24 de Agosto de 2006
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El gasto público nos empobrece
El posteo de mi respuesta a Isidoro interrumpió una más o menos interesante discusión que estaba manteniendo con en los comentarios de otra anotación con Francisco Agenjo de Socialdemocracia.org (a quien ya he fiskeado en otras ocasiones: I y II).
Los motivos de discusión eran variados, pero en todos ellos radicaba el mismo problema: la profunda incomprensión por parte de Ajenjo sobre qué es la riqueza.
Recapitulemos un poco antes de empezar. Agenjo afirmó que sería mejor que el gobierno dedicara el gasto presupuestario de la renta básica a la creación de riqueza.
Yo le objeté que la riqueza es un concepto enteramente subjetivo, ya que consiste en una fuente generadora de un flujo continuo de medios (renta) para satisfacer los fines humanos más importantes. La riqueza no nos permite satisfacer directamente nuestras necesidades, pero nos proporciona los medios que sí lo harán (tanto como corriente de bienes o de servicios).
Según Agenjo, sin embargo, riqueza es todo aquello que mejora la vida de la gente. No sólo aquello capaz de producir renta, porque hay cosas que no producen renta, como los sentimientos y el amor que para mí son riqueza.
Agenjo está tan metido en el paradigma neoclásico que ha confundido –supongo que de manera inconsciente- renta con renta monetaria. Los sentimientos y el amor sí producen una renta de servicios, concretamente de servicios de afectuosidad. El amor proporciona algunos de los medios que los seres humanos necesitan para ser felices –muestras de cariño, caricias, besos…- y por ello los seres humanos tratan de conservar la llama del amor (al menos cuando ello no implica renunciar a fines que valoran más que el amor; de ahí provienen parte de las rupturas, la negación a renunciar a parte de uno mismo a favor de la otra parte). De hecho, en cierto modo el amor también puede ser “producido”: se llama cortejo y seducción. La producción del amor es distinta a la de un bien manufacturado, ya que no es un proceso mecánico, sino donde la planificación debe ser flexible y adaptable; no requiere estructuras productivas fijas, sino una serie de acciones humanas y de comportamientos correctamente enfocados.
En definitiva, para un individuo el amor será riqueza en tanto le proporcione los medios para una continuada satisfacción de sus necesidades. En ese sentido, Agenjo se equivoca.
Sin embargo, la magnitud del error es mayor por la segunda implicación de su oración: riqueza es todo aquello que mejora la vida de la gente. El problema de esta afirmación es que puede ser fácilmente malinterpretada: la vida de la gente puede mejorar empobreciéndola. Por ejemplo, imaginemos que tengo 500 euros y estoy dudando entre comprarme un televisor o una lavadora. Finalmente opto por la lavadora porque creo que me será más útil; pero una vez adquirida el gobierno me la intercambia coactivamente por el televisor.
En este caso es evidente que soy más pobre, ya que he pasado de tener una lavadora (medio más valorado) a un televisor (segundo medio más valorado). Pero aquí el televisor mejoraría mi vida, ya que estoy mejor con él que sin él. El gobierno me ha empobrecido, pero mi vida mejora con respecto a una hipotética situación donde no tuviera televisor.
De ahí que sea importante retener que la acción humana se dirige a satisfacer los fines prioritarios del ser humano y que la creación de riqueza deberá necesariamente adaptarse a la satisfacción de esos fines prioritarios.
Ahora analicemos la propuesta de Agenjo de destinar una parte del gasto público a crear riqueza, como, por ejemplo, en la investigación de células solares mas eficientes, o en la creación de una red de distribución de biodiesel (o subvencionando coches de motor híbrido o que usen este cobustible). Para una exposición más detallada de su propuesta aquí tenéis su artículo.
El gasto público en tanto intenta detraer los recursos de allí donde habrían sido utilizados por sus propietarios y redirigirlos allí donde NO lo habrían sido, empobrece y no enriquece, ya que los seres humanos se ven compelidos a realizar actividades cuyo coste de oportunidad es mayor que la utilidad que obtienen por ellas. O dicho de otro modo, se ven obligados a renunciar a sus fines prioritarios por orden del gobierno.
