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29 de Mayo de 2005

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Seny
Bitácora de Antonio Mascaró Rotger

Una aclaración sobre los derechos sociales fundamentales

En relación con este escrito sobre los llamados "derechos sociales", un lector me plantea lo siguiente:
Hay una cosa que no me encaja y me gustaría entender. Se defiende el derecho a la vida, la libertad y la propiedad privada. Nada objetable. La duda está si incluyen también la igualdad. Entiendo que sí si se limita a igualdad ante la ley y a la igualdad de oportunidades. Y es en este último aspecto donde creo que el liberalismo puede chocar en la crítica a algunos derechos sociales.

Para entendernos, si se defiende la igualdad de oportunidades creo que el estado debe garantizar -no necesariamente ejecutar en la práctica- la educación y la sanidad. ¿Por qué? Pues porque ningún niño debería verse condenado a una falta de educación porque sus padres no supieron, no pudieron o no quisieron dársela. Y en cuanto a la sanidad, tampoco nadie debería quedar condenado por una enfermedad -sobre la que uno no tiene control- tal que supere cualquier seguro que pueda contratar. Y las soluciones de la caridad privada no me valen pues dependen del arbitrio del que realiza la caridad, no son un derecho.

¿Si el liberalismo defiende la igualdad de oportunidades no debería defender siempre al menos un estado garantista en estos aspectos? Es que no entiendo las posturas de algunas de las escuelas liberales.

¿Me podrían ustedes aclarar estas dudas o, si este no fuera el sitio indicado, sugerirme alguna dirección donde me aconsejen?
Depende de cómo definamos esa igualdad de oportunidades.

Si la entendemos como una situación de partida en la que todos tengan acceso a unos mismos recursos entonces probablemente defenderemos ese Estado Providencia. Por ese motivo, existen escuelas de pensamiento liberal que defienden un Estado limitado que garantice unas prestaciones mínimas.

Si la entendemos como una ausencia de leyes que privilegian a unos frente a otros, entonces ese tipo de Estado no hace ninguna falta. Por ese motivo, hay otras escuelas de pensamiento liberal que se oponen a que el Estado intervenga en esos asuntos.

El meollo, para este segundo tipo de liberales, radica en que los derechos a la vida, libertad y propiedad privada son perfectamente compatibles con la igualdad ante la ley pero incompatibles con la igualdad de oportunidades entendida como garantía universal a unos determinados recursos. Para que alguien que no tiene un recurso pueda acceder a él por derecho, un tercero habrá de pagárselo sin recibir nada a cambio. ¿A cuánta de su propiedad ha de renunciar Ud. para financiar mis derechos sociales? ¿A cuántos de mis derechos sociales he de renunciar yo para respetar la propiedad de Ud.? Nos encontramos con derechos contrapuestos. Los derechos individuales de cada uno terminan donde empiezan los derechos individuales de los demás, en cambio, los derechos sociales de cada uno se establecen sobre los derechos individuales de los demás. Para que haya titulares de derechos sociales ha de haber titulares de obligaciones sociales. ¿Dónde trazamos la línea que ha de dividir a los dos grupos de ciudadanos? ¿Cómo podemos trazarla sin arbitrariedad?

Como decía en el mencionado escrito, para respetar los derechos individuales:
no hay que hacer nada. Basta con que uno se abstenga de agredir al prójimo: no matar, no esclavizar, no robar. Pero a nadie se le obliga a salvar la vida del otro. A uno no le condenarán si un desconocido con el que jamás ha tenido relación muere.

Sin embargo, para respetar los llamados 'derechos sociales', como el salario mínimo o la educación pública, ya no basta con abstenerse de no agredir; uno ha de renunciar a la libertad de gestionar su propiedad privada. Ya no vive y trabaja para sí sino para los receptores de las ayudas. Por lo tanto, estos 'derechos sociales' no son una prolongación sino una negación de los derechos individuales.
En cuanto a la arbitrariedad, ¿cuál será el nivel al que nos igualará el estado? Pongámonos en la piel del legislador bienintencionado que quiere asegurar esta igualdad de oportunidades. ¿Qué criterios consideramos para determinar si alguien merece recibir o no una determinada ayuda? ¿Quién cobra y quién paga? ¿Y cuánto? Es una cuestión crucial que suele desecharse por tecnicismo. Pero, inténtenlo, pónganse de veras en la piel de ese hombre que ha de solucionar este problema.

