liberalismo.org
Portada » Bitácoras » Todo un hombre de Estado » ¿No hay efecto expulsión durante las recesiones?

16 de Diciembre de 2008

« Desregulen las agencias de calificación | Principal | ¿A qué juega la Reserva Federal? »

Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

¿No hay efecto expulsión durante las recesiones?

En su última anotación sobre la Gran Depresión, Kantor comenta lo que, en su opinión, fue uno de los grandes aciertos de Roosevelt para salir de la crisis: Roosvelt hizo una vigorosa política de inversión pública que en una época de recursos ociosos (no había ni proyectos de inversión, ni expectativas de consumo) no se hizo a costa del sector privado ni del crecimiento.

Citoyen, en los comentarios, viene a darle la razón sobre este punto: Financiar las cosas vía déficit moviliza recursos que en una recesión estarían parados sin expulsar inversión privada. El Estado tiene mejor acceso al crédito que los inversores que privados que tienen restricciones de liquidez y puede movilizar factores con más facilidad. Cuando los inversores están en un rinconcito echando espuma por la boca y diciendo “mamá miedo” no hay mucho que expulsar.

Y la verdad, me sorprende la ceguera de los dos.

El primer gran error es no darse cuenta dónde estamos. Ahora mismo, todos los inversores que se habían endeudado masivamente durante los años anteriores están tratando de desapalancarse a marchas forzadas. El apalancamiento no es más que la relación entre fondos ajenos y fondos propios; por tanto, el desapalancamiento sólo puede realizarse o disminuyendo la deuda o aumentando el capital. Por supuesto, hay varios caminos para disminuir la deuda, pero el más rápido y recurrente es liquidar parte de los activos: vendo mis propiedades y amortizo deuda.

El problema de la enajenación de activos, en un contexto de recesión, es sin embargo múltiple. Primero, todos están tratando de vender sus activos, de modo que para vender el mío tengo que aplicar descuentos muy grandes (especialmente, si además, el resto de inversores están vendiendo activos de la misma clase que el mío). Y segundo, la venta de ciertas unidades de negocio puede destruir la propia empresa (una peluquería que vende su local, a menos que arbitre un lease-back, desaparece). La deflación es precisamente destructiva por esto: hay que reducir deuda y no hay liquidez para adquirir todos los activos al precio que se adquireron durante la expansión crediticia. Por tanto, hay que enajenar y desmembrar numerosos negocios sólidos.

¿Cuáles son los efectos del endeudamiento público sobre el desapalacamiento privado? Pues obviamente, al reducir el ahorro privado, disminuyen o el capital que pueden captar las empresas (en emisiones de acciones, por ejemplo) o el precio que obtienen por la enajenación de activos. Por ejemplo, si yo tuviera 100.000 euros, y veo que un piso en la Castellana se reduce a este precio, muy probablemente lo adquiriera; si un año antes he adquirido deuda pública, careceré de los fondos para ello (no me digáis que puedo acudir al mercado secundario, porque caeréis en la falacia de la composición: si todos quieren liquidar su deuda pública, pasa lo que pasa) y el dueño del piso tendrá que rebajarlo todavía más (con lo que su capacidad para desapalancarse todavía disminurá más). Es decir, retrasan y agravan los efectos destructivos del desapalancamiento: más empresas tendrán que dejar de funcionar para amortizar la deuda existente.

El argumento de Kantor y Citoyen es tramposo por un motivo: en su opinión, el ahorro privado igualmente no habría acudido a recapitalizar las empresas o a adquirir activos, ya que no hay oportunidades de inversión que los agentes privados se atrevan a acometer. ¿Y cómo se demuestra esta afirmación? Pues básicamente observando que la inversión ya no fluye al mismo ritmo y a los mismos precios que antes. Por un lado, la gente deja de endeudarse para acometer nuevos proyectos; por otro, los ahorradores no acuden a adquirir activos o nuevas emisiones de acciones.

Pero aquí confunden las causas con el desarrollo de la crisis. Por supuesto, los inversores que están en pleno proceso de desapalancamiento no volverán a contraer nueva deuda; si desean reducir su ratio fondos ajenos/fondos propios, sería absurdo contraer nuevos fondos ajenos hasta que se haya reducido toda la mala deuda (la destinada a financiar proyectos de inversión con una rentabilidad inferior a la que pueden lograr hoy en proyectos alternativos). Y los ahorradores no acudirán a las subastas de activos hasta que éstas ofrezcan precios lo suficientemente atractivos (esto es, precios a los que puedan rentabilizar sus proyectos).