Agenjo, no obstante, no comparte esta visión: Una cosa que hace lo mismo que otra a igual coste, consumiendo menos (a menor coste por lo tanto) y que posee inputs negativos menos cuantiosos es riqueza. Lo mires como lo mires.
Por supuesto esto no tiene ni pies ni cabeza. Dejo de lado la contradictoria definición de que una cosa pueda consumir “lo mismo” y “menos” que otra al mismo tiempo. Lo que Agenjo quiere decir es que si un artilugio obtiene el mismo output con menores inputs o un mayor output con los mismos inputs que otro artilugio, entonces aquí se ha producido un enriquecimiento.
En realidad, se ha producido un incremento de la eficiencia en esa línea productiva, pero lo que debemos preguntarnos es cuál ha sido el coste de oportunidad de alcanzar ese incremento de la eficiencia. Y es que para mejorar la eficiencia deberemos destinar recursos escasos a investigar o acumular el capital necesario para ello, renunciando a los usos alternativos que podríamos haber dado a esos recursos escasos.
En otras palabras, el incremento en la eficiencia puede habernos empobrecido a todos. Al contrario de lo que dice Agenjo, mayor eficiencia no va asociado con más riqueza.
Pongamos varios ejemplos. Primero, imaginemos que el gobierno de ZP nacionaliza toda la economía y decide destinar todos los recursos de España a incrementar la productividad agrícola. Tendríamos más bienes agrarios, seríamos más eficientes en ese sector, pero también seríamos más pobres.
Segundo, supongamos que el gobierno obliga a los españoles a ahorrar más de lo que están ahorrando ahora. Ello permitiría incrementar la acumulación de capital y la productividad de la economía. Todos seríamos más eficientes y más productivos, pero el gobierno nos habría empobrecido a todos. La razón es que los individuos querrían haber consumido más y el gobierno se lo prohibió, por tanto, no pudieron satisfacer sus fines prioritarios.
Tercero, si yo me gasto cien mil euros en un coche que vaya al doble de rápido que ahora y luego me doy cuenta de que podría haberlos dedicado a otros fines más importantes, habré cometido un error y seré más pobre, aun cuando la eficiencia en mis viajes haya aumentado.
Por supuesto, en cualquiera de estos tres ejemplos la mejora en la eficiencia mejora la vida de las personas aunque sea mínimamente. Una vez se ha acumulado más capital a costa del consumo prioritario, es preferible que la productividad aumente que lo contrario; una vez me he equivocado al comprar el coche, es preferible tenerlo a lo contrario.
El error está en desvincular el resultado del conjunto de acciones que lo han causado. Si tomamos las acciones como inevitables, entonces siempre será preferible disponer de un output que sirva para satisfacer alguno de nuestros fines, que no tenerlo. Lo importante, sin embargo, es que las acciones no son inevitables, salvo cuando se nos coacciona para ello.
Así podemos decir que nos hemos empobrecido –o que el gobierno nos ha empobrecido-, que hubiera sido preferible actuar de modo distinto y que el output obtenido ha incrementado nuestra pobreza con respecto a la situación precedente (donde todavía no habíamos actuado para malgastar nuestro tiempo y recursos). Jörg Guido Hülsmann, por ejemplo, considera que el resultado derivado del error (lo que yo llamo empobrecimiento) debe ser denominado desequilibrio (frente al desequilibrio neoclásico que consiste en una alteración de la situación de reposo).
Esta es la razón del mayúsculo equívoco de Agenjo: redireccionar parte del gasto en defensa hacia un sector similar como es el aeroespacial (con características muy similares de inversión, gasto público, I+D, traspaso de tecnologías a la sociedad civil, impacto sobre la inflación, etc.), posee beneficios obvios. Como son, por ejemplo, que mientras que el ejército sirve para promocionar guerras (vosotros acusáis al Estado de promover y ser causa de violencia contra el individuo ¿no?), mientras que la exploración espacial abre nuevos horizontes a la raza humana. O hablando en lenguaje economico, que espero que os llegue mejor. Abre el camino para futuros desarrollos empresariales y acomete inversiones que por el momento, ninguna empresa puede acometer.
