liberalismo.org
Portada » Bitácoras » Todo un hombre de Estado » Krugman sigue sin enterarse de nada

11 de Abril de 2009

« Geithner contra Geithner | Principal | Huerta de Soto en Expansión »

Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Krugman sigue sin enterarse de nada

Krugman arremete contra los austriacos, o contra los teóricos de la resaca, como el les llama. Y lo hace planteándose dos preguntas (a la que en una actualización añade una tercera). Albert Esplugas ya ha tratado el tema. Aun así, me parece que pueden añadirse algunos comentarios de interés. 

Primero, Krugman se pregunta por qué si, según los austriacos, durante la fase pinchazo de la burbuja es necesario que se incremente el paro colocar a ese factor productivo en otras ocapaciones (desde las malas inversiones a las nuevas inversiones), en la gestación del boom económico no era necesario que hubiese desempleo para atraer a los trabajadores hacia las nuevas ocupaciones.

Murphy le contesta con lo evidente: las industrias que se endeudan para iniciar nuevos proyectos que sólo parecen rentables a los tipos de interés artificialmente deprimidos (tanto por el menor coste de su financiación como, sobre todo, por la NUEVA demanda a crédito que surge en la economía) son capaces de atraer a los trabajadores que están ocupados en otras industrias (o en el paro, véase el caso español) pagando mayores salarios.

Dado que no quiero asumir que un Premio Nobel no sabe cómo se forman los precios en la economía, quiero pensar que Krugman va un poco más allá y se plantea algo que, en apariciencia, tiene más sentido: si los trabajadores fueron desplazados desde la industria A a la industria artificial B gracias a la expansión crediticia, ¿por qué cuando se deja de inflar el crédito los trabajadores no pueden volver a la industria A?

Aquí el problema de Krugman y de todos los keynesianos es el de siempre, que carecen de una teoría del capital (ni buena ni mala, simplemente no la tienen). Mientras el crédito se infla, los factores productivos, incluidos los bienes de capital, se van inmovilizando y especializando en las industrias que dependen de que el crédito siga inflándose. Ya lo expliqué aquí, así que copio y pego:

Los factores productivos tienden a concentrarse en satisfacer del mejor modo posible su nicho de mercado y para ello van volviéndose cada vez más específicos: los trabajadores mejoran sus destrezas requeridas en su empleo, aparecen nuevos proveedores para cada bien concreto, surgen máquinas tecnificadas en una tarea determinada, etc.

Esta especialización y división del trabajo y del capital permite incrementar la productividad y mejorar la calidad de vida de los consumidores. Ahora bien, en sus grandes ventajas se encuentra también el germen de su riesgo. Una estructura productiva muy especializada y con factores muy específicos es también muy rígida y poco adaptable al cambio de demanda: dado que trabajadores y bienes de capital se han vuelto muy específicos, su recolocación hacia tareas distintas para las que fueron concebidas se dificulta. Es necesario pasar por un proceso de “reciclaje” en el que los factores van reconfigurándose para satisfacer la nueva demanda en el mercado, reciclaje que los keynesianos cortoplacistas suelen despreciar como de “recursos ociosos”.

El ciclo económico supone un caso particularmente abrupto de este proceso. Mientras los bancos centrales expanden artificialmente el crédito, la demanda de bienes de inversión y de consumo duradero se incrementa también artificialmente. Las empresas van adaptando sus estructuras a las nuevas demandas y cuando finalmente el flujo de crédito se corta, comienza un costoso proceso de quiebra y de reconversión de factores mediante sus liquidaciones en el mercado.

Un caso típico ha sido la construcción en España y en parte en EEUU: cuando los bajos tipos de interés dispararon la demanda de viviendas, el número de promotoras y constructoras comenzó a aumentar, los bancos se especializaron en la concesión de hipotecas y de préstamos a la construcción, muchos trabajadores dejaron de lado su formación para ofrecer su mano de obra a estas empresas y algunos proveedores como las cementeras también multiplicaron su actividad y sus inversiones. Con todo, la interrupción súbita en el crédito desplomó la demanda de viviendas y de todos estos sectores que tuvieron que empezar a adelgazar y a dejar de utilizar factores poco móviles entre actividades: el paro en la construcción creció, las constructoras, promotoras y cementeras quebraron o se reestructuraron, los bancos congelaron su cartera de hipotecas y el stock invendible de viviendas está tratando de enajenarse a precios cada vez más bajos.

Simplemente, industrias enteras desaparecen durante la expansión crediticia y van adaptándose a la nueva corriente de crédito.