Dicho de otra manera, no es que los ahorradores estén quietos, más bien están esperando. No son ellos los que tienen la patata caliente, sino los deudores que necesitan desapalancarse a toda prisa al acumular sin fondos propios una montaña de activos sobrevalorada.

Por consiguiente, se necesitan dos condiciones para que vuelva a fluir el crédito: los deudores necesitan liquidar sus malas deudas y tienen que rebajar lo suficiente el precio de sus activos como para que los ahorradores consideren que ya tienen un precio lo suficientemente interesante como para adquirirlos y ponerlos a producir. Una cosa, como digo, es que la deflación de activos se lleve a mucha gente (y muchos proyectos) por delante; otra que precios no tuvieran que ajustarse y muchos bienes de capital reubicarse en la estructura productiva (dejar de ser la vivienda de un hipotecado subprime y convertirse en un supermercado).

La solución keynesiana de Kantor y Citoyen es: como el ahorro privado no circula por la economía, vamos a dificultárselo todavía más. Que el sector público capte los fondos y los destine para casi cualquier cosa. Es decir, obstaculicemo la reducción de deuda privada y hagamos más drástica aun la caída de precios de ciertos bienes de capital; como hay crisis y tengo que pasar a consumir 1.500 calorias diarias en lugar de 1.800, dejemos de comer.

Al fin y al cabo, dicen, los recursos están ociosos. Pero un recurso ocioso o es un recurso a la expectativa (en caso del dinero, un inversor se mantiene en líquido para aprovechar las oportunidades tan rápido como surjan) o es un recurso que necesita de otros bienes complementarios de capital para entrar en funcionamiento que ahora son demasiado caros (¿por qué nadie adquiere todos los coches que ahora no venden los concesionarios y se monta una compañía masiva de taxis? Aparte de por el temita de las licencias, porque la gasolina está demasiado cara como para que esa operación sea rentable). Es decir, es un recurso que necesita que otros activos de la economía caigan de precio. ¿Y qué pasará si el aumento de gasto público se destina a utilizar esos bienes de capital (verbigracia y aunque no guste la definición, los trabajadores) que deberían caer de precio para que otros bienes de capital dejen de estar ociosos? Pues obviamente, que los precios de los bienes de capital que emplee el sector público no caerán tanto como debieran, ya que se les insuflará capital, sin importar la rentabilidad del proyecto (al fin y al cabo, ¿cómo medir la rentabilidad de un proyecto emprendido por el sector público cuando no tiene prácticamente coste para captar ese capital?).

Así pues, tendremos unos bienes de capital cuyo precio no cae (debiendo caer) y otros cuyo precio cae más de lo que debiera, sin que nada de esto nos solucione necesariamente el problema. Por mucho que se abarate un bien de capital, si necesita utilizarse conjuntamente con otro cuyo precio no ha disminuido, puede que tenga que permanecer ocioso (esto es, que en última instancia tenga que liquidarse a precios de saldo aun mayores). Un galimatías total en los movimientos de precios relativos y un atraso en el proceso de desapalancamiento que, obviamente, sólo prolongarán la crisis innecesariamente.

Comentarios

 
En primer lugar me sorprende que de todo mi artículo hayas decidido comentar este punto. Quiero decir, empiezo analizando el tipo natural, dentro de la teoria necoclásica, y considerando las consencuencias de su manipulación política, y esto debería interesarte, ya que el tipo natural es la base de la Teoría Austrica, del monetarismo y de la economía neoclásica. ¿Que opinas de esa parte del análisis?

Luego hablo de las quiebras bancarias. Otro tema que no tocas, y que es mucho mas importante en el contexto de mi artículo que la estimulación keynesiana.¿Crees que dejar quebrar a los bancos fue lo correcto en 1929? ¿Piensas que hay un efecto autocatalítico en los bank runs? Si lo hay ¿es algo positivo y parte del proceso saludable de corrección o es una dinámica pervesa que provoca una liquidación desordenada que en nada contribuye a la recuperación?

