subcontratar, sino si es posible que la sociedad decida gastar en defensa.

Iracundo, lo que podemos considerar inviable es el Estado mínimo estable.
Enviado por el día 11 de Mayo de 2006 a las 23:26 (7)
Iracundo, inviable desde que no cumple con lo que se espera de ellos.

Egocrata, yo no soy el unico que dice que existen duendecillos ;-)

Si puede mantenerlos callados a cañonazos, claro que sí.

¿Y eso no es precisamente lo que hace el Estado? Sin embargo eso no te perece un argumento en su contra. Por otro lado, asumes que el 49% se va a quedar cruzado de brazos e ignoras que mencione algo sobre la gradualidad: los electores (por lo menos algunos) si son capaces de percatarse del creciente autoritarismo de los gobiernos, pero los clientes son unos tontos de nacimiento.

(Por cierto, yo no lo queria decir, pero si, las objeciones de egocrata estan respondidas en el texto.)
Enviado por el día 11 de Mayo de 2006 a las 23:42 (8)
Magnifico Post Rallo. Ha merecido la pena estar casi una hora frente a la pantalla. Qué gran liberal.
Enviado por el día 12 de Mayo de 2006 a las 01:42 (9)
Sobre Irak, me refiero al alegre uso de milicias privadas por parte de varios grupos iraquíes, matándose unos a otros. No el uso de mercenarios por parte del estado, algo con una larga tradición.

En tu argumentación no veo ninguna explicación que no me lleve a pensar que las compañías de seguridad privadas no tengan todos los incentivos del mundo para actuar como la mafia. Un reparto del monopolio de la violencia en territorios, y competencia ocasional mediante guerras más o menos abiertas.
Enviado por el día 12 de Mayo de 2006 a las 17:54 (10)
Los argumentos están, tanto en este como en los anteriores. Básicamente la resistencia de los consumidores, la ayuda extranjera, la colaboración de los bancos o la incursión de otras empresas. Revísalos y critica aquello en lo que no estés de acuerdo.

Por cierto, ¿qué impide al Estado comportarse como una mafia?
Enviado por el día 12 de Mayo de 2006 a las 18:35 (11)
Un post de cabecera, que en mi opinión resulta muy instructivo para todas las partes. A los ancaps porque está repleto de novedosas e incisivas reflexiones sobre un tema, el de la defensa privada, bastante inexplorado; y a los minarquistas porque, si están dispuestos a mantener en suspenso su postura mientras sopesan con calma los argumentos de Rallo, quizás puede hacerles replantear sus conclusiones, o al menos dudar de ellas o advertir los límites de su propia argumentación.

Un saludo
Enviado por el día 12 de Mayo de 2006 a las 18:43 (12)
Varios puntos:

1. Consumidores desarmados contra guardias armados: no funciona. Poca resistencia habrá.

2. Ayuda extranjera: no entiendo el punto. Si pretendes que un tercer país entrará a saco para liberar a los consumidores de una mafia, lo veo chungo.

3. Colaboración de los bancos: asumes que el banco tiene moralidad. Si una empresa de seguridad genera beneficios al banco, ¿por qué este se debe negar a trabajar con ellos? En ningún caso pueden ser un mecanismo de control.

4. Incursión de otras empresas: me remito de nuevo al funcionamiento de una banda urbana o una mafia. No hay dos en un mismo territorio. Si un segundo jugador quiere entrar, lo hará a saco.

¿Qué impide al estado actuar como una mafia? No es fácil contestar en pocas palabras; me remito quizás a los posts de hace unos meses sobre la estabilidad de los dictadores, o al post sobre por qué Irak nunca será una democracia estable. Un régimen político es esencialmente un equilibrio: un conjunto de reglas del juego en la que todos los actores aceptan (o se resignan) a vivir ya que otras soluciones son demasiado costosas.

De todos modos, en el sentido estricto, un estado y la mafia son algo parecido; tienen el monopolio de la violencia y lo ejercen para hacer cumplir normas. La pregunta debería ser, en todo caso, cuándo un estado decide no ser arbitrario al ejercer su poder, y cuándo decide limitar su capacidad respecto a unos derechos básicos.