Desde luego no voy a defender que el gasto público permanezca en defensa, sino que vuelva a los ciudadanos. Impedir que la gente utilice sus recursos como mejor crea conveniente, no mejora su vida sino que la destruye. Tú afirmas que la investigación aerospacial “abre nuevos horizontes a la raza humana”.
Sin embargo, los beneficios de esos horizontes sólo se plasmarán en el consumo contante y sonante (siendo optimistas) dentro de mucho tiempo. Si utilizas recursos en la investigación aerospacial no podrás dedicarlos a otros bienes o servicios que la gente desea con mayor urgencia. Es posible que los individuos quieran consumir HOY productos de menor calidad a consumir MAÑANA productos de mayor calidad. Y si ello es así, no estarán dispuestos a ahorrar (abstenerse de consumir) durante el tiempo necesario como para financiar vía créditos la investigación aerospacial (y si no es así, sí podrá financiarse vía el mercado crediticio).
Si a ti no te gusta que los individuos sean tan cortoplacistas y utilizas la coacción para obligarles a que miren al largo plazo, les estás impidiendo que persigan sus fines más importantes y, por tanto, les están empobreciendo. Ello aun cuando la investigación aerospacial proporcione en el futuro mejoras en la vida de los individuos: el coste de oportunidad de esas mejoras superará su utilidad, habrás despilfarrado los recursos.
En definitiva, la sugerencia de Agenjo de que el Estado tiene que incentivar la investigación en I+D, la aerospacial o cualquier otra industria “estratégica” y que ello genera riqueza no se sostiene. Agenjo detrae los recursos de sus empleos prioritarios y les da un uso que los individuos no desean.
Las subvenciones no deben reorientarse, deben eliminarse. El progreso y la creación de riqueza no se verían obstaculizados, sino que podrían realizarse en toda su integridad.
Comentarios
Lo que todavía no sé es de dónde sacas que la rentabilidad obtenida por los nuevos recursos será superior a la rentabilidad que se hubiera podido obtener construyendo, por ejemplo, nuevas refinerías de petróleo, fabricando más automóviles o investigando más en la lucha contra el SIDA.
Tu asumes que "llegar antes a los sitios" es la prioridad absoluta de todo el mundo, y puede serlo. Pero si así fuera no necesitarías coaccionar para construirla.
Insisto, deberías explicarnos por qué crees que la investigación especial o la construcción de carreteras que comuniquen zonas del planeta (la ONU podría construir miles de líneas de carreteras en Ýfrica) es más rentable e importante para la gente que la construcción de refinerías, la exploración de nuevas minas, la lucha contra el SIDA, el desarrollo informático, el incremento de la producción de automóviles o el abaratamiento de los precios de los billetes de avión.
El gasto público puede redistribuir la riqueza, no crearla. Se crea en los intercambios libres, en los cuales las dos partes consideran que salen ganando. Por ejemplo, si yo tengo una pelota de baloncesto pero me gusta más el fútbol, y tú tienes una de fútbol y te gusta más el baloncesto, intercambiándonoslas crearíamos riqueza.
Eso aparte. De ahí el problema que constituyen las propuestas de Isidoro de desvincular la "producción" de la "distribución". Algo que Hayek (¿éste no era ancap no? ) tildó de "la mayor tontería económica jamás dicha".
Vanguardist: no es que Isidoro sea progresista, el "Isidoro" de Rallo sí lo parece, de hecho es un "rojo" o minisocialista, cuando menos xD. Estate tranquilo por mi alma liberal, en serio.
Salud y libre comercio
Tener un superávit en el presupuesto del Estado y, a la vez, bajar los impuestos es condenar a España a estar a la cola de Europa, pues el enorme déficit de gasto público social no puede resolverse sólo a base del elevado crecimiento económico. En realidad, ha sido el elevado gasto público de los países escandinavos de tradición socialdemócrata lo que les ha permitido un extenso Estado de bienestar (que ha ofrecido seguridad a la población, incluyendo la laboral) y unas potentes infraestructuras que han facilitado su respuesta a los retos de la globalización (estos países son los más globalizados de la UE), siendo los países más competitivos de esa Unión. La escasa calidad del crecimiento económico español (con escaso valor añadido) y la elevada inseguridad en su mercado de trabajo derivan precisamente de la pobreza de su gasto público.