¿Qué servicios sanitarios han de cubrirse? ¿Cáncer? ¿Caries? ¿Cambio de sexo? ¿Rehabilitación para drogodependientes? ¿Cannabis terapéutico? ¿Cirugía estética? ¿Acné?

¿Cuán desvalido ha de ser uno para merecer la ayuda? ¿Se mide por dinero? ¿Por necesidad médica? ¿Desesperación? ¿Zona geográfica?

¿Qué educación es la que ha de garantizarse a cada uno? ¿Español, catalán e inglés en Cataluña pero sólo español e inglés en Castilla? ¿Religión para todos? ¿Laicismo para todos? ¿Catolicismo para uno e Islam para otros? ¿Enseñanza gratuita para todos? ¿Enseñanza obligatoria hasta qué edad?

A cada decisión a tomar se encontraran con una nueva maraña de arbitrariedades para que unos cedan y otros tengan.

Los ejemplos son innumerables, obsérvese, como ejemplo final, que un simple cambio en el trazado de las fronteras (v.g. la reunificación alemana o en una eventual disolución de España) puede afectar tan significativamente a lo que razonablemente se considera el bienestar medio, que algunos titulares de derechos sociales pasen a convertirse en obligados sociales. ¡Sin que haya variado para nada su situación personal! Una solución fácil parecería ser la de un Estado mundial. Pero entonces, ¿cuánto baja ese nivel medio razonable para los españoles? ¿Ya no será razonable aspirar a que la sanidad pública nos cure algo más que un resfriado? ¿Qué idiomas serán los elegidos por los legisladores mundiales? Arbitrariedades...

Espero haber aclarado la duda.

Comentarios

 
Por supuesto los “derechos sociales”no son derechos en ningún sentido significativo, pues estos se definen por su universalidad y su inmutabilidad, y es obvio que nada parecido a un “derecho a la educación”, a “la sanidad” o a una “vivienda digna”... pudo existir en los tiempos en que la humanidad permanecía en un nivel de mera subsistencia, y que, como apunta Toni, un “derecho a recibir” implica una “obligación a suministrar”, luego se beneficia a unos en perjuicio de los derechos individuales de otros (confiscándoles y regulándoles). La naturaleza contingente y selectiva de estos “derechos sociales” da cuenta de su arbitrariedad y su incompatibilidad con la ética liberal.

Un saludo
Enviado por el día 29 de Mayo de 2005 a las 21:32 (1)
...y su incompatibilidad con la ética liberal

Es decir, que los únicos liberales sois los libertarios. Perfecto. En un alarde de fatal arrogancia creéis que sois capaces de explicitar un código ético y moral universal por mandato natural y endilgárnoslo al resto.

De hecho, la minoría de liberales son esos libertarios. Será incompatible con la ética libertaria. Y no con cualquier ética libertaria.

Otros comprendemos la dificultad extrema del tema y navegamos sin caer en sistematizaciones e imperativos morales que tanto daño han hecho y harán. Ya advertía I. Berlín contra estos monismos disfrazados de libertad que no terminan siendo sino la negación del pluralismo.

Un saludo
Enviado por el día 29 de Mayo de 2005 a las 21:55 (2)
Milton, eso de violar derechos individuales básicos de terceros en nombre de la ética y la moral no cuela... :P

Por cierto, siempre me ha llamado la atención esa defensa a ultranza de la sanidad pública. Recientemente un progre me comentaba horrorizado que su jefe en un viaje a Nueva York se puso malo y había tenido que pagar en el hospital.
Por el contrario, no pareció importarle que tuviera que pagar por el hotel, el transporte o algo mucho más imprescindible, la alimentación. A fín de cuentas, yo llevo sin ir al médico años, pero comer, tengo que comer varias veces al día.
Es más, puestos a rizar el rizo... ¿no tendrán mejores oportunidades los niños bien alimentados que los que no lo están?
En fín, no demos ideas...
Enviado por el día 29 de Mayo de 2005 a las 22:18 (3)
> 'Pero a nadie se le obliga a salvar la vida del otro. A uno no le condenarán si un desconocido con el que jamás ha tenido relación muere.