Esto es lo esencial; la estimulación keynesiana es casi una nota al pie en mi artículo.Ahora vamos con el tema.




Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 12:17 (1)
En primer lugar supongamos que existen bienes públicos, y que la inversión pública contribuye a la productividad de la economía. Si niegas esto, que es negar lo obvio, entonces eres coherente con tus propios errores, y no tengo mucho más que añadir: tirar el dinero no es buena idea, por muy mal que esté la inversión privada.

Si por el contrario hay un stock de proyectos públicos productivos, es razonable que el Estado, con su enorme músculo financiero, los ejecute de forma contracíclica, entre otras cosas para disfrutar de precios relativamente bajos, y para contribuir a un PIB más estable. Es obvio, y no creo que merezca mucho más análisis (niegalo si te atreves) que suponiendo que los túneles de la M-30 sean necesarios, sería mejor idea haberlos construido en esta legislatura que en la anterior: quizá con dinero ahorrado de entonces.

Bien, hasta ahí obvio, y obviamente keynesiano. Microeconómicamente keynesiano.






Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 12:23 (2)
Pero en 1929-1933 además resulta que el sistema financiero apenas exisitía. Keep on mind.

Todos tus cuidadosos argumentos suponen que "los ahorradores" y "los inversores" compran y venden activos en un mundo perfecto y sin fricción.

Pero en realidad en el mundo real el ahorro y la inversión rara vez se encuentran directamente.Están mediados por un sector financiero, que si no exite deja los argumentos (tipicamente neoclásicos) que estas haciendo en nada. Sin intermediarios financieros y con fuerte desconfianza en ellos, la gente no está esperando a que los activos bajen de precio. Tiene el dinero bajo el colchón porque no se atreven a ponerlo en el banco, y el banco no puede comprar activos, prestar, y en general llevar el ahorro hasta la inversión.

Pero no solo esto (¿como que hay mas? Mucho mas...). Tus activos (empresariales) no son un stock intocable. Liquidar activos muchas veces no es venderlos a otro, sino dejar que se destruyan: una empresa no es como el oro o un piso. Si sus operaciones se detienen, el activo desaparece.La continuidad es esencial porque el capital (venga, te has leido la Teoria Pura del Capital, lo sabes bien) no es un stock. Liquidar en 1929 no era enajenar: era destruir.

Sabes lo que más me divierte? Esta clase de argumentos donde los mercados funcionan y todo se vacia son los que me hacen desconfiar de la macro neoclásica. Por el contrario, lo característico de la escuela austriaca es la percepción de la diversidad del capital y de la importancia del sistema financiero. Para el argumento que haces puedo mirar en el libro de Romer.






Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 12:36 (3)
No sé por qué te extraña. Con este post no quiero descalificar, ni mucho menos, toda tu anotación, sólo comentar un punto que me chirría especialmente y que considero de mayor actualidad. Si tuviera más tiempo escribiría más sobre el resto.

Primero, las necesidades de bienes de capital no son absolutas, sino contingentes. Que el coste financiero sea más bajo hoy no significa que sean más provechoso realizarlo hoy, precisamente porque el Estado no obtiene sus ingresos vía precios. Lo único que indica es que hoy los ahorradores valoran más la seguridad de repago (vía impositiva) que el saldo líquido. En una crisis, la productiviad de las inversiones del Estado también cae, por tanto, hay que ajustar los planes de inversión a las nuevas circunstancias.

Segundo, una cosa es que el Estado deba seguir realizando los proyectos que considera imprescindibles y otra que realice proyectos PARA estimular la economía. La economía no se estimula de ninguna forma; sería como pedirle a un empresario que compre activos que no habría adquirido para estimular la economía. Absurdo.

Tercero, si hay inversiones productivas del Estado (aquellas que realizaría el sector privado en caso de que se le permitiera) también las hay improductivas. Por tanto, que elimina las segundas y ejecute con las resultas, las primeras.
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 12:46 (4)
Hola
Kantor partes del supuesto de que el estado en épocas de vacas flacas sabe que hacer unos túneles es más necesario que hacer otras cosas con esos recursos financieros.

Si partimos de la base de que el estado desconoce que es más o menos necesario, basándonos en la teoría Hayekiana del conocimiento o en la de Michel Polanyi, es absurdo, desde mi punto de vista, debatir dicho supuesto.