Agenjo está tan metido en el paradigma neoclásico que ha confundido –supongo que de manera inconsciente- renta con renta monetaria"
Rallo, por Dios, ¿te importaria dejar de utlizar la palabra neoclásico en vano? El paradigma neoclasico es este:
http://home.uchicago.edu/~rmyerson/research/jelnas...
Leete el puñetaro paper que ya he te recomendado un zillon de veces. El paradigma neoclásico no esta basado en el concepto de "homo economicus".
Te voy a confiar un secreto: por cada pagina que escribo leo unas 50. Piensa en cual es tu ratio y preguntate si estas en el óptimo.
En ese modelo las preferencias de cada individuo no son ni mas ni menos que una lista ordenada de los individuos del sexo opuesto. Se puede definir facilmente un concepto de equilibrio de Nash:
Un equilibrio es una lista de parejas tq. no exiten un hombre y una mujer que se prefieren entre si mas de lo que prefieren a sus parejas. el equilibrio existe, y hay un sencillo algoritmo que lo encuentra. (Gale & Shapley, 1956 en American Mathematical Monthly)
Una pequeña joya de la Teoria de Juegos y un ejemplo ultrasencillo de subasta Walrasiana. Ademas, es el algoritmo en el que se basa e-Bay.
Sé que ahora Rallo me dirás que cómo narices sabía el estado lo que yo quería, vale, simplemente supón que yo se lo he contado al burócrata de turno.
Por cierto, Kantor, vaya puyita le has soltado a Rallo.
El gasto público extrae del individuo su riqueza y le impide gastarla donde quiera.Y eso empobrece mi situación como individuo.
El recorte del gasto público tiene que venir acompañado con rebajas de impuestos y la decisión firme de evitar que entre en los mercados mas dinero impreso para evitar la inflación.Por supuesto el banco de españa debe ser privado para evitar la tentación de los políticos de financiarse a través de la inflación.
Los países escandinavos han dado marcha atrás hace años,compañero.Su competitividad era escasa porque los incentivos privados no existian,la riqueza que un trabajador recibía era robada en gran cantidad y se distribuyó a sectores ajenos a la voluntad de la gente.Para los mas pobres la salida que les daba su país era la de la expropiación de bienes de otro en vez de incentivarle para que EL y solo EL sea dueño de su vida sin ROBARLE a otro.
Kantor, yo diría que hay dos ratios más significativas que la que propones. La primera "número de páginas leídas que aporten algo nuevo" entre "número de páginas escritas que desarrollen algo nuevo. La segunda, "nuevo de páginas leídas sobre un tema" entre "número de páginas escritas sobre un tema".
La primera es obvia; leer 1000 veces el mismo libro no supone mejora alguna en el nivel de conocimiento. La segunda también; si leemos muchísima novela y escribimos sobre física, de poco servirá.
Aeri, esa no es la cuestión. La mera existencia del Estado ya implica que está generando riqueza para alguien (en concreto para quien se utiliza de él para explotar a la economía productiva). Las redistribuciones de renta también generan riqueza para todas aquellas personas que obtienen bienes que sin el Estado no hubieran podido pagar. El problema es doble: a) al conceder bienes de manera gratuita a quien no ha producido lo suficiente para lograrlos, estás erosionando las bases de la riqueza, b) las comparaciones intersubjetivas de utilidad son imposibles, de modo que la redistribución de la riqueza genere en modo alguno un efecto positivo.
Tú pones el ejemplo de un Estado que realiza actividades de intermediación, lo cual en principio no supondría una redistribución de renta y por tanto no destruiría la riqueza. Ahora bien, el Estado actúa siempre (en tanto sea Estado) a través de medios confiscados a otras personas; la actuación del Estado sin la violencia le descalificaría como Estado. Por ello, la intermediación estatal sigue siendo una actividad redistributiva, que asigna recursos de manera aleatoria y mina las bases de la riqueza. Y lo es porque la realiza el Estado, cuyo asentamiento es el expolio. Si todo se realizara a través de acuerdos voluntarios tendríamos un empresario, no un Estado.
