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Bitácora de Alberto Illán Oviedo

Ha salido en varios medios de comunicación la intención del Gobierno de limitar los costes de los SMS en los concursos televisivos a 0,5 euros. Por lo visto hasta ahora existía un acuerdo de autorregulación con las cadenas y el importe máximo no podía superar los 1,2 euros. Como a todas luces, este precio es muy alto para un SMS, las asociaciones de consumidores reclamaron al Ejecutivo medidas para evitar abusos. Estas peticiones parece que han tenido su premio y el ministro de Ciencia y Tecnología, Juan costa, ha anunciado esta disposición.

Con ella se demuestra que por muy de derechas que sea un gobierno, el liberalismo aún es una quimera. Dos asuntos. El primero, es que cada uno de los habitantes mayor de edad de este país debe tener la suficiente responsabilidad de saber que si mandas un SMS a un número que te cobra 1,2 euros por mensaje, a fin de mes te llegará una factura con este cargo. La decisión es tuya de nadie más y si eres menor de edad la responsabilidad es de los padres o tutores. El Estado no debe venir a proteger a nadie en estos temas, a no ser que seamos tontos. Responsabilidad personal. Lo que sí debe hacer es legislar para que la empresa deje bien claro cuánto va a ser el coste y no permitir esa culebrilla que aparece con los precios en la parte inferior de la pantalla en letra minúscula y más rápida que un latido.

La segunda es que se está cargando la libertad de la empresa privada (Lo de RTVE es otro mundo) de poner los precios que ella quiera. Si yo tengo una fábrica de cerillas y vendo cada caja a 1.000 euros, es problema mío y si alguien viene y me las compra es problema suyo. Ambos somos adultos responsables. Si una empresa quiere poner el mensaje a 100 euros, cuál es el problema.

Pero puestos a intentar entender la medida, más moral que legal y viendo que lo que se quiere es evitar cierto grado de ludopatía, en vez de limitar la libertad empresarial y que las empresas no tengan demasiados ingresos provenientes de este deplorable 'problema social', ¿no sería mejor hacer como con el tabaco y el alcohol, subir el precio para que la gente no lo consuma? Yo sólo doy ideas.