Lo razonable sería que el estado mantuviera una política de estabilidad presupuestaria y no movilizara recursos financieros del mercado, ya que además la construcción de dicho túnel no se ha hecho en base a la caja del estado sino en base a deuda y si se hubiese hecho en base a caja, tampoco podríamos cuantificar el coste de oportunidad que hubiese supuesto una baja de los impuestos en la renta de los agentes y su efecto en el desapalancamiento.
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 12:52 (5)
Sobre los nuevos puntos:

Primero, sin bancos siguen habiendo mercados financieros. Por ejemplo, todas las grandes operaciones corporativas que se están llevando a cabo o la que se realizarían en el día a día, readaptando la estructura productiva. De todas formas, este debate es distinto: ¿deben quebrar los bancos? Yo aquí no he hablado de esto.

Segundo, el dinero está bajo el colchón hasta que se encuentra una inversión lo suficientemente atractiva. En la jerga de los value investors, cuando el margen de seguridad es suficientemente grande. Que ahora se haya ensanchado el margen de seguridad no significa que no haya precio para entrar en el mercado. Eso es simplemente absurdo. Si los pisos en España caen un 70%, ya verás cómo fluye el dinero. Ahora bien, tu estás creando las condiciones para que caigan un 90%, ya que los promotores no encontrarán capital para liquidar su activo (a menos que se lo dé el Estado a precios inflados, claro).

Tercero, precisamente absorbiendo el capital por parte del Estado estás promoviendo que multitud de operaciones se detengan (al tiempo que arrancas otras que no necesariamente responden a las preferencias de consumidores y capitalistas). Hay líneas empresariales que deben desaparecer porque dependían de condiciones que sólo se daban con el crédito inflado. Otras no; por eso ahí tienes a los capitalistas no apalancados comprando ramas de los negocios que consideran más productivas. Es un proceso lento y complicado, por supuesto. Pero emitiendo deuda pública sólo lo entorpeces, porque desvías los flujos de capital hacia la rapiña de lo ajeno.

Cuarto, precisamente estoy enfatizando la importancia de la diversidad del capital al señalar que deben reestructurarse los negocios modificando los precios relativos de los distintos bienes de capital. No es que tengan que caer (deflación) es qu tienen que caer en proporciones determinadas que el déficit público altera.
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 12:55 (6)
"Segundo, el dinero está bajo el colchón hasta que se encuentra una inversión lo suficientemente atractiva"

No, está en el colchón hasta que hay un intermediario financiero fiable que ofrece rendimientos relativamente altos. Mientras tanto se están liquidando ramas productivas indiscriminadamante, y por liquidar me refiero a destruir activos: recuerda la continuidad de las actividades empresariales.

Una cosa más:

"La economía no se estimula de ninguna forma; sería como pedirle a un empresario que compre activos que no habría adquirido para estimular la economía. Absurdo"

El ejemplo es maravilloso, porque da cuenta de los límites del secotr privado. Un empresario nunca comprará nada para estimular la economía, porque no se apropia de la renta generada al "estimular la economía". Es pequeño en comparación con el volumen del mercado, y no considera los efectos de segunda ronda de su estimulación de la demanda.

El Estado es grande, y por tanto toma en cuenta los efectos de segunda ronda de sus actividades productivas sobre la demanda; por eso hace estimulación macro.

Digamos que si todos los empresarios comprasen capital para mantener alta la demanda, probablemente seria un error, pero al contrario que en el caso de un solo empresario, no sería un absurdo.

Me gustan los argumentos que habeis puesto sobre la mesa, pero tambien me gustan los mios, que no habeis rebatido. Así que aqui tenemos planteados varios trade-offs.







Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 13:11 (7)
Insisto, está en el colchón hasta que encuentra rentabilidades esperadas elevadas a un riesgo bajo, sea con un intermedirio financiero o hallando un margen de seguridad brutal en la compra directa de activos. Por otro lado, parece que limitas los intermediarios a los bancos, pero también tienes los fondos de inversión, que si la bolsa cae otro 40% serían (aun) más interesantes.