Según y cómo.

> '(...) no son derechos en ningún sentido significativo, pues estos se definen por su universalidad y su inmutabilidad (...)'

Como imagino que los derechos a que te refieres como universales e inmutables son los derechos a la vida, a la libertad y a la propiedad ¿serías tan amable de informarme de cuándo, dónde y por quién fueron definidos esos y solo esos derechos con tal carácter?

Porque, sin ir mucho más lejos, en el derecho romano el derecho a la vida estaba restringido (un padre podía disponer de la vida de sus hijos), y los de la libertad y propiedad, para qué decir. Tengamos presente, además, la existencia de la exclavitud hasta ayer mismo. (Paso de que incluso ahora pervive en ciertos países, creo).

Así, pues, insisto ¿dónde, por quién y desde cuando se definieron esos y solo esos y como universales e inmutables?
Enviado por el día 29 de Mayo de 2005 a las 22:21 (4)
'Esclavitud', joder.
Enviado por el día 29 de Mayo de 2005 a las 22:22 (5)
Sí cuela, Narpo. Es en primer lugar, una postura de precaución frente a los mounstros que llega a generar la razón humana. Y en segundo lugar, si quieres, una cuestión de prioridades. Puestos a establecer imperativos, es posible que yo crea que un código ético completo incluya el que una persona no muera de una diarrea debajo de un puente porque nadie se solidariza con ella. Lo que te aseguro es que no te iré asegurando que un imperativo natiural te obliga a hacerlo ni cosas por el estilo. Yo no destilo arrogancia por todods lados (no como otros...)

Ya te contesto yo, Belabroda. Por imperativo natural. Existe un grupito de illuminati liberarios que quieren que volvamos a la tribu a base de poner la ética por encima de los otros ordenes sociales. No son fieles ni siquiera a su amado Huerta de Soto que propone la teoría de los tres niveles complementarios en la que ética, utilitarismo (resultados que aporta la ciencia económica -véase Mises-) y evolución institucional se corrijen y complementan: cuando la ética falla, el utilitarismo y la evoluión institucional dan la luz roja. Cuando el utilitarismo falla, la evolución instituicional yy la ética avisan. Y así. Ellos ponen la ética por encima de todo y se olvidan de la evolución institucional y del utilitarismo. Son tan peligrosos como un marxista porque tienen una sistematización "única, verdadera y siempre válida". Y como ya nos ha enseñado la historia, a toda sistematización o arrogación de la verdad o el conocimiento cierto hay que temerle más que a nada. No es casualidad que hable de I. Berlin: su fundamentación del liberalismo era el de la doctrina de la libertad por oposición al monismo, no la de la doctrina de la libertad por aceptar una definición de libertad que se cree única y definitiva. FGatal arrogancia, que diría otro...

Un saludo
Enviado por el día 29 de Mayo de 2005 a las 22:43 (6)
>Son tan peligrosos como un marxista porque tienen una sistematización "única, verdadera y siempre válida".

¿Es una verdad única y eterna que las verdades únicas y eternas son siempre lo más peligroso, Milton? ¿O es sólo una regla heurística única y eterna?

Por otra parte, estos a los que consideras tan peligrosos como a los marxistas carecen de lo que hace peligrosos a los marxistas; a saber, un mito de la revolución. Y un plano de la sociedad ideal; al menos, en la medida en que sean consecuentes.

Más: ¿cómo te endilga Antonio su código ético? ¿Diciendo que es inmoral que le cobres impuestos para "tus" obras de "caridad"? En cambio, ¿esa exacción no es endilgar código ético ninguno? Si dices que no, porque no es ética, estás de acuerdo con él...

(Echabas de menos las discusiones recias, ¿eh?)

Belaborda, citar el Código Penal no sé si es muy relevante, por una parte; es como decir que hay robos como si eso demostrara que los robos no son malos; pero es lo que tiene el positivismo jurídico, supongo. Y, por otra, el delito de denegación de auxilio no existe en todas partes precisamente.
Enviado por el día 29 de Mayo de 2005 a las 23:51 (7)
No Marzo, primero habrá que aclarar qué es una verdad única y eterna y si, de conocerla, estamos en disposición de ser conscientes de que la conocemos. Yo me decanto por la casi imposibilidad (nótese el casi estratégico) de la consciencia del conocimiento cierto en muchos campos. El ético o moral, el principal de ellos.

