15 de Abril de 2004

He podido seguir tanto el discurso del candidato Rodríguez como el del futuro líder de la oposición Rajoy y la primera conclusión que he sacado es la necesidad de una oposición fuerte que haga frente no sólo a la labor del futuro gobierno socialista si-la-cámara-le-concede-la-confianza, sino también a esos miembros en la sombra que serán el resto de los grupos y partidos presentes en la cámara y que sin duda marcarán la verdadera política del futuro gobierno.

Si en algo podemos resumir el discurso de Rodríguez y sus contrarréplicas a Rajoy es en la palabra "diálogo". Es increíble la cantidad de diálogo que se va a ver en esta legislatura, como recuerda el líder del PP, porque no le queda otra. Y como el diálogo es sólo una herramienta y no un fin en si mismo y como ha prometido el oro y el moro (perdón por semejante expresión de xenofobia), este hombre se va a ahogar en el diálogo, no va a poder dormir, mañana con IU, pasado con ERC, el domingo con CC.

Pero a las simples preguntas de Mariano Rajoy, el candidato Rodríguez no ha sabido o no ha podido contestar seguramente porque no se sabe la respuesta. Si hubiera ido al "Un, Dos, Tres,.... a leer esta vez", no hubiera pasado de la primera prueba. "Por 1 euro, díganos cosas que va a hacer cuando llegue al Gobierno, como por ejemplo salir de Irak". "Oiga"- contestaría ZP - que yo no he dicho nada de salir de Irak, lo que he querido decir es que cumpliré los compromisos internacionales a la vez que seguiré fiel a mi programa". Ambigüedad, la justa, es decir toda.

Sólo sabemos que se cargará la Ley de Calidad de la Enseñanza, que parará el PHN y lo sustituirá por proyectos virtuales, supongo que en la imaginación de sus socios catalanes, algo sobre el Consejo de Estado, algún proyecto vago sobre el Senado, poco o nada sobre los Estatutos, que se potenciarán las energías alternativas para cumplir Kioto pero no se sabe ni cómo ni cuándo, lo mismo que el cierre de las nucleares, montón de medidas de ingeniería social que no se sabe de dónde se van a pagar, nada o casi nada de su política económica y que los homosexuales se podrán casar. Nada concreto, vaguedades, políticas esbozadas a la espera de que alguno le apoye mañana.

Y Rajoy ha usado su oportunidad para meterle el dedo en el ojo y además emponzoñado en veneno dialéctico. Se ha dado una hartada de introducción digital en el orbital ocular, vamos. Preguntas y más preguntas sin contestación y de nuevo en la contra-contrarréplica, preguntas y más preguntas que sólo han recibido un eco. Se espera una legislatura apasionante y si el PP lo hace medianamente bien, el candidato Rodríguez ya convertido en presidente Rodríguez lo pasará muy mal. Así que mucha suerte, señor Rodríguez. Un último asunto, en ningún momento el PP ha interrumpido el discurso de Rodríguez Zapatero con abucheos o protestas, no se puede decir lo mismo del discurso de Rajoy. Todo una muestra del talante dialogante.