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4 de Enero de 2011

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Dos conceptos de competencia: los taxis contra Microsoft

Ya está online el número 44 de la Ilustración Liberal. En él publiqué un artículo donde comparo el concepto hayekiano-rothbardiano de competencia con el concepto neoclásico e ilustro las diferencias con la muy distinta consideración que recibirían para cada uno los taxis y Microsoft:

En cierto sentido, podríamos considerar la concepción estática de la competencia como una fotografía y la dinámica, como una película. Al cabo, la primera sólo se preocupa de que el consumidor pueda elegir entre una gran cantidad de ofertas predeterminadas y exactamente iguales: la competencia consistiría aquí en la posibilidad de seleccionar la identidad del proveedor; en cambio, la segunda se centra en que todos los agentes tengan la posibilidad de proponer de manera continua ofertas de valor alternativas para los consumidores: aquí, la competencia quiere decir libertad de entrada en el mercado.

El punto esencial, empero, es que la visión estática de la competencia quiebra porque se desentiende del proceso de descubrimiento de las necesidades de los consumidores. Si hay suficientes empresas precio-aceptantes, tenemos competencia; para lo cual poco importa que haya genuina competencia (libertad de entrada en el mercado) o no la haya (licencias o regulaciones públicas de precios y cantidades). En este sentido, sí tenían razón Lange y todos los otros socialistas que se veían capaces de elevar la competencia capitalista a su máxima potencia bajo una economía planificada de manera centralizada: si todo consiste en la existencia de muchas empresas pequeñas que no intentan lucrarse a costa de los consumidores, el socialismo podría lograrlo de inmediato y por decreto-ley. No había mucho de qué preocuparse.

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Comentarios

 
Chapeu, he visto claramente el tema de la competencia sobre el que sólo tenía los conocimientos habituales. Tan sólo una cuestión: si bien los tribunales de defensa de la competencia deben dejar de perseguir éxitos empresariales que sólo en apariencia son monopolios, ¿está justificado que persigan los acuerdos en la fijación de precios?
Enviado por el día 17 de Enero de 2011 a las 20:38 (1)
No rotundo cuando no hay barreras de entrada en ese sector. Cuando las hay... pues el problema son las barreras, que es lo que debería perseguir un verdadero tribunal de defensa de la competencia.
Enviado por el día 19 de Enero de 2011 a las 13:13 (2)

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