5 de Agosto de 2005

No me ha sorprendido ver el careto del actor (bueno, es un decir) americano en la sección Vox Populi de El Mundo. Parece ser que al periódico no le ha gustado la particular visión de Uruguay que el susodicho o el guionista o el director (es que poco o nada me interesa la película) tienen de tan maravilloso país latinoamericano. Parece que los perpetradores han elegido una imagen "denigrante" y llena de clichés de Uruguay y claro, esto no ha sentado nada bien a los uruguayos que tan orgullosos están de su país.

Tal situación no es nueva, aún recuerdo, y ya ha llovido, un episodio de El Equipo A en el que se trasladaban a Barcelona y concretamente a su aeropuerto para realizar un rescate de los suyos. El ver a una panda de mejicanos vestidos de maderos, con aspecto de haber salido de Sierra Maestra hacía unas horas, rodeando un aeropuerto que parecía, y era, una pista de tierra en pleno Arkansas o Nebraska, que lo mismo me da, ha sido una de las situaciones más tronchantes que me he echado a la cara. Curiosamente, no escuché ninguna crítica del Honorable Puyol, que por esa época si que mandaba en Cataluña, pero ya se sabe que Felipe Glez. ya se había puesto a favor de los yanquis y no era cuestión de organizarla por un episodio mal documentado.

Pero es la libertad que tienen los creativos, unas veces se agarran a la realidad hasta adaptarlas a sus curiosas formas de entenderla y otras, se la saltan a la torera y hacen los que les sale de ahí mismo. He de decir que están en su derecho de la misma manera que otros están en el derecho de decir que lo que hacen es una porquería, fíjense sino en el actual cine español, lleno de porquerías con alguna maravillosa película de por medio. Lo que me fastidia es eso que se llama proporcionalidad, es decir que cuando aquí en España acudimos a los clichés que hemos creado sobre Estados Unidos, y que no son pocos, nadie se escandaliza, nadie se le ocurre escribir un editorial, aunque sea pequeño, y nadie se pregunta si los creativos españoles están cortados por el mismo perfil ideológico que las artistas y los artistos, los escritores y escritoras, los directores y las directoras, los Zerolos y la Zerolas.

Y para muestra un botón, en uno de los capítulos finales de una de las últimas temporadas de la serie El Comisario de la cadena Tele 5, las violaciones perpetradas por un marine americano destinado en una base cercana, eran la excusa para presentar al americano como chulo, violento, egoísta, poco respetuoso con las leyes españolas, soberbio y no sé que más cosas. Por supuesto, el comisario Castilla daba una lección moral al comandante del violador y le ponía los puntos sobre las íes. No recuerdo a Tito Valverde, actor que le presta su cuerpo y espíritu, en la sección Vox Populi de El Mundo, pero lo mismo es que tengo muy mala memoria.

Y no se preocupen los uruguayos, no pienso ir a ver la película.