25 de Agosto de 2010
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El mito del reswitching
En mi último artículo en el Instituto Juan de Mariana trato de refutar una de las críticas más extendidas contra la teoría austriaca del capital: el reswitching o reversión de técnicas ante caídas del tipo de interés. Por supuesto, como muy bien apunta Kantor en los comentarios, lo que demuestro es la imposibilidad del reswitching del conjunto de la estructura productiva, no de estructuras empresariales concretas; algo que por otro caso los austriacos nunca han negado (cuando aumenta el ahorro caen los tipos de interés pero las industrias más cercanas al consumo se descapitalizan):
En una economía moderna no tendremos dos técnicas –A y B– en alternancia, sino varios abecedarios de letras (tantas como ingeniosos sean los empresarios) que se irán ampliando conforme se reduzca el tipo de interés: en esa sopa de letras creciente, es muy probable que los empresarios encuentren técnicas al menos tan productivas como las actuales, de modo que al implementarlas la sociedad se hará un uso más intensivo y eficiente del capital en la producción de bienes y servicios.
El ejemplo que ofrece Samuelson basado en productividades físicas no tiene ningún sentido (o más bien, sólo lo tendría si los salarios se mantuvieran constantes con independencia de la técnica elegida). Bajo esta perspectiva de equilibrio muy parcial, se mantienen constantes los salarios y los precios de los bienes de consumo para concentrarnos en estudiar los cambios en los tipos de interés. El problema es que en el conjunto de la economía, la relación entre los salarios presentes y los bienes de consumo futuros… ¡son los tipos de interés! La crítica del reswitching de Sraffa y Samuelson presupone que en el agregado de la economía los tipos de interés del mercado financiero pueden variar, pero que en cambio los tipos de interés de la estructura productiva (su tasa interna de retorno) se mantienen constantes.
Comentarios
Lee más a Joan Robinson y menos a los amigos de Pinochet como Friedman, paleto.
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