Eso sucede básicamente cuando el respeto a estas libertades no es peligroso para nadie: economías diversificadas, bienes móviles, y cierto nivel de igualdad que hace que los más pobres no tenga la voluntad de redistribuir de manera forzosa.
Enviado por el día 12 de Mayo de 2006 a las 21:15 (13)
Rothbard era bien claro: hay que evitar que los Estados organicen guerras contra otros Estados. Las guerras son cosa de los Estados. Pero la seguridad tiene que ver con repeler a la agresión ilegítima. Y ¿ en qué consiste la agresión ilegítima? ¿ es un mito la defensa nacional?
http://www.amazon.com/gp/product/0945466374/102-44...

Enviado por el día 13 de Mayo de 2006 a las 09:34 (14)
Fais, las guerras no son guerras de Estados solamente.

Una gran parte de las intervenciones de las superpotencias en el pasado siglo (ahora superpotencia) no fueron solamente por razones de "estado". Hay gente que vive dentro de los Estados que puede tener intereses privados (económicos, sociales, comerciales...) en esos países que, muy a menudo es lo que motiva las guerras (al menos en parte). Los ancap hablais del Estado como una organización con intereses propios y pasiones humanas, os olvidaís que toda institución (todas las personas jurídicas, incluidas las empresas) está formada por personas, individuos, ciudadanos, que son los que hacen actuar al Estado. En el caso de un Estado democrático, los "intereses del Estado" son normalmente los de la mayoría, cierto que no los de todos, pero sí los de la mayoría y no los del "estado" como entidad abstracta con piernas y manos.
Enviado por el día 13 de Mayo de 2006 a las 10:37 (15)
citoyen, para diferenciar la violencia privada de la pública podemos decir que las guerras son cosa de los Estados y entre Estados. Sostienes que son determinadas partes o sectores de personas que están en un Estado las que motivan esas violencias públicas a otros pueblos o Estados. Bien, es cierto, e incluso puede que sea todo el pueblo en una democracia el que haga la guerra... Pero las guerras si son del pueblo contra un Estado invasor o si se trata de "guerras" contra el mismo Estado ya no reciben el nombre propio de guerras. Entonces se denominan: "resistencia armada" del pueblo que se ha quedado sin su Estado, para las primeras, y, las segundas, se llaman " revolución". ES un debate muy interesante ciertamente. Imagínate que en el Perú se llama " guerra popular" a la violencia organizada marxista-leninista, maoísta, principalmente maoísta del PCP liderada por el todopoderoso pensamiento Gonzalo...
http://www.solrojo.org/


Enviado por el día 13 de Mayo de 2006 a las 11:10 (16)
Los ancap hablais del Estado como una organización con intereses propios y pasiones humanas, os olvidaís que toda institución (todas las personas jurídicas, incluidas las empresas) está formada por personas, individuos, ciudadanos, que son los que hacen actuar al Estado.

¿Pero cómo vamos a olvidarnos de eso si precisamente nuestra crítica es que el gobierno fracasa porque los individuos que lo componen carecen de la información necesaria para coordinar toda la sociedad?

En el caso de un Estado democrático, los "intereses del Estado" son normalmente los de la mayoría, cierto que no los de todos, pero sí los de la mayoría y no los del "estado" como entidad abstracta con piernas y manos.

No estoy en absoluto de acuerdo con la conclusión de que los intereses del Estado democrático son los de la mayoría. Ahora eres tú el que te olvidas de que el Estado lo conforman personas que también obedecen a incentivos, no ángeles desinteresados y omniscientes en busca del bien común.

Un saludo
Enviado por el día 13 de Mayo de 2006 a las 11:16 (17)
Egócrata (#13):

>1. Consumidores desarmados contra guardias armados: no funciona. Poca resistencia habrá.

1. "Estado armado contra súbditos desarmados"; pero ahí es santo y bueno, ¿no?

