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19 de Julio de 2005

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Areopagítica
Bitácora de Alberto Illán Oviedo

El incendio de Guadalajara, algunas reflexiones.

La muerte de 11 personas pertenecientes a dos retenes que luchaban contra el fuego en el incendio de Guadalajara es hasta la fecha la noticia más luctuosa del verano en España. Como en otros casos y una vez que la desgracia es inevitable, los reproches justo e injustos cambian de bando mientras que las familias y amigos de las víctimas lloran sus muertos. A diferencia de lo ocurrido en otras catástrofes no demasiado lejanas, la oposición, en este caso del Partido Popular, no ha empezado a hacer leña del árbol caído (recodemos el caso del Pretige o el accidente del Yakolev), y sinceramente, no sé lo que pasará en el futuro pero algunos no se deberían reprochar esta actitud si llegara a ocurrir salvo que también reconocieran su propia hipocresía.

Sin embargo, yo me pregunto sí los medios que tenemos son los adecuados para apagar los incendios. No digo sí son suficientes que también, no digo que el personal sea incapaz ni discuto su profesionalidad al menos de la gran mayoría, sólo me pregunto si la extinción del fuego no es un asunto demasiado politizado que elimina eficacia a cambio de demagogia, imagen y métodos equivocados.

Todas las primaveras asistimos a la foto del ministro o el consejero de turno presentando su nuevo plan, el nuevo helicóptero, aquel maravilloso avión, las nuevas mangueras, todo acompañado de una bonita cifra con muchos ceros y un careto que queda la mar de bien en las televisiones públicas y privadas, sobre todo en las públicas y en las progres.

Y todos los años asistimos a los mismos consejos para evitar los fuegos, a campañas parecidas pero al final vemos como decenas de miles de hectáreas se prenden, arden y calcinan y los vecinos, los profesionales que lo apagan y los voluntarios que les ayudan terminan contando que no había medios o que no estaban coordinados o que los de aquella Comunidad o aquel ayuntamiento no quisieron o no supieron o no pudieron ayudar a los de este.

Y todos los años asistimos a las mismas causas para estos fuegos, que si especulaciones inmobiliarias, que si un despiste, que si un pirómano, que si alguna práctica agrícola mal hecha (esta es rara, que nuestros agricultores no suelen tener la culpa en los medios de comunicación, son especie protegida), que si una disputa entre cazadores, que si el malvado capitalismo le interesa un monte arrasado para vender parcelas o madera quemada. Todos asentimos y maldecimos y a otra cosa.

Pero el caso es que año tras año nadie se plantea tomar el toro por los cuernos, nadie se plantea analizar las causas o implementar los medios necesarios. Primero percatémonos de una cosa, la extinción de incendios forestales depende hoy en día del Estado, bien a través del personal funcionario directo o personas contratadas temporalmente o empresas semipúblicas que hacen esta labor. No discuto la profesionalidad de sus integrantes, conozco alguno y en ese caso me consta su capacidad, pero los problemas suelen ser hijos de las carencias.

Hace unos pocos años, y desconozco si lo habrán corregido, se decía de los servicios de extinción de incendios de la Generalitat catalana que tenían muy buenos medios aéreos pero sus cuadrillas de tierra, los que realmente apagan el fuego, no eran especialmente competentes y ese era uno de los causas de la virulencia de sus incendios. El presupuesto público tiende tapar con parches los agujeros pero un año es uno y al siguiente otro y al final el barco hace aguas por toda partes.

La cuadrillas tienen para mí un elevado número de voluntarios, personas que dedican alguno de los meses de verano a sacarse un dinerillo, estudiantes, parados y personas que por su forma de vida pueden dedicarle ese tiempo pero que, a mi juicio, carecen de la formación teórica y práctica necesaria por mucho que se encuentren a las órdenes de uno o más profesionales con varios años de experiencia. También es cierto que abundan personas que año tras año se dedican a esto pero no profesionalmente.

