14 de Enero de 2004
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Bitácora de Alberto Illán Oviedo
Ceguera filosófica
Algunas veces tengo la sensación de que determinados intelectuales son personas capaces de repetir una única idea de mil formas diferentes como única facultad. Otras veces, lo que percibo es que son capaces de repetir de memoria innumerables citas y reflexiones de otros intelectuales de manera bastante habilidosa. En ambos casos, juraría que son incapaces de recurrir al razonamiento y a la lógica para profundizar sobre un problema o una cuestión planteada. Tal es el caso de Tzevetan Todorov, filósofo búlgaro que ha acudido al ciclo Fronteras, organizado por el Centro de Cultura Contemporánea y la Fundación Collserola en Barcelona. (El Mundo, 13 de enero de 2004)
Abordando el papel internacional de Europa nos afirma que: "Europa debe asegurar su defensa y seguir su política, no la de otros".
Este tema ha sido planteado por infinidad de personajes de relevancia pública pero en tantos años no parece que haya pasado de mera teoría. La defensa de Europa implica dos cosas: una política exterior común y un presupuesto para mantener un ejercito operativo. Sin embargo, antes que un presupuesto destinado a esa defensa hemos preferido el mantenimiento del Estado del Bienestar, ya que el amigo americano hacía las labores de policía frente al totalitarismo comunista. Es fácil decir ahora que debemos seguir nuestra política y asegurar nuestra defensa pero ¿alguien ha pensado cuánto nos costaría y a qué tendríamos que renunciar de ese Estado del Bienestar al que nos hemos acostumbrado? ¿Es ético volver la espalda a EEUU cuando ha sido el país que nos ha defendido durante décadas del totalitarismo, primero el del Káiser, luego el nazi y por último el comunista?. Aunque a muchos les duela, los intereses básicos de EEUU son los de Europa. ¿La política exterior respondería a los intereses de toda Europa o a los de algún país de este puzzle?.
Todorov, como otros muchos se queda en la cáscara, plantea su propia visión y da respuestas políticamente correctas pero no demasiado acertadas. "Tenemos que ver Europa como un espacio político en el que es posible ejercer una acción política que frene la acción económica". De nuevo el Estado frente al individuo. La economía es por sistema el ogro malo que persigue al pobre infeliz, no quedándole más remedio que pedir protección al gobierno de turno para que a través de una acción política, tenga una vida digna. Lo que está justificando aquí es la creación de un estado más o menos totalitario, defensor de su administrado. Es un poco doloroso que una persona que ha sufrido en sus carnes una dictadura comunista, con todo lo que eso supone, defienda una acción del Estado y una pérdida de libertad del individuo. Además, da la sensación que hecha de menos la Guerra Fría cuando nos dice que "Europa debe asegurar su defensa y seguir su política, no la de otros. Así se construirá un mundo basado en el equilibrio de potencias, Europa es vieja y tiene memoria y sabe que no le interesa dominar"
Para terminar pide la apertura de la fronteras: "Las fronteras, al menos en Europa, deberían ser abiertas, de mediación, conexión, enlace... todo menos fronteras" ¿Se ha planteado alguna vez qué pasaría en ese caso y cómo se iba a mantener a los millones de inmigrantes que llegarían a Europa huyendo de los males que asolan sus países? Sin hablar del caos que supondría en las sociedades europeas y la imposibilidad de conseguir recursos sino es por la fuerza. Pobres contribuyentes.
Los medios de comunicación deberían dejar de ser sólo los portavoces de estos intelectuales y realizar una crítica profunda y constructivas de sus declaraciones y, en algunos casos, desvaríos. Por lo menos, al lector le llegaría más información con la que alcanzar una visión más objetiva.
Abordando el papel internacional de Europa nos afirma que: "Europa debe asegurar su defensa y seguir su política, no la de otros".
Este tema ha sido planteado por infinidad de personajes de relevancia pública pero en tantos años no parece que haya pasado de mera teoría. La defensa de Europa implica dos cosas: una política exterior común y un presupuesto para mantener un ejercito operativo. Sin embargo, antes que un presupuesto destinado a esa defensa hemos preferido el mantenimiento del Estado del Bienestar, ya que el amigo americano hacía las labores de policía frente al totalitarismo comunista. Es fácil decir ahora que debemos seguir nuestra política y asegurar nuestra defensa pero ¿alguien ha pensado cuánto nos costaría y a qué tendríamos que renunciar de ese Estado del Bienestar al que nos hemos acostumbrado? ¿Es ético volver la espalda a EEUU cuando ha sido el país que nos ha defendido durante décadas del totalitarismo, primero el del Káiser, luego el nazi y por último el comunista?. Aunque a muchos les duela, los intereses básicos de EEUU son los de Europa. ¿La política exterior respondería a los intereses de toda Europa o a los de algún país de este puzzle?.
Todorov, como otros muchos se queda en la cáscara, plantea su propia visión y da respuestas políticamente correctas pero no demasiado acertadas. "Tenemos que ver Europa como un espacio político en el que es posible ejercer una acción política que frene la acción económica". De nuevo el Estado frente al individuo. La economía es por sistema el ogro malo que persigue al pobre infeliz, no quedándole más remedio que pedir protección al gobierno de turno para que a través de una acción política, tenga una vida digna. Lo que está justificando aquí es la creación de un estado más o menos totalitario, defensor de su administrado. Es un poco doloroso que una persona que ha sufrido en sus carnes una dictadura comunista, con todo lo que eso supone, defienda una acción del Estado y una pérdida de libertad del individuo. Además, da la sensación que hecha de menos la Guerra Fría cuando nos dice que "Europa debe asegurar su defensa y seguir su política, no la de otros. Así se construirá un mundo basado en el equilibrio de potencias, Europa es vieja y tiene memoria y sabe que no le interesa dominar"
Para terminar pide la apertura de la fronteras: "Las fronteras, al menos en Europa, deberían ser abiertas, de mediación, conexión, enlace... todo menos fronteras" ¿Se ha planteado alguna vez qué pasaría en ese caso y cómo se iba a mantener a los millones de inmigrantes que llegarían a Europa huyendo de los males que asolan sus países? Sin hablar del caos que supondría en las sociedades europeas y la imposibilidad de conseguir recursos sino es por la fuerza. Pobres contribuyentes.
Los medios de comunicación deberían dejar de ser sólo los portavoces de estos intelectuales y realizar una crítica profunda y constructivas de sus declaraciones y, en algunos casos, desvaríos. Por lo menos, al lector le llegaría más información con la que alcanzar una visión más objetiva.
Comentarios
Pero lo pero de Todorov en la entrevista es la justificacion de las dictaduras cuando traen orden y el desprecio de la libertad por que, a su parecer, traen inestabilidad.
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