2. ¿Por qué supones clientes desarmados? Si las armas están prohibidas no hay anarcocapitalismo.
Enviado por el día 13 de Mayo de 2006 a las 13:53 (18)
Las guerras suelen ser cosas entre estados porque son los estados los entes utilizados para afrontar el papel de la agresión y, por correspondencia, lo serán para la defensa. Así ha sido a lo largo de la historia. Se puede conceder uno la extravagancia de acudir a largas disertaciones acerca de la "inexistencia del estado como institución humana", pero no se puede sostener seriamente que una estructura de la que se acusa de semejante superficialidad pueda mantenerse en el tiempo como lo ha hecho hasta ahora. Es evidente la existencia de una íntima relación entre asentamientos humanos y monopolio de la violencia local. Conforme el poder de un asentamiento avanzó (estimulado por el mero hecho de defenderse; Roma es ejemplo) lo hizo también el aparato político para sustentar la autoridad. La propia naturaleza del "bien" que unas eventuales agencias de seguridad manejarían conduce a su expansión, es como la venganza: por definición nunca es proporcionada. Es ese precisamente el punto que señalo tanto yo y algunos objetivistas como imposibilitante de una "competencia" convencional entre las agencias de seguridad. La interacción de unos entes que suministrarían soberanía desembocaría en una escalada de violencia; por la diversidad de opiniones sobre litigios idénticos entre agencias y por el recelo inevitable que supone el temer la fuerza de otros en un marco donde la seguridad jurídica no existe sino un teórico equilibrio anarquista.

Creo muy oportuno el que algunos señalen que algunos han perdido el rumbo a la hora de definir y observar eso que llamamos "estado"; parece en boca de esas personas algo poco menos que "vivo" y de voluntad propia creado en las profundidades de Mordor... ¿Es imposible siquiera discutir que el estado puede que no sea sino una solución humana a un problema humano relacionado con la violencia?

Salud y libre comercio
Enviado por el día 13 de Mayo de 2006 a las 16:06 (19)
albert está en lo cierto, en mi opinión, al igual que eaco, pero quiero insistir en el tema del Estado y la guerra en cuanto es necesario responder a iracundo. Veamos, el "todopoderoso pensamiento Gonzalo" - para seguir con el ejemplo ,tan actual por otro lado- del partido comunista de Perú estabecía "nuevo Estado o Nuevo Poder" en las zonas que " controlaba o dominaba" y entonces " continuaba la guerra". ¿ No es esta actividad muy diferente a la propuesta por Juan Ramón Rallo en su post? ¿ Por qué los liberales Estatalistas no pueden abandonar esa visión "todopoderosa maoísta" ? Ese es el problema del liberalismo hoy en día. Los demás derivan de este problema crucial.En realidad los partidos políticos europeos que se autodenominan liberales son socialdemócratas y los partidos europeos que se autodenominan socialistas y comunistas son, en realidad, partidos socialdemócratas.... ¿o no es así? ¿ no lo podemos comprobar en este test crucial que refuta todo pensamiento y política supuestamente liberal? Ustedes dirán...
Enviado por el día 13 de Mayo de 2006 a las 16:25 (20)
El problema del liberalismo es hacerse conocer, no exterminar a los moderados o realistas que se hallen en sus filas. En todo caso, la concepción del estado como límite de la violencia que yo pueda sostener no es una visión maoísta, si acaso es simplemente discordante con la de un ancap. Yo puedo aceptar que los socialistas a un nivel íntimo sean todos iguales, pero no toleraré (ni creo que nadie en su juicio tolere) que se sugiera que argumentar en pro de la defensa nacional y el estado protector sea una manifestación socialista.

No, el problema del liberalismo no es la pureza de sus defensores sino el realismo de sus postulados.