La segunda pregunta de Krugman también está relacionada con la primera. ¿Por qué el desempleo no se concentra sólo en aquellos sectores o estados que sufrieron el boom? La respuesta de Mish que enlaza Esplugas es suficientemente concluyente y se relaciona con lo que explica antes: si un sector se expande, el resto no quedan aislados, sino que se adaptan entre sí. Y, por mucho que no se lo crea Krugman, los sectores más dañados han sido los que más se beneficiaron de la burbuja. Basta mirar cuánto ha variado desde 2007 (el S&P 500 lo ha hecho en un -41%) la cotización de los sectores que vivían del crédito:

- Constructoras: -55%
- Servicios de inversión: -55%
- Automovilísticas: -50%

Y ahora fijémonos en cuánto han variado otras industrias que objetivamente no se vieron afectadas por el crédito (ya sea porque no recibieron masivamente crédito para su desarrollo o porque su conexión con la demanda a crédito sea débil y fácilmente sustituible):

- Metales no preciosos: -1,26%
- Carbón: -4%
- Petróleo y gas: -14%
- Farmacéuticas: -30%

Dicho de otra manera, hay industrias que se han visto muy poco afectadas por la crisis (las minas de cobre, por ejemplo) y otras que obviamente lo han sido mucho. Creo que aquí hay poco que añadir.

Sin embargo, hay un punto que Mish no toca en su respuesta a Krugman. La crisis es global porque todo el sistema financiero y el monetario han ido dependiendo crecientemente del valor de los activos que están inflados y, por tanto, cuando estos han pinchado el crédito y el valor de las divisas se ha hundido. Los rescates oficiales han podido respaldar el valor de las monedas pero no hacer que vuelva a fluir el crédito (en esencia porque la demanda de moneda es bastante rígida por el repago de las deudas mientras que la demanda solvente de crédito es muy fluctuante). Pero es evidente que si la caída de precios de la vivienda se manifestó en una restricción del crédito para los productores de microchips es porque las instituciones financieras que actúan como intermediarias de ese crédito (incluido el banco central) se vieron de súbito en una situación de iliquidez e insolvencia debida a su alta dependencia de los créditos a los sectores inflados.

Por último, Krugman achaca a los austriacos la teoría de que hoy el desempleo se debe a que los trabajadores no quieren trabajar. En realidad, no están dispuestos a trabajar por salarios mucho más bajos que los que percibían durante el boom; salarios que en el caso de España, oh vaya, Krugman estima que deberían rebajarse en un 15%. Será que los españoles también son unos vagos para Krugman.

Por cierto, la razón de por qué los salarios deben bajarse está relacionada con lo que comentaba en el primer punto. Se ha destruido mucho capital en la economía durante el boom y ahora, obviamente, su productividad marginal es mucho más baja. A menos que se incremente la inversión en bienes de capital complementarios al trabajo (y, más importante, a los bienes de capital malinvertidos durante el boom que deberán reorientarse) la productividad no aumentará y no podremos regresar a los salarios del boom.

Sorprende que Krugman no entienda nada de todo esto. Aunque tenemos en cuenta sus modelos de referencia, entonces se comprende mejor.


Comentarios

 
A qué te refieres con "interrupción súbita del crédito"? A la subida de tipos? Pero, entonces, por qué se suben los tipos? Que se sigan dejando como estaban....

Mi duda creo que es reiterativa. No consigo ver en qué preciso instante se produce el pinchazo. En qué instante del tiempo se oye el primer "crack"? Por qué no se puede mantener unos tipos bajos continuamente? Nueva inversión, nueva demanda, .... Sé que me vas a contestar "que el problema es que no hay ahorro real detrás", pero el problema es que, a pesar de entender la intuición no consigo racionalizar el proceso. Ahí es nada.... a ver si me ayudas.
Enviado por el día 11 de Abril de 2009 a las 22:43 (1)
Vamos a ver, en última instancia el tipo de interés es un coste para controlar bienes presentes. Le pides a otros que renuncien a consumir para que tú puedas adquirir bienes de capital. Dado que la oferta de bienes presentes no es infinita y la gente no postpone para siempre sus necesidades, el tipo de interés tiene que subir en algún momento, por mucho que el banco central intente mantenerlo reducido. Eso sólo dura por un tiempo.
Enviado por el día 11 de Abril de 2009 a las 23:23 (2)
La explicación austriaca de por qué resulta imposible la recolocación de los parados en su anterior industria, no suena demasiado convincente. Suponer que las empresas orientan su actividad hacia la nueva "demanda a crédito" sólo tiene sentido para aquéllas que ya anteriormente se dedicaban a un negocio muy similar, es decir, que apenas han tenido que modificar su estructura productiva para adaptarse. En realidad, precisamente porque el capital no es homogéneo, la transformación de la industria existente será muy leve.

Otra cuestión es que toda, o gran parte, de la inversión durante la expansión crediticia se dirija al sector inflado. Desde luego, el capital se concentrará en esa parcela económica, pero no a costa de la previa destrucción de otros bienes de capital.

La fábrica A de la que habla el artículo no desaparece en ningún momento, ni se adapta a la nueva demanda, sino que continúa satisfaciendo la demanda "antigua" que permanece invariable (hay que tener en cuenta que la "demanda a crédito" no está respaldada por ahorro real). Los trabajadores no pueden transladarse de B a A por la inflexibilidad de los salarios, no porque la segunda haya dejado de existir.
Enviado por el día 17 de Abril de 2009 a las 00:46 (3)

No se admiten ya más comentarios.