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23 de Abril de 2008

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Fekete, claro, tenía razón

Incluso los economistas mainstream empiezan a reconocer una obviedad: que los actuales precios de las materias primas están muy influidos por el deliberado envilecimiento del dólar. Jeffrey Frankel, profesor de Harvard, llega casi al final de la calle:

Los tipos de interés elevados reducen la demanda de las materias primas atesorables, o incrementan su oferta, mediante diversos mecanismos:

- Incrementan el incentivo para extraer las materias primas hoy en lugar de mañana.

- Disminuir los incentivos empresariales a acumularlas en los inventarios.

- Incentivando a los especuladores para que salgan de los contratos de futuros de mercancías y se metan en las letras del tesoro.

Los bajos tipos de interés, por consiguiente, operarían en sentido inverso. Lástima que uno de los grandes genios monetarios de nuestro tiempo, Antal Fekete, ya hubiese llegado a estas y otras conclusiones bastantes años antes. A Frankel aun le falta por captar el mecanismo de respuesta al atesoramiento continuo de materias primas:

Los ahorradores frustrados [por los bajos tipos de interés] colocan sus flujos de caja en las materias primas. Así, comienzan a subir los precios debido a los enormes flujos especulativos desde el mercado de bonos al de materias primas. Cuando los bonos se venden, sus precios caen, esto es, los tipos de interés suben así como el nivel general de precios. (...) Pero este incremento en la propensión al atesoramiento de materias primas tiene sus límites. El atesoramiento de bienes llega a un punto de saturación cuando los elevados precios y los altos tipos de interés no pueden mantenerse junto con unos enormes inventarios. En ese momento termina la espiral inflacionista y comienza la deflacionista. La liquidación de los inventarios comienza y el flujo de dinero desde el mercado de bonos al de materias primas da media vuelta".

¿Las causas de todo esto? Pues tampoco las ofrece Frankel; esperemos que en un par de décadas más algún mainstream se dé cuenta, mientras tanto podemos leer a Fekete. El problema es el abandono del patrón oro:

Los flujos especulativos son generados por las fluctuaciones en la propensión a atesorar. Es futil intentar corregir esos flujos especulativos, uno debería dirigirlos hacia canales que no causen daño. Keynes estaba tan obsesionado con el atesoramiento de oro que pasó por alto que el atesoramiento de otros bienes era infinitamente más peligroso. (...) Cuando la coacción gubernamental retiró las monedas de oro de la circulación no sólo no consiguió detener la deflación, sino que sentó las bases para una especulación en bonos con el dinero de cualquier otro rincón de la economía. En particular, creó las bases para una devastadora liquidación y una depresión que sólo una guerra mundial pudo terminar.

En efecto, algunos que ya habíamos leído a Fekete ya conocíamos todo esto antes de que Frankel se diera cuenta:

La liquidez adicional que los bancos centrales proporcionan en los mercados monetarios no afluye hacia el mercado de renta fija, sino hacia el de materias primas, ya sea comprando contratos de futuros para revenderlos con ganancia, adquiriendo materias primas al contado y atesorándolas o incluso adquiriendo acciones de empresas relacionadas con la extracción y gestión de las materias primas. No sólo eso, es muy posible que los tenedores de bonos a tipo fijo decidan vender sus bonos e invertir también los saldos obtenidos en materias primas. A los bajos tipos de interés que proporciona el Banco Central, resulta conveniente apalancarse para invertir en materias primas, por lo que la presión vuelve a trasladarse sobre el monetario, que también verá incrementado sus tipos de interés. Tenemos al mismo tiempo un incremento en el precio de las materias primas y de los tipos de interés.

En todo caso, bienvenido al club.


Comentarios

 
¿A qué se refiere esxactamente con bonos? ¿bonos del estado o crédito no estatal?
Enviado por el día 23 de Abril de 2008 a las 13:47 (1)
Ambos, mercado de renta fija en general. Si bien es obvio que ahora se produce un desajuste: los tipos de interés de la deuda privada suben y los de la deuda pública caen. Digamos que se ha producido, como explicamos en el boletín, una liquidación de deuda privada y una nueva burbuja en materias primas y deuda pública.
Enviado por el día 23 de Abril de 2008 a las 13:54 (2)
Usted a diferencia de las decenas de ágrafos que escriben en Red Liberal es un tipo culto que emplea el lenguaje con rigor. ¿Por qué repite tanto la palabra mainstream? ¿No ve que va a acabar pareciéndose a Libertymad? ¿Por qué no los llama simplemente ortodoxos?
Enviado por el día 23 de Abril de 2008 a las 20:40 (3)
Bueno, será deformación profesional, supongo.
Enviado por el día 23 de Abril de 2008 a las 20:55 (4)
En ambientes austriacos se usa mucho la palabra 'mainstream'. Quizá 'ortodoxo' se refiera más a los clásicos, la idea del gasto controlado, economía relativamente libre, etc. Economía ortodoxa VS. Economía keynesiana por ejemplo. Y mainstream englobaría pues eso, a la corriente predominante en todos los ámbitos de la ciencia económica: keynesianos, neoclásicos...
Enviado por el día 24 de Abril de 2008 a las 00:41 (5)

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