En la primera parte del artículo no entraré, si me lo permitís, porque me parece una tontería ponerse a debatir sobre terminología.
Entiendo, quizás mucho mejor de lo que crees, lo que es riqueza. Si mi formación y mi experiencia labora (que no es cuestión de presumir) no me han capacitado para ello, bueno...soy lo suficientemente inteligente (tampoco es cuestión de presumir) como para entender la definición de riqueza, renta, lo que son los inputs y los outputs. Simplemente me parece que son términos que todo el mundo entiende, y las diferencias de concepción que haya son más de ideología que de comprensión.
Así que pasaré simplemente a comentar que, como buen liberal, deberías aplaudir una propuesta que pretende mejorar la eficiencia del gasto público (tanto la destinada a incentivar la producción de biodiesel para reducir la dependencia energética y evitar el despilfarro, aí como abrir mercados, como la propuesta de desinvertir en defensa y adaptar todo el sistema hacia la exploración espacial).
Desde luego, no apleo a tu comprensión de los benefiios del gasto público, que no quieres ni va a entender nunca (desde le momento que un socialdemócrata reconoce que el mercado es beneficioso si se equilibra con un Estado regulador serio, y un liberal, como buen extremista, propugna la desaparición del Estado y pretende entregar toda decisión a un mercado perfecto, que ni existe ni existirá nunca, en tanto y en cuanto los individuos siempre conseuiremos ser más y más listos, y aprovecharnos de los demás para formar monopilios. Monopolios que, sin un Estado regulador, nadie podría deshacer a corto o medio plazo, lo que perjudca al consumidor).
Sigo...
Y lo es. Mucho, le pese a quien le pese. Y si estuvieses, tú y el resto del mundo (que es un mal que ataca derechas, izquierdas y todo el ámbito ideológico), más pendiente de debatir sobre un mera definición, o de intentar dejar al contrario por los suelos (intento que suele perjuicar más a quien lo hace que al interplado), lo reconocerías.
Porque esto no es una cuestión de blanco o negro, izquierdas o derechas, sino de ir consiguiendo mejor eficiencia (no me vengas con lo del coche que no viene a cuento) y creando más riqueza (lo del amor y lo del cotejo dice mucho de tu forma de pensar :-)).
Y mejorar el sector público no sólo acerca más al Estado a la eficiencia, sino que crea riqueza.
Como decíamos, si con los mismos inputs genero los mismos outputs (no entremos en si mayor o menor, si inputos, outputs ¿vale?), digamos que gastando lo mismo o menos conseguimos producir más, es bueno.
Sigo...
Porque si se trata de crear riqueza no material, no me cabe duda de que el Estado, que cuida de los débiles, crea mucha más garantizando cosas como la salud, la protección social y la igualdad, a una gran mayoría, que un mercado que crea riqueza material, pero desampara al desvalido (que cada vez son más personas).
Pero esto no lo vas a reconocer, así que no estremos en discusiones sin sentido, y mira bien los beneficios de mi propuesta. Te los repito: menor dependencia energética, menor contaminación ambiental (lo que es un ouput negativo de coj.. :-), no me negarás que con e mercado de CO2 ahora es un beneficio muy grade) y, poner a producir un sector, el primario, que en Europa es fuente de grandes desigualdades, ineficiencias e injusticias, mejorar los retornos empresariales (lo que dices de I+D a largo plazo sólo puedo achacarlo a desconocimiento del sector espacial y sus beneficios, mucho más rápidos y grandes que el de defensa), abrir nuevos caminos a la exploración espacial (no me puedo creer que primes el consumo a corto plazo por encima de la investigación, la formación y la ciencia, cuando en España, lo que sobra es consumo y lo que falta es investigación y formación, y lo sabes).
En definitiva, no habiendo un mercado perfecto, ¿no es mejor reconocer que la alternativa que he planteado es mejor que lo que hay?
