10 de Abril de 2007
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Bitácora de Daniel Rodríguez Herrera
El PSOE quiere a la SGAE como censora
Mi último artículo viene a cuenta del borrador de ley con el que el PSOE pretende dar a la SGAE los papeles de juez, jurado y policía:
Sin embargo, todo es susceptible de empeorar. El último borrador especifica que con "órganos competentes" se refieren a la SGAE y demás entidades de derechos de autor. Los proveedores de servicios de Internet deberán obedecer las órdenes de Teddy Bautista cuando solicite no ya el cierre de un sitio web, sino incluso la desconexión de un usuario de Internet por hacer uso de las redes P2P.Leer más
Comentarios
Como todavía no controlan a la perfección el Poder Judicial juegan la baza de los órganos politico-administrativos (caso del CAC catalán) o pseudorepresentativos (como la SGAE) a los que, o bien nombran, o son probadamente de su cuerda.
Como se suele decir, hay una noticia buena y otra mala:
- la buena, con Internet, ya no hay censura
- la mala, en Internet, ha aparecido la Inquisición (laica, por supuesto)
- la buena, con Internet, ya no hay censura
- la mala, en Internet, ha aparecido la Inquisición (laica, por supuesto)
Bueno supongo que la represión de la libertad es innata en este tipo de ideologías que nos gobiernan; pero lo peor desde mi punto de vista, es que cuentan con la ignorancia y la laxitud y/o dejadez de la mayoría de la gente (o votantes), que cuando se lo cuentas te saltan con que ellos pasan de la política y que los politicos son todos iguales, etc y pasan...
"la sentencia ha establecido que lo distintivo de la protección de los autores regulada por la Ley de Propiedad Intelectual no es el uso que se dé a los soportes de grabación, sino la cuestión de si son, o no, "idóneos" para realizar una copia privada de obras protegidas"
Lo cual equivale a hacer cumplir veinte años y un día de carcel al que compre una botella de lejía, porque con ella se puede envenenar a alguien.
Lo cual equivale a hacer cumplir veinte años y un día de carcel al que compre una botella de lejía, porque con ella se puede envenenar a alguien.
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