En Estados Unidos y Canadá existen equipos que se dedican en exclusividad a este servicio, en verano de manera activa apagando los incendios que se producen en los extensos bosques norteamericanos y en invierno se entrenan, adquiriendo nuevos conocimientos teóricos y desarrollando o aprendiendo nuevas técnicas y tecnologías pero nunca dedicándose a otros menesteres. Es verdad que de existir estos equipos en España cobrarían mucho mas pero el riesgo y la preparación así lo precisan. Cuadrillas y servicios que podrían funcionar ajenas a lo público, servicios en el que la iniciativa privada tiene mucho que decir si la dejan trabajar. El resultado de esta profesionalización sería una alta coordinación entre los hombres que se entrenan juntos todo el año, un alto conocimiento de los incendios con cursos teóricos y prácticas todo el año y consecuentemente una eficacia mayor, no exenta de riesgos.

Pero la cosa no acaba ahí, la limpieza de los montes, en especial de los públicos, es esencial para eliminar el material que puede no sólo quemarse sino extender el fuego e impedir los movimientos de las cuadrillas en caso de incendio. Se deben mantener los cortafuegos libres de malas hierbas y matorrales, impedir que las copas de las lindes de estos cortafuegos se unan con podas adecuadas e intensas en invierno. En todas estas actividades, las administraciones públicas muestran negligencia pues no es extraño el bosque 'sucio' cuando llega la primavera.

Y aún con todo esto, un cambio de viento y una mala posición provocarán momentos de apuro en muchos casos, sea cual sea la experiencia de la gente. Si en vez de millones en sistemas y medios que no siempre se necesitan gastamos ese dinero en la formación de personas que trabajen todo el año, o mejor, se paga a profesionales sin carné de funcionario que le dediquen su vida laboral y empresarial, las cosas podrían empezar a mejorar un poco.

Yo lo único que sé a ciencia cierta es que ha habido un incendio en Guadalajara porque unos idiotas han hecho una barbacoa cuando las condiciones no eran las adecuadas y que ahora hay once personas muertas por las razones que sea. Y sé que el próximo año se incrementarán los presupuestos como si los billetes de 500 euros fueran los encargados de apagar el fuego. Y a lo mejor esa no es la solución, lo mismo la solución no pasa por la labor de ninguna administración.

Comentarios

 
He oído a un vecino quejarse de que si cortaban algo en el monte tenían muchos problemas, por lo que los montes eran abandonados por los habitantes de los pueblos. En este caso la mala práctica agrícola es la que practica el estado que "protege" los bosques hasta límites ridículos, impidiendo todo aprovechamiento, por lo que éstos pasan de ser una fuente de riqueza a un sumidero de recursos públicos ante la indiferencia de los vecinos.
Mi pueblo está rodeado de pinos resineros que arden que no veas, pero cada pino tiene su dueño que le saca un rendimiento y que se preocupa de desbrozar el pinar, y a la primera señal de humo salen todos los vecinos corriendo a apagar el fuego que quema SUS pinos o los de sus vecinos.
Enviado por el día 19 de Julio de 2005 a las 09:52 (1)
Coincido con ptaclups, como dije en otro sitio...
Tambien sería interesante ver qué libertad tienen los propietarios de las tierras donde se originan los incendios. Es decir, sospecho que se quema aquello que ningún propietario privado puede aprovechar, no ya por motivos técnicos sino por las omnipresentes regulaciones. Los estorbos, que decía Jovellanos.
Cuando se origina en territorio público ya ni lo comento.
Enviado por el día 19 de Julio de 2005 a las 15:05 (2)
si los bosques fueran propiedad privada habrían más controles sobre las barbacoas y demás fuegos. Bosques privados ya !
Enviado por el día 19 de Julio de 2005 a las 15:05 (3)
"Y todos los años asistimos a los mismos consejos para evitar los fuegos, a campañas parecidas". Perdona que te matice, pero la administración llevaba dos años sin hacer campaña contra el fuego. Las campañas se hacían desde el mes de abril. El Gobierno ZP en este punto también ha fallado estrepitosamente.
Enviado por el día 21 de Julio de 2005 a las 11:39 (4)

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