Por otro lado, es erróneo pensar que todos los empresarios podrían comprar todos los activos. Primero, porque eso es irrelevante para la economía; lo que importa son los precios relativos, es decir, habrá activos que tengan que adquirse por dos centavos y otros al 100% del coste de adquisición. Y segundo, porque aunque todos los empresarios quisieran adquirir todos los activos de la economía no podrían hacerlo a los precios inflados del boom. Por tanto, tienes que discriminar entre activos y precios; esto es, tienes que diseñar planes empresariales para rentabilizar los activos y fijar precios máximos de adquisición para conservar esas rentabilidades. Entregándole el ahorro al Estado impides esta reorganización y prolongas la crisis; no ya por lo evidente, sino también por la inercia que generas. Sin liquidar activos, la economía sigue sin ofrecer rentabilidades aceptables y, por tanto, la gente seguirá entregando sus ahorros al Estado.

Y sobre la continuidad de las operaciones como fuente del valor del capital, creo que sólo ves media película. Los activos pueden valorarse como "empresa en funcionamiento" o por su valor liquidativo. Hoy una mayoría de activos ya se están valorando por su valor liquidativo; lo que tú propones es dar actividad a través del Estado para que vuelvan a valorarse por su capacidad para generar flujos de caja ilimitadamente. Pero no te das cuenta de que esa capacidad depende de la demanda del Estado por sus servicios; cuando termine esa demanda volverán a valorarse a liquidación, pero habrás destruido ahorro mientras tanto.
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 13:23 (8)
Hola a todos, muy interesante la discusión. Se me ocurre un comentario.

Kantor dice:

"Si por el contrario hay un stock de proyectos públicos productivos, es razonable que el Estado, con su enorme músculo financiero, los ejecute de forma contracíclica, entre otras cosas para disfrutar de precios relativamente bajos, y para contribuir a un PIB más estable."

Que el origen de la crisis es que se ha malinvertido recursos en la economía. No parece razonable que sea seguir malinvirtiendo recursos en obras publicas innecesarias como una nueva carrerera o 100 mil viviendas de protección oficial.

Además creo que el Estado no sabe cuáles son las inversiones más adecuadas ni siquiera busca el "bien común" ni una gestión macroeconómica optima. El estado solo responde a presiones políticas y da caramelos a la opinión pública. Si esto no es así ¿Como es que no pincharon la burbuja inmobiliaria a tiempo? ¿Por qué ahora sí que están haciendo lo correcto?

Por otro lado ¿para qué sirve un PIB estable? Quiero decir, te estas fijando en un triste agregado que realmente dice muy poco, ¿acaso vamos a comer o alcanzar mejor nuestros fines individuales porque haya 100 mil viviendas vacías más? (aunque el PIB indique que somos más ricos).

Estoy de acuerdo con Rallo en que los déficits publicos solamente restan financiación al sector privado.


Un saludo a todos,

hoyu
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 13:52 (9)
En segundo párrafo de mi anterior post está mal redactado (sorry). Lo vuelvo a redactar:

Kantor, si el origen de la crisis está en que se han malinvertido recursos (en viviendas, etc), me parece una locura pretender salir de la crisis a través de nuevas malinversiones (esta vez protagonizadas por el Estado y los compradores de deuda pública) como son construir carreteras innecesarias o más viviendas (si precisamente lo que sobran en españa son viviendas!!)
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 13:59 (10)
queres un pbi mas estable?, amplia la media movil de trimestral a semestral, digo.. hasta que pase la crisis. Antes el arrastre estadistico lo hacian así, pero la politica necesitaba de resultados mas rapidos, así que nos fuimos al trimestre. Y en algunos lares se utiliza el mensual. Claro que el resultado es el mismo, la diferencia es el tiempo en que se da. Chile utiliza un semestral creo, y como es una economía mayormente abierta muy atada al ciclo internacional, el arrastre estadistico interno es armonico con los ciclos internacionales, por lo menos desde los 80.
Venga!... que esto de la estabilización no es un argumento muy serio que digamos.

Rallo, tus comentarios ultimos sobre la eficiencia marginal del capital y los bienes de capital complementarios son realmente fantasticos.

Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 14:02 (11)
"Por otro lado, es erróneo pensar que todos los empresarios podrían comprar todos los activos"

Yo no he dicho eso. Yo he dicho que los empresarios nunca toman en cuenta los efectos de segunda ronda de su gastos, es decir su efecto estimulando la demanda, que permite dar salida a la oferta, lo que aumenta la renta.

