13 de Diciembre de 2010

No me cae muy bien Assange, como creo que he dejado claro en un par de artículos. Pero eso no quita para denunciar lo absurdo de las acusaciones en su contra. A ver, una es por tener sexo y que el condón se rompa en medio del asunto. En el segundo caso hubo sexo, primero con condón y luego sin él. Ella le pidió que se lo pusiera y él no quiso; ella de todos modos aceptó continuar.

Al parecer eso en Suecia es suficiente para que te imputen cargos criminales por violación y abuso sexual. Así no es de extrañar que el país escandinavo tenga el doble de denuncias que el siguiente en la ránking europeo, el Reino Unido.

Eso sí, no me creo las acusaciones conspirativas. Simplemente los suecos nos llevan delantera en el asunto este del feminismo totalitario. Así que si visitan el lugar procuren no relacionarse demasiado con las bellezas locales. No sea que no den la talla y les denuncien.