Salud y libre comercio
Enviado por el día 13 de Mayo de 2006 a las 17:04 (21)
iracundo, si es imposible defender el " realismo " del postulado que dice que todo Estado significa "no al liberalismo" y si tal postulado "no se puede hacer conocer" porque no es "políticamente correcto", entonces el liberalismo tiene un límite infranqueable, porque también el socialismo y el comunismo tienen como postulados el " fin del Estado", incluso el todopoderoso pensamiento del presidente Gonzalo, de Mao y de Moa ( en su época maoísta y en la actual...) tienen como postulado regulativo la desaparición del Estado... o ¿ no es así?
Enviado por el día 13 de Mayo de 2006 a las 18:45 (22)
Eso es absurdo. El estado no carece de una identidad propia inestricable con el cuño socialista en la caja. Precisamente aceptar esa tontería como dogma es lo que conduce al constructivismo anarquista que ya alguno ha llamado adecuadamente "liberalismo extravagante". No, un estado puede ser reducido e instrumentalizado para cosas positivas: como asegurar los derechos o liberar a las personas. Basta que dicho estado tenga unas instituciones liberales para que dicho estado no sea antiliberal. Eso sí, el estado es en sí mismo anti-anarquista pero... ¿el liberalismo es la defensa de la anarquía? Definitivamente NO.

En el pasado hubo estados responsables. Inglaterra acabó con el comercio de esclavos porque "le salió del parlamento", no del bolsillo. La política puede operar cambios favorables al liberalismo, si se dice después que es un régimen abocado al socialismo o estatismo porque la gente querrá lo de los demás... ¿qué podríamos esperar en la anarquía? ¿Otras personas? ¿Personas amables y perfectamente ancaps? Ya se sabe, ante esos escollos: eugenesia y buena letra.

Salud y libre comercio
Enviado por el día 13 de Mayo de 2006 a las 20:04 (23)
¿ Era Rothbard un "liberal extravagante"? ¿ Era un dogmático que decía tonterías?
Definitivamente parece que no.
Salud y libre comercio ( siempre y cuando ese Estado con instituciones liberales - ¿dónde está?-respete la salud y el libre comercio de un Rothbard, Huerta de Soto, Rallo, Jorge Valin, etc., ...)
Enviado por el día 14 de Mayo de 2006 a las 01:28 (24)
1. Consumidores desarmados contra guardias armados: no funciona. Poca resistencia habrá.

¿Desarmados?

2. Ayuda extranjera: no entiendo el punto. Si pretendes que un tercer país entrará a saco para liberar a los consumidores de una mafia, lo veo chungo.

¿Por qué?

3. Colaboración de los bancos: asumes que el banco tiene moralidad. Si una empresa de seguridad genera beneficios al banco, ¿por qué este se debe negar a trabajar con ellos? En ningún caso pueden ser un mecanismo de control.

Simplemente porque el banco puede tener clientes fuera de esa zona a los que no les guste que el Banco los deje tirados cuando se comienza a ejercer la violencia; o porque otros bancos pueden aislar a ese banco por haberlos excluido del pastel. Esto lo explico en los posts.

4. Incursión de otras empresas: me remito de nuevo al funcionamiento de una banda urbana o una mafia. No hay dos en un mismo territorio. Si un segundo jugador quiere entrar, lo hará a saco.

Te remites al funcionamiento de grupos que utilizan la coacción como modo de relacionarse con sus clientes, es decir, de protoEstados.

Un régimen político es esencialmente un equilibrio: un conjunto de reglas del juego en la que todos los actores aceptan (o se resignan) a vivir ya que otras soluciones son demasiado costosas

Estado de equilibrio que, por definición, eliminas como posibilidad del anarcocapitalismo (aquí habría esperado una crítica a los contrapesos de los que hablo en el post).
Enviado por el día 14 de Mayo de 2006 a las 11:07 (25)
Es evidente la existencia de una íntima relación entre asentamientos humanos y monopolio de la violencia local

De nuevo recurrimos a las evidencias sin razonamientos. La cuestión es si en un asentamiento humano puede no haber un monopolio territorial de la violencia. Y si no puede haberlo, por qué (es decir, por qué es imposible un orden policéntrico con jurisdicciones cruzadas). Más que evidencias en tu caso leo prejuicios.

La propia naturaleza del "bien" que unas eventuales agencias de seguridad manejarían conduce a su expansión, es como la venganza: por definición nunca es proporcionada.