El empresario y el consumidor no toman en cuenta los efectos macroeconómicos de sus decisiones de consumo e inversión, porque no internalizan la demanda adicional que crean. El Estado es uficientemente grande para considerar esos efectos de estimulación.

¿Por que merece la pena sostener la demanda? Para evitar liquidaciones demasiado rápidas. Yo soy liquidacionista, porque creo que las crisis se deben en general a manipulaciones monetarias que generan inversiones fallidas.

Pero si la caida de la renta es súbita la liquidación es desordenada. En el caso español hacer más casas es absurdo, pero generar un aumento de la demanda de obra pública permitirá que la demanda en el sector se reduzca menos abruptamente, salvará algunas empresas (ni remotamnete a todas) y hará que algunas empresas, que quebrarían si la demanda desapareciese de una vez, sobrevivan a este bache, y puedan seguir trabajando en el futuro. Simultaneamente sus trabajadores tendrán renta en lugar de estar ociosamente en el paro, esperando a que se forme ahorro, se reconstruya el sector financiero, mejoren las expectativas y despues de un laargo periodo, ellos mismos dejen de ser recursos ociosos.

En economía las transiciones suaves son las que garantizan que las liquidaciones tengan sentido económico, y no sean una destrucción indiscriminada de activos.









Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 14:51 (12)
Bien, pero lo que en el post intento evitar es que el déficit público favorece la liquidación masiva y apresurada de muchos activos y el sostenimiento innecesario de muchos otros. Salvarás a una parte del sector de la construcción, ¿pero que pasará con las empresas de otros sectores (especialmente las más alejadas del consumo) que estén muy apalancadas y necesiten reducir parte de su deuda? ¿De dónde sacarán los fondos que necesitan para reducir su endeudamiento? ¿Por qué las condenas a tener que rebajar el precio de sus activos mucho más de lo que lo habrían hecho? ¿Por qué consideras más importante salvar a algunas constructoras que a ciertos laboratarios de I+D, consultoras o químicas? ¿Acaso crees que porque estabilices momentáneamente el consumo, las empresas que vendan estos bienes van a volver a invertir y adquirir tantos bienes de capital como lo hacían antes? Más bien paralizarán sus operaciones, amortizarán su equipo y poco más. Ya me dirás cómo el gasto estatal en obra pública mejora la situación de muchos sectores empresariales; eso sí, veo claramente cómo lo empeora.
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 15:08 (13)
El gasto público (en obra pública y en otras cosas) aumenta la demanda, y dada la situación del sector financiero, no disminuye la financiación disponible, porque en general con o sin Gobierno la financiación no está disponible.


Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 15:17 (14)
y que hacemos con japon?
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 15:37 (15)
Lo que parece claro, es que Kantor no responde a la pregunta, sobre el problema de captación de capital que supone el endeudamiento público masivo, es evidente, que la falta de liquidez hace muy díficil la captación de capital por parte de la empresas privadas. El aumento del endeudamiento público necesitará de financiación en un mercado de capitales, ya de por sí saturado, y empujará los tipos de interés, haciéndo aún más díficil para las empresas privadas su financiación y además retardando la previsible futura inversión en nuevos proyectos como bien apunta Rallo.

Sobre la bondad de los proyectos públicos financiados con déficit, se puede discutir lo que se quiera, pero desde luego resulta evidente para cualquiera, que su finalidad no es la obtención de cash flows positivos futuros sino la de actuar como estabilizador automático, así que parece claro que la rentabilidad de tales proyectos va ser nula.

Personalmente, desconfío plenamente de estas políticas de corte keynesiano de gasto público y me parece mucho más atractivo actuar sobre determinados aspectos de desregulación como los relacionados con el mercado laboral abaratando las cotizaciones sociales y el despido, y desregulando todo el sector de servicios y así permiter el ajuste y traslado de factores de un sector a otro.

Las visiones keynesianas, son típicas de aquellos que desconfían de la capacidad individual y empresarial del ser humano, de la capacidad de elegir libremente y de la coordinación social que produce el libre mercado.

