liberalismo.org
Portada » Bitácoras » Todo un hombre de Estado » Primer panel (José Ignacio del Castillo)

28 de Septiembre de 2006

« Primer panel (Gabriel Calzada) | Principal | Primer panel (Juan Ramón Rallo) »

Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Primer panel (José Ignacio del Castillo)

11.50 Böhm sostiene que los bienes no se intercambian de acuerdo con su coste de producción. Cuando uno acude al mercado no se pregunta cuánto trabajo incorporado lleva, sino a) si es útil, b) si es más útil que lo que tiene que dar a cambio, c) es la mejor oferta que conoce.

Si el valor de los bienes se forma así, el de los factores será similar. Los empresarios al contratar se preguntan a) si los factores le resultan útiles, b) si la producción tendrá salida con margen, c) es la mejor oferta que conoce.

Por tanto, los costes de producción terminan formándose de acuerdo con la utilidad marginal de su producción.

Pero claro, el empresario no estará dispuesto a pagar la entera productividad marginal, ya que adquiere HOY los bienes para recuperar su inversión MAÑANA, de ahí que los adquiera con descuento.

11.45
Marx tampoco es capaz de explicar por qué por ejemplo viviendas ubicadas en distintas partes (centro urbano - periferia) tienen distinto valor, aun cuando se hayan empleado los mismos trabajdores para fabricarlo.

11.40
Según Marx, además, el elemento común en esa igualdad era que las mercancías llevaban trabajo incorporado. Böhm recuerda que hay mercancías que no llevan trabajo incorporado como un manantial y sí son intercambidos en el mercado. Tampoco es cierto que el único elemento común sea el trabajo incorporado, por ejemplo esos bienes satisfacen necesidades humanos, que además las cosas intercambiadas son escasas en relación a las apetencias humanas, que asimismo han sido apropiadas por los seres humanos y finalmente que todas se ofrecen y se demandan.

Todas estas circunstancias la tienen en común las mercancías y explican mucho mejor el valor.

11.35
Marx afirmaba que en todo cambio se intercambiaban igualdades de valor. Sin embargo, Böhm le explicó que los intercambios parten de la desigualdad inversa de valoraciones. Sólo a partir de este punto, ya se desmorona todo el sistema marxista, pero los fallos son más numerosos.

11.25 El problema de toda esta exposición es que antes distintas composiciones orgánicas las tasas de rendimiento debían ser distintos. Pero en el mundo real las tasas de rendimiento eran similares sobre el capital intensivo, fueran muy capital intensivos o muy trabajo intensivos.

Marx quiso resolver esta contradicción en el tercer volumen. Antes de ello ya entró en escena Böhm-Bawerk con su obra "Capital e interés". En la primera parte del libro, Böhm examina las distintas teorías del interés, y entre ellas a los teóricos que sostienen que el interés proviene de explotar a los trabajadores.

De este modo, Böhm pone de manifiesto las contradicciones marxistas como ahora pondremos de manifiesto.

11.20
Vuelvo a ser Rallo. José Ignacio afirma ahora mismo que en opinión de Marx los clásicos respaldaban su teoría, tanto en su teoría del valor como de los precios.

Para Marx el origen de la plusvalía está entre la discrepancia entre el coste de subsistencia del trabajador y el valor que éste puede crear.

Marx dividía el apital entre capital variable, la parte de salarios,  y capital constante, la parte remuneración de factores productivos que no eran salarios. La distinción la realizó ya que sólo el trabajo creaba valor, mientras que de los bienes inertes no.

El problema de esta teoría es que conforme se acumula capital, la base sobre la que se mide la tasa de rentabilidad  se agranda sin que los trabajadores para explotar crezcan. Por tanto las tasa de rendimiento medio decrecerá y los empresarios ineficientes serían expulsados de la producción, dando lugar a las crisis capitalistas, que al despedir a los trabajadores engrosarían el ejército de reserva.

Con esto Marx explicaba tanto la crisis como la creciente concentración del entramado capitalista, ya que los pequeños productores no serían capaces de generar tasas de rentabilidad suficientes.

La situación final sería la de una gran masa de trabajadores viviendo al nivel de subsistencia frente a un capital concentrado en muy pocas manos. Así, lo normal sería que la masa de gente se rebelara para nacionalizar todos los bienes de capitales, regresando al trabajador lo que era suyo.

11:15
. El coste de producción es, según Marx, simplemente el salario de subsistencia. Pero puede vender su producción por el valor de todo su trabajo incorporado. La diferencia es la plusvalía y su existencia prueba de la explotación.

11:10. José Ignacio explica la base de la teoría marxista, que es la teoría del valor-trabajo. Según Marx, en las dos cosas intercambiadas tiene que existir "un algo común y de la misma magnitud". Ese algo es el trabajo. Para solucionar el problema del intercambio entre una hora de bel canto de Pavarotti y doscientas de un camarero, argumenta que lo de Pavarotti es "trabajo simple potenciado o multiplicado". Cabe suponer que es que Pavarotti canta con más fuerza o algo así.

11:05
. Soy Daniel, que tomo el relevo. José Ignacio va a presentar la polémica entre Böhm-Bawerk y Karl Marx a cuenta de la refutación del primero a las teorías del segundo. El contexto de dicha polémica, resumida por el propio José Ignacio aquí, está en el siglo XIX, momento en que el laissez-faire reinaba. Mientras los liberales argumentaban que había acabado la época en que unas clases ociosas vivían a costa del trabajo de otros, Marx argumentaba que estabamos en un nuevo sistema de clases, de explotación del hombre por el hombre, en el que los capitalistas eran los nuevos explotadores.

Comentarios

 
Buen trabajo, gracias.
Enviado por el día 28 de Septiembre de 2006 a las 21:37 (1)

No se admiten ya más comentarios.