23 de Enero de 2007
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El camino irlandés a la prosperidad
En él comienzo por explicar cómo se fue abriendo poco a poco al comercio internacional, aunque sin cambiar el modelo económico.
A finales de los 70' y durante la primera mitad de los 80' el fracaso económico fue tan absoluto, que el gobierno se vio forzado a tomar medidas y, un poco por probar lo único que no se había probado, otro porque cada vez estaban mejor vistas las medidas liberales, se comenzó a apostar por ellas.
Este modelo de crisis-reforma-éxito que se produjo en Irlanda se dio también en Estados Unidos, Gran Bretaña o Nueva Zelanda. Sólo cuando se alcanza una verdadera crisis social se confía en la liberalización para salvar los muebles. De hecho, explico:
Pero los irlandeses, conscientes de su propia situación, estaban maduros para tomar las medidas necesarias. Las crisis económicas pueden ser propicias para las reformas liberales, si las circunstancias son favorables. Ocurrió una década antes en la vecina Gran Bretaña, con el primer Gobierno de Margaret Thatcher, así como en Estados Unidos tras la llegada de Ronald Reagan al poder, en 1981. A finales de los 80 otro país anglosajón, éste en los antípodas, Nueva Zelanda, había llegado a otra crisis económica e institucional que llevó al Gobierno laborista a hacer una profunda reforma de signo liberal, coronada con un rotundo éxito. Irlanda haría exactamente lo mismo.
En 1987 fue elegido un nuevo Gobierno, con el mandato acabar con la evidente crisis. Pese a gobernar en minoría, Charles Haughey, en su vuelta a la presidencia, logró implantar medidas impopulares pero respaldadas por el evidente éxito de la política de Thatcher en Gran Bretaña. Es entonces cuando cambia el sistema fiscal, caracterizado, como muchos otros, por los altos tipos impositivos y falto de incentivos para la exportación. El tipo máximo para personas físicas era del 58%, y para las empresas nada menos que del 50%. Además de confiscatorio e injusto era claramente ineficaz, pues casi exigía a los contribuyentes que ocultasen sus rentas al fisco, una práctica muy generalizada. El nuevo Gobierno decretó una amnistía fiscal previa a sus reformas, por la que daba a los renuentes seis meses para poner en claro sus cuentas, sin penalizaciones y sin exigencia del pago de intereses.
Inició unas reformas económicas que luego han continuado otros gobiernos, en estas líneas:
1) Más apertura comercial al exterior, con especial incidencia en la inversión extranjera. Se crearon zonas especiales para atraer la inversión foránea. El éxito llevó a la CE a obligarle a cerrarlos y a Irlanda a ver que ese era el camino para mejorar, por lo que llevó la rebaja de impuestos a la inversión de empresas de otros países al conjunto del territorio.
2) Reforma fiscal, que comenzó por bajar el gasto público. ¿Os imagináis a un político eliminando programas de gasto y presentando unos Presupuestos más bajos que el ejercicio anterior? No aquí, por desgracia. Aznar no dejó de subir el gasto.
3) Desregulación en los mercados aéreo, de telecomunicaciones, financiero y otros.
Resultado, el éxito.
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