Pero al fin y al cabo, como siempre, es esa la cuestión.
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 15:39 (16)
El gasto público aumenta la demanda de determinados productos y disminuye la de otros, porque sí, como digo a lo largo del post, disminuyes los fondos disponibes para la adquisición de activos, el proceso de desapalancamiento se vuelve más sangrante. Insisto, el Estado no tiene nada de especial, salvo el bajísimo riesgo. Con suficiente margen de seguridad (caso extremo: un piso por 1000 euros) ese bajísimo riesgo es equivalente. Por tanto, lo que favoreces es que los precios caigan más de lo que tienen que caer, porque estás desviando los fondos de bajo riesgo hacia el Gobierno.
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 15:41 (17)
"Lo que parece claro, es que Kantor no responde a la pregunta, sobre el problema de captación de capital que supone el endeudamiento público masivo, es evidente, que la falta de liquidez hace muy díficil la captación de capital por parte de la empresas privadas"


"Pero en realidad en el mundo real el ahorro y la inversión rara vez se encuentran directamente.Están mediados por un sector financiero, que si no exite deja los argumentos (tipicamente neoclásicos) que estas haciendo en nada. Sin intermediarios financieros y con fuerte desconfianza en ellos, la gente no está esperando a que los activos bajen de precio. Tiene el dinero bajo el colchón porque no se atreven a ponerlo en el banco, y el banco no puede comprar activos, prestar, y en general llevar el ahorro hasta la inversión."
--------------------


"Con suficiente margen de seguridad (caso extremo: un piso por 1000 euros)"

"Tus activos (empresariales) no son un stock intocable. Liquidar activos muchas veces no es venderlos a otro, sino dejar que se destruyan: una empresa no es como el oro o un piso. Si sus operaciones se detienen, el activo desaparece.La continuidad es esencial porque el capital (venga, te has leido la Teoria Pura del Capital, lo sabes bien) no es un stock. Liquidar en 1929 no era enajenar: era destruir."

---------------------

Y ahora, hecho el copy& paste, una cosilla más:

"Personalmente, desconfío plenamente de estas políticas de corte keynesiano de gasto público y me parece mucho más atractivo actuar sobre determinados aspectos de desregulación como los relacionados con el mercado laboral abaratando las cotizaciones sociales y el despido, y desregulando todo el sector de servicios y así permiter el ajuste y traslado de factores de un sector a otro"

Una cosa no quita la otra. Podemos desregular el despido y estimular la economía con gasto público.


Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 15:56 (18)
Es que no estimulas la economía, sino sólo ciertas ramas. Te vuelvo a pregutar: "¿Acaso crees que porque estabilices momentáneamente el consumo, las empresas que vendan estos bienes van a volver a invertir y adquirir tantos bienes de capital como lo hacían antes?". A algunas empresas las salvarás de la quiebra (de momento) pero a otras las hundirás mucho más en la miseria. ¿Por qué?
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 16:08 (19)
La idea es que no lo hagan, claro. Pero no quebrarán, no despedirán inmediatamente, y en general veremos una liquidación más lenta, y por tanto más ordenada, es decir, donde se liquidarán las inversiones verdaderamente fallidas, en lugar de producrise una destrucción indiscriminada de activos.



Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 16:21 (20)
No tengo duda, de que es posible estimular en una dirección, mediante el gasto público, determinados sectores económicos. Simplemente desconfío en su eficacia y desde luego en su eficiencia.

La liquidación de activos, es verdad, que muchas veces puede dar como resultado el cese de una actividad empresarial y es verdad que muchos bienes de capital no son intercambiables y por lo tanto se destruye capital o mejor dicho acumulación de capital en valores monetarios, pero no veó como no se va destruir ese capital cuando este, solo esta respaldado por la falacia del crédito.

Necesariamente algunos bienes de capital tenderán a valer cero, porque su utilidad es a todas luces improductiva y otras se reajustarán en función de la utilidad que otros sectores productivos les puedan encontar en el proceso de creación empresarial. No se porque, ni para que, quieres mantener determinados sectores y por ende determinados bienes de capital, simplemente para conseguir un aterrizaje suave? Porque sabes mejor que los demás, que sectores deden de mantenerse y a que velocidad? Porque de esta manera, damos más tiempo a que se emprendan nuevos proyectos para colocar a aquellos factores productivos que sabemos que hoy el mercado no valora en los procesos empleados?

