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28 de Agosto de 2004

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Orden Natural
Bitácora de Juan Fernando Carpio

¿Existe un final a esta era de inflación?


Como alumno de Juan Carlos Cachanosky, quien junto a Martin Krause es el economista más prestigioso de la Argentina en la tradición realista, digo liberal, soy alumno indirecto de Hans Sennholz, su maestro quien tuvo por mentor intelectual nada más y nada menos que al mejor economista de la historia, Ludwig von Mises.

Sennholz publicó un libro llamado "Age of Inflation". Al desarrollar un paper académico para aprobar la materia de Fluctuaciones y Ciclos Económicos en mi maestría, recordé el título de ese libro pues la teoría austriaca del ciclo económico sugiere la destrucción del propio sistema de dinero fiat tarde o temprano. Dado mi interés en que sea temprano y no tarde (basta ver el daño que la banca central causa en latinoamérica hace ya 70 años), pregunté a los profesores ligados al Mises Institute sobre el tema. En específico pregunté: ¿Es sostenible la actual situación inflacionaria mundial por mucho más tiempo?

La respuesta me la dió Robert Blumen, empresario del oro. No sabemos cuándo ni cómo, pero el colapso es inevitable si la tendencia continúa.

Comentarios

 
Y recientemente el señor Blumen se mandó otro tremendo artículo en mises.org, donde analiza, en gran forma, porqué y cómo la impresión de dinero del banco central americano no redundó en una inflación de los precios al consumidor, sino más bien en una gran inflación de los precios en Wall Street, con especial referencia a un libro escrito por Mr. Peter Warburton, "Debt and Delusion: Central Bank Follies that Threaten Economic Disaster". El artículo comenta y describe este libro.

http://www.mises.org/fullstory.aspx?control=1579
Enviado por el día 28 de Agosto de 2004 a las 15:01 (1)
"No sabemos cuándo ni cómo, pero el colapso es inevitable si la tendencia continúa."
??! Me recuerda al colapso del petroleo. Inevitable si la tendencia continua...
Enviado por el día 29 de Agosto de 2004 a las 00:00 (2)
Incluso parece que ese puede llegar primero.
Enviado por el día 29 de Agosto de 2004 a las 00:40 (3)
Narpo, aguda observación. Se me ocurre que hay una diferencia: el fin del petróleo sería la primera vez que ocurre (en lugar del petróleo pon la leña, el aceite de ballena, el carbón o lo que quieras); el fin del dinero de papel, en cambio, sería la primera vez que no ocurre. Los primeros en usarlo fueron los chinos en la Edad Media, recuerda a Marco Polo, y escarmentaron de tal modo que se pasaron a la plata hasta el siglo XX.

Pero, ay, cuánto tengo que estudiar...
Enviado por el día 29 de Agosto de 2004 a las 01:35 (4)
Caramba, marzo, cómo le estás metiendo al estudio, una inspiración en serio, sí. Me han dado ganas de abrir Man, Economy and State en este momento. Hasta luego.
Enviado por el día 29 de Agosto de 2004 a las 01:47 (5)
Tengo una teoría: 5 años de leer principalmente La Acción Humana, y Man, Economy and State, y uno se ubica directamente entre los mejores economistas del mundo, con título o sin título. Vamonos a leer, marzo. Qué el mundo siga creyendo que estamos locos.
Enviado por el día 29 de Agosto de 2004 a las 01:58 (6)
En unas pocas horas, vamos a flexionar un tanto los músculos que hayamos adquirido hasta ahora, con el importante tema de esta bitácora. Lo qué me pasa por hacerme el bravo.
Enviado por el día 29 de Agosto de 2004 a las 02:17 (7)
Sobre el dinero, el banco central y las consecuencias:

El precio de algo nos pone limitaciones. Nos obliga a economizar. En economías modernas, que se caracterizan por lo que llaman una extensa división del labor o especialización – a diferencia de una economía primitiva, sin intercambio entre personas -, los precios son dinero, o si prefiere, consisten de dinero, damos y recibimos dinero como precio para tener lo que verdaderamente necesitamos. El cambio indirecto, a través del dinero, reemplaza al cambio directo. El fin de la transacción sigue siendo el intercambio, el progreso.