Por otra parte, estos a los que consideras tan peligrosos como a los marxistas carecen de lo que hace peligrosos a los marxistas; a saber, un mito de la revolución. Y un plano de la sociedad ideal

Que va... se pasan el día soñando con utopías anrquistas!! Y aunque lo nieguen, no hacen más que apoyar políticas, teleocráticamente, para tender y planificar lo que ellos consideran "lo ético", a saber, esos ordenes tribales y antieconómicos pero prístinamente consecuentes con su muy racional consideración de la ética.

A mi no me ha hecho saltar Toni, sino Albert. en cualquier caso, yo tengo la idea de que es un exceso racionalista intentar formular completamente un código ético universal. Creo que nuestro destino, dadas nuestras limiitaciones antropológicas, es navegar en un mar donde la incertidumbre supera muy muchoi a la certidumbre y que, por tanto, el mayor garante de la libertad es la prudencia y el pluralismo. No la esquistez y respeto a elucubraciones racionalistas sobre la libertad. Elñ mero hecho de dar una definición única, e inmutable de libertad ya me parece un peligro. Me gusta más la idea de irla acotando poco a poco. No vaya a ser que, racionalistas de nosotros, al final generemos mounstros (que decía un famoso grabado de Goya).

Hombre marzo, sobre el derecho, no todos los iusnaturalistas interpretn a la "libertaria" ahí tienes al célebre Hart.

Un saludo
Enviado por el día 30 de Mayo de 2005 a las 00:06 (8)
> 'Belaborda, citar el Código Penal no sé si es muy relevante, por una parte; es como decir que hay robos como si eso demostrara que los robos no son malos; pero es lo que tiene el positivismo jurídico, supongo. Y, por otra, el delito de denegación de auxilio no existe en todas partes precisamente.'

Ocurre que alguien puede leer eso tan lapidario de '> 'Pero a nadie se le obliga a salvar la vida del otro. A uno no le condenarán si un desconocido con el que jamás ha tenido relación muere.' y encontrarse en una situación (pongamos por caso, un accidente de tráfico) en que pueda aplicarlo, y lo aplica y se puede encontrar con que lo procesan y lo condenan. Así de sencillo. Porque aunque en no todos los sitios esté tipificado el delito de denegación de auxilio, aquí, en España, sí que lo está y no sobra el saberlo. Creo yo.
Enviado por el día 30 de Mayo de 2005 a las 00:19 (9)
Bueno, Belaborda, eso estaba dentro de una explicación de lo que pasa cuando se respetan los derechos individuales, no de la legislación vigente.

Contestar cumplidamente a Milton me requerirá más esfuerzo del que puedo hacer ahora. Pero veo que has cortado mi cita justo antes de en la medida en que sean consecuentes. Por otra parte, ¿de verdad no adviertes ninguna diferencia entre "imponer" una ética de no imposición e imponer (esta vez sin comillas) una ética de imposición? ¿O, tal vez, y mucho peor, consideras que es más ético imponer a otro tu elección que dejarle en libertad de elegir? ¿Tratando con adultos no incapaces que no planean dañarte a ti ni a terceros? Pero la coerción, precisamente, niega la mera posibilidad de acción ética al objeto de coerción, impidiéndole ser agente libre. Es usar a otras personas como medios para tus fines; pero ya supongo que el imperativo categórico te resultará repugnante por categórico.
Enviado por el día 30 de Mayo de 2005 a las 01:08 (10)
Marzo,

¡Manzanas traigo!

