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3 de Marzo de 2006

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Orden Natural
Bitácora de Juan Fernando Carpio

Algo a cambio de nada: salario mínimo y desempleo



Por: Thomas Sowell

La revista The Economist reporta que la tasa oficial de desempleo en Sudáfrica es 26% pero que el desempleo real podría ser aún mayor. La economía Sudafricana está creciendo. ¿Por qué entonces esta tasa de desempleo extremadamente alta? ¿Qué está sucediendo?

Lo que sucede en Sudáfrica es lo que ha estado ocurriencdo en otras economías con problemas graves. Alguien no pudo resistir la tentación de ofrecer algo a cambio de nada.

Los salarios mínimos en Sudáfrica han sido fijados [gubernamentalmente] a un nivel más alto que la productividad de muchos trabajadores, de modo que los empleadores no tienen incentivo alguno para contratar a esos trabajadores, aún cuando tales trabajadores sean perfectamente capaces de producir bienes y servicios muy necesarios.

Los sindicatos sudafricanos dicen que no permitirán a sus trabajadores convertirse en "la maquiladora de Occidente". Pero la ironía es que una compañía sudafricana que ha estado fabricando aros de aluminio solamente en Sudáfrica por dos décadas ha empezado a expandir su producción mediante tercerizar los trabajos adicionales en Polonia.

¿Significa eso que Polonia se está volviendo la maquiladora de Sudáfrica? ¿O significa que existen consecuencias al fijar los niveles de salario a desprecio de los niveles de productividad?
El gobierno sudafricano se niega a admitir que un nivel irreal de salario mínimo tenga algo que ver con la alta tasa de desempleo.

En otras palabras, creen que pueden aprobar una ley para darles a los trabajadores algo a cambio de nada.
Esa idea no es peculiar a Sudáfrica. En muchas ciudades y pueblos de Estados Unidos, los políticos locales, activistas e incluso grupos religiosos han estado exigiendo leyes que obliguen a un "salario mínimo vital" superior aún al salario mínimo federal.

Ellos aparentemente también creen que no pondrán en riesgo los empleos de los trabajadores cuya producción no vale lo que terceros llaman un "salario mínimo vital" -en otras palabras, que los trabajadores pueden obtener algo a cambio de nada.

El problema de Sudáfrica se ve agravado por el hecho de que, adicionalmente a salarios mínimos fijados [políticamente] por encima del nivel de productividad de muchos trabajadores, el gobierno ha aprobado leyes volviendo muy difícil despedir un empleado.

¿Eso debería reducir el desempleo, cierto? Falso. Los países como alemania con leyes de protección fuerte a los empleos tienen tasas de desempleo crónicas mucho más altas que países como los Estados Unidos, donde el gobierno no impone leyes así a las empresas.

Volver más difícil el despedir trabajadores vuelve más riesgoso contratarlos en primer lugar. Es más fácil sustituir capital por trabajo. Las empresas sudafricanas "se basan más en capital" que en trabajo, de acuerdo a la revista The Economist.

Aún cuando hay tiempos de expansión existe demanda de mayor producción, los empleadores podrían hacer trabajar a sus trajadores actuales horas más largas en vez de contratar trabajadores adicionales a los cuales tendrían problemas en dejar ir una vez que el auge haya pasado.
Nada es más fácil para los políticos que pensar en beneficios que pueden conferir a los trabajadores mediante imponerle costos a alguien más. Es momento de algo-a-cambio-de-nada, y recompensa muy bien a los políticos en tiempos de elecciones.

Mientras tanto, las empresas no pueden simplemente recoger sus cosas y dejar la ciudad o provincia, mucho menos el país, de un día para el otro. Pero, como la compañía sudafricana que expandió su producción y empleo en Polonia, los negocios pueden efectuar su expansión donde los costos impuestos sobre ellos por los políticos no sean tan altos.

Algunos negocios no se están expandiendo si no solamente tratando de sobrevivir. Los costos alegremente impuestos sobre ellos por los políticos pueden prevenir que algunos tipos de negocios sobrevivan -y sus empleados perderán sus empleos.

A lo largo del tiempo, las empresas pueden mover cada vez más de sus operaciones fuera de lugares donde se imponen costos adicionales políticamente y algunos simplemente mueven su operación completamente a otro lugar. Eso significa llevarse eslos empleos, y los impuestos que pagan, a otra parte.

Para los políticos, sin embargo, matar la gallina de los huevos de oro es una estrategia viable, siempre y cuando la gallina no muera antes de la siguiente elección. Siempre y cuando también la gente tenga memorias frágiles, no conecte los puntos, y no tenga en cuenta que no existe tal cosa como algo a cambio de nada.

(Marzo 3, 2006)

Comentarios

 
Cuanta razón tienes Juan Fernando, la demagia cotiza en el mercado de la política y sus lamentables consecuencias no la pagan precisamente los profesionales de la misma.
Enviado por el día 3 de Marzo de 2006 a las 21:50 (1)

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