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26 de Noviembre de 2009

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

A vueltas con la agricultura

Mis dos últimos artículos en Libertad Digital han ido dirigidos contra las reivindicaciones de los agricultores. El primero, criticándoles:
Partiendo de la consideración del campo como un sector estratégico –¿Y cuál no lo es? ¿La eléctrica que permite alumbrar nuestros hogares y poner en funcionamiento la maquinaria industrial? ¿La armamentística que habilita nuestra defensa? ¿La textil que nos proporciona vestimenta? ¿La informática que permite procesar millones de datos y solventar en muy poco tiempo problemas de enorme complejidad? ¿Las telecomunicaciones que facilita la transmisión de información por todo el mundo? ¿Las automovilísticas que fabrican los vehículos con los cuales transportamos a las personas y a las mercancías por nuestro territorio y fuera de él? ¿Las constructoras que edifican los inmuebles en los que habitamos? ¿Las farmacéuticas que nos proporcionan los medicamentos con los cuales superar nuestras enfermedades? ¿Las petroleras que extraen y refinan el combustible con el que movilizar nuestro aparato productivo?– solicitan "precios justos" para su sector, mayores ayudas bajo la cobertura de la PAC y la promoción de las energías renovables (¡tonto el último que se sume a la burbuja!)

La economía española no necesita "sectores estratégicos" incapaces de sobrevivir si no es expoliando a los sectores competitivos, a aquellos que crean riqueza por sí solos, a aquellos que pueden vender a bajos precios productos de calidad a los consumidores y aún así obtener pingües beneficios. Si todos los que fracasamos en un proyecto empresarial ponemos la mano delante del Ministerio de Economía, como sentenciara Thatcher con respecto al socialismo, "a la postre se acaba el dinero".
Y el segundo proponiéndoles una posible solución:
Cuando en un sector económico existe un exceso de capacidad, las empresas tienen dos opciones: iniciar una guerra de desgaste, para ver cuál aguanta más vendiendo a pérdida, o, por el contrario, firmar un armisticio y colaborar entre ellas para acordar reducciones en la producción que eleven el precio de mercado. En otras palabras, tienen la opción de destruirse mutuamente o formar un cártel.

Sí, he mencionado una palabra tabú: cártel. Los cárteles son acuerdos empresariales por los que dos o más empresas pactan, bien los precios a los que venden sus mercancías, bien la cantidad de productos que llevan al mercado. Y, a diferencia de lo que asume el pensamiento convencional, no se dirigen necesariamente a explotar a los consumidores para lograr beneficios extraordinarios. En muchos casos, un cártel puede ir simplemente dirigido a racionalizar un sector en el que ha aparecido un exceso permanente de capacidad (por ejemplo, por un cambio súbito de gustos que lo ha dejado desprovisto de parte de su demanda tradicional) y en el que, por tanto, todos o casi todos los productores están vendiendo por debajo de coste.

Comentarios

 
Vaya, yo que pensaba que estabas en contra de los cárteles.

Al final un cártel, incluido éste supone un aumento de precios, que perjudica la economia del consumidor, y que lógicamente hará que éste acabe comprando productos importados.
Sinceramente, no se si es la solución más conveniente. Aunque coincido contigo en que la solución al problema no pasa por poner la mano; y es que cada vez más sectores utilizan la lágrima fácil para que mamá Estado les arrope bajo su falda, pero claro, si la banca sí, ¿por qué los demás no?.

saludos.
josecarlos
Enviado por el día 26 de Noviembre de 2009 a las 13:43 (1)
El potencial consumidor no tiene porqué comprar productos importados: dependerá del incremento y del diferencial. Además, si termina comprando producto importado, pues perfecto: se cierra la empresa (que, de todos modos, iba a cerrar por operar con márgenes negativos), y se dedican los factores productivos a otra cosa. Por ejemplo: a fabricar productos competitivos que terminarán comprando aquellos países a los que hemos inyectado más dinero gracias a las nuevas importaciones que ha hecho el consumidor en cuestión.
Enviado por el día 26 de Noviembre de 2009 a las 14:15 (2)
Si el consumidor español termina comprando productos importados, efectivamente las empresas 'agrícolas' cerrarán. Por eso mismo no creo que la solución pase por formar un cártel.

Aquí las soluciones son, transformar el sector de la agricultura eliminando, y pasando la mano de obra a otro sector (no se cual), o cambiar el modelo para hacerlo más cometitivo, o vía precio (algo complicado) o vía calidad.

Otra solución para los agricultores podría ser eliminar las cadenas de distribución, ¿como?, formando por ejemplo cooperativas, o empresas intermedias que negocien directamente precios con los comercios de venta.

El mercado agrícola español es incompetente conforme está configurado actualmente, no sólo se importan muchos productos, sino que practicamente no exportamos nada, luego no es de extrañar que veamos carreteras llenas de naranjas por el suelo.
Enviado por el día 26 de Noviembre de 2009 a las 14:40 (3)
Exactamente, los agricultores se quejan amargamente de lo barato que les compran sus productos comparado con lo caro que se venden a los consumidores (claro, no piden la reducción del PVP, sino el incremento del precio percibido) y echan la culpa al malvado sector distribudor y a los intermediarios.
Sin embargo, nadie les impide hacerse distribuidores o intermediarios y, así, quedarse con el trozo grande de la tarta ¿por qué no lo hacen? ¿será que los márgenes no son tan abultados?
Enviado por el día 2 de Diciembre de 2009 a las 14:50 (4)
Rallo, ¿Que te parece el tema de la tasa Tobin?

Este fin de semana salia un artículo del lumbreras de Krugman defendiéndola. Me pregunto si este hombre sabe de verdad (en la práctica, no en la teoria) lo que es un mercado financiero. Por que si lo supiese, se daría cuenta de lo perjudicial que sería, por ejemplo, para la liquidez de la gran mayoría de los valores de renta variable (diferencia entre el bid y el ask). Por no hablar de que no me imagino a los arbitrajistas y a los market makers pagando esa tasa. Con lo que al final, serían los inversores a largo plazo los únicos que la pagarían, y los "especuladores" se librarían.

Especuladores, mira que son malos, querer vender algo más caro de lo que se compra. Pecado mortal!!
Enviado por el día 7 de Diciembre de 2009 a las 08:22 (5)
Muy de acuerdo contigo. Se entiende muy mal el esencial trabajo que prestan los especuladores en nuestras sociedades. Quería escribir sobre el tema mañana en LD, pero al final escribiré sobre algo bastante parecido, los intermediarios, donde también se observa el diferencial bid-ask.
Enviado por el día 7 de Diciembre de 2009 a las 19:56 (6)
Pero este no era el que decía que los mercados no eran perfectos y que se debía intervenir? Intervenir aumentando los spreads? Ahora la solución es hacer los bienes cada vez mas ilíquidos no?

Que maravilla oiga y encima con un Nobel.

Lo que no se es como no se les cae la cara de verguenza a los de Princeton y a la London School of Economics...

Rallo, hijo, espero la postal de navidad :D
Enviado por el día 9 de Diciembre de 2009 a las 11:35 (7)

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