Joder, que no era eso lo que me indicabas, lo sé; no como disculpa de mi memez, sino como explicacion: si trasnocho (en cambio, me encanta madrugar) y posteo, me columpio de mala manera. Ads.
Enviado por el día 30 de Mayo de 2005 a las 01:14 (11)
Tal y como yo lo entiendo -y hablo desde mi gran ignorancia en la reflexión política, vamos, que hablo desde la intuición- esos derechos sociales a la educación y a la salud son distintos porque inciden directamente en uno de los derechos individuales: el derecho a la libertad. No se puede ser libre sin un mínimo de salud o de formación. Si uno tiene hambre, vive en una zona pobre o cualquier otra circunstancia, puede reaccionar, trabajar, emigrar. Si está enfermo o es un profundo ignorante, ni eso puede o sabe.
Sinceramente, no puedo seguir una ética que me lleva a condenar a un niño o a un enfermo. Prefiero perder, de una forma organizada, parte de mi derecho a la propiedad.
Enviado por el día 30 de Mayo de 2005 a las 10:29 (12)
El primer párrafo del http://www.liberalismo.org/faq/22/#1"> escrito que ha dado lugar a esta anotación, se dice: > ‘Los liberales defendemos abiertamente los derechos de toda persona a la vida, a la libertad y a la propiedad privada. Estas son las condiciones indispensables para el progreso humano.’

Parece tan inobjetable que no debiera merecer la pena insistir en ello. O quizás, sí. Pues a mí se me ocurre parar mientes en el orden en que se enuncian tales derechos, como en sutil indicación de la importancia de cada uno de ellos, entre sí relacionados: Derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad.

Nada más falso, diría yo; mejor así: Derecho a la propiedad... y los otros derechos.

Porque es el derecho a la propiedad el fundamental, el más antiguo, tanto que debe de existir desde que el hombre es hombre, si no desde Adán en el Paraíso, sí desde Caín y Abel fuera de él: ya eran propietarios. Y fundamental hasta tal punto que cuando se ha conseguido establecer cualquiera de los otros dos derechos, lo ha sido limitando el derecho a la propiedad.

Citaba yo anteriormente que el derecho a la vida en las leyes romanas estuvo restringido hasta el extremo de que un pater familia podía disponer libremente de la de los hijos sometidos a su potestad. Esto era así porque esos hijos eran parte de su propiedad; como sus esclavos, o sus ganados; y como a ellos podía venderlos o matarlos. Cuando a ese pater familia dejó de reconocérsele ese derecho sobre la vida de sus hijos fue porque sus hijos dejaron de ser parte de su propiedad o, como mínimo, pasaron a ser propiedad con un status diferente.

(Continúa)
Enviado por el día 30 de Mayo de 2005 a las 14:45 (13)
(Continuación)

Si a un griego del siglo de Pericles (incluso Platón, que fue esclavo un tiempo y se lamentó de que 'los griegos hiciesen esclavos a otros griegos’ pero nada que objetar sobre los que no lo fuesen) o a un romano de la gloriosa época republicana, y acercándonos a nuestros días apurando un poco el argumento, a un noble ruso de Catalina e incluso a un plantador de algodón de la Virginia esclavista casi reciente, se les hubiese asegurado que el derecho a la vida y el derecho a la libertad se habrían de definir un día como universales e inmutables, les parecería tan discutible, por no decir otra cosa, como a muchos de nosotros nos lo parece el que ciertos derechos sociales adquieran o puedan adquirir tales consideraciones en el futuro.
Enviado por el día 30 de Mayo de 2005 a las 14:47 (14)
Belaborda, más que retringir el derecho de propiedad del pater familias se le reconoció al hijo el derecho de autopropiedad. Puedes plantearlo como una restricción del derecho de propiedad del padre; bien, es que el derecho de propiedad del padre se basaba en una restricción del derecho de propiedad del hijo. Por tanto, la constitución de los otros derechos ha pasado por un reforzamiento del de propiedad.
Enviado por el día 30 de Mayo de 2005 a las 19:16 (15)
¿de verdad no adviertes ninguna diferencia entre "imponer" una ética de no imposición e imponer (esta vez sin comillas) una ética de imposición? ¿O, tal vez, y mucho peor, consideras que es más ético imponer a otro tu elección que dejarle en libertad de elegir?

