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12 de Diciembre de 2003

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

La bilis de Ramonet


Si en mi post anterior he intentado exhibir la incoherencia y mala fe de los líderes sociales, el último artículo de Ignacio Ramonet, social, socialista, nacionalsocialista, donde los haya, merece un breve comentario.

Ramonet propone reducir la fractura digital, ese abismo que separa a los países altamente equipados en informática y electrónica de aquellos que aún están en la prehistoria de Internet. Para ilustrar la imperiosa necesidad de este objetivo, ofrece los tan traídos datos de que Nueva York tiene más conexiones a Internet que toda África, dos mil millones de personas no conocen la electricidad... En fin, la típica demagogia que, en realidad, sólo viene a evidenciar la maldad del intervencionismo socialista como motor del atraso en el continente africano. La mitificación de que las culpas del Tercer Mundo proceden de la existencia de un primero, de que el socialismo falla porque existe el capitalismo.

El espectáculo que ofrece Ramonet sólo merece calificarse de lamentable. Para solucionar la falta de Internet en el Tercer Mundo no propone seguir las políticas que han permitido al Primer Mundo disfrutar hoy en día de Internet, sino un fondo de solidaridad destinado a ayudar a los países en desarrollo a equiparse de infraestructuras de comunicación. No es necesario repetir que solidaridad no puede ni debe equipararse con trasvase coactivo de dinero; solidaridad implica voluntariedad, los impuestos no son voluntarios, en caso contrario no vendrían impuestos. Ahora bien, sí sería bueno recordar que esta gente, Ramonet y cía, la que exige una tasa Tobin que grave los movimientos de capital son los mismos que propone que los ahorros occidentales se empleen de manera coercitiva en el Tercer Mundo. ¿Con o sin tasa Tobin?

Pero además, existe otro asunto de capital importancia. Ramonet asegura que en una sociedad del conocimiento y del saber como la nuestra, estas carencias resultan fatales y contribuyen a mantener el retraso de muchos países pobres. Volvemos a lo de siempre. Los gobiernos son incapaces de atender a las demandas auténticas de la gente, no poseen mecanismos para implementar el cálculo económico. ¿Pero alguien se cree que en aquellos países dónde no conocen la electricidad, donde subsisten terribles hambrunas, donde tienen lugar mortandades extraordinarios, a alguien le importa poder acceder al google? ¿Cómo pretenden imponer el progreso a martillazos? Resulta del todo ilógico que, mientras las necesidades primarias de esta gente(en todo caso desconocidas porque tratan de ser interpretadas y satisfechas por buenones del tipo Ramonet) permanecen insatisfechas, los burócratas se dediquen a ofrecerles lujos y comodidades. Ilógico y vergonzoso.

Pero claro, como sentencia luego Ramonet, se trata de obtener que, en el preámbulo de la declaración final, todos acepten que la comunicación sea considerada como un derecho del ser humano, y que se formule que cada ciudadano tiene derecho de ser emisor y no sólo receptor de informaciones. Sr. Ramonet, los derechos ni se crean ni se destruyen, son naturales; mejor dicho, USTED ni crea ni destruye los derechos de nadie, no es Dios.

Todo esto suena a sorna, a un monótono y genocida sarcasmo; en especial si añadimos pasadas opiniones de Ramonet, siempre tan ilustrativas, al respecto: "Ramonet reiteró su idea de que se cree un observatorio internacional de los medios (Global Media Watch) en cada país "Ésta será un arma para oponernos, si ellos pertenecen a la globalización liberal, nosotros pertenecemos al Movimiento Social Mundial. En los tiempos de Internet, nosotros decimos que éste será el siglo en que la comunicación pertenecerá a los pueblos y nos apoderaremos de la verdad. Con la verdad triunfaremos, La caída de Argentina es para el neoliberalismo lo que fue el derrumbe del muro de Berlín para el socialismo" ¿Un derecho del que usted se apoderará? ¿Qué usted dirigirá? ¿Qué usted dominará? Eso sólo puede ser el derecho a la más grotesca de las servidumbres.

Si esa era la opinión de Ramonet hace unos meses, en el artículo que estamos comentando no ha variado demasiado, pues demanda el control de las redes de información y de comunicación. Lo que, en la jerga de los internautas, se llama la e-gobernancia y que concierne sobre todo a Internet. Hoy Internet está controlado por una autoridad privada, el ICANN, proclamada por los Estados Unidos, y muchos países desean que una red de comunicación y de saber tan fundamental como Internet esté bajo el control internacional de la ONU o de la UIT. Internet en manos de los gobiernos, de los Estados. Ya empiezo a entender su afirmación de que "nos apoderaremos de la verdad". Precisamente, cuando todo el mundo coincide en que Internet es un ámbito de libertad como pocos han habido hasta el momento, Ramonet pide que el gobierno meta mano, que el gobierno se apropie, nacionalice Internet. Que el gobierno le entregue Internet, la información, la verdad.

Con todo, acto seguido, se produce en el artículo un giro aparentemente incoherente, que también tiene lugar en el caso de los líderes sociales; Ramonet matiza que "en el ambiente seguritario actual, muchos gobiernos no respetan la vida privada de los usuarios y a través de las redes electrónicas vigilan a sus ciudadanos. Las ONG denuncian esta situación que se agravó después de los atentados del 11 de septiembre del 2001". Totalmente de acuerdo; lo que sigo sin entender, Sr. Ramonet, es como tiene la cara maciza de afirmar esto, cuando en el párrafo anterior exige la nacionalización de Internet. ¿Los gobiernos no respetan la vida privada? Ya lo sabemos. ¿Los gobiernos espían y vigilan a sus ciudadanos? Resulta innegable...entonces, ¿por qué quiere que Internet esté en manos de los gobiernos? Quizá precisamente por eso. O quizá, porque crea que algún día usted dirigirá esos gobiernos y, por ende, Internet y la verdad de la que espera apoderarse.

Como decía Hayek, nunca faltaran locos para domeñar desde la maquinaria gubernamental a los individuos; el problema es que, como también señalaba Hayek, sólo estos locos tienen la indecencia y el ímpetu suficiente como para ascender a lo alto de la maquinaria criminal estatal. Un círculo vicioso que parió el siglo XX y sus calamidades; no hubiera podido ser de otra forma. Ramonet tiene bien aprendida la lección; ¿pero la han interiorizado las víctimas o futuras víctimas? Mucho me temo que no; por eso Ramonet sigue siendo una autoridad... una autoridad entre los dementes.

Comentarios

 
bueno si ramonet i loos suyos son dementes que seran los liberales juas juas ya la repanocha bvamos dementes de dementes. No hombre la gente culta e intelectual es de izquierdas los flaoso interesados y demas de derechas eso lo sabe todo el mundo y mas yo que me poongo en le lugar i digo... bueno suposngo que sere liberal el dia que sea rico jejejeje pero claro no... hay que tener principios en esta vida y ramonet los tiene olé sus uveos metan canya los fachas oé oé a por ellos
Enviado por el día 13 de Diciembre de 2003 a las 18:56 (1)
"No hombre la gente culta e intelectual es de izquierdas los flaoso interesados y demas de derechas eso lo sabe todo el mundo"

No hay más que leer a Adolfito para comprobarlo.
Enviado por el día 8 de Octubre de 2004 a las 12:26 (2)

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