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19 de Abril de 2008

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Areopagítica
Bitácora de Alberto Illán Oviedo

PP, del frentismo al tontismo

 

Es posible que Mariano Rajoy, interpretando su nuevo papel de líder iluminado, haya decidido que cuatro años de lucha sin tregua (valga la exageración) ha sido más que suficiente para demostrar que el frentismo contra el gobierno socialista de Zapatero ha sido totalmente inútil y hay que buscar otras ideas para sobrevivir en los nuevos tiempos. Al fin y al cabo, un partido no deja de ser una organización que aspira al poder con la excusa del bien común y la gestión de los asuntos públicos y no dudará en usar cualquier arte que considere adecuado y necesario para sobrevivir. Así que, ni corto ni perezoso y tras una periodo de relajación, ha puesto a los suyos a desarrollar una nueva estrategia, el tontismo.

El tontismo es un sistema que usa del bueno rollito para demostrar que pese a todos estos años de lucha, se puede llegar a puntos de encuentro aunque estos seguramente terminen pisoteando principios morales o distorsionando la legalidad, no digamos cualquier promesa que se haya hecho en el pasado. El tontismo es un sistema que ante la agresión se limita a indignarse y dar pellizquitos de monja. El tontismo es un sistema que ante contradicciones evidentes, se dedica a marear una perdiz que ya de por sí está bastante mareada. El tontismo es un sistema que busca contentarse con lo poco que el Poder, el fetén, el de la Moncloa le consiente. El tontismo es un sistema que evita el debate dentro del partido e invita a la deserción a aquellos que pueden proponer nuevas ideas, al menos alejadas de la línea tradicional, usando un absurdo concepto de unidad que . El tontismo es un sistema en el que el líder no tiene muy claro lo qué es ni cómo serlo. El tontismo es, en definitiva, el estado mental en el que se sumergen todos los partidos cuando, después de unas elecciones generales en el que salen claramente vapuleados, sus gerifaltes y allegados sienten como no sé sabe muy bien quién pueden moverles de la poltrona y luchan por agarrrarse a cualquier clavo ardiendo que les tiendan, aunque este lo haga el mismísimo diablo.

Ya lo escribió Gibbon hace unos siglos:

El despotismo de los emperadores abolió la distinción del mérito y la influencia personales –tan visibles en las repúblicas y tan apocadas y sombrías en las monarquías- y la sustituyó por una subordinación en rango y oficio [...]. Esta multitud de viles dependientes se interesaba en el mantenimiento del orden gobernante por temor a una revolución, que podía destruir sus esperanzas y, al mismo tiempo, anular las recompensas de sus servicios”.

Y luego cayó el Imperio, sólo hay que observar los paralelismos.


Comentarios

 
Para mi el tontismo mas grande o, mejor dicho, lo incomprensible, es que no se este pidiendo a gritos que retorne Jose Maria Aznar. Por que no pide todo el PP que vuelva ese senor? No entiendo eso.
Enviado por el día 19 de Abril de 2008 a las 22:17 (1)
Es como si en Estados Unidos los republicanos se hubiesen olvidado de que existe Ronald Reagan cuando este todavia era joven. No pues, hay que ganar las elecciones...me habre perdido algun capitulo, o es esta otra prueba del mundo loco en el que vivimos?
Enviado por el día 19 de Abril de 2008 a las 22:26 (2)
Lamentable Rajoy. Tanta soberbia reconcentrada se ha despertado, por fin, de su famosa siesta para lanzar un órdago desaforado. Coincido contigo Alberto en que su visión imperial de la pólítica le convierte en un ser enfermo de poder (aunque sea pequeño). En vez de presentarse como lider de todos los que están en desacuerdo radical con ZP y su cuadrilla, este señor ya ha decidido que esta legislatura va a rebajar las "tensiones" con su teórico oponente, para dedicarse a limpiar su partido de toda idea, que no ovacione su enésima pirueta, y de sus rivales.

Se proclama propietario de un movimiento viscoso, moldeable y oportunista y exige fidelidad perruna a un partido que él hace incapaz de regenerarse. Tal vez derrote a Doña Esperanza Aguirre en un congreso a la búlgara (aunque ésta no tenga la valentía de presentar su candidatura) pero, entonces, veremos a un nuevo Sansón que va a hundirse con toda la tramoya del escenario que le van a montar su búnker de acólitos y los barones que están encantados de mantener sus cuotas de poder.
Enviado por el día 19 de Abril de 2008 a las 23:22 (3)
Hombre... yo despues de mandar a quien no esté contento ni en el PP ni con él al Partido Liberal... lo que me parece ya sin ninguna duda es que ni el PP ni el Sr. Rajoy es Liberal.

¿No?
Enviado por el día 20 de Abril de 2008 a las 12:19 (4)
Bastiat estoy de acuerdo contigo, pero eso sólo ha sido la confirmación de que el PP no es liberal, antes no era oficial pero se veía claramente en sus políticas y propuestas.
Enviado por el día 20 de Abril de 2008 a las 15:48 (5)
Efectivamente Bastiat, ni el PP ni Rajoy son liberales, ni nunca lo fueron. No nos engañemos.
Enviado por el día 20 de Abril de 2008 a las 16:21 (6)
¿Y ahora qué?
Enviado por el día 20 de Abril de 2008 a las 21:59 (7)
Y luego cayó el Imperio

La gente tiene una idea algo rara de la caída del Imperio romano; será por las películas. Si por "luego" entendemos, como poco, dos siglos largos (entre Augusto y la llamada anarquía militar del siglo III), vale. Y ese plazo para un político son unas veinte eternidades.
Enviado por el día 21 de Abril de 2008 a las 00:35 (8)
Marzo, es una forma de hablar, pero siempre puede haber una crisis interna que lo rompa en dos partidos, uno dure el equivalente a mil años más en política y el otro tenga sus propios Rómulo Augústulo y Odoacro. Claro que, ¿cayó Bizancio o lo heredaron los zares?, ¿despareció el imperio carolingio o lo heredaron nuestros vecinos galos?

Saludos
Enviado por el día 21 de Abril de 2008 a las 07:32 (9)

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