Sí, la advierto. Pero temo demasiado al moverme en un plano de absolutos. Son el gérmen del totalitarismo. La segunda pregunta... pues lo mismo. Es obvio que mi defena del liberalismo está muy fundamentada en la libertad de acción de adultos. ¿pero siempre y en todos los casos?. Jamás. Por eso el imperativo categórico me parece un ejercico teórico elogiable pero una nadería práctica. No es que lo rechace, sino que intuyo que será mejorable. Lo mismo para cualquier teoría de la justicia. Por eso hablo de acotación. Podemos saber por dónde andamos, pero nada más, nada exacto. Las sentencias del estilo "no agrederas salvo que te agredan. La respuesta será proporcional a la agresión" me parecen de lo más deficiente. Al ser la percepción de la agresión algo subjetivo, el establecimiento de la proporcionalidad es un exceso racionalista. Es mejor sabernos limitados y entender que se parcela de manera arbitraria, de acuerdo con la ética, las instituciones y las costumbres de nuestro tiempo. Y así, con todos los imperativos que se te ocurran. Puedo intuir que existen derechos naturales, puedo acercarme y estar casi seguro de cuales son. Lo que no puedo hacer es imponer unos "de no imposición" y dejar la puerta cerrada a la pluralidad y a la posible contrareidad en "defensa de la libertad". Muy peligroso, demasiado.

Un saludo
Enviado por el día 31 de Mayo de 2005 a las 00:55 (16)
Me releo y no se si me explico...
Enviado por el día 31 de Mayo de 2005 a las 00:56 (17)
Pues mira para que tu mismo te entiendas resumiré toda tu argumentación: MIEDO. Miedo y un intento fallido de racionalizarlo.

No querías absolutos, ahí tienes uno que todo lo manipula, tergiversa y oprime. Que no es un germen del totalitarismo pero es la herramienta principal sin la cual ninguna de sus formas prospera.


Enviado por el día 31 de Mayo de 2005 a las 07:00 (18)
Perdón, me dirijo a milton y, qué tal si miras otras posibilidades políticas, puedes hacerte socialdemócrata, del PP (que viene a ser parecido), cualquier cosa con tal de no tener que usar el calzador para meterte en la piel liberal.

Por cierto, tienes madera de político (llegarás lejos), todavía no sé si subes o bajas, si vienes o vas.
Ale, saludos


Enviado por el día 31 de Mayo de 2005 a las 07:11 (19)
Y yo te resumo la tuya: IGNORANCIA. No hay nada más atrevido que la ignorancia.

Es obvio que no has leído una línea de los grandes filósofos políticos liberales de este siglo, por ejemplo, I. Berlín o K. Popper o incluso Hayek, Que tras defender posturas rayanas a lo absolutos siempre reculan por miedo al darse cuenta de lo que están planteando. Sencillamente acotan pero no pontifican. Tú, como ignorante inseguro, necesitas un sistema. UN SISTEMA. Por eso te quejas de que no sabes a dónde voy. Ya sabía yo que mi bitácora, su título, y el post con la que la inauguré iba a ser reveladora y muy útil. Al reves, machote, si quieres respuestas automáticas y siempre fundamentadas como correctas házte socialdemócrata, comunista o adscribete a la ideología de moda. Pero el liberalismo no es una ideología de moda sino un conjunto de principios en evolución dentro de los que caben inmensas sensibilidades y que suele caracterizarse por su amor a la libertad y su temor al poder que la cercena. Tú llamarías miedoso, cobarde a un Lord Acton temerosos del poder que sentencia que corrompe absolutamente y, por ende, hay que cuidarse de él. Y, efectivamente, hay que cuidarse mucho de los jugueteos de arrogancia intelectual de los seres humanos y su capacidad para imponerselos a los demás. Después de 100 millones de muertos y 70 años de socialismo racional y científico todavía hoy tiene buena prensa. Lo dicho, demasiado peligroso.

La última recomendación. Aprende a pensar por ideas para tener en cuenta. Es muchísimo menos cómodo pero intelectualmente mucho más honrado. Si lo que quieres es pavonearte de cómo tienes respuestas automáticas y certeras para topdo, pásate a una ideología y no intentes sentar cátedra desde la absoluta ignorancia. Que ya se te ve el plumero.

Un saludo
Enviado por el día 31 de Mayo de 2005 a las 11:15 (20)
cualquier cosa con tal de no tener que usar el calzador para meterte en la piel liberal.

Esta frase es una muestra del nivel de arrogancia ignorante al que pueden llevar un pare de dosis de losantianismo exhacerbado con otro par de anarcocapitalismo austríaco. Al final, lo caracterísitico de lo liberal y de su tradición resulta que es lo que se mete con calzador.

Que pena, dios mío...
Enviado por el día 31 de Mayo de 2005 a las 11:20 (21)

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