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9 de Enero de 2005

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La Hora de Todos
Bitácora de José Carlos Rodríguez

"Humanizando el mercado"



Uno de los conceptos más fastidiosos que uno puede encontrar en un debate, es aquel de que si bien técnicamente hablando una economía libre (el libre mercado) es más eficiente y productiva, resulta impersonal y es mejor intervenirle o regularle para "humanizarla".

Analicemos algunos aspectos implicados:

1.- "El mercado es frio e impersonal"

Se ha realizado estudios que muestran cómo el límite natural a una comunidad de personas es de 150 individuos. Más allá de eso, los vínculos tribales se rompen y se necesita institucionalidad más que vínculos personales para mantener el funcionamiento del tejido social. En otras palabras, los grupos grandes necesitan reglas más que camaradería o vínculos de sangre.

Por lo tanto, si queremos beneficiarnos de la división del trabajo (como la que le permite utilizar la computadora con la que pretendería contradecirlo, pues está hecha en Asia), necesitamos relacionarnos con extraños. 150 personas producen una división del trabajo muy primitiva, garantizando la limitación que actualmente llamaríamos "pobreza". Por ende, el sistema social debe basarse en reglas e instituciones que respondan a esa necesidad de confianza para el intercambio de todo tipo en las relaciones humanas. A una persona al otro lado del globo, o al otro lado del valle (da igual), me debe ligar un poco más que mi fé en la raza humana. Una letra bancaria o un juez tienden a ayudar. Y esas instituciones son algo técnico, pero establecido por seres humanos. Tal vez nos gustaría la idea de una abuelita prestándonos dinero en vez de un cajero desconocido, o el tio Alfonso regañandonos en vez de un policia llevándonos ante un juez. Pero ni modo, parte de madurar es aceptar que el mundo está mayormente lleno de gente que no conocemos y a la cual podemos beneficiar beneficiándonos sin necesidad de cercanía.

Por lo tanto, si bien el mercado está compuesto de instituciones y aquellas no regalan pasteles de manzana y un vaso de leche, son de extremo beneficio para la sociedad.

2.- "El mercado es desalmado y cruel"

Responda ud. esto: ¿Prefiere que le paguen más o que le paguen menos? Y ahora esto: ¿Prefiere pagar más o pagar menos por la misma cosa?

La constante búsqueda de ofertas ventajosas y de clientela igualmente favorable, en forma de subasta que -lo reconozcamos o no- llevamos a cabo diariamente, no es cruel. Si fuese cruel, al ejercer ud. su naturaleza humana estaría siendo un poco cruel. Y la suma de crueldades individuales conformaría un sistema económico cruel. La verdad es que como se dijo antes, el proceso es impersonal. Y así es mejor. No se detiene por nadie. Cada cual busca la combinación que le plazca -en ese momento- de beneficio síquico y monetario en su escala de valores, y la suma de todo eso constituye el mercado.

Es curioso que, como dijera Ayn Rand, el trabajador que quiere un alza salarial sea visto con simpatía, pero el empresario que quiere ahorrar en costos laborales sea visto con animadversión. Son dos facetas de la misma naturaleza, con distintos roles. Bien haría el "humanista" o "humanizador" en estudiar las consecuencias reales y armónicas del proceso en su conjunto.

Lo sorprendente, hasta que uno estudia un poco de Economía, es que el resultado es altamente benévolo, y más beneficioso relativamente mientras peor uno esté relativamente. En un mercado realmente libre (gobierno limitado, bajisimos o inexistentes impuestos, ley y no legislación, dinero de mercado), el emprendedor jamás puede librarse de las consecuencias beneficiosas para los demás de sus actos de autointerés: sencillamente no se enriquece sin mejorar la vida de los demás en aún mayor medida.

3.- "La acción colectiva concertada (en su forma política) es más humana que el mercado"

Eso es, sencillamente, la fatal arrogancia. Pensar que la concertación de mentes en forma de asamblea, cónclave, plan estratégico o similares, puede superar la suma de acciones descentralizadas de individuos que conocen su propia situación y recursos en forma dinámica, es un acto soberbio. El problema de un arreglo político en vez de uno económico, es uno de naturaleza epistemológica entre otras cosas.

¿Ha visto ud. o asistido alguna vez a una asamblea? ¿No pensó nunca que hubiera sido mejor ni siquiera iniciarla y que el arreglo resultante va a perjudicar a minorías porque las mayorías (dependiendo del tema o asunto) así lo deciden? Lo que el mercado hace es proporcionar una forma lo más humana posible, es decir respetando la búsqueda de la felicidad subjetivamente trazada, de colaborar con el prójimo. Ni más ni menos.

El mercado no necesita ser humanizado. La suma en ausencia del uso de la fuerza de nuestras humanidades, es el mercado. Humanicemos nuestros conceptos, por favor.

Comentarios

 
Muy buen artículo juan fernando.