Ah, te va a encantar el artículo de este lunes. Ya verás :-)
Por último, perdir disculpas por los bailes de letras, la falta de tiempo.
Encontrar un punto en el que ndie tiene má afinidad con otra persona que con su pareja sólo significa que el algoritmo está olvidando cosas como el tiempo, el aburrimiento, el alcohol, una minifalda o un escote o una colonia en el momento adecuado en una bronca...no se puede reducir macho. pero buen intento.
Obviamente:pero lo interesante de Gale & Shapley 1956 es que la inestanbilidad de los mercados matrimoniales no es intríseca al mecanismo de emparejamiento, sino que resulta de la volatilidad de las preferencias o de la informacion imperfecta. En ese sentido es un resultado central.
"La primera "número de páginas leídas que aporten algo nuevo" entre "número de páginas escritas que desarrollen algo nuevo. La segunda, "nuevo de páginas leídas sobre un tema" entre "número de páginas escritas sobre un tema."
Cierto, eso dejaria mi ratio en 40 a una o asi; pero no te lo tomes como un ataque personal, sino como una crítica profesional:hay que citar mas y escribir menos; la literatura es el stock de capital en el mundo de la ciencia y usarla es lo que te permite mejorar tu productividad. Como dijo Newton, somos enanos a hombros de gigantes...
Salud y libre comercio
Me gustaría saber vuestra opinión sobre si el Estado puede producir sinergias y economías de escala, lo cual, dicho sea de paso, también crea riqueza ¿no?
Ahora que lo pienso, a ver si hago un artículo sobre ello.
Pero me interesa vuestro punto de vista desde el "otro lado" de la barrera :-)
Discrepo en tu análisis sentimental. Y a Kantor le diría que se lea el libro de Antonio Damasio Looking for Spinoza (también va para ti, Rallo, y para todos, es muy bueno). Queda claro que los mecanismos de emparejamiento y los sentimientos, estudiados científicamente (él es neurólogo, como seguro que sabes) son demasiado compejos e impredecibles. Lo del mercado matrimonial y su relación con los mecanismos de emparejamiento parte de la base que el ser humano es monógamo? lo digo porque la mayoría aplastante no lo es...
Agenjo, no soy anarco-liberal, soy minarquista y me encanta el análisis que se hace desde la escuela de Public Choice. En mi opinión, hay más motivos para pensar que el Estado no produce sinergias que para ser optimista. Uno es la ley de las consecuencias no queridas. Otro es que tal y como están las cosas hoy, por definición, el estado va a intentar sobrevivir (es un complejo de memes con cierta veteranía ya...) y ese objetivo está en contra de generar economías de escala. La razón es que le sale mejor aliarse con lobbies que le aseguren la reelección que ser eficiente. Y no me hables de buenas intenciones, de motivaciones sociales y romanticismos de esos, por favor, a estas alturas ya no... al Estado los motivos sociales le importan cuantitativamente en número de votos.
Una nación que quiera mejorar a través del gasto público va directa a su bolchevización. Ello no implica, no obstante, que todo gasto público sea bolchevismo xD.
Salud y libre comercio
En general las economías de escala las puede aprovechar perfectamente el capital privado: el Estado esta para dos cosas
1)Resolver problemas de acción colectiva (teniendo en cuenta sus propias limitaciones, tal como aparecen en la Teoria de la Elección Pública)
En general el Estado debe producir lo menos posible, y lo mas importante no es que sea pequeño en porcentaje del PIB, sino en número de funcionarios; cuanto mas recurra el Estado al mercado, mejor y mas barato.
2)Hacer transferencias redistributivas y establecer esquemas de seguro obligatorio.
http://kantor-blog.blogspot.com/2006/03/welfare-st...
Yo no creo que tengamos un monopolio de la violencia. No, desde que prolifera la estrategia de guerrillas por parte de, llamémosle así, ejércitos no oficiales, como terroristas, mafias, etc... La extorsión es una palabra un poco subidita, y piensa que incluso el pacto feudal era PACTO voluntario, los siervos también maximizaban su utilidad.