Se adopta el cambio indirecto para que pueda despegar la producción en grande. El dinero, entonces, se adopta para poder intercambiar lo producido de la mejor manera posible, lo qué es decir de una manera que no inhiba a la producción. La producción es el fin de la comunidad - significa bienes de consumo, bienes de capital, la posibilidad del ahorro -, el dinero nace como un recurso práctico para esa producción.

Llegamos al meollo del asunto para mí.

Para que algo tenga valor adquisitivo, ¿tiene que ser escaso, verdad? ¿De qué sirve a la comunidad que se produzca más dinero si eso significa que es menos escaso? El oro dura miles de miles de años y consideremos las siguientes dos realidades: 1) hay relativamente poco oro, 2) la comunidad puede producir otras cosas en mayor cantidad que el oro. Esto quiere decir que si el oro es nuestro dinero, estamos destinados a ser cada vez más prósperos. Será muy simple y natural, pero no deja de ser cierto. El dinero de oro va a valer cada vez más conforme la producción de los bienes y servicios aumente, el uno va a poder comprar más del dos. Vivirían futuras generaciones mejor que nosotros.

Continua...


Enviado por el día 29 de Agosto de 2004 a las 14:10 (8)
Con los bancos centrales, poco a poco, sucedió lo que “tenía que suceder”: Ya no hay que redimir en oro los recibos o boletas de papel del banco. Producir dinero es más fácil hoy en día; se utilizan cada vez más los medios electrónicos en vez de la maquinita de imprimir papeles. El dinero artificial tiene un destino inflacionario.

El dinero tiene que tener un valor autentico para empezar. Antes de los Bancos Centrales del Estado, siglos de intercambio comercial habían ya determinado que el oro es el mejor dinero, o sea que hay más progreso mediante su uso como medio de intercambio. Tiene su valor, hay que reconocer. No es fácil inventárselo. Tiene sus riesgos de producción, tiene nomás su examen de mercado, es decir que antes de tener su valor, pasa por un proceso en donde nadie está obligado a comprarlo o a venderlo.

El oro pasó a tener dos usos, como objeto de consumo o factor de producción y, aparte, como medio de intercambio. Este segundo uso llegó a ser el principal. El dinero es el medio indispensable para la consecución de todos nuestros fines económicos.

Pero ahora los bancos centrales crean dinero según el antojo de unos cuantos expertos del Estado. Se crean ahora papeles independientes. Es cuestión nomás de querer hacerlo y salen los papeles fácilmente. En la década de los años 20, en Alemania no alcanzaban las carretillas para transportar el dinero. Algo parecido pasó en Bolivia en los años 80. Había que gastar el sueldo rápido en cosas reales porque ya no valía nada al día siguiente. Con el oro, es otra la historia.

Continúa en una última parte...

Enviado por el día 29 de Agosto de 2004 a las 14:22 (9)
El colapso llega porque el dinero de papel inhibe la acumulación del capital, o, lo mismo, a la producción de medios requeridos para producir mejor y en mayor número lo que la gente quiere (aparte de que cada vez hay más gente en el mundo), aparte de lo requerido para conservar el capital o aparato productivo actual. Todo esto implica que inhibe el ahorro - en otras palabras, a el abstenerse de consumir ahora para tener más beneficios después -. Eso haría la gente con el oro, un dinero que vale cada vez más. Con un dinero que vale cada vez menos, mejor consumirlo todo rápidamente. Mejor hacer lo opuesto de ahorrar, endeudarse. Por ahí va la cosa. Como decía Keynes (traduzco), “en el largo plazo estamos todos muertos”. Y como decía Mises en respuesta, ese largo plazo ya llegó. Hay un precio que pagar por no saber economizar, por abusar del dinero y, el tema de fondo, despilfarrar la producción. Sucede lo mismo que a una familia irresponsable, a la que no le interesa ahorrar, sino más bien – a ver si no ofendo a nadie -, estimular su demanda de bienes y servicios.

¿Cuántas oportunidades potenciales, para elevar el nivel de vida en general, se habrán perdido por derrochar en vez de acumular el capital que se precisa necesariamente? Sólo se puede imaginar eso.

La economía trata de personas. Sobre cuando llegará el colapso, pues ya colapsaron demasiados, aparte de que hay demasiados ya que sólo conocen la pobreza. Estamos ya pagando el precio de la existencia del banco central.