Esto no significa nada. Primero, no explicas cuál es esa naturaleza. Segundo, no explicas por qué esa naturaleza se expande en caso de que las agencias sean privadas. Tercero, no explicas por qué el Estado puede hacer frente a esa naturaleza expansiva y detenerla. Sinceramente, espero que las razones vayan un poco más allá de la falacia contractualista.

La interacción de unos entes que suministrarían soberanía desembocaría en una escalada de violencia; por la diversidad de opiniones sobre litigios idénticos entre agencias y por el recelo inevitable que supone el temer la fuerza de otros en un marco donde la seguridad jurídica no existe sino un teórico equilibrio anarquista

Este punto lo critico exactamente en el apartado 19. Es curioso que en lugar de tratar de refutar los argumentos allí expuestos sigas con el dogma de fe.
Enviado por el día 14 de Mayo de 2006 a las 11:12 (26)
Yo me pierdo en vuestras disfunciones terminológicas.

El liberalismo, hasta donde yo sé, es un ideología originariamente POLITICA, es decir que hace referencia a la organización del Estado, de la sociedad, luego decir que la concepción liberal del Estado es una concepción socialista me parece un absurdo que te cagas, hablando claro y pronto. El socialismo es algo que surge a mediados del siglo XIX, antes había antiguo régimen, absolutismo, pero no había socialismo.

No sé, realmente si hay gente qeu defiende que la institución policial es antiliberal, debería hacerselo mirar. El servicio público lo es sin duda, porque su vocación es transformadora, pero las potestades de policía (es decir lo que tiende a proteger el orden público liberal como seguridad, salubridad y tranquilidad pública) no pueden ser antiliberales, ni en un millón de años, porque su raíz misma es liberal.Afirmar lo contrario es un contradicción histórica de tamaño gigantesco.

Otro asunto es qeu los ancaps queráis verlo todo de la óptica económica donde la protección del orden público liberal es solo un servicio y servicio es sinónimo de posibilidad de privatizar. Pero, en rigor, la ideología liberal, la que dio nombre a la ideología política, defiende un rol en el estado como función disciplinaria de protección del orden jurídico liberal (el basado en la libertad y la igualdad formal).
Enviado por el día 14 de Mayo de 2006 a las 18:50 (27)
"Más que evidencias en tu caso leo prejuicios."

Ya está bien de tanta altanería porque quien demuestra prejuicios es quien desde el dogma pretende construir una sociedad anarquista dando a quien defiende la utilidad del orden que el ser humano ha seguido desde que se volvió sedentario la carga de la prueba. ¿Niegas que hayan existido autoridades coercitivas DESDE SIEMPRE? ¿Niegas el carácter esencialmente espontáneo de la extorsión? ¿Niegas la humanidad del estado? Prejuicios... quien a priori descarta la existencia de diferencias entre fascismo y democracia: ya está bien de tanto afectado cinismo.

Evidencia es que el ser humano genera instituciones coercitivas, ¿o el estado tiene vida propia? Tú concepción del estado es religiosa; yo no le atribuyo perfección como me acusas, pero tú le atribuyes maldad. Pero el individuo tampoco es perfecto y también puede ser malvado y... sorpresa: es el responsable de que existan y de liderar los estados. Prejuicios... ¿Quieres una probeta cuyo contenido demuestre la impractibilidad de la anarquía? Si buscas eso ya puedes ir quedándote solo en la torre de marfil. Niega, rechaza lo que digo, pero no desprecies, que es un mal vicio tuyo.

Enviado por el día 14 de Mayo de 2006 a las 22:04 (28)
"Esto no significa nada. Primero, no explicas cuál es esa naturaleza. Segundo, no explicas por qué esa naturaleza se expande en caso de que las agencias sean privadas. Tercero, no explicas por qué el Estado puede hacer frente a esa naturaleza expansiva y detenerla. Sinceramente, espero que las razones vayan un poco más allá de la falacia contractualista."

