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30 de Julio de 2009

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

La velocidad del dinero, un concepto a abandonar

Hoy publico en el Instituto Juan de Mariana un artículo en contra del concepto (y sobre todo del mal uso) de la "velocidad del dinero". Mi propuesta (en realidad no es mía, sino de muchos otros economistas) es sustituirlo simplemente por el concepto de demanda de dinero:
El valor del dinero, como el de cualquier otra mercancía, depende de su utilidad marginal, esto es, de la intensidad de la demanda sobre la oferta existente. En la ciencia económica actual, incluso entre muchos austriacos, se habla con soltura de "oferta monetaria" pero rara vez se menciona el término de "demanda monetaria". Lo sustancial parece ser cuántas "vueltas" da una cierta cantidad de dinero en la economía y no durante cuánto tiempo el agente económico está obteniendo utilidad de una determinada cantidad de dinero.

Un incremento de la demanda de dinero no contrarrestada por un aumento de su oferta supondrá un incremento del valor del dinero (y por tanto una caída de los precios del resto de bienes) y viceversa. Si, por ejemplo, los consumidores aumentan sus saldos de caja para consumir en el futuro (no es necesario que sea ni para especular ni como motivo de precaución), el precio de los bienes presentes tenderá a caer y el valor de las unidades de dinero que no se retengan en los saldos de tesorería aumentará. En absoluto necesitamos, pues, la idea de velocidad del dinero.

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Comentarios

 
Hola Rallo,
Qué gran artículo has escrito. Tengo una duda que me gustaría formularte.
Cuando Cannan dice: “Debemos conceptualizar la demanda de dinero no como la cantidad total de transacciones, sino como la habilidad y el deseo de las personas para mantener saldos de caja, de la misma manera que pensamos en la demanda de casas no como el número de personas que compra y revende o arrienda y subarrienda inmuebles, sino como el número de personas que ocupan las casas. La simple actividad en el mercado inmobiliario –comprar y vender– en cierto sentido sí implica un "incremento de la demanda", pero de la misma forma en que implica un "incremento de la oferta"; ambos fenómenos se cancelan mutuamente.”

¿Por qué debemos considerar sólo ese término de demanda y no otro?
¿Es por qué las unidades de los bienes que se ven implicados en la actividad –compra y venta- son las que realmente importan para que los agentes determinen sus escalas valorativas debido a que la “demanda efectiva” (saldos de caja) hace que haya menos bienes en el mercado (menos dinero)?

Es correcto decir que, cuanto más tiempo se mantengan los saldos de caja, la utilidad marginal del dinero circulante aumentará debido al aumento de la demanda y su rígida oferta. Entonces el valor del dinero se apreciará y los bienes tenderán a caer de precio.

Esto explicaría que una hiperinflación es que apenas hay demanda de saldos de caja –las personas se quieren deshacer del dinero- y por lo tanto la utilidad marginal del dinero circulante desciende, haciendo perder valor a la moneda y haciendo subir los precios de bienes y servicios.

saludos.
Enviado por el día 30 de Julio de 2009 a las 20:06 (1)
Por cierto, yo quede mucho menos impresionado que los demas comentaristas. La critica de Cantillon y del otro solo valia bajo un sistema de creditos 'incipiente'? Se aprende igual pero, como en este caso particular, tiras muchas pistas que hacen que un lector tome el rumbo equivocado y que luego tenga que esforzarse para encontrar el rumbo del articulo, o hacia donde vamos.

No queda para nada claro porque el concepto de velocidad - el concepto en si - esta bien para Cantillon pero no para los monetaristas. O es bueno o es malo.

Pero lo peor, y fue un mal escrito articulo en realidad, es que no tiene verdaderamente una "introduccion", como aprendemos en primaria, y asi que se va a poder! Sin introduccion, no se puede. La conclusion se queda en el aire sin una introduccion! Una introduccion clarifica (o nos confunde) sobre de que se trata el articulo.

Uno primero entiende aqui que el tema es como la velocidad afectaba la actividad comercial, pero luego el articulo toma el rumbo de como se afecta el valor del dinero en si, y se queda - el articulo - en ese rumbo (que comienza recien a partir del cuarto parrafo!), luego salpicando otros conceptos profundos en el medio pero que hacen que la mente de uno salte de un lado a otro como liebre. Muy desordenado el articulo, en mi humilde opinion.

Por favor escribe 'introducciones' para tus articulos o terminaras confundiendo a medio mundo.
Enviado por el día 30 de Julio de 2009 a las 23:31 (2)
y no tome vino esta vez.
Enviado por el día 30 de Julio de 2009 a las 23:34 (3)
Me alegro de que toques el tema, pues es uno de esos conceptos a los que tengo "ganas" desde hace tiempo. Y es que este tipo de conceptos son un tanto escurridizos, atractivos por su aparente simplicidad y fácilmente encubren errores. Esta idea de que el dinero circula a una determinada velocidad carece de sentido por completo en la actualidad. Sólo podría tener algún sentido en una economía en la que todo el dinero fuera "efectivo" (monedas y billetes), muy al contrario de la nuestra, donde éste apenas alcanza el 7-8%. El resto de lo que llamamos dinero se está creando y destruyendo permanentemente mediante el crédito y los instrumentos financieros, y por eso no "circula" a una determinada velocidad (salvo una pequeña parte), sino que simplemente el resultado de esa permanente creación y destrucción de saldos implica que la masa media de dinero aumenta a un determinado ritmo, mayor o menor, que puede ser inferior o superior al aumento de bienes y servicios disponibles. Este barullo conceptual se une a la interpretación de la ecuación cuantitativa, que empeora todo. Las variables que la componen (M, V, P, T) las interpreta cada uno a su manera.... P suele ser interpretado como el IPC (tremenda aberración), T se suele ligar con el producto bruto en términos reales (¿? olvidando los bienes ya producidos o no producibles), M es para algunos el dinero físico (que me expliquen cómo pagan la luz, el tfno, cómo cobran la nómina...), para otros M1, o M2, o M3... Y para colmo, se suele interpretar que, dados V y T, hay una relación lineal entre M y P, como si P fuera único para todos los bienes, olvidando cosas que ya Cantillón sabía hace siglos. En fin, un desastre de pies a cabeza.

Es curiosos cómo "prestigiosos" economistas no se replantean determinadas cosas, tragan lo que sea en materia monetaria, donde existe la mayor oscuridad y desconocimiento con diferencia en el terreno económico.

Un saludo
Enviado por el día 1 de Agosto de 2009 a las 15:24 (4)
Manuel anímate hombre y monta un blog tienes cosas muy interesantes que contar.
Enviado por el día 2 de Agosto de 2009 a las 15:01 (5)
Gracias Merco. Lo haría si tuviera algo más de tiempo. Éste de Rallo está muy bien y trato de participar cuando puedo. Un saludo.
Enviado por el día 2 de Agosto de 2009 a las 17:00 (6)

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