Realmente veó complicada tu argumentación, si aceptamos que el mantenimiento artificial de las actividades, hace mantener valores de factores productivos relativamente más altos que los en un mercado no intervenido daría.
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 16:24 (21)
A mi lo que me preocupa, además de los argumentos de Rallo, es que el Estado utiliza su tremendo “músculo financiero” no sólo para intervenir en la economía, sin saber exactamente qué beneficiará más a los ciudadanos, sino que con esa intervención se corre un grave riesgo de que ser realice favoreciendo a empresarios afines... Sacyr, Acciona, La Caixa, que aunque pueda parecer un argumento un tanto paranoico lo cierto es que mucha de la deuda acumulada la tienen dichas empresas, que han intervenido en otras empresas, que han sido usadas para controlar determinadas empresas y que han endeudado a multitud de cajas regionales, léase Andalucía, Castilla-La Mancha.

La discrecionalidad del gobierno a la hora de invertir, sobre todo en un periodo de crisis, permite que aumente la posibilidad de que haya más corrupción.

Sinceramente, aquel que haya hecho malas inversiones... que las pague. Aunque sea generando mas paro. Pero consentir que el poder político tenga tamaña capacidad de intervención es.... muy.... peligroso.
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 20:53 (22)
Yo es que sigo sin ver, que una liquidación lenta o mejor dicho artificialmente lenta, debido a las distorsiones del sector público, sea más ordenada y menos mortífera, por así decirlo.

Primero una liquidación sin intervención haría que los recursos se reasignasen mucho más rápido, sin contar claro de los favores que haría a esto la desregulación del mercado de trabajo. Los factores productivos se reasignarían a los sectores más competentes y la liquidación se llevaría sin problemas. Precisamente esa emisión de deuda para el rescate y supuesto mantenimiento momentáneo de la demanda es la que crea luego la lenta y mortífera enfermedad de liquidaciones masivas, sin contar claro, la distorsión enorme que crea en el sistema.

Luego viene el tema de la incapacidad del estado como mejor instrumento de asignación de recursos y la contradicción de Kantor. El sabe que el estado no tiene los mecanismos para llevar a cabo una asignación de recursos eficiente y que solo el sector privado movido por la función empresarial es capaz de ver las oportunidades de ganancias y la mejor manera de emplear los recursos para llevarlas a cabo. Sin embargo, Kantor no se lo llega a creer del todo y deja una puerta abierta al estado, argumentado simplemente que el estado en tiempos difíciles si tiene esa información y es más inteligente que los agentes privados. Grave error, ya hemos explicado antes la imposibilidad de la planificación centralizada como mejor sistema de asignación de recursos.
Y luego viene el tema monetario de emisión de esa nueva deuda, la distorsión en los precios relativos y la desinformación que crea en el mercado.
Por lo tanto, creo que la defensa keynesiana, no es más que la defensa del político, que debido a la mala coyuntura, tiene que hacer algo ante la plebe y cuanto más vistosa y simplista sea mejor, como el caso de inaugurar túneles, puentes, salvar bancos y amigos, mientras me hago la foto, y todo claro, por el bien del pueblo ignorante.
Saludos!!
Enviado por el día 16 de Diciembre de 2008 a las 21:03 (23)
No sé cómo puedes decir que se liquidarán las inversiones fallidas cuando estás inyectando gasto público para sostener el precio de los activos y la rentabilidad de empresas, ¡que no sabes si son fallidos! Vale, algunos trabajadores tendrán más renta. ¿Y? Esa renta no llegará ni mucho menos de manera proporcional a todos los sectores de la economía y, mucho menos, no llegará como habría llegado antes de la redistribución. Estabilizar el consumo no ayuda a las empresas más alejadas del mismo, cuando hay restricciones de crédito. Esas empresas sólo sobreviven sin el capital puede fluir hacia ellas, recapitalizarlas y evitar que sus grandes inversiones en activos fijos caigan de valor tanto como para descapitalizarlas. Pero ese capital lo estás captando vía deuda pública y apuntalándolo en el consumo. Por tanto sí quebrarán. Ya lo han hecho los bancos, salvo porque los habéis rescatado (nota al margen: ¿se habrían salvado los bancos con un plan de estímulo keynesiano de la economía? Según tu lógica, sí). ¿Piensas hacer lo mismo con toda la economía?
Enviado por el día 17 de Diciembre de 2008 a las 13:55 (24)

No se admiten ya más comentarios.