En cualquier caso el estado tiene ligado su peso a la prosperidad de la zona sobre la que se asienta. Al margen de lo que digan algunos, EEUU no es un estado socialista y sin embargo el gasto público aumenta y aumenta. Esta es, además, una de las razones por las cuales han habido sociedades que algunos ancaps interpretan como anárquicas (Islandia, Irlanda, etc). La preeminencia del estado, su fuerza y existencia, como digo va ligada al potencial de la zona anfitriona. Un ejemplo histórico de ello es Atenas. El estado ateniense fue un hito de moderación y mínimo militarismo en su contexto histórico y esto se debió a que la zona de Atenas no era particularmente feraz por lo que se salvó de varias oleadas de invasiones bárbaras que sin embargo golpearon duramente al Peloponeso e, incluso, las propias islas griegas. Empero, a medida que la situación social mejoró el estado ateniense creció y se volvió imperialista constituyendo (sin duda debido a su evolución gradual), como sabemos, uno de los mejores y más liberales de la historia (su cobro de tarifas de protección sobre el comercio en lugar de impuestos centralizados y fijos es un ejemplo de racionalidad fiscal). El estado sólo surgirá si es posible alguna forma de botín, de saqueo (a veces el estado surgiría en una zona tras la invasión de la misma por ladrones foráneos). Como esto anterior es casi siempre posible vemos que siempre hay estado salvo en puntuales ejemplos misérrimos (y la Islandia de refugiados o los páramos de Irlanda lo fueron). No sugiero con todo esto que exista una ley evolutiva, sólo sugiero que la historia nos muestra ciertas coincidencias en el devenir de la institución coactiva.
La amenaza es violencia y como violencia admite racionalización (el ejército mismo es una más o menos racional agrupación de destrucción) y la evolución económica de la propia sociedad anfitriona impulsa la burocratización y popularización, si se quiere, del estado; haciendo que este abandone su actitud llanamente pirática en pro de otros objetivos que, egoístamente (para esos funcionarios o politicos), no serán nunca muy diferentes de tratar mejor a las gallinas para que pongan más huevos.
No tendría mayor problema el acabar con la existencia de semejante institución de no ser porque los agresores foráneos (e internos) siempre obtendrían una oportunidad que no dejarían pasar con la desaparición del estado actual, del estado democrático. El estado que vendría no sería moderado ni tendría razón para serlo.
Respecto a que la sociedad feudal se erigía sobre contratos... NO, habia gente con poder y gente sin él: punto.
El origen del Estado es uno de los temas más apasionantes y controvertidos que hay. A mi, me gusta la visión de Anthony de Jasay (The State está online, gratis), pero también todo lo que se refiere al origen de las instituciones. Te animo a que hagas lo mismo si no, no podremos hablar. Lo que dices es una barbaridad: la sociedad feudal surge a partir de un pacto. Aunque la relación señores-vasallos era de poder, los vasallos eran hombres libres que QUERÝAN ser vasallos, en origen, porque la alternativa era peor.
Respecto al estado y su crecimiento, es cierto, a medida que el territorio es más amplio el estado crece, y de hecho, TODOS los grandes imperios cayeron principalmente porque necesitaban un ejército cada vez mayor que había que financiar, y el estado hacía lo que podía. De hecho, como te gusta el tema de Atenas, sabrás que la democracia ateniense se debe a que a medida que ampliaban sus colonias se necesitaba más ejército, tuvieron que engrosar las filas con esclavos y extranjeros a cambio de tierra y voto y se convirtió en el poder del demos. Tu definición de estado es conflictiva porque se olvida de que es una cesión voluntaria no coactiva del monopolio de la organización, no solo militar, también económica, administrativa y legal, por parte del grupo mayoritario. Fue voluntario. Hoy el estado ha creado mecanismos sutiles de protección (lo explica la memética) para que a nadie le quepa en la cabeza la no existencia del estado. Pero no es la coacción, todos somos esclavos voluntarios de un estado opresivo. El abuso de poder violento existe siempre pero no es el más peligroso, porque se le ve venir. La batalla gorda está en las cabezas y en las voluntades.