El artículo de Robert Blumen, que cité en mi primer comentario, ahonda en el detalle del tipo de perjuicios que un banco central (la Fed) puede ocasionar.
Enviado por el día 29 de Agosto de 2004 a las 14:38 (10)
Este link a un extenso artículo sobre los beneficios del oro:

http://www.liberalismo.org/articulo/222/12/
«El Patrón Oro», por Antonio Mascaró Rotger. Palabras mayores.
Enviado por el día 29 de Agosto de 2004 a las 15:53 (11)
John, encuentro que escribes como un planificador cualquiera:

>El fin de la transacción sigue siendo el intercambio, el progreso.

>Se adopta el cambio indirecto para que pueda despegar la producción en grande. El dinero, entonces, se adopta para poder intercambiar lo producido de la mejor manera posible, lo qué es decir de una manera que no inhiba a la producción. La producción es el fin de la comunidad - significa bienes de consumo, bienes de capital, la posibilidad del ahorro -, el dinero nace como un recurso práctico para esa producción.


Estás empezando a razonar de lo colectivo a lo individual. Pensaba yo que los fines son de los individuos y no de la comunidad; que el fin es la satisfacción de los deseos mediante el consumo y la producción es sólo un medio para el consumo; que el fin de la transacción es que los que individuos que la efectúan estén mejor que antes, más próximos a la satisfacción de sus deseos; y que el dinero nace como un recurso práctico para facilitar los intercambios. El despegue de la producción en grande fue una consecuencia favorable pero no buscada (orden espontáneo, no decretado); la consecuencia buscada era algo más inmediato, algo como poder cambiar parte de mis peras por tus naranjas, que no maduran en la misma estación.

Un poco más por este camino y acabarás keynesiano perdido, hablando de curvas de oferta y demanda como si fueran entes reales. ¡Arrepiéntete, antes de que sea tarde! ;-)
Enviado por el día 30 de Agosto de 2004 a las 16:53 (12)
Pensé que se sobreentendía que me refiero a individuos porque la colectividad sólo existe en nuestra mente, no es más que una figura de lenguaje, y un concepto. Sigue leyendo, está más adelante. ;)

Cada uno tiene su enfásis, estoy de acuerdo con todo lo que dijiste, excepto lo de Hayek. No se puede descartar que la gente buscaba mejores maneras de realizar sus intercambios y por supuesto que de una manera consciente y a propósito.

¿No hubieramos hecho tú y yo lo mismo en su lugar? ¿acaso somos unos «automatons»? Me quedo con Mises.
Enviado por el día 30 de Agosto de 2004 a las 19:23 (13)
Marzo,
Todos siempre queremos mayor producción, «más trabajos». Es el gran lamento de toda la vida. Sólo unos cuantos no comparten ese deseo universal.

Un buen ejemplo es esta región. Oh, todos en Latinoamérica queremos que despegue la producción en grande. Es el anhelo de las generaciones.

Hasta en EE.UU. todos tratan de «grow the economy», existe unidad en ese objetivo.

El desacuerdo universal concierne a los medios para llegar al mismo fin...más adelante, más adelante. ;)

Enviado por el día 30 de Agosto de 2004 a las 19:42 (14)
Marzo, luego, cuando uno quiere hablar de la humanidad finalmente, los hayekianos se molestan. ;)
Enviado por el día 30 de Agosto de 2004 a las 19:48 (15)
Los hayekianos nos molestamos cuando se critica a Hayek gratuitamente (quiero creer que por no haberle leído) mediante bufonadas, en lo que es un especialista Hoppe, por ejemplo.

"No se puede descartar que la gente buscaba mejores maneras de realizar sus intercambios y por supuesto que de una manera consciente y a propósito." Claro; también es su momento, cuando un barco llegaba a una costa, se les mataba, por si venían con malas intenciones. Posteriormente, se llegó a la conclusión de que quizás era más conveniente el trato. Evolucionismo social, querido John. Hayek en estado puro.

Sin él, la aproximación a la realidad está coja. Un poco más de Huerta de Soto vendría bien a muchos. ;-)
Enviado por el día 3 de Septiembre de 2004 a las 15:05 (16)

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