Me gusta que escribas artículos de éste tipo, porque la propaganda anti-mercado es tan poderosa que hasta me hacen dudar alguna vez, y el mercado es sólo libertad y cooperación pacífica.
Enviado por el día 9 de Enero de 2005 a las 00:07 (1)
No dudes, solo recuerda la forma en que adquirimos el amor y la amistad: voluntad y mérito. Todo lo que vale la pena en la vida se obtiene en un intercambio de valor por valor, o por lo menos de forma no-agresiva.
Enviado por el día 9 de Enero de 2005 a las 00:09 (2)
Gran post, en pocos párrafos queda meridianamente clara la superioridad del libre mercado sobre la intervención del estado. Lo que comentas sobre las asambleas es muy cierto, además la mayoría de veces se tiene la sensación de que la decisión está tomada de antemano.

Seneca, te doy toda la razon: el bombardeo de doctrina contraria al mercado (gobierno, ongs, intelectuales...) es tan masivo que se hace reconfortante poder leer artículos que destaquen sus beneficios.

Saludos.
Enviado por el día 9 de Enero de 2005 a las 00:39 (3)
Me sumo a lo dicho por Séneca y Xavier. Es muy didáctico. Tres parrafos para guardar y no olvidar. Pasa como con el libro La economía en una lección de Hazlit: breve y sencillo pero muy útil.

Saludos
Enviado por el día 9 de Enero de 2005 a las 02:29 (4)
Gracias amigos mios. Sus comentarios ampliando, mejorando, felicitando o criticando son la gasolina que mueve nuestras bitácoras (pensando en que hablo por todos).
Enviado por el día 9 de Enero de 2005 a las 08:20 (5)
«...solo recuerda la forma en que adquirimos el amor y la amistad: voluntad y mérito. Todo lo que vale la pena en la vida se obtiene en un intercambio de valor por valor, o por lo menos de forma no-agresiva.»

Estimado jfcarpio, eso del amor me recuerda al objetivismo de Rand, que siempre me dejo con la impresión de que define al amor de forma incompleta. Me quedo con «por lo menos de forma no agresiva». Imagino que cada amor es único, irracional muchas veces, indecifrable definitivamente.
Enviado por el día 9 de Enero de 2005 a las 11:56 (6)
Excelente artículo, por cierto.
Enviado por el día 9 de Enero de 2005 a las 14:42 (7)
gracias tranquilocomp
Enviado por el día 9 de Enero de 2005 a las 17:08 (8)
Me rocordo lo que una vez discutiamos en el foro con mi compatriota quetzalcoatl1, el sugeria que los indigenas eran discriminados por el injusto sistema de mercado que no respaldaba la propiedad comunal de las tierras.
Claro que entre un nucleo de poblacion pequeña por demas de emparentada podia tener cierto sentido pero no asi con los flujos de capital de las economias modernas.
Es decir no es el mercado global el que discrimina a la propiedad comunal indigena sino al reves.
¿Que garantias de inversion y recuperacion tiene este sitema para respaldar los creditos?
Lo absurdo es que quetzalcoatl1 quiere la incorporacion de la propiedad comunal indigena al sistema global, no, asi no se puede son totalmente ajenos a la realidad.
Enviado por el día 9 de Enero de 2005 a las 18:51 (9)
En una sociedad libre, la comuna hippie tiene todo el derecho a ser y hacer. No esperen tener un alto estándar de vida, sin embargo. Pero quién quiere DVD player si se tiene amor fraterno de extraños en túnicas...
Enviado por el día 9 de Enero de 2005 a las 19:06 (10)
Es lo que digo yo.
No quieren los productos del mercado consumista pero si quieren consumirlos bueno.
Enviado por el día 9 de Enero de 2005 a las 21:07 (11)
Después de los elogios de los entendidos, el mío no debe suponer gran cosa; pero valga por lo sincero. Jfcarpio, esta anotación me ha gustado muchísimo.
Enviado por el día 10 de Enero de 2005 a las 10:29 (12)
Ugghh, hay que responder a esto: está muy buena tu ironía, motilsarra. Me di por aludido y fue como un buen gancho al estomago. ;) Por favor no hagas sonrojar tanto a tus compañeros. Estás bien terrible últimamente.
Enviado por el día 10 de Enero de 2005 a las 11:10 (13)
Compañeros ¡qué hermosa palabra! Sí, compañeros aunque pensemos de forma diferente. :)
Enviado por el día 10 de Enero de 2005 a las 12:15 (14)
A ver como te gusta esto, motilsarra. Siempre me ha gustado, me ha parecido muy especial, esta explicación de Mises (si no una cita, es casi una cita):
El mercado es un proceso de cooperación social. Reemplaza a la competencia biológica.

«Cooperación social», nunca había escuchado o leído a nadie describirlo de tal forma.

Con la competencia biológica como alternativa histórica, el mercado es un sistema de cooperación social sumamente humanitario.


Enviado por el día 10 de Enero de 2005 a las 12:36 (15)
Gracias moltisarra
Enviado por el día 10 de Enero de 2005 a las 17:02 (16)
Has dado en el clavo.
Realmente muy didáctico.

Sólo añadir que el mercado es inhumano cuando es imperfecto y deficiente, por lo tanto para "humanizarlo" sólo hay que mejorar su eficiencia, dejándolo en libertad.

Yo también fui "humanista" una vez, hasta que estudié economía y comprendí el verdadero camino para resolver los problemas, en lugar de perpetuarlos.

Lo malo es que el profano seguirá convencido con su doctrina ignorante...
Enviado por el día 27 de Enero de 2005 a las 13:35 (17)

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