Querer ser vasallo es estar desamparado. Cuando uno está desamparado los contratos que firma suelen carecer de toda validez. Bajo necesidad o amenaza se firma cualquier cosa pero ello no implica que el régimen feudal sea contractual o "voluntario", NI MUCHO MENOS.
El estado no surge como una cesión voluntaria de poder. El estado surge porque alguien sencillamente TOMA el poder. Los mongoles no charlaban con sus conquistados, los eliminaban y ocupaban sus puestos.
El estado se ha inmiscuído en la propia sociedad pero dudo que esto siga un patrón deliberado o conspirativo. El estado es hoy por hoy incuestionable en base, precisamente, a que nadie confía en una anarquía en la que los extorsionadores serían múltiples. Es bien sencillo. La existentia del estado no es un problema de "percepción" sino de utilidad.
Salud y libre comercio
Creo que confundes invasión e imperio con estado. Me hablas de cómo han crecido ALGUNOS estados. Los mongoles no charlaban, pero algunos musulmanes en la Península sí, y permitían (vale, bajo coacción porque estaban invadiendo) que siguiera la vida de la ciudad, el típico "o abres o entro". Otros estados se han nutrido del comercio (los atenienses).
He estado pensando en lo que dices y, sin tratar de ofender, utilizas una visión marxista de la historia, que es la que enseñan en TODOS los colegios.Luego cuesta un montón quitar ese regusto marxista un montón. Se trata de leer historia económica y política. Es terrible.
Los musulmanes en España, usted misma lo dice, entraron en guerra y obtuvieron lo que pedían (rendiciones) por mor del miedo, la coacción. Está claro que a lo largo de la historia hubieron entidades que cedieron "voluntariamente" el mando a otras o un individuo en concreto por infinitud de razones pero yo no hablo de esos ejemplos sino de "estados originarios". Los mongoles son algo así como la banda de ladrones de Kelsen.
Me intriga su acusación de marxista, ¿podría ser más específica? Si se refiere a que mi concepción de luchas y violencias es una muestra de dialectalismo histórico, un mal binomio opresor-oprimido... tendrá usted razón, pero es porque dicho dialectalismo es sentido común. En la violencia siempre hay quien gana y quien pierde y en una política ajena a todo control esto SIEMPRE es así (ya lo es incluso cuando la politica está "controlada"); hay quien gana y quien pierde. Otra cosa es aplicar este esquema dialéctica a la economía. Pero es que... la violencia es un campo distinto del económico, como tantas veces he repetido en mis objeciones a la defensa colectiva del anarcocapitalismo.
Salud y libre comercio
Marx se equivocó. Siento decírselo.
Para mí en la violencia pierden ambos. Compruebo que es unsted aficionado a los juegos de suma cero. Yo creo que se equivoca ahí también. Pero da lo mismo, partimos de supuestos demasiado diferentes.
Como la verdadera causa de los problemas económicos y sociales, la corrupción debería entenderse como la consecuencia de una crisis política de grandes proporciones; de un Estado que ha tratado de hacer más de lo que puede y que, en el proceso, ha terminado beneficiando a grupos poderosos, muchos de ellos ilegales. La corrupción es un síntoma de una enfermedad mayor, del crecimiento desordenado del Estado, de la glotonería social, del querer hacer mucho con muy poco: sin comunidades organizadas, sin capacidad administrativa y sin controles eficaces.
En últimas, como lo ha propuesto, entre otros, el economista Alberto Alesina, la corrupción podría entenderse como el subproducto de políticas gubernamentales de intención benevolente (la disminución de la pobreza y la desigualdad). El aumento del gasto social termina, en muchos casos, propiciando la creación de grupos de buscadores de rentas que echan al traste (o a su bolsillo) las buenas intenciones. Esto es, los políticos progresistas, en su afán redistributivo, terminan favoreciendo a las adineradas mafias políticas. Tristemente, la chequera pública no ha sido la redención de los pobres, sino la gloria de los intermediarios políticos. Uno podría hablar, incluso, de una alianza inadvertida entre populismo y corrupción.
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