¿Que no explico esa naturaleza? Pero chico... ¿tú sabes leer o sólo sabes fiskear? La naturaleza de la violencia es que sea utilizada para imponerse sobre los demás. La venganza nunca es proporcionada y ello conduce a que todo el que usa la violencia, ya sea por el más nimio de los desencadenantes, acabe por sentirse legitimado a utilizarla mucho más a menudo de lo que a un ancap y su propiedad le acabaría gustanto. Que la violencia lleva de la mano la imposición es algo que he sostenido y sostendré en mis artículos referentes a este tema. Sólo tú puedes pretender sentir sorpresa al respecto. Cuando no hay árbitro último de las controversias el ciclo de la violencia se expande como la pólvora porque ésta acaba por ser la medida de todas las cosas. La violencia, lejos de ser un límite acaba por ser un punto de partida cuando la única razón para no violar la voluntad del vecino es la fuerza que se te opondrá. Si eso es equilibrio... si eso es "disuasión". La cosa cambia con los estados: la violencia dentro de sus fronteras se corta por lo sano, si hay un problema el árbitro-juez decide y se acaba el asunto: no hay posible venganza, la violencia no resolverá nada sino la entrada en prisión de quien la ejerza (y esto lo sabrá quien lo haga pues no habrá tratos o capitulaciones posibles ante lo establecido por y para todos como atropello).

Enviado por el día 14 de Mayo de 2006 a las 22:06 (29)
Los hombres deben estar gobernados por leyes justas, no por hombres: aunque sean anarquistas. Y créeme, que un tipo te amenace con éxito, te extorsione, porque es más fuerte que tú y porque le sale del higo... eso, Rallo, se llama gobierno. De nuevo no he demostrado nada, no, ya que es bien sabido que sigo sin comulgar con el anarquismo: hasta entonces, chicos, no hay argumentos parece ser.

Salud y libre comercio
Enviado por el día 14 de Mayo de 2006 a las 22:07 (30)
>La venganza nunca es proporcionada

Es un poco colateral al asunto, pero ¿eso es un argumento?
Enviado por el día 15 de Mayo de 2006 a las 01:26 (31)
Si dejas a la gente que haga su justicia tendrás una justicia descentralizada, seguro, pero también violencia descentralizada. El argumento es: si usas la violencia, aunque sea en tu propia retribución, siempre tomarás algo más.

En todo caso, si no os gusta, me parece perfecto. Pero va siendo hora de que algunos vayan abandonando ese elitismo epistemológico tan cínico.

Salud y libre comercio
Enviado por el día 15 de Mayo de 2006 a las 07:15 (32)
El liberalismo no es una ideología que esté limitada en el tiempo.Puede evolucionar. Hoy en día Señores liberales iracundo y citoyen existen liberales que desarrollan el liberalismo de Von Mises en dirección hacia el respeto de la propiedad privada y proponen ideas interesantes
, por ejemplo
http://www.hanshoppe.com/

¿No tienen nada de liberal? Ustedes dirán. ¿ Quizás solamente sea liberal Stalin, Franco o Bush I y II? http://www.whitehouse.gov/president/gwbbio.es.html

Enviado por el día 15 de Mayo de 2006 a las 12:19 (33)
>Si dejas a la gente que haga su justicia tendrás una justicia descentralizada, seguro, pero también violencia descentralizada. El argumento es: si usas la violencia, aunque sea en tu propia retribución, siempre tomarás algo más.

¿Y la demostración del argumento? ¿Y la demostración de que la retribución siempre se cobrará personalmente, sin intermediarios (empresas de arbitraje, qué sé yo)? ¿Y la demostración de que el uso centralizado de la violencia, aunque sea en retribución ajena o propia, nunca lleva a "tomarse algo más", o tal vez sí pero siempre menos "más", que el uso descentralizado?

>En todo caso, si no os gusta, me parece perfecto. Pero va siendo hora de que algunos vayan abandonando ese elitismo epistemológico tan cínico.

Si exigir una respuesta más allá de "porque es imposible" o "porque no ha ocurrido nunca" a la pregunta "¿por qué es imposible X?" es "elitismo epistemológico", estoy en desacuerdo. Más bien sería hora de que muchos lo adoptaran; así dejaría de ser elitismo, por otra parte, lo que a mí por ejemplo me alegraría.
Enviado por el día 15 de Mayo de 